"Tenemos 15.000 técnicos y 50.000 obreros para fabricar lo mismo (ojo, números como ejemplo solo). La empresa pierde dinero. El estado paga los sueldos; iguales para todos; pero no queda dinero para mejorar los sistemas de producción, o las condiciones de trabajo...o para más y más investigación y desarrollo... y a la gente que va a cobra igual, le importa poco trabajar más o menos o mejor o peor."
Nada mas parecido al "Homo Sovieticus" de Aleksandr Zinóniev.
Indiferencia por los resultados de su propio trabajo o la falta de productividad en el mismo, expresadas en el famoso dicho o chiste soviético “Ellos (los burócratas o dirigentes comunistas) fingen pagarnos y nosotros fingimos trabajar”, y la falta de iniciativa.