Nicolas Kasanzew
Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Gracias, querido Pablo.
Un comando de Malvinas pasó a formar en las filas del ejército celestial. El teniente primero Fernando García Pinasco fue un gran guerrero, pero aún mejor camarada. Cuando dos hombres de su sección quedaron perdidos en medio de una niebla impenetrable, exhaustos y semicongelados, sin abrigos ni alimentos, él no titubeó en guiarlos a tiros, a pesar del riesgo de atraer hacia si mismo a los ingleses, que estaban próximos. Esa noche Garcia Pinasco le cedió su bolsa de dormir al aterido teniente Anadón y quedó él mismo estoicamente a la intemperie.
El oficial, fallecido hoy, participó también del combate del río Murrel, donde junto con el mismo Anadón, el capitán Figueroa, el sargento Guillén y un puñado de valientes puso en fuga a los británicos, que abandonaron todos sus equipos en el lugar. Tuve el privilegio de conocerlo en Malvinas y de sacarle varias fotos. Otro pedazo de gloriosa historia viviente que se nos va, antes de haber podido presenciar la reivindicación a nivel nacional y popular de la Gesta de Malvinas...
Felicitaciones! Muy merecido honor!¡Caricia para el alma y orgullo sin fin! Este 9 de julio los veteranos de Malvinas desfilamos junto a nuestras queridas Fuerzas Armadas. Como en años anteriores, he sido invitado a hacerlo en las filas de los gloriosos Halcones, los pilotos de caza, de cuya Asociación soy miembro honorario.
¡Caricia para el alma y orgullo sin fin! Este 9 de julio los veteranos de Malvinas desfilamos junto a nuestras queridas Fuerzas Armadas. Como en años anteriores, he sido invitado a hacerlo en las filas de los gloriosos Halcones, los pilotos de caza, de cuya Asociación soy miembro honorario.
ri7....no se habla mas.Las miserias de Malvinas las conocemos de sobra. Pero ¿alguien sabe que todos los días el subteniente Eduardo Norberto Dalmedo, del Regimiento 7, hacía descalzar a sus soldados y los revisaba uno por uno, para detectar tempranamente si estaban en riesgo de desarrollar el temible "pie de trinchera"? ¿O que fue Dalmedo quien se las ingenió para transformar las cocinas a leña (en Malvinas no hay árboles) en cocinas a garrafa? ¿Y que gracias a ello, la poca comida que había sus soldados la comieron caliente hasta el ultimo día de la guerra? Este subteniente del arma de Intendencia conocía muy bien aquella máxima de Napoleón: "Los ejércitos marchan sobre su estomago". Y obraba en consecuencia. Cuidaba a sus soldados como un padre, aunque era menor a varios de ellos, que habían pedido prórroga del servicio militar. Y de los 60 hombres que estaban a su cargo, volvió al continente con 59. ¿Para cuando un reconocimiento a este tipo de héroes? Lo conocí en Malvinas y anoche tuve el honor de compartir con él una charla en el Rotary de Villa Libertad, partido de San Martín. Una velada a pura emoción.
Librazo.! Lo voy a comprar. Ya tengo las anteriores ediciones. Imperdible.Versión nueva. Mi libro "Malvinas a sangre y fuego", ha sido reeditado por la Editorial Argentinidad. El texto viene ampliado y actualizado, pero sin modificar el número de páginas. He aprovechado los espacios en blanco que generalmente quedan al final de los capítulos, para poner varios puntos sobre las íes. Unos cuantos más... ¡Gracias, Juan de Sousa por permitir que mi libro siempre este disponible, nunca agotado!
Bueno el esfuerzo tuvo su recompensa; o algún "o.r.t.o" digo otto, perdón otro civil hizo fuego contra los invasores.Como se puede apreciar, yo oficiaba no sólo de reportero, sino que acarreaba los equipos, ya que tuve que enviar de vuelta al continente al ayudante, presa de pánico.
Y que seguro será parte de la próxima edición.El Hércules se burla del bloqueo,
Trae municiones y un cañón,
La ternura en sacas de correo
Y se lleva al pibe del muñón.
6 de mayo de 1982, primer Hércules que llega a Puerto Argentino burlando el bloqueo aeronaval británico. Con mi camarógrafo Alfredo Lamela casi siempre filmábamos cuando llegaban, y enseguida partían, sin apagar los motores, nuestras gloriosas e intrépidas "Chanchas". Traían aquello que los altos mandos no se habían preocupado de llevar de entrada, y evacuaban a los heridos. En ese lugar y momento la adrenalina bombeaba a mil, ya que los C-130 eran un blanco fácil y muy rentable para los Harriers. Como se puede apreciar, yo oficiaba no sólo de reportero, sino que acarreaba los equipos, ya que tuve que enviar de vuelta al continente al ayudante, presa de pánico. ¡Muchas gracias, Agustín García, por esta imagen que me hiciste llegar y que yo desconocía!