A 25 AÑOS DE LA GUERRA : UNA CONTROVERTIDA INICIATIVA PARA UNA ZONA DE ALTA SENSIBILIDAD
Gran Bretaña busca ampliar su dominio alrededor de Malvinas
Así lo publicó un diario inglés y lo confirmaron a Clarín fuentes británicas en Buenos Aires. Estudian hacer una presentación ante la ONU para ampliar sus áreas en el Atlántico Sur. Quieren explotar petróleo y gas.
En el nuevo contexto de la Guerra Fría con Rusia y la búsqueda de nuevos recursos naturales de petróleo, gas y minerales, Gran Bretaña se prepara para hacer reclamos territoriales de miles de kilómetros cuadrados en las profundidades del oceano Atlántico, alrededor de las Islas Malvinas y las Georgias, la isla Ascención y la isla Rockall, entre Islandia y el Reino Unido.
Segun el diario británico The Guardian, Gran Bretaña se apresta a registrar su reclamo ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas, en un intento por conseguir una nueva lectura legal para la actual política internacional de las aguas.
La decisión británica fue confirmada a Clarín por un vocero de la Embajada del Reino Unido en Buenos Aires, quien aseguró que su país "está considerando la posibilidad de hacer una presentación ante las Naciones Unidas" sobre los límites de la plataforma continental alrededor de las Islas Malvinas, pero que todavía "no se ha tomado esa decisión".
El tema va a desatar polémica a raíz de la sensibilidad que existe por el reclamo de soberanía por parte de Argentina sobre las Malvinas, que llevó al país a la guerra con Gran Bretaña en 1982.
Si Gran Bretaña llegara a extender su plataforma continental a 350 millas (unos 563 kilómetros), la zona de exclusión de 200 millas que extendió alrededor de las islas después de la guerra podría prolongarse hasta el territorio argentino.
Pero la furia no será sólo argentina, sino que se extenderá también a otros paises. El apuro británico es para cumplir con un vencimiento establecido para mayo del año 2009, para registrar intereses territoriales ante las Naciones Unidas. Las ratificaciones del tratado llevarán más tiempo. Según esta visión, detalles geológicos e investigaciones geofísicas realizadas por científicos e hidrógrafos, cualquier Estado puede delinear "una nueva plataforma continental" que puede extenderse más allá de las 350 millas desde la costa.
El diario The Guardian descubrió que los datos han sido obtenidos por una larga investigación británica para hacer la presentación ante la ONU. Chris Carleton, jefe de la legislación de las divisiones en el mar de Oficina Hidrográfica Británica y un experto en el proceso, declaró que conversaciones preliminares sobre la isla Rockall se iniciarán en Reykjavik esta semana.
Carleton considera que "el contencioso británico-argentino por las Islas Malvinas tiene el potencial de ser un serio conflicto en la cuestión".
Se estima que el valor del petróleo bajo el mar en esa zona puede ser enorme.
Pruebas sísmicas han demostrado que se podrían alcanzar los 60 millones de barrilles de petróleo en el Atlántico Sur, según el diario británico. Hasta ahora, Gran Bretaña ha entregado licencias petroleras en el área alrededor de las Islas Malvinas que considera propias, pero de prosperar sus actuales reclamos esas áreas se podrían extender.
En la gestión de Néstor Kirchner, Argentina anuló el acuerdo bilateral de 1995, que establecía que compartirían el petróleo encontrado en aguas adyacentes.
"Será detrás de las 200 millas y menos que 350 millas", dijo Carleton, que participó en el proyecto británico que se presentará ante la ONU. "La idea es unir el área alrededor de las Georgias a las Malvinas. Es un reclamo, pero no sabemos aún cómo se manejará. Los argentinos van a decir no a nuestros reclamos; es complicado", admitió el especialista británico a The Guardian.
A causa de estas sensibilidades el primer reclamo británico estará basado en la isla Ascención, un volcán a 1.000 millas de Africa que fue usado como base intermedia durante la Guerra de las Malvinas por la flota inglesa. No hay ni gas ni petróleo en sus aguas, pero se cree que podrían estar llenas de minerales.
El reclamo británico se produce después que Rusia plantara su bandera de soberanía sorpresivamente debajo del Polo Norte en junio pasado para reclamar el gas y el petróleo de la region, en plena crisis diplomática con Gran Bretaña por la muerte de un ex espía envenenado en Londres.
Los rusos pueden reclamar el Artico pero Gran Bretaña está reclamando un gran pedazo del oceano Atlántico. Algunos Estados se preguntarán por qué una nación de gran poder puede atribuirse un gran pedazo de los recursos del océano a miles de millas de su tierra. Pero "así es como está hecha la ley", dijo Martin Pratt, director de investigación de los límites internacionales de la Universidad de Durham.
Clarin
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Da miedo ver el mapa. Pretende quedarse con la Isla de los Estados y llegar incluso a aguas territoriales argentinas!!!!