Los misiles portátiles antiaéreos
El 9 de mayo llegaron a Pradera del Ganso dos lanzadores de misiles Strela 2D-SAM7 con ocho proyectiles (8). De origen soviético, el armamento había sido provisto al país por la República del Perú y un teniente de la fuerza aérea peruana brindó un curso acelerado acerca de su manejo a quince suboficiales de la IX Brigada Aérea. Si bien este personal iba a estar, en principio, desplegado en diferentes aeródromos de la zona patágonica, poco más tarde se dispuso el traslado de diez de los suboficiales a las islas previo sorteo de las plazas, ya que (salvo una excepción) todos querían viajar a la zona de conflicto.
Después de pasar una noche en Puerto Argentino, seis de estos hombres fueron trasladados al Istmo de Darwin. Allí, divididos en dos equipos denominados “Pipa 1” y “Pipa 2”, fueron desplegados a sendas posiciones de la artillería antiaérea de la Base “Cóndor”, cada uno con cuatro misiles para proveer a la defensa aérea de baja cota. El cabo principal Vázquez, el cabo primero Ávila y el cabo Boroni, con los soldados Oshiro y Pintos, tomaron posición junto a la pieza de 20 milímetros del cabo Heredia (compañero de promoción de Boroni), mientras que el cabo principal Marzó y los cabos Callejo y Zacagnini, con otros dos soldados, se agruparon al cañón del cabo primero Galanti.
De "La batalla de Pradera del Ganso".