En uno de mis viajes a Buenos Aires, en el 2009, me entrevistó Chiche Gelblung en Crónica TV y explotó el rating. Rápido de reflejos, el dueño del canal, Héctor Ricardo García, me convoco a que hiciera cuatro notas con protagonistas de Malvinas. Y me dijo: "El mejor horario es el del programa de Anabella, hace las notas ahí, pero pregunta vos, que ella no sabe nada de Malvinas". El primero a entrevistar era el Halcón Pablo Carballo. Su nota saldría el mismo día 21 de septiembre, las demás se grabarían para después. A medida que yo hablaba con Carballo, percibía que Anabella Ascar estaba cada vez más irritada. Interrumpía sin ton ni son, con comentarios absurdos, y lo hacía de la peor manera, hasta que bruscamente dio por terminado el programa. Cuando se apagaron las luces, bramó: "Es mi programa, no el tuyo, yo debería echarlos a la calle inmediatamente, pero como soy buena persona, los dejo que sigan grabando". Al finalizar, voy a verlo a García, para que me explique que pasó. Sentado en su escritorio, sin mirarme, me dice: "Estuviste muy mal, Nicolás". Yo no salía de mi asombro. "¿¡Porqué, si sólo cumplí tu orden?!" Siempre sin levantar la cabeza, García seguía repitiendo: "Eso no se hace, estuviste my mal". No logré sacarle ninguna explicación, pero lo obvio era que no se había animado a prevenir a la Ascar, que las preguntas las iba a hacer yo. Huelga decir que nunca más me invitaron a Crónica TV. García, poderoso empresario, que había desafiado a más de un gobierno argentino y también al inglés en Malvinas, - participó del Operativo Cóndor - frente a la rubia bobalicona ... temblaba.