Petróleo en Malvinas: ¿Peligro ambiental?
Cuando la crisis del Golfo de México empieza a superarse, la mirada se dirige a las Islas Malvinas. BP, comenzará una etapa de exploración en las aguas australes antes de fin de año. ¿Se repitirá en el sur la mayor tragedia para el medio ambiente que vivió Estados Unidos?
La fuga de petróleo en el Golfo de México empieza, de a poco, a ser historia. BP anunció el viernes que detuvo el derrame en el fondo del mar y, desde entonces, no se han detectado nuevas filtraciones. Pero todavía no hay nada para festejar: mientras Estados Unidos continúa limpiando las móléculas de crudo que llegan a las costas, se ha avivado la polémica sobre si se debe continuar con la explotación petrolera en el lecho marino bajo este tipo de condiciones extremas. Es que, a pesar de la tragedia ecológica, son varios los países que realizan exploraciones en el lecho marino: Brasil, Canadá, Venezuela, Noruega y... Argentina.
Argentina forma parte del grupo de naciones que buscan petróleo en el fondo del mar, desde que el Reino Unido ha centrado su mirada en el Atlántico sur, con el objetivo de realizar una exploración energética en torno a las Malvinas. Aunque es necesario aclarar que las empresas británicas que están desarrollando sus trabajos en el mar austral todavía no iniciaron una fase de extracción, podría llegar a una etapa de explotación en el futuro, si sus operaciones son exitosas. ¿Es posible, entonces, que se repita en las Malvinas una tragedia ambiental como la de BP?
En la Argentina no existe un gran desarrollo de off shore pero en los últimos meses se activaron proyectos exploratorios en torno al archipiélago malvinense. El tema que reavivó las tensiones bilaterales entre Buenos Aires y Londres, no impidió que varias compañías británicas avancen con su plan, y aunque todavía no hay confirmación de que las firmas inglesas hayan descubierto petróleo en las aguas australes, la Cancillería argentina ya alertó sobre los problemas que podría acarrear al medio ambiente una crisis como la que sufrió BP.
“Pueden existir serios riesgos para la región como las amenazas ambientales de las que estamos siendo testigos”, disparó, por ejemplo, el flamante canciller Héctor Timerman el mes pasado, en una de sus primeras declaraciones como jefe de la diplomacia argentina.
“No debemos soslayar ni minimizar el riesgo que desde el punto de vista ambiental supone para toda nuestra región esta aventura colonialista del Reino Unido en el Atlántico Sur, basada en la rapiña de los recursos naturales no renovables a miles de kilómetros de su frontera”, agregó Timerman.
Lo sorprendente es que los proyectos de Gran Bretaña involucran, paradójicamente, a BP, nada más ni nada menos. La empresa británica controla el 60% de Pan American Energy, que asociado con YPF participará de la perforación de un pozo exploratorio en la Cuenca Malvinas. Será un trabajo delicado, a 298 kilómetros de Tierra del Fuego y a 500 metros de profundidad. La perforación tendrá lugar en aguas continentales argentinas antes de fin de año, según confirmó a la prensa local Antonio Gomis, director general de Repsol Argentina.
MALVINAS EMPETROLADAS
Los trabajos de exploración británica en aguas de Malvinas viene de larga data.
“Hemos aprendido mucho sobre la geología del sistema de petróleo de las Malvinas por las investigaciones que realizamos en las últimas décadas. Estamos en condiciones de afirmar que el suelo rocoso del mar de la base norte de las islas podría ser capaz de generar 60 billones de barriles de petróleo”. El documento titulado
'La ciencia detrás de la exploración petrolera en las Malvinas' fue publicado el año pasado por la British Geological Survey, el principal organismo británico de análisis sobre recursos energéticos, y representó el puntapié inicial para confirmar algo que se especulaba desde hacía un lustro: el lecho submarino de las islas podría esconder grandes reservas de petróleo. Gran Bretaña decidió entonces jugar fuerte para conseguir su propio Irak, pero muy lejos del Golfo Pérsico.
Si las estimaciones británicas actuales son verdaderas, los 60 billones de barriles que podrían estar durmiendo en la base rocosa de las Malvinas significarían más de la mitad de las reservas probadas que tiene Irak, una de las mayores potencias petroleras del mundo. Si es cierta la capacidad que existiría en las Malvinas, las reservas isleñas sólo serían superadas por las de Venezuela, Arabia Saudita, Canadá e Irán, en ese orden.
El petróleo que podría estar en las islas sería, además, cinco veces más grande que los 12 billones de barriles que tiene Brasil en sus reservas, y multiplicaría por 23 los 2,6 billones de barriles de reservas que existen en la Argentina. No fue la prensa local sino el británico The Guardian, por caso, el que advirtió que ese escenario convertiría a los malvineses
“en los hombres y mujeres más ricos del planeta”.
Desire Petroleum, Malvinas Oil & Gas y Rockhopper son las empresas que iniciaron en febrero una campaña de perforación en la cuenca de las Malvinas. Para alentar a sus inversores y buscar un panorama más propicio, Rockhopper insistió hace dos semanas en que el petróleo hallado y analizado en el bloque Sea Lion es de
“alta calidad”, lo que refuerza la posibilidad de que pueda ser explotado comercialmente. Pero lo cierto es que, hasta el momento, las firmas británicas no dieron más precisiones y desde el gobierno argentino se desconfía de la información lanzada por las empresas.
En ese contexto, todavía no hay muchas certezas sobre el trabajo de exploración petrolera en torno a las Malvinas. Nadie sabe si hay petróleo, si podrá ser explotado en el futuro y qué consecuencias tendrá para la relación entre Argentina y Gran Bretaña. Pero, más allá de esos debates, por el momento hay una súplica que no puede ser atendida: que la tecnología no falle para que no se repita la tragedia de BP en la Argentina.
http://observadorglobal.com/petroleo-en-malvinas-peligro-ambiental-n8699.html