Antes de la partida a Argentina
De Izq. a Der. :Teniente Destri(*). Cap Panzardi. Cap Villagran. Cap Lascowski. My Hughes (**) .My Boheler Com Mones Ruiz .Cap de Nogaets ,1er Ten Tomás Rodríguez .My Luoni . Vcom Masserini . y Cap Baigorria.
(*)En 1982 fue Jefe de la BAM MALVINAS,indicativo: CHOLO
(**)Reemplazò al Brig General Basilio LAMI DOZO,al finalizar el conflicto.
SEMANA DEL RECUERDO DE LA LLEGADA DEL PRIMER FERRY DE AVIONES A4-B " SKYHAWK", A VILLA REYNOLDS - ARGENTINA// 31 DE OCTUBRE DE 1966.
Por: Brig. ( R ) Raúl Alberto Gambandé
En esta nueva celebración de la aparición en los cielos argentinos del noble A4, enaltecemos la figura de aquellos que lo hicieron posible recordándolos por su firmeza y fuerza de voluntad.
Junto con sus antecesores, los inolvidables Gloster Meteor IV y los entrañables Sabre F-86, fueron artífices generadores de las honorables costumbres en los Grupos Aéreos Argentinos, que dieron inicio a los hábitos que hoy perduran transformados en tradiciones.
Siguieron tras sus huellas quienes integraron dotaciones en A4-C, Pucará, Canberra, los veloces Mirage III, Mirage V y los rejuvenecidos A4-AR “Fightinghawk”. Todos son portadores o han llevado el espíritu invisible moldeado en la fragua de la experiencia, instalado en los Grupos Aéreos de caza bombarderos argentinos y sus Grupos de apoyo: Técnico y Base.
Esa esencia vital se ha irradiado a todos los ámbitos de la Institución y es hoy nuestra esperanza para el futuro, en espera del arribo tan anhelado de nuevos y modernos aviones de combate.
Transcurrieron escasos 49 años hasta hoy, exiguo período en la magnitud del tiempo pero monumental en la dimensión de la historia de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). Desde aquel 1966 se ha desarrollado una Unidad de combate sobre sólidos basamentos, dentro de la honorable estirpe de cazadores.
La honrosa tradición que fue moldeando la llama interior de aquellos combatientes, que floreció en Malvinas, fue producto de muchos hombres que precedieron dejando su estela, cada uno en su medida.
Las virtudes que sembró el imborrable grupo humano de los A4-B, merece el cálido reconocimientoque intentamos ofrecerles. Fueron fogosos escultores del espíritu que brilla hoy en los grupos de caza bombarderos argentinos.
El 31 de octubre del año 1966 llegaron los aguerridos A4-B, veteranos de otras guerras, y lo hicieron en vuelo dejando en sus hombres una gigantesca experiencia. Desde EEUU hasta Argentina ¡tamaña travesía! Con la ventajosa pericia obtenida por los pilotos de los F-86, quienes habían recorrido en vuelo los mismos cielos apenas seis años antes, desde EEUU hasta Mendoza, los hombres de los A4 tuvieron que capacitarse en el avión y planificar minuciosamente el trayecto a recorrer. Cubrir detalles del apoyo en vuelo, de traslados, de supervivencia en diversas zonas de navegación, de reabastecimiento, de búsqueda y rescate y muchas más. Indudablemente fue una inolvidable aventura, que llenó de regocijo el alma de sus participantes pero que les exigió un valor colosal.
Después, ingresa en escena su lugar de asiento, Villa Reynolds, donde los estaban aguardando para su relevo, vencidos por el tiempo, los veteranos Avro Lincoln y Avro Lancaster. A partir de entonces, hubo otros tres viajes trasladando aviones desde su país de origen, arrojando nuevas enseñanzas y experiencias que se fueron incorporando al acopio cultural de ese ardoroso grupo en formación.
El comienzo de esa nueva Unidad Aérea no fue nada fácil, años de estudio, encendidos debates, experimentación, avances y retrocesos buscando la mejora, en un lugar geográfico de relativo aislamiento que facilitaba la dedicación constante. Hubo mucho por hacer y el tiempo era escaso, movió los ánimos y el avión incitó muchas voluntades. Adaptación de toda la Unidad a las necesidades de apoyo del A4, pista, barreras de contención, preparación de manuales, cursos teóricos y prácticos, normas de seguridad, polígono de tiro. Se incursionó en maniobras de acrobacia, de formación, vuelos de largo alcance, vuelo nocturno y, por sobre todo, la tremenda capacidad en tiro y bombardeo.
La alegoría que materializó los ideales de los entusiastas fundadores del Grupo A4-B tomó forma en cabeza de un
“feroz halcón”, perfilado y de mirada atemorizadora. Se completó incorporando un lema indicador de la conducta del grupo,
“Hacia las estrellas a través de las dificultades”, con colores de fondo resaltando el amarillo, el nombre de la agrupación y el encuadre en formato de escudo.
A partir de entonces, al bizarro grupo que integra las dotaciones del A-4, se los llamó “halcones”.
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PARA QUIENES AÚN CONSERVAN EN EL ALMA, EL ÁNIMO VITAL GENERADO EN LAS UNIDADES DE COMBATE DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA.