El otro día escribí un poco de por qué creo que las lecciones de la guerra en ucrania darían sustento a un cambio al calibre 152mm (combinado con 30mm, bien al estilo del Objeto 195) para los tanques rusos. Hoy quiero escribir otra cosa que me quedé pensando, más general sobre cómo puede ser el camino que tomen para modernizar su flota de tanques dentro de los próximos 10-15 años.
Todavía tenemos una imagen muy parcial de los combates en Ucrania. De lo poco que sabemos creo que una conclusión inevitable es que el grueso de la flota de tanques rusa no es adecuada en absoluto para el combate moderno. Fundamentalmente en términos de movilidad y protección que en conjunto resultan en una supervivencia insuficiente, un desgaste material y personal inaceptables que en última instancia impiden a las formaciones de maniobra funcionar como tales. Esto no es exclusivo de los tanques, todos los BMP también demostraron una capacidad de supervivencia insuficiente para poder realizar una guerra de maniobra y las reflexiones que voy a escribir a continuación tambien se aplican a ellos. Acá no quiero meterme a comparar con los análogos occidentales sino ver cuál sería el camino más racional que pueden elegir los rusos para responder a esta situación desde el día después del fin de la guerra (asumiendo que termine a favor de Rusia, claro). Tampoco quiero especular sobre reformas más estructurales que se están revelando como necesarias más a nivel macro.
La cuestión es la siguiente: para después de la guerra los rusos se las tienen que ingeniar para renovar por lo menos 2/3 de su flota de tanques. Hace unas semanas, UVZ estaba anunciando la entrega del 200vo T-90M. La producción de este tanque está a todo vapor. Pero con todas las mejoras que trae (todas las tripulaciones se deshacen en elogios sobre todo en las mejoras en calidad de vida), debe ser considerado obsoleto para después de la guerra. Si bien cuando uno mira los números se ve claramente que este es el tanque con mejor performance en combate, no sólo comparte características con los otros modelos que lo hacen vulnerable sino que también al ya haber sido capturado en combate, los países de la OTAN tienen acceso total para diseñar formas de contrarestarlo (o probar las medidas ya desarrolladas).
Las dos características de diseño que han llevado a una gran cantidad de tanques y tripulaciones, comunes a toda la flota actual de tanques, son la insuficiente velocidad de reversa y la presencia de munición no compartimentalizada dentro del habitáculo. Sobre la primera, inhabilita al tanque a retirarse pero apuntando su lado mejor protegido al fuego enemigo; en mucho material fílmico de la guerra vemos que al momento de retirarse, mostrando la parte trasera al enemigo, es cuando los tanques quedan más vulnerables. Sin más, el primer T-90M perdido en combate en Járkov fue destruido precisamente por eso. Esto podría arreglarse simplemente con una transmisión nueva. Desde los años 60-70 existen diseños probados para transmisiones hidroneumáticas con igual cantidad de cambios hacia adelante y en reversa compatibles con motores y compartimentos de T-72. O sea que esto podría ser solucionado con una solución "drop-in".
Lo segundo es más complicado porque cualquier tipo de solución conlleva alteraciones significativas en el esquema interior del tanque. T-90M hasta cierto punto compensa este problema trasladando toda la munición que no está en el cargador automático a un depótico compartimentalizado externo. Pero no es una solución definitiva.
Una tercera característica que un tanque debería tener para tener mejores chances de sobrevivir el campo de batalla moderno es un APS trabajando en conjunto con BMS. El proyecto del Arena está dando vueltas hace años pero si bien es posible que pueda conectarse a una red para intercambiar datos, también es cierto que los modelos de tanques actuales prácticamente no tienen centímetro cuadrado sin ocupar, montar el Arena en los modelos existentes requiere remover espacio para almacenamiento de equipo.
De lo anterior se desprendería que el T-14 es la solución cualitativa al problema de la capacidad de la flota de tanques rusos. Pero consideren lo siguiente: al momento de ir a la guerra, los rusos tenían una flota de casi 3000 tanques. Al mismo tiempo estaban en un proceso de ampliación de las fuerzas terrestres, muchas brigadas estaban en proceso de transicionar hacia divisiones. Las reformas anunciadas hace pocos meses contemplan la creación de varias divisiones adicionales. Es decir, que la cantidad necesaria de tanques va a crecer significativamente. En adición, la flota activa está respaldada por reservas
compatibles que la multiplican en tamaño varias veces. Esto es lo que permite que si un T-90M se pierde en combate, se puede reactivar un T-72B de las reservas y convertirlo en un T-90M nuevo. Es difícil de exagerar la importancia de este tipo de reservas estratégicas que permiten regenerar fuerzas compensando hasta cierto punto las capacidades disminuidas de fabricar tanques desde 0.
Digamos que los rusos deciden abandonar completamente todos los modelos de tanques actuales para reemplazar la flota activa 100 porciento por T-14. O sea tendrían que producir 3000 T-14 y además por lo menos 1000 más para formar una flota de reserva, ya que reemplazar T-14 perdidos por T-72 que no pueden modernizarse a un estándar comparable al primero sólo puede crear problemas. UVZ tiene una capacidad de producción instalada de unos 400 T-72/90 por año (quizás estén superando esta capacidad por las necesidades de la guerra), digamos que logran en poco tiempo lograr el mismo volumen de producción con T-14, les llevaría
por lo menos 10 años laburando casi a tope (y dedicándose exclusivamente a T-14, ignorando reparaciones y modernizaciones o incluso sin producir T-15 y T-16) producir la cantidad necesaria.
O sea, cuál es la situación al día siguiente de la guerra? Que hay una brecha
enorme entre las necesidades a futuro del ejército ruso y la capacidad productiva/financiera de satisfacerlas. El T-14 no puede convertirse en el reemplazo de los tanques en servicio por lo menos en el mediano plazo. Y sin embargo los tanques en servicio no son adecuados hoy en día y menos aún en 5-10 años. En otras palabras, veo como una necesidad ineludible para los rusos desarrollar y adoptar un modelo de tanque interino entre T-90M y T-14.
Este tanque debería tener dos requerimientos básicos: tener capacidades tácticas lo más cercanas posibles a un T-14 (pero no necesariamente su potencial de crecimiento, ya que es un complemento para el corto y mediano plazo) pero ser significativamente más barato y rápido de producir. Al mismo tiempo, tiene que poder aprovechar tanto componentes ya desarrollados como las enormes reservas de tanques, sencillamente son demasiado cuantiosas como para simplemente desperdiciarlas. Entonces, estamos hablando fundamentalmente de un tanque basado en el chassis de T-72, con el motor de B3/90M, una transmisión nueva, sumando la mayor cantidad de componentes de T-14 (lo cual a su vez abarataría a estos por economía de escala) y aislando a la tripulación de la munición. Se me ocurren dos tipos de soluciones, que a su vez deberían ser fáciles de adaptar al calibre 152mm (en principio, equipadas con el mismo cañón de 125mm que el T-14).
Opción 1: Revivir el proyecto Burlak.
Para los que no saben, el proyecto Burlak (cancelado hará como 10 años) consistía en una torreta moderna con autocargador en la parte trasera. Esta torreta era para fácil instalación en todos los chassis T-72/80/90. Como modificación necesaria, yo eliminaría el autocargador en el interior del compartimiento de la tripulación y bajaría un poco más al comandante y el tirador.
Pros:
- Requiere poca modificación al chassis a modernizar
- Soluciona el problema del alojamiento de la munición
Contras:
- Hay que volver a invertir en R&D
- Hay que financiar una línea de producción nueva para las torretas
- Poca capacidad de munición en el tanque (22 como máximo)
Opción 2: Híbrido entre T-72/80/90 y T-14.
(el photoshop es de mi autoría)
Esto necesitaría una modificación bastante más profunda en el chassis. El objetivo sería poder mover a toda la tripulación al frente del chassis y colocar la torreta y autocargador de T-14 en el compartimiento de combate. O sea, lo que hicieron con el Koalitizyia-SV.
Pros:
- Necesita poca financiación para R&D adicional, todos los componentes ya están desarrollados/testeados
- Usa líneas de producción ya existentes, ayuda a abaratar los costos de producción de componentes de T-14. Lo mismo para con futuras modificaciones a sistemas de T-14
- Capacidades tácticas más cercanas a T-14, homogeneización de entrenamiento y procedimientos
Contras:
- Modificaciones extensas al casco original, encareciendo la producción
Cualquiera de las dos opciones me parecen buenas. Si los rusos se plantean una flota de tanques compuesta entre tercios (incluyendo reservas) de T-14, el tanque interino y T-90M a 10 años me parece bastante plausible.