Sebastian
Colaborador
Stalingrado, la ciudad que cambió el curso de la historia
6 de febrero de 2013 Ksenia Burmenko, Rusia Hoy
Conocida en el mundo entero por la época en que se llamaba Stalingrado, ahora es famosa por sus monumentos en honor a los defensores de la ciudad. Los principales atractivos son el conjunto Mamáiev Kurgán y el museo panorama “La batalla de Stalingrado”. Además, durante la guerra la ciudad fue arrasada, y el centro de la ciudad, completamente reconstruido, encarna arquitectónicamente el más puro estilo “Imperio estalinista”.
El 70º aniversario de la batalla de Stalingrado es, este año, el leit motiv de en la ciudad. Exposiciones, actividades y eventos dedicados a este aniversario se sucederán durante los próximos meses.
Uno de los principales símbolos de Volgogrado es el museo-panorama “La batalla de Stalingrado” (calle Mariscal Chuikov, 47). Además del grandioso fresco con la vista panorámica del campo de batalla, el museo posee la colección más completa de documentos y objetos relacionados con la batalla de Stalingrado.
En la Sala triunfal están colgadas las banderas originales de todos los regimientos y formaciones que participaron en la batalla. Hay también una interesante colección de regalos entregados a la ciudad desde todos los rincones del mundo en señal de admiración por el valor de sus defensores. Entre ellos figuran unas estatuillas de bronce, unas famosas esculturas de Rodin, ofrecidas en 1945 por Lady Westmacott. Y también una espada del rey británico Jorge VI, obsequiada a la ciudad en 1943 por la victoria de Stalingrado.
La batalla de Stalingrado:
17 de julio de 1942- 2 de febrero de 1943. Es la mayor batalla terrestre que hubo durante la Segunda Guerra Mundial y, junto con la Batalla del Arco de Kursk, se convirtió en un punto de inflexión de la contienda, ya que a raíz de ellas las tropas alemanas perdieron finalmente la iniciativa estratégica. Se estima que la pérdida total de ambas partes en esta batalla superó los dos millones de personas.
Con motivo del 70º aniversario de la batalla de Stalingrado en el museo-panorama se exhibe la exposición “Una para todos…”. La exposición no es pretenciosa, sino emotiva y auténtica. Se muestran uniformes, armas, trofeos y objetos cotidianos, documentos y cartas de los defensores de la ciudad, personas de diferentes rangos, profesiones y nacionalidades.Cerca del museo-panorama, está la famosa Casa de Pávlov (calle Soviétskaia, 39), defendida durante 58 días por un puñado de soldados soviéticos, unos quince en total. El edificio de cuatro plantas estaba situado sobre una colina y tanto para los alemanes como para los rusos era muy importante tácticamente apoderarse de ella. Durante ese terrible cerco nació en la casa una niña: Zinaída Petrovna Selezneva, que aún vive en Volgogrado. La Casa de Pávlov, adornada con bajorrelieves, todavía hoy está habitada y forma parte del conjunto arquitectónico de la plaza Lenin.
Dónde alojarse.
En Volgogrado, no hay hoteles de cuatro y cinco estrellas ni cadenas internacionales. Pero hay lugares donde pernoctar: el hotel “Volgogrado”, situado en la Avenida de los Aliados, en un edificio “histórico” que fue restaurado después de la guerra, o el hotel Inturist, que está enfrente, también totalmente reconstruido. En el patio del hotel Inturist, los sótanos de los grandes almacenes acogen el Museo de la Memoria, donde fue capturado el mariscal de campo alemán Paulus.
Para sentir la grandeza, la amargura, el dolor y el orgullo concentrados en la piedra, hay que subir al Mamáiev Kurgán (calle mariscal Chuikov, 47). Este monumento grandioso se puede “hojear” como un libro. Y cada página es única: la avenida de los álamos, la plaza de los resistentes, las ruinas y el lago de lágrimas, el panteón de la gloria y la madre doliente… Y, coronándolo todo, está la Madre Patria, desde donde hay unas vistas únicas de la ciudad y del Trasvolga.
Guías.
Para el 70º aniversario de la batalla de Stalingrado, la universidad pedagógica de Volgogrado ha organizado cursos especiales para formar a guías en inglés, alemán, francés y español que acojan a turistas extranjeros. Para todo lo relativo a agencias de turismo, hoteles, museos, excursiones, visitas guiadas, balnearios y “tarjetas de invitados”, se puede consultar el sitio web: www.turizm-volgograd.ru
No hay que olvidar que Mamáiev Kurgán es también una necrópolis de más de 36.000 soldados soviéticos. Acabada la guerra, durante la reconstrucción de la ciudad, los cuerpos encontrados fueron llevados y enterrados allí. Los nombres de algunos de ellos se conocen desde hace muy poco.El 2 de febrero, en el memorial del Mamáiev Kurgán fue inaugurada una estela con los nombres de diecisiete mil defensores de Stalingrado cuyos nombres se descubrieron gracias al arduo trabajo de los investigadores durante la última década.
Dado que el Mamáiev Kurgán es el lugar de reposo de decenas de miles de soldados caídos, en la década de 2000 se construyó un templo ortodoxo, la iglesia de Todos los Santos, para que los visitantes puedan poner velas y rezar por el descanso de las almas de los desaparecidos.
Son los principales santuarios de Volgogrado. Pero todo el centro de la ciudad es un monumento a quienes lo protegieron y a quienes lo reconstruyeron. Cualquier árbol o farola es un monumento. Como por ejemplo una farola, testimonio de la batalla de Stalingrado, con heridas de metralla, que se encuentra cerca de la plaza de la estación, al lado del museo histórico (calle Gógol, 10). O el álamo en la avenida de los Héroes, que se alza en medio del asfalto y rompe la perspectiva del conjunto.
A pesar de que molesta, nadie lo toca porque es el único árbol que sobrevivió después de la batalla, en esa ciudad quemada y destruida por completo.
Qué comer.
La gastronomía de Volgogrado es muy variada. Hay cocina europea (italiana, checa, alemana), japonesa o caucásica. Por todas partes se venden brochetas de carne (shashlik). A pesar de la presencia de McDonald’s, elfast food más popular es el pollo a la Kiev.
Como después de la guerra no quedó nada de vegetación, no es de extrañar que los habitantes sientan debilidad por los espacios verdes. Los paseos y la avenida de los Héroes son, en esencia, como un gran parque. Mientras que la perspectiva Lenin, la calle principal de Volgogrado, parece sobre todo un bulevar con su amplia zona peatonal.En primavera la ciudad florece: los primeros en hacerlo son los albaricoques, en las calles y en los patios, a los que llaman “sakura de Volgogrado”. También hay lilas, acacias, catalpas y castaños. En esa época es muy agradable pasear por la calle de la Paz, la primera en reconstruirse después de la batalla, por eso se le puso ese nombre.
Al final de la calle de la Paz, se encuentra el planetario. Es interesante desde un punto de vista arquitectónico (su cúpula está coronada por una escultura de la famosa artista soviética Vera Mujina) e histórico, pues el complejo está equipado con una óptica Zeiss, un regalo de los obreros de la RDA por el 70º aniversario de Stalin.
http://rusiahoy.com/cultura/2013/02...que_cambio_el_curso_de_la_historia_24633.html