Para mediados de los años 70, el ERP y Montoneros habían establecido fluidas relaciones y
contactos con organizaciones terroristas como la OLP y Al Fatah (Oriente Medio), ETA–Patria
Vasca y Libertad (España), Brigadas Rojas (Italia), Baader Meinhoff (Alemania) e IRA (Ejército
Republicano Irlandés) que brindaban, además de entrenamiento, instructores, municiones y
armas, y la información adecuada para poder trasladarlas vía marítima al continente americano
y luego, por tierra, a la Argentina.
En 1975, Montoneros decidió actualizar y profundizar la relación con la OLP, para oficializarla
y poder así intercambiar asesoramiento técnico para construir una fábrica de explosivos,
a cambio de instrucción militar de sus miembros en campos de entrenamiento palestinos.
En tal sentido, se entrevistaron en España Vaca Narvaja (responsable de “Relaciones
Internacionales” de la organización) y Juan Gelman, con Abu El Est, representante de la OLP
en ese país. En 1976, nuevamente Vaca Narvaja presidió otra delegación que entrevistó a
Faruk Kadummi, Secretario Político de la OLP, en la que se acordó la instalación de una fábrica
de explosivos (exógeno o C2 ) financiada por los palestinos y dirigida por Montoneros. Por
su parte la OLP se comprometió a ampliar las relaciones internacionales de Montoneros,
especialmente con gobiernos de países del Tercer Mundo y con los llamados “Movimientos
de Liberación”.