Noticias de Egipto

Sebastian

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Egipto vuelve a mirar a Rusia

El mariscal Al Sisi sella el acercamiento de El Cairo a Moscú. Putin apoya la candidatura presidencial del militar que protagonizó el golpe de Estado contra Morsi

Eva Sáenz-Diez Jaccarini 13 FEB 2014 - 13:01 CET3

Las relaciones entre Egipto y la antigua Unión Soviética vivieron horas de gloria en la época de Gamal Abdel Nasser. Fue un periodo de la historia en el cual la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) buscaba desempeñar un papel estratégico en la región, para contrarrestar la ya importante influencia de EEUU. Ahora Egipto vuelve a mirar al que fue el principal motor de la URRS, Rusia. El mariscal Al Sisi, de visita hoy en Moscú, ha recibido el apoyo del presidente Putin a su esperada candidatura a la presidencia egipcia.

Las relaciones egipcio-soviéticas fueron sobre todo impulsadas a partir de finales de los años 1950 por el acuerdo de financiación y ayuda técnica vinculado a la construcción de la presa de Asuán. Después del fracaso en la obtención de un préstamo del Banco Mundial para la financiación de infraestructura, Nasser se volvió hacia la URSS. Esta cooperación estrecha entre ambos países perduró hasta principios de los años setenta del pasado siglo, época en la que el presidente Anuar el Sadat, con su política de apertura económica, el infitah, dio un viraje de rumbo y se inclinó hacia EEUU. Esta nueva alianza fue fortalecida y sellada por los acuerdos de Camp David.

EEUU, cuya influencia en la región era indiscutiblemente importante hasta hace poco, lleva décadas siendo considerada como una potencia imperialista. Además, su política hacia Israel, vista por la gran mayoría de los egipcios como casi incondicional, no mejora la imagen de la potencia norteamericana en El Cairo ni en el mundo árabe.

La posición estadounidense hacia los dirigentes árabes, fortalecida por una cierta torpeza en la gestión de los diferentes y sucesivos cambios de gobierno, tampoco ayuda a mejorar dicha imagen. Se le reprocha haber apoyado durante décadas al presidente Hosni Mubarak, y a continuación al presidente Mohamed Morsi, sin que se haya podido detectar hasta ahora una posición clara y obvia en lo que se refiere a las expectativas y demandas en los ámbitos políticos o sociales por parte de EEUU. Parece, por el contrario, que asistimos a una política de la zanahoria y del bastón, sin que se sepa claramente cuál es el objetivo ni el rumbo.

EEUU está perdiendo influencia en la región tanto estratégica en el terreno como en las mentes de la población árabe. El gran mazazo tuvo lugar este verano con la crisis siria, cuando Rusia tomó las riendas de la situación y EEUU cambió drásticamente de posición.

Y esto se ha traducido de manera tangible con un acercamiento por parte de Egipto hacia Rusia, con el aval político y financiero de monarquías del Golfo, bendiciendo así este cambio drástico de rumbo. Este viraje se ha plasmado en la reciente visita de los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa rusos a El Cairo, que se saldó con un acuerdo de adquisición de armamento por parte de Egipto. Sus homólogos egipcios les devuelven ahora la visita. Nabil Fahmi, ministro de Asuntos Exteriores, y el mariscal Abdel Fatah al Sisi se encuentran hoy en Moscú para desarrollar la cooperación bilateral.

La decisión que fue tomada por parte del Congreso americano para frenar la ayuda militar a El Cairo no ha tenido el efecto esperado. En vez de haber llevado a una presión de la opinión pública hacia los actuales dirigentes –el Gobierno interino, así como el hombre fuerte, el mariscal Abdel Fatah al Sisi, ministro de Defensa-, esta insumisión a EEUU está siendo aplaudida por el pueblo egipcio.

No solamente se compara a Al Sisi con Nasser, sino que esta mayor emancipación respecto de EEUU, traducida por un acercamiento a Rusia, es comparada por muchos con el episodio de la crisis del Canal de Suez en 1956. Y la figura de Al Sisi se ve por lo tanto aún más fortalecida.

El hecho de que Vladímir Putin haya declarado recientemente su apoyo a la todavía no confirmada, pero casi segura, candidatura de Al Sisi a la presidencia refuerza aún más el apoyo por parte de la población egipcia hacia este acercamiento entre Moscú y El Cairo.

Putin quiere ser percibido como defensor y protector de los cristianos de Oriente. En la historia moderna, esta actitud recuerda el papel que jugaba el imperio ruso, protector de los cristianos ortodoxos en el imperio otomano. Recordemos que, en lo que se refiere a los católicos en el imperio otomano, era Francia la responsable de su protección -desde el siglo XVI y de acuerdo con el Tratado de las capitulaciones entre el rey Francisco I° y el sultán Solimán el Magnífico-.

Desde el Congreso de París que pone fin a la guerra de Crimea –que entre 1854 y 1856 enfrentó al imperio ruso con una coalición integrada por el otomano, Francia y el Reino-Unido-, Rusia tiene que renunciar a la protección directa de los cristianos ortodoxos en la región.

En este sentido, se podría considerar que en el complejo caso sirio y en el caso egipcio, Vladímir Putin quisiera aparecer como el nuevo protector y defensor de los cristianos de Oriente. Pero tal y como sucedió con el desencadenamiento de la guerra de Crimea, esto es solamente la punta visible del iceberg. ¡Sus pretensiones estratégicas en la región, superan obviamente este cuadro de ayuda de naturaleza meramente intraconfesional!

Eva Sáenz-Diez Jaccarini es investigadora sobre el Mundo árabe y musulmán en la Universidad Autónoma de Madrid y en la Universidad de París 8. Autora del libro “D’une revolution à l’autre. Politiques d’enseignement et changements sociaux” (Publisud, París, 2013).
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/13/actualidad/1392292886_482484.html
 

Sebastian

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Putin apoya una presidencia de Al Sisi

El recibimiento en Moscú al líder egipcio fue más propio de un presidente de Estado que de un ministro de Defensa


Ricard González El Cairo 13 FEB 2014 - 17:14 CET1


El presidente ruso, Vladimir Putin, durante su reunión de este jueves con el General egipcio Al Sisi. / REUTERS-LIVE!

La intención del ministro de Defensa egipcio, Abdelfattá al Sisi, de concurrir a las próximas elecciones presidenciales es un secreto a voces. Y no solo en Egipto. A pesar de que no existe todavía ningún anuncio oficial al respecto, el caudillo militar recibió el jueves el respaldo público a su candidatura por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, después de una entrevista mantenida por ambos líderes en Moscú. El encuentro tuvo como objetivo reforzar los lazos bilaterales justo en un momento en el que las relaciones entre El Cairo y Washington, dos tradicionales aliados, atraviesan una fase de turbulencias.

“Yo sé que ha decidido partipar en las elecciones presidenciales. Es una decisión muy responsable la de cargarse con la responsabilidad del futuro del pueblo egipcio”, le dijo el líder ruso, que mostró su confianza de que las relaciones entre Rusia y Egipto mejorarán tras los comicios, previstos para mediados de abril. “Le deseo suerte de mi parte y también del pueblo ruso”, añadió.

El respaldo de Putin se añade al expresado por el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas a finales de enero, un hecho que fue interpretado como una señal inequívoca de que la decisión del mariscal al Sisi de saltar al ruedo político ya estaba tomada. De hecho, el periódico kuwaití al-Siasa publicó la semana pasada una entrevista con el líder militar en la que éste reconocía sus aspiraciones presidenciales. Sin embargo, un portavoz del Ejército aseguró inmediatamente que sus palabras se habían malinterpretado.

A la franqueza de Putin pudo contribuir el hecho de que la coreografía de la visita de al Sisi a Moscú fuera más propia de un presidente de Estado que de un ministro de Defensa. Para empezar, el mariscal acudió por primera vez a un acto público vestido con un traje civil, una imagen que pronto se convertirá en habitual, pues la ley egipcia obliga a los militares a colgar el uniforme antes de dar el salto a la política.

Además, no es habitual que un presidente, y menos de una gran potencia como Rusia, reciba a un ministro de Defensa como si se tratara de su homólogo. En su viaje, al Sisi estuvo acompañado por su ministro de Exteriores, Nabil Fahmy.

Según la prensa egipcia, el objetivo principal del viaje habría sido cerrar los últimos flecos de la adquisición por parte de Egipto de armamento ruso valorado en unos 1.500 millones de euros. Ahora bien, a nadie se le escapa que, con esta cumbre y la transacción armamentística en ciernes, Egipto pretende lanzar a EEUU el mensaje de que posee alternativas en caso de que se deteriore su alianza.

Y es que la administración Obama suspendió en otoño una parte de sus asistencia militar anual al Ejército egipcio a causa de la violencia desencadenada tras el golpe de Estado que depuso al presidente islamista Mohamed Morsi. La irritación que suscitó aquella decisión en el Gobierno egipcio fue rápidamente aprovechada por Moscú, dispuesta a ocupar cualquier vacío que EEUU deje en Oriente Medio.

No obstante, tanto los responsables egipcios como estadounidenses rechazaron este tipo de interpretaciones del viaje. “Nadie quiere reescribir la historia. Egipto no desea reemplazar un socio internacional por otro”, declaró el ministro Fahmi desde Moscú. Por su parte, la responsable del Departamento de Estado para Oriente Medio, Anne Patterson, calificó de “exageración” describir la cumbre como una victoria de la diplomacia rusa

La noticia ha coincidido con el reconocimiento público por parte de la embajada de EEUU en El Cairo de que uno de sus empleados de nacionalidad egipcia, Ahmed Aleiba, permanece arrestado sin cargos desde hace tres semanas.

De acuerdo con filtraciones a los medios egipcios, Aleiba, que era el encargado de los contactos de la embajada con los Hermanos Musulmanes, habría sido arrestado en el transcurso de una manifestación de la Hermandad el pasado 25 de enero, fecha en la que tuvieron lugar diversas concentraciones en conmemoración del tercer aniversario de la Revolución Egipcia.

La detención de Aleiba se interpreta como una advertencia a las otras legaciones diplomáticas sobre el peligro que representa mantener relaciones con los Hermanos Musulmanes, el principal partido político del país que fue designado en diciembre de forma oficial como “organización terrorista”. Durante las últimas semanas se ha producido también el procesamiento de Emad Shahin, catedrático de la Universidad Americana de El Cairo especializado en movimientos islamistas, y de tres periodistas de Al Yazira por haberse entrevistado con un representante de la Hermandad en un hotel.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/13/actualidad/1392305724_464048.html
 
Rusia se debe estar relamiendo con los posibles contratos en armas, aunque Egipto tiene cantidad de armamento de EEUU.
 

Sebastian

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Egipto y Rusia dan un aviso a EE UU

ENRIQUE VÁZQUEZ
Día 13/02/2014 - 17.57h

El Ejército egipcio adquirirá equipo militar ruso por valor de dos mil millones de dólares
No es todavía presidente de la República, pero como si lo fuera ya: el viceprimer ministro y ministro de Defensa de la República de Egipto, mariscal Abd al-Fattah al-Sisi, ha firmado hoy en Moscú un acuerdo por dos mil millones de dólares en compras de equipo militar ruso.

Si se tiene en cuenta que misiles antiaéreos, muy caros, son lo principal del paquete la cifra no sería nada extraordinario, de modo que su aparición en los titulares es el valor político y diplomático de la visita: el nuevo régimen egipcio, ha enviado una potente señal a Washington de que tiene margen de maniobra y de que podría pasarse sin la asistencia norteamericana llegado el caso… porque hay quien puede llenar el hueco.

El gesto responde, obviamente, al malestar creado en El Cairo por las críticas norteamericanas al golpe del tres de julio pasado y la suspensión de la ayuda militar anual (unos 1.400 millones de dólares) que, aunque parcialmente repuesta después, está siendo evaluada por el gobierno Obama en el marco de una ley según la cual los Estados Unidos deben entender como mínimamente representativos y democráticos los gobiernos que aspiren a recibir su ayuda.

El caso egipcio, a decir verdad, siempre ha sido especial, porque nació como un estímulo que, bajo el gobierno Carter, ayudó, y mucho, a Egipto a firmar el aún vigente Tratado de paz con Israel de 1979, piedra angular de la política norteamericana en el país.

La 'realpolitik' rusa
Moscú ha observado los trágicos acontecimientos en Egipto con una especie de neutralidad basada en la, en principio, sabia recomendación de "no inmiscuirse en asuntos de terceros", pero con una frialdad que, probablemente, ha llevado a sus especialistas (y los tiene eminentes, entre ellos un ex primer ministro, Evguenny Primakov, arabista eminente y exembajador en El Cairo) a dar por hecho que la nueva situación político-institucional en Egipto se consolidará y durará.

Esta previsión es universal en los medios diplomáticos y se basa en que tras el paréntesis democrático y la aparición politico-partidaria de los Hermanos Musulmanes tras la caída de Hosni Mubarak, todo en el país vuelve donde solía: las fuerzas armadas, con considerable asentimiento popular, aunque en retroceso tras las matanzas, ejercen como lo que han sido desde la caída de la monarquía en 1952: el primer partido de hecho, con un estatus económico y jurídico 'ad hoc' y una condición de intangibilidad e inmunidad en la prácica. Todos los presidentes han sido militares hasta Mohamed Mursi en 2012 y lo que se avecina es, con retoques, algo bastante parecido a la situación bajo Mubarak.

En este contexto sería ilusorio pedirle a la Federación Rusa que boicoteara de alguna manera al régimen, percibido en Moscú como una golosa oportunidad para oponerse al liderazgo americano en la región, aparecer como un socio con medios, incluido un poder de veto en la ONU que vale un potosí, y, de paso recuperar el peso de la difunta URSS.

Tal es la tarea de Vladimir Putin que, de creer ciertos comentarios en medios rusos, será recibida sin inhibiciones, incluida la posibilidad de alojar instalaciones militares rusas en el país, empezando por una base naval en Alejandría.

La reactivada "guerra fría"
Cuando el presidente Sadat cambió de bando de la noche a la mañana (literalmente) en 1972 expulsó a los asesores militares rusos y se alineó por completo con Washington hizo tal vez lo que más le convenía a él y al país. Washington pagó al contado su firma del Tratado con Israel y todo entró en una apacible velocidad de crucero.

El fin abrupto del régimen de Mubarak por la revuelta social de enero de 2011 (ni militar ni islamista: popular y multiforme) no debería alterar el largo 'statu quo', porque Washington, como el mundo entero, comprendió lo sucedido y apoyó la creación de un nuevo régimen, elegido.

Pero el fin de ese régimen por el golpe de tres de julio pasado en un baño de sangre acompañado de la proscripción del islamismo político que por fin tenía el gobierno lo cambió todo.

Un lector no especializado entenderá mal que los Estados Unidos hayan defendido a la Hermandad Musulmana en su tragedia, pero una fuerte corriente de pensamiento entre los especialistas americanos (con la eminente Carrie R. Wickham en cabeza) sostiene que los Hermanos Musulmanes constituyen una genuina, convincente y útil alternativa a los regímenes militares sucesivos. La embajadora norteamericana en El Cairo, Anne Patterson, se atuvo a ese criterio y fue vilipendiada públicamente por ello y presentada en las manifestaciones pro-militares como un indeseable agente extranjero.

Nada de esto impide al Kremlin llenar el hueco. Hace ya tres semanas que estuvieron en El Cairo el ministro de Defensa, Serguéi Soighu y el jefe del Estado Mayor, general Valery Gerasimov. Ahora se les devuelve la visita, con un detalle a subrayar. Ha ido también el ministro de Exteriores, Nabil Fahmi, y en la delegación rusa receptora estaba su colega, el influyente Serguéi Lavrov.

Así la señal se perfecciona: no solo se habla de misiles, sino de política y del papel que Egipto puede desempeñar en la región, vuelta a ciertos marcos que se creían olvidados. Si a esto se añade que el flamante mariscal será con toda probabilidad presidente en abril, como lo cree el propio Putin, el cuadro está completo: Moscú vuelve donde solía y Egipto… se equivoca de nuevo.
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Sebastian

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Cuatro muertos en un atentado contra un autobús de turistas en el Sinaí

Las víctimas son tres ciudadanos surcoreanos y el conductor, de nacionalidad egipcia
Pese a las operaciones del Ejército, en la zona se han hecho fuertes varios grupos yihadistas

Ricard González El Cairo 16 FEB 2014 - 16:28 CET9


El autobús atacado, en Taba. / AFP

Un bus de turistas ha sido víctima de un ataque en la península del Sinaí, muy cerca del paso fronterizo de Taba, entre Israel y Egipto. Al menos han muerto cuatro personas, tres turistas surcoreanos y el conductor del vehículo, de nacionalidad egipcia, y otras 33 personas han resultado heridas. Desde que el golpe de Estado del pasado verano desatara una intensa ola de atentados terroristas, esta es la primera vez que el objetivo son turistas extranjeros.

Según el Ministerio del Interior, los viajeros habían visitado el Monte Sinaí y el monasterio de Santa Catalina, uno de los principales atractivos turísticos de Egipto, y se dirigían a Israel. Existe aún cierta confusión sobre el origen de la explosión, que destruyó completamente la parte delantera del autobús. El diario oficialista al Ahram aseguraba que los terroristas atacaron el bus con un misil, mientras que la agencia Reuters señalaba que habría explotado una bomba que estaba colocada dentro del bus, o bien en su cercanía.

De momento, nadie ha reivindicado el atentado, pero se sospecha que su autoría recae en algunas de las organizaciones yihadistas con base en la península del Sinaí, un territorio desértico y sobre el que las fuerzas de seguridad poseen un tenue control. De hecho, la mayoría de atentados de los últimos meses han tenido lugar en el Sinaí.

El último, la semana pasada, tuvo como objetivo el gasoducto que une Israel y Egipto. Ansar bait al-Maqdis (“partisanos de Jerusalén”) se ha revelado como la organización más activa y capaz de realizar operaciones más sofisticadas. Por ejemplo, el mes pasado consiguió abatir un helicóptero militar egipcio a través de un misil tierra-aire.

La mayoría de los heridos, que podrían ser de diversas nacionalidades, fueron trasladados a los hospitales de las localidades vecinas de Taba y Nueiba. En cambio, los víctimas que se encontaban en una situación crítica fueron llevadas al Hospital Internacional de Sharm el Sheij, la popular localidad turística en cuyos balnearios el ex dictador Hosni Mubarak solía organizar las cumbres internacionales auspiciadas por Egipto.

Los zona del Mar Rojo, una de las más turísticas de Egipto gracias a sus bellas playas y arrecifes de coral, estaba considerada una de las más seguras del país, pues hasta ahora y desde el inicio de la ofensiva terrorista del pasado verano, se había librado de cualquier atentado. La mayoría de ataques sucedía en una franja de territorio cerca de la ciudad de al Arish y del territotio palestino de Gaza. Sin embargo, la zona sí se vio sacudida por una serie de atentados con bombas entre los años 2004 y 2006, en los que murieron decenas de ciudadanos egipcios y turistas.

Egipto atraviesa una periodo de gran inestabilidad, punteado con repetidos brotes de violencia, desde que el pasado 3 de julio el Ejército depusiera al islamista Mohamed Morsi, el primer presidente del país electo en las urnas. Se calcula que en los últimos siete meses han muerto unas 2.000 personas en enfrentamientos callejeros, la mayoría a causa de disparos de la policía, mientras más de 200 agentes han fallecido víctimas de atentados terroristas.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/16/actualidad/1392564491_219336.html
 

Sebastian

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La rutina de las palizas a los periodistas vuelve a las cárceles de Egipto

Informadores críticos con el Gobierno militar denuncian malos tratos durante su detención

Ricard González El Cairo 16 FEB 2014 - 22:09 CET


El periodista Hossam Meneai. / R. G.

“Son unos sádicos. Había uno que me golpeaba cada vez que me veía, incluso en un pasillo, fuera de la sala de interrogatorios. El policía bueno es el que solo te insulta”, explica el periodista y documentalista Hossam Meneai. Su voz adquiere una cadencia acelerada tan solo unas horas después de haber sido puesto en libertad. Meneai fue detenido en su apartamento el pasado 23 de enero junto con su compañero de piso, Jeremy Hodge, un traductor estadounidense. Durante su arresto, el joven padeció repetidos malos tratos, como les ha ocurrido a otros periodistas víctimas de una reciente ola de hostigamiento contra los medios de comunicación en Egipto.

“Las palizas se prolongaron durante diez días. En una ocasión, un agente me llegó a poner una pistola en la cabeza y me amenazó con matarme”, recuerda el documentalista, mientras se acaricia nerviosamente con su mano izquierda un mechón de cabello, vestigio de su melena que un agente seccionó en uno de los interrogatorios. Además de golpearle en la cara y el pecho, los agentes se cebaron especialmente con sus rodillas, aún amoratadas.

Las horas más difíciles fueron las 36 primeras, cuando fue interrogado de forma ininterrumpida junto a Hodge, ambos maniatados a una silla. Ya entonces empezaron los malos tratos, si bien a Hodge nunca le pusieron la mano encima. Durante todo este tiempo, e incluso durante la entera semana siguiente, no le dieron comida. Y eso a pesar de que su familia y amigos se la llevaban diariamente a la comisaría del barrio cairota de Dokki junto con dinero, que tampoco le llegó nunca.

“Por suerte, fui capaz de confraternizar con los criminales que estaban recluidos en la celda a la que me enviaron. El inicio con ellos fue difícil, tuve que hacerme respetar. Pero al final hasta me dieron de su comida”, relata Meneai, cuya silueta parece más enjuta y sus ojeras más marcadas tras su paso por la cárcel. La celda no superaba los 12 metros cuadrados, y apenas había aire y espacio suficiente para la veintena de reclusos y una legión de cucarachas. A Hodge le asignaron la celda de los prisioneros políticos, siempre más segura. Otro privilegio de poseer la nacionalidad de la superpotencia que vierte anualmente cerca de 1.000 millones de euros en las arcas del Ejército egipcio.

Hossam está convencido de que si pudo escapar de aquel infierno fue gracias la iniciativa de un grupo de corresponsales extranjeros y al presidente del sindicato de periodistas, Diaa Rashuan, bien conectado con el Gobierno. Aún no están claras las razones que propiciaron su detención. Solo sabe que el único cargo por el que está siendo investigado es “difundir noticias falsas al extranjero”. Y las únicas pruebas, sus grabaciones durante la revolución y un vídeo que se bajó de Internet del violento desalojo del campamento islamista de Rabá al Adauiya.

Mucho más graves son los cargos a los que se enfrentan la veintena de periodistas de Al Yazira acusados de pertenecer a un “grupo terrorista”, o de prestarle ayuda, lo que puede acarrear una larga condena. La mayoría de los encausados se encuentran fuera del país, y serán juzgados en rebeldía el próximo día 20. En cambio, sí asistirán a la vista los tres reporteros del canal inglés de la emisora detenidos en diciembre: los egipcios Mohamed Fahmy y Baher Mohamed y el australiano Peter Greste.

Fahmy fue sometido a unas duras condiciones en la prisión conocida como Escorpión. Mantenido en régimen de aislamiento, le raparon la cabeza, le arrebataron la manta, y algunas noches le enfocaban una luz en la cara para privarle del sueño. Encima, le denegaron tratamiento médico para una lesión en el hombro que se fue agravando hasta no poder levantar el brazo. Sin embargo, gracias a la presión internacional, Fahmy fue trasladado la semana pasada a la prisión de Tora, y ahora comparte celda con Greste y Mohamed. “Su situación ha mejorado mucho. Ya está recibiendo tratamiento para el hombro”, declaró su abogado, Mokhles al Salihi.

“Mi arresto no es un error... envía un mensaje claro y inequívoco a todos los periodistas que cubren Egipto, tanto locales como extranjeros”, denunció Greste en una carta escrita desde la cárcel, en la justificaba su entrevista con un miembro de la Hermandad, hecho en el que se basa la fiscalía para acusarle “¿Cómo es posible informar sobre la actual lucha política Egipto de forma veraz y ecuánime sin hablar con todos los implicados?”, se preguntaba. La cofradía fue designada “organización terrorista” por el Gobierno egipcio a finales de diciembre, poco antes de que tuviera lugar la entrevista.

Una de las torturas psicológicas a las que fue sometido Meneai fue obligarle a presenciar los malos tratos contra otros reclusos. De su relato, y el de otros muchos que han pasado por comisarías y cárceles durante los últimos meses, se puede concluir que las torturas son sistemáticas en los recintos de detención en Egipto. Las organizaciones de derechos humanos calculan que la cifra de personas arrestadas desde el derrocamiento del expresidente Morsi en julio pasado oscila entre 16.000 y 20.000, muchas de ellas en el transcurso de manifestaciones.

A pesar de las evidencias, el Gobierno niega la existencia de abusos. “El Ministerio del Interior enfatiza que las noticias que circulan en páginas web sobre quejas de malos tratos y tortura por parte de arrestados pendientes de juicio son falsos”, reza un comunicado oficial.

La demanda de una reforma del Ministerio del Interior para que respetara los derechos humanos fue una de las principales de la revolución que depuso al exdictador Hosni Mubarak hace ahora tres años. Sin embargo, la petición no ha sido aún satisfecha, ni parece que vaya a serlo en un futuro próximo. Las autoridades y los medios de comunicación han lazado una campaña de lavado de imagen de la institución, de la que se destaca su heroísmo en la “lucha antiterrorista”, concepto mágico que lo justifica todo.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/16/actualidad/1392571534_854065.html
 

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El terror mata al turismo en Egipto

El atentado contra un autobús de viajeros surcoreanos en el Sinaí amenaza con hundir un sector clave que lleva tres años en grave crisis


Ricard González El Cairo 17 FEB 2014 - 19:54 CET13


Un policía egipcio permanece en el interior del autobús de turistas que causó al menos cuatro muertos y quince heridos, enTaba, en el sur del Sinaí egipcio. / NAMEER GALAL/ALMASRY ALYOUM (EFE)

El turbulento periodo político que se inició tras la caída de Hosni Mubarak representó una auténtica maldición para el sector turístico de Egipto, pues los continuos disturbios callejeros ahuyentaron a los viajeros. Con el pintoresco zoco cairota de Jan al Jalili prácticamente desierto, los complejos hoteleros del Mar Rojo han sido las únicas zonas turísticas que han mantenido el pulso durante los últimos tres años. Sin embargo, incluso estas quedarán probablemente en el dique seco después del atentado contra un autobus de turistas coreanos que tuvo lugar en el Sinaí, y que se saldó con la muerte de cuatro personas.

Los turistas se dirigían a Israel después de haber visitado el monasterio de Santa Catalina, uno de los más antiguos del mundo, y que está situado en el monte Sinaí. Cuando se encontraban a una corta distancia de la frontera con Israel, el conductor decidió realizar una parada, que aprovechó un terrorista suicida con un cinturón de explosivos para subir al vehículo y hacerse estallar. El conductor del autobús y tres de los visitantes perecieron, mientras que una quincena más resultaron heridos.

Esta es la primera vez en cerca de una década que se produce un atentado terrorista de envergadura contra un objetivo turístico, y podría significar un punto de inflexión en la cadena de ataques perpetrados por organizaciones yihadistas desde el golpe de Estado del pasado verano. Hasta ahora, todas sus acciones habían tenido como objetivo las fuerzas de seguridad o el Ejército. Aunque varios medios egipcios han atribuido la acción a Ansar Bait al-Maqdis, el grupo terrorista más peligroso, algunos expertos dudan de la veracidad de un presunto comunicado de la banda en Twitter. “Hasta ahora, ningún grupo ha reivindicado el atentado”, sostiene David Barnett, especializado en los grupos yihadistas de Oriente Medio.

“Este ataque va a incidir de forma muy negativa en el sector turístico, que lleva tres años en plena crisis”, reconoció el ministro de Turismo, Hisham Zaazou. Horas después de la operación terrorista, varios touroperadores retiraron de sus paquetes la visita al monasterio de Santa Catalina. Si bien la península del Sinaí es el epicentro de la insurgencia islamista, la parte bañada por el mar Rojo se habia librado de atentados terroristas desde mediados de la pasada década, limitándose la violencia al territorio colindante a la franja de Gaza.

La acción llega pocos días después de que el ministro Zaazou lanzara una campaña de promoción de las playas del mar Rojo y las ciudades de Luxor y Asuán, enfatizando que eran inmunes a los estallidos de violencia callejera que sacuden El Cairo periódicamente.

Durante el año pasado, visitaron Egipto 9,5 millones de turistas, una cifra sensiblemente inferior a los cerca de 15 millones registrados en el año 2010. El punto más bajo de ocupación hotelera tuvo lugar en septiembre, justo después del brutal desalojo del campamento islamistas de Rabá al Adauiya, que se saldó con la muerte de unas 1.000 personas. Durante aquel mes, el descenso en la llegada de turistas respecto al año anterior se situó alrededor del 90%.

El sector turístico es uno de los más importantes de la economía egipcia, ya que representa más de un 11% del PIB de Egipto, y emplea a un 12,5% de la mano de obra del país, según los datos oficiales. Ahora bien, con la crisis, estas cifras pueden haberse reducido con el cierre de numerosos negocios turísticos. “Antes de la revolución, trabajé durante varios años en el mar Rojo. Pero al marchar los turistas, tuve que volver a El Cairo, y el único trabajo que encontré fue de taxista”, explica con tristeza Ehab, un hombre de mediana edad.

Su enorme importancia reside también en el hecho de que aporta divisas a uno de los mayores importadores de productos alimenticios del mundo. Las reservas del Banco Central han caído a unos 17.000 millones de dólares, la mitad que en 2010, algo que ni tan siquiera han podido evitar las generosas contribuciones financieras de los países del golfo Pérsicos, hostiles a los Hermanos Munsulmanes y principal sostén internacional del nuevo régimen.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/17/actualidad/1392662079_218616.html
 

Sebastian

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Seis soldados mueren en un atentado en un puesto de control al norte de El Cairo

Desde el golpe de Estado de julio, más de 300 policías y militares han muerto en diferentes ataques

Ricard González El Cairo 15 MAR 2014 - 13:59 CET


El puesto de control atacado en el que murieron seis soldados. / GETTY

Seis soldados egipcios han muerto este sábado en un puesto de control en Shubra al-Jeima, un suburbio del norte de El Cairo, al ser tiroteados por un grupo de desconocidos. El atentado tuvo lugar al amanecer, poco después de que los soldados realizaran el primer rezo del día. Este es el último de una larga cadena de ataques contra las fuerzas de seguridad egipcias tras la deposición del expresidente Mohamed Morsi por el golpe de Estado militar del pasado 3 de julio. Según fuentes del Gobierno, los ataques se han cobrado la vida de cerca de 300 personas entre agentes de policías y soldados.

El gobernador de la provincia de Qalubiya, Mahmud Yousri, informó a la agencia oficial de noticias Mena que los autores del atentado plantaron tres artefactos explosivos en el lugar de los hechos. Los artificieros de la policía fueron capaces de desactivar dos de ellos, pero optaron por detonar el tercero. “Estos actos de cobardía solo incrementarán nuestra determinación para continuar la guerra contra el terrorismo”, declaró en un comunicado público el portavoz del Ejército, Mohamed Ali.

Aunque ningún grupo ha reivindicado todavía el atentado, Ali atribuyó a los Hermanos Musulmanes la acción. El histórico movimiento islamista, al que pertenece el expresidente Morsi, fue declarado a principios de diciembre “organización terrorista” por el Gobierno, que ha acusado a la Hermandad de estar detrás de la campaña de atentados contra las fuerzas de seguridad en reiteradas ocasiones. Sin embargo, hasta la fecha, no ha presentado ninguna prueba concluyente al respecto.

“Condeno el atentado contra los soldados egipcios de hoy. ¿Cómo pueden los HM [Hermanos Musulmanes] ser acusados unos minutos después del ataque sin ninguna prueba ni investigación”, escribió en su cuenta de Twitter Amr Darrag, uno de los poco dirigentes de la cofradía islamista que no ha sido encarcelado. Tanto el Guía Supremo de la organización, Mohamed Badie, como sus más prominentes líderes, entre ellos Jairat al Shater o el propio Morsi, están siendo juzgados por diversas causas.

Hasta la fecha, los atentados más mortiferos, como el que provocó la muerte de 16 personas en diciembre en la ciudad de Mansura, han sido reivindicados por el grupo yihadista Ansar Bait al Maqdis (Partisanos de Jerusalén). La banda informó el sábado en un comunicado reproducido en varias páginas web de ideología yihadista de la muerte de uno de sus fundadores, Taufiq Mohamed Freij.

El líder terrorista habría muerto al explotar una bomba que transportaba en su vehículo a causa de un accidente de tráfico. Según el comunicado, Freij había abandonado la península del Sinaí, base de operaciones del grupo, para supervisar las acciones del mismo.

Por otro lado, a principios de semana, el presidente interino de Egipto, Adli Mansur, promulgó una controvertida ley electoral que constituye el disparo de salida de las elecciones presidenciales. Los comicios estaban previstos para mediados de abril, pero la presidencia ha atrasado el plazo máximo para celebrarlos hasta el mes de julio.

A la espera de que Abdelfatá al Sisi, actual ministro de Defensa y viceprimer ministro, anuncie su candidatura, tan solo hay un aspirante oficial, el político nasserista Hamdin Sabahi. Uno de los posibles candidatos, Sami Anan, exjefe del Estado Mayor, anunció el jueves que finalmente no se presentará a los comicios.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/15/actualidad/1394888352_810334.html
 

Barbanegra

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Mueren dos oficiales del ejército y cinco yihadistas en una redada en Egipto
Dos oficiales del ejército egipcio y cinco supuestos terroristas han muerto este miércoles durante una redada contra un escondite de militantes yihadistas en la provincia de Qaliubia, al norte de El Cairo. El enésimo incidente desde el derrocamiento del islamista Mohamed Mursi coincide con la jornada de protestas convocada por sus partidarios.

El personal de las fuerzas armadas -un coronel del ejército y un general de brigada- ha sido abatido durante una operación conjunta de policía, fuerzas especiales y expertos artificieros del ejército, detalló el ministerio del Interior. Los agentes asaltaron este miércoles la guarida y el arsenal de unos yihadistas, lo que desembocó en un tiroteo que se prolongó durante varias horas.

La operación destruyó una gran cantidad de barriles con material explosivo y, tras peinar la zona, las fuerzas de seguridad arrestaron a cuatro militantes. Una investigación previa identificó el lugar como el origen de una bomba usada por la organización yihadista Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de la Casa de Jerusalén, en árabe), que ha reivindicado la mayoría de los ataques contra fuerzas del orden llevados a cabo en la península del Sinaí y el delta del Nilo desde el golpe de Estado que desalojó del poder a los Hermanos Musulmanes.

El pasado sábado seis soldados perdieron la vida en un ataque de un grupo de hombres armados contra un puesto de control de la policía militar también en la provincia de Qaliubia. Dos días antes, un soldado falleció y otros tres resultaron heridos después de que hombres armados asaltaran un autobús del ejército en un barrio de El Cairo. El ejército culpó de los ataques a la Hermandad, que niega cualquier implicación en los hechos.

El blanco de las embestidas
Policía y ejército se han convertido en el blanco de las embestidas. Desde la asonada del pasado julio, cerca de 300 miembros de las fuerzas del orden han sido asesinados en unos ataques que han superado la barrera de la península del Sinaí y se han extendido por el delta del Nilo y la capital. El pasado domingo el Gobierno egipcio declaró que actuará "con total firmeza contra quienes tratan de atacar a las instituciones civiles y de seguridad".

Los analistas temen incluso que los ataques se incrementen una vez que el líder del ejército y actual ministro de Defensa Abdelfatah al Sisi anuncie su candidatura a las elecciones presidenciales para las que aún no se ha fijado fecha. El presidente interino Adli Mansur aseguró en una entrevista publicada la semana pasada que Egipto tendrá presidente electo el próximo junio.

El nuevo zarpazo de la insurgencia coincide este miércoles con la convocatoria de protestas de la Coalición en Defensa de la Legitimidad, el bloque integrado por la Hermandad y grupos afines. Los islamistas han llamado a una nueva oleada de marchas con motivo del tercer aniversario del referéndum constitucional que refrendó la hoja de ruta trazada por la junta militar y desbaratada el pasado julio tras el controvertido y polarizado primer año en palacio de Mursi, el primer presidente elegido en las urnas de la historia del país.

Desde el golpe de Estado, las autoridades han protagonizado la campaña de represión más severa contra los islamistas en décadas: cientos de sus simpatizantes han muerto; miles de sus dirigentes y miembros han sido encarcelados; la Hermandad Musulmana ha sido declarada "grupo terrorista" sin aportar pruebas de su vinculación con los atentados y sus asociaciones de caridad han sido confiscadas.

La asonada ha reavivado el discurso de los yihadistas, muy críticos con la frustrada experiencia del islam político. En los últimos meses su lucha ha logrado superar la frontera del Sinaí y llegar hasta el corazón de El Cairo con el magnicidio fallido del ministro del Interior, el asesinato de varios altos cargos del aparato policial y los atentados contra instalaciones policiales de Mansura, una ciudad del Delta del Nilo, y El Cairo. Las embestidas han sido utilizadas por el régimen para justificar la apuesta por la solución de seguridad y el rechazo de cualquier vía política.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/03/19/5329783f22601d1a5f8b4570.html
 

Sebastian

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Sentenciados a muerte 529 seguidores de los Hermanos Musulmanes en Egipto

Las acusaciones incluyen el asesinato de un policía, según un letrado de la defensa
La decisión se enmarca en un juicio más amplio que incluye a 1.200 seguidores de los Hermanos Musulmanes, entre ellos varios de sus líderes

Ricard González El Cairo 24 MAR 2014 - 09:24 CET63


Safwat Hegazy, uno de los miembros de los Hermanos Musulmanes encarcelados. / EFE

Un tribunal de la provincia de Minia dictó el lunes la condena a muerte más masiva de la historia moderna de Egipto. Un total de 529 personas fueron sentenciadas por participar en los disturbios que se saldaron con la muerte de un coronel de policía a mediados de agosto del año pasado. El incidente tuvo lugar durante las horas posteriores al brutal desalojo policial del campamento islamista de Rabá al-Audawiya, en el que fallecieron de cientos de personas. Como venganza, los seguidores del ex presidente Morsi, uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes, atacaron diversas comisarias de policía e iglesias situadas en sus feudos, entre ellos la provincia de Minia.

La corte, presidida por el juez Said Yusef Jamís, absolvió a 16 de los acusados, sobre los que pesaban los cargos de asesinato de un oficial de policía, intento de asesinato de otros dos, y de asalto a la comisaria de la localidad de Matay, en la provincia sureña de Minia. Todos ellos estaban considerados simpatizantes de la Hermandad, el movimiento islamista que perdió el poder el pasado 3 de julio tras la intervención del Ejército. Más de 400 de los procesados fueron juzgados en rebeldía en un juicio muy controvertido por su falta de garantías jurídicas, además de la severa sentencia.

Para empezar, el proceso constó de una sola sesión antes de dictaminar el fallo, a la que no fue permitida la asistencia de varios de los abogados de la defensa, según denunció Tarek Fauda, vicepresidente del colegio de abogados de la provincia de Minia. Además, el juez ni tan siquiera permitió a los letrados de la defensa presentar sus argumentos. “Cuando el juicio empezó el sábado, y era solo una sesión procesal, el juez no escuchó a ninguno de los abogados o testigos. Y ni tan siquiera llamó a los acusados. Estamos delante de un grupo de matones, no de una judicatura”, declaró a la agencia Reuters Walid, familiar de uno de los procesados.

“Es dudoso que esta sentencia se aplique. Casi seguro que será anulada. Pero es muy preocupante el hecho de que haya sido incluso emitida”, escribió en su cuenta de Twitter el analista H. A. Heller. La condena se puede recurrir ante la corte de apelación. Además, según la ley egipcia, toda pena de muerte firme deber contar con la aprobación del muftí de la República, una autoridad religiosa, antes de ser ejecutada.

La dura sentencia se enmarca en una intensa campaña de represión contra los Hermanos Musulmanes iniciada después del golpe de Estado del pasado verano. Sus medios de comunicación afines han sido clausurados y la práctica totalidad de sus líderes, incluido su Guía Supremo, Mohamed Badie, se encuentran encarcelados y están siendo juzgados por graves cargos. A finales de diciembre, el Gobierno declaró “organización terrorista” al histórico movimiento islamista, cuyas periódicas manifestaciones son dispersadas de forma contundente.

La polémica condena coincidió con la reanudación del juicio a una veintena de periodistas acusados de pertenencia o colaboración con banda armada por sus presuntos vínculos con los Hermanos Musulmanes. Si bien la fiscalía asegura que todos ellos trabajan para la cadena Al Yazira, la emisora catarí sostiene que solo nueve de ellos son empleados suyos. Entre los procesados, figuran cuatro reporteros extranjeros, de los que solo uno, el australiano Peter Greste, se encuentra arrestado en Egipto. Otro periodista de Al Yazira, Abdulá Shami, ha superado ya los 60 días en huelga de hambre en protesta por llevar ya más de ocho meses entre rejas sin haber sido procesado.

Por otro lado, se espera que durante los próximos días la Junta Electoral Suprema establezca la fecha de las elecciones presidenciales. Según la hoja de ruta aprobada tras la asonada militar, los comicios debían celebrarse antes de mediados de abril, pero discrepancias sobre la ley electoral han obligado a atrasar esa fecha. El gran favorito es el ministro de Defensa y hombre fuerte del régimen, Abdelfatá al Sisi, que todavía no ha realizado el anuncio oficial de su candidatura a pesar de numerosas filtraciones en este sentido durante los últimos tres meses.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/24/actualidad/1395649475_618600.html
 

Sebastian

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El Guía Supremo de los Hermanos Musulmanes juzgado por asesinato

Un macrojuicio procesa a 683 miembros de la cofradía islamista egipcia, la mayoría en rebeldía

Ricard González El Cairo 25 MAR 2014 - 16:27 CET1


Policías egipcios custodian este martes el distrito judicial de la provincia de Minia. / AFP

Este martes se ha reanudado otro “macrojuicio” contra varios líderes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos Mohamed Badie, su Guía Supremo y líder espiritual, así como cientos de presuntos partidarios del movimiento islamista. El proceso tiene lugar en el mismo distrito judicial de la provincia de Minia que este lunes dictó una controvertida sentencia de pena de muerte a 529 personas por haber participado en el asalto a una comisaría de policía de la localidad de Matay el pasado mes de agosto que se saldó con la muerte de un coronel.

Los cargos a los que se enfrenta Badie y otros dirigentes islamistas como Mohamed Saed Katatny, ex presidente del Parlamento, son graves e incluyen el asesinato de oficiales de policía, alteración del orden público, y destrucción de la propiedad pública y privada. El proceso guarda un gran parecido con el concluido el día anterior con una condena de pena de muerte masiva, tanto por los cargos como por el periodo y el lugar en el que sucedieron los hechos: la ola de ataques contra comisarías e iglesias acaecida el pasado agosto como venganza por el brutal desalojo del campamento islamista de Rabá al Audawiya, en el que fallecieron cientos de personas.

De los 683 imputados, tan solo comparecieron ante la corte unos 60, y entre ellos no se contaba Badie. La mayoría de los acusados no han podido ser aún detenidos y son juzgados en rebeldía, o bien fueron puestos en libertad bajo fianza. En el caso de Badie, no fue conducido al tribunal por cuestiones de seguridad y porque acumula una retahila de juicios abiertos que incluyen cargos muy diversos, desde la incitación al asesinato de opositores durante el gobierno de la Hermandad, a espionaje o el asalto a varias cárceles durante la revolución que depuso al ex dictador Hosni Mubarak en 2011.

Los abogados de la defensa decidieron boicotear el inicio del juicio por considerar que el tribunal no había respetado unas mínimas garantías jurídicas. “Hemos rechazado asistir ... porque el juez ha violado la ley penal y no ha permitido [a los jueces] presentar su defensa”, declaró a Reuters Adel Ali, uno de los letrados de la defensa.

De momento, aún no se ha concluido ninguno de los juicios a los líderes de la cofradía islamista. En cambio, sí lo han hecho algunos de los procesos contra sus simpatizantes, a menudo con duras condenas. El ex presidente Mohamed Morsi tiene abiertos cuatro procesos judiciales diferentes. Morsi fue destronado por una asonada militar el pasado 3 de julio, abriendo un periodo de gran inestabilidad política y violencia, con protestas periódicas de cariz islamista en las calles y una creciente campaña de represión contra la oposición. Según Amnistía Internacional, desde aquella fecha han muerto al menos 1.400 personas a causa de la violencia política, la mayoría islamistas.

La dura sentencia de pena de muerte a 529 personas suscitó una fuerte controversia en Egipto, y no solo entre las filas islamistas. Las organizaciones de derechos humanos del país árabe denunciaron que no se hubieran respetado las garantías procesales mínimas en este juicio, pues el veredicto llegó tras solo un par de sesiones, en las que la defensa no pudo presentar sus argumentos. El Gobierno egipcio, por su parte, se limitó a declarar su respeto a la independencia de las autoridades judiciales.

Las reacciones negativas ante la condena masiva a la pena capital llegaron también del extranjero. “La imposición de la pena de muerte después de un juicio lleno de irregularidades procesales es una violación de las normas internacionales de derechos humanos”, declaró Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea, a través de Catherine Ahston, la máxima responsable de la diplomacia europea, también censuraron el veredicto.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/25/actualidad/1395761263_424624.html
 

joseph

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Egipto: mariscal al Sisi renuncia al ejército y prepara su candidatura a la presidencia

El jefe del ejército egipcio y actual ministro de Defensa del país, el mariscal Abdul Fattah al Sisi, anunció este miércoles su renuncia a su puesto militar, que lo habilita para lanzarse como candidato a la presidencia de Egipto.

Con el uniforme puesto, al Sisi hizo el anuncio a través de la televisión pública del país africano.

Con esta decisión, al Sisi cumple con la normativa que lo obligaba a dejar el uniforme y su cargo militar para poder aspirar a la presidencia, en la jornada electoral que se espera convocar para el próximo mes.

Aunque cuenta con el apoyo popular, sus críticos afirman que su pasado militar podría ser perjudicial para la oposición. Al Sisi fue el encargado de tomar las riendas de Egipto cuando fue depuesto el expresidente Mohamed Morsi en julio de 2013.

http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_...ultnot_alsisi_candidato_presidencia_amv.shtml
 

Barbanegra

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Un muerto y cinco heridos en un triple atentado en El Cairo
Tres explosiones se han registrado este miércoles en las inmediaciones de la Universidad de El Cairo, en el populoso distrito de Giza de la capital egipcia. Según fuentes de seguridad, las dos primeras bombas se han cobrado la vida de un general de policía y ha dejado al menos cinco heridos. Poco después estalló un tercer artefacto en la zona y se pudo desactivar un cuarto.

Las bombas estaban colocadas entre los árboles y fueron detonadas por control remoto. Al menos 15 estudiantes han sido arrestados y las autoridades han vuelto a señalar a los Hermanos Musulmanes como responsables del atentado. Por su parte, 'Estudiantes contra el golpe', la organización que organiza las protestas en las universidades egipcias, ha condenado el "brutal atentado" y culpado del ataque al régimen por "no proteger a los ciudadanos".

El ataque ha sido reivindicado por Ajnad Misr (Soldados de Egipto, en árabe) en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter. Este grupo yihadista se presentó en sociedad el pasado enero atribuyéndose siete atentados, entre ellos la detonación de una bomba contra un puesto de control de la policía en el distrito de Giza que hirió a seis personas. La organización, aliada de Ansar Beit al Maqdis, ha puesto en su objetivo a "los elementos criminales" del régimen egipcio.

Según ha podido comprobar EL MUNDO, los accesos al campus están cerrados. Vehículos policiales y agentes encapuchados montan guardia en las entradas. La parte delantera del campus ha sido desalojada.

Los aledaños de la Universidad, donde han estallado los artefactos, es lugar de encuentro de las protestas que a diario celebran los partidarios del derrocado presidente Mohamed Mursi. Los "Estudiantes contra el Golpe", el grupo que organiza las manifestaciones, ha cancelado la cita prevista para este mediodía.

Fuentes de seguridad han señalado que el blanco de los ataques era un coche de la policía.

Según los testigos, las detonaciones han destruido parcialmente el edificio de la Facultad de Ingeniería. Profesores y estudiantes han sido evacuados y la policía ha acordonado la zona hasta la que se han desplazado ambulancias. La Universidad de El Cairo se encuentra cerca de la sede de la dirección general de Seguridad de Giza.

Desde el golpe de Estado que derrocó al islamista Mohamed Mursi, policía y ejército son blanco de ataques perpetrados por grupos yihadistas radicados inicialmente en la península del Sinaí que han logrado trasladar su lucha hasta las calles de la capital.

El pasado 24 de enero una cadena de cuatro atentados sacudió El Cairo, que se cobraron seis vidas y cerca de un centenar de heridos.

Hasta la fecha, la mayoría de los atentados han sido reivindicados por el grupo yihadista Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de la Casa de Jerusalén, en árabe), inspirado en Al Qaeda.

En un comunicado divulgado tras la ola de atentados en El Cairo, el movimiento advirtió de que la ofensiva que amenaza con hundir a Egipto en la espiral de violencia de la Argelia de la década de 1990 no ha hecho más que comenzar: "Le decimos a nuestra querida nación que los ataques fueron solo las primeras gotas de lluvia. Esperen a lo que está por venir".

Desde la asonada, las autoridades egipcias han lanzado una dura campaña de represión contra Hermanos Musulmanes y aliados, a los que acusan de promover el terrorismo y propagar el caos.

Cientos de seguidores del ex presidente han muerto y miles -entre ellos, el núcleo duro de la cofradía- han sido detenidos. La agrupación ha sido catalogada de "organización terrorista" y el gobierno interino ha confiscado su amplia red de caridad.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/04/02/533bd8ccca47412d798b456f.html
 

Barbanegra

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Occidente se cuadra ante los generales egipcios
A un mes de la anunciada victoria electoral del ex líder del ejército Abdelfatah al Sisi, la diplomacia occidental ha decidido mover ficha y reparar lazos para acomodarse a un escenario inevitable. A última hora del martes el secretario de Defensa estadounidense Chuck Hagel telefoneó a su homólogo egipcio y sucesor de Al Sisi, Sedki Sobhi, para compartir una buena noticia: la administración Obama ha dado luz verde al envío de diez helicópteros Apache que formaban parte del paquete de ayuda militar congelado el pasado octubre tras la brutal represión contra los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes.

La Casa Blanca explicó que el gesto se debe al cumplimiento del país árabe con el tratado de paz firmado con Israel en 1979 y lo desvinculó de la situación política que vive la tierra de los faraones. De hecho, el comunicado del Pentágono advierte de que EEUU "no está en condiciones de certificar que Egipto está tomando medidas para apoyar una transición democrática". La remesa marca, sin embargo, el principio del deshielo. "Estos nuevos helicópteros ayudarán al gobierno egipcio a contrarrestar a los extremistas que amenazan la seguridad estadounidense, egipcia e israelí", precisa la nota.

La medida podría ayudar a desbloquear el resto del monto puesto en suspenso y destinado al ejército egipcio, receptor de una ayuda anual de 1.300 millones de dólares. Citando dudas sobre la actuación de las autoridades, EEUU paralizó el pasado octubre una transferencia de 260 millones de dólares al contado y otros 300 millones de dólares en garantías de préstamo. Aparte de los helicópteros construidos por Boeing, también frenó la entrega de cazas F-16. Los aviones continuarán, de momento, en el limbo.

Algunos países mantienen la suspensión y otros no
La recomposición de las relaciones tras meses de tensión se ha intensificado esta semana en vísperas de la campaña electoral. Ayer el ministro de Asuntos Exteriores Nabil Fahmi puso rumbo a Washington para reunirse con el secretario de Estado John Kerry. Horas antes, el demócrata había recibido al general Mohamed el Tohami, jefe de la inteligencia egipcia y mentor de Al Sisi.

El militar, desterrado de la vida pública durante la presidencia de Mursi, fue rehabilitado tras el golpe de Estado y es hoy una pieza clave del nuevo régimen. "Bajo su auspicio, el estamento militar se ha embarcado en una campaña de erradicación de los islamistas. Al Tohami está entre los oficiales más corruptos del círculo del mariscal de campo Husein Tantaui (ex líder de la junta militar que administró el país tras la caída de Mubarak) y fue objetivo de los Hermanos. Tiene una 'vendetta' personal contra la Hermandad y Al Sisi le dio luz verde para continuar con ella", señala a EL MUNDO Robert Springborg, acreditado experto en las fuerzas armadas egipcias.

Con el grifo de los petrodólares abierto desde el golfo Pérsico y el impulso de las relaciones con Rusia, la Unión Europa también ha dado los primeros pasos para detener la pérdida de influencia en los despachos de El Cairo. En agosto el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE acordó suspender la exportación de armas a Egipto. Desde entonces, cada país miembro ha interpretado ese veto a su antojo y algunos gobiernos como el británico -que en noviembre restauró 24 licencias de exportación de armas- o el español han mitigado la prohibición.

"Es una decisión que varía entre los distintos estados miembro. Algunos países mantienen la suspensión y otros, como España, han tomado a posteriori la resolución de reactivarlos. España, por ejemplo, permite el envío de transporte militar porque considera que no es material usado en la represión", explica a este diario el enviado especial de la UE para el Sur del Mediterráneo, Bernardino León. En septiembre la junta interministerial española encargada del asunto revocó de manera definitiva las licencias de venta de armamento pero desbloqueó las de exportación de aviones, recambios de vehículos y equipos de detección. "El mensaje que no varía es que no queremos un mayor deterioro de la situación socioeconómica. Nuestro deseo es contribuir a la mejora de esos índices manteniendo al mismo tiempo una posición clara en derechos humanos y transición democrática", matiza León.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/04/23/5357fd41268e3eed048b4581.html
 

Sebastian

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Egipto condena a muerte al líder de los Hermanos Musulmanes

El tribunal de Minia impone la pena capital por terrorismo a otras 682 personas

Ricard González El Cairo 28 ABR 2014 - 13:55 CET70


Familiares de los Hermanos Musulmanes, tras conocer las condenas, en El Cairo. / MOHAMED ABD EL GHANY (REUTERS)

Los Hermanos Musulmanes recibieron un duro golpe este lunes. Un tribunal de la provincia de Minia sentenció a muerte a su Guía Supremo, Mohamed Badie, así como a otras 682 personas, supuestamente seguidores de la Hermandad, por los actos de violencia que tuvieron lugar en la localidad de Adua, y en los que murió un policía. Los hechos sucedieron en las horas siguientes al brutal desalojo por parte de la policía del campamento islamista de Rabá al Audawiya, a mediados de agosto, y que se saldó con la muerte de centenares de personas.

La Hermandad calificó el veredicto de “espeluznante” y aseguró que “continuará usando todos los medios pacíficos para acabar con el gobierno militar”, según una nota que difundió desde Londres, informa Reuters. Miles de hermanos musulmanes han sido encarcelados tras el golpe de Estado del verano pasado.

El juez, Said Youssef, es el mismo que a finales de marzo ya condenó a muerte a 529 personas acusadas de cargos muy parecidos: el asalto a la comisaría de Matay y el linchamiento y asesinato de su director. De acuerdo con la ley egipcia, toda condena de muerte debe ser revisada por el muftí de la República -una autoridad religiosa- antes de ser firme.

En la misma sesión en la que Youssef dictó la sentencia a muerte de Badie, y una vez recibida la opinión del Gran Muftí de la República, que no es vinculante, decidió conmutar la pena de muerte a cadena perpetua para 492 personas, mientras que mantuvo la pena capital para el resto. Según se había filtrado a la prensa los días anteriores, el Gran Muftí aconsejó conmutar la pena a todas aquellas personas que no estuvieran directamente relacionadas con el asesinato del agente.

Además de Guía Supremo de los Hermanos, entre los condenados se cuentan otros prominentes líderes de la Hermandad, como Saad Katatny, el que fuera presidente del primer Parlamento electo tras la revolución que depuso a Hosni Mubarak.

Los dos procesos de hoy forman parte de un total de cuatro macrojuicios con más de 2.000 personas encausadas, todas ellas en el mismo distrito judicial, en Minia, y por cargos muy parecidos que van desde la destrucción de la propiedad , a incitación a la violencia, y asesinato. Las condenas han suscitado una gran polémica tanto dentro de Egipto, como sobre todo a nivel internacional. Tanto EEUU, como la Unión Europea y la ONU censuraron la falta de garantías de un juicio cuyo veredicto, por la gravedad de la pena y el número de los imputados, no tiene precedente en la historia contemporánea.

Además de la severidad del veredicto, suscitó una lluvia de críticas el hecho de que no se hubieron respetado unas garantías procesales mínimas. Por ejemplo, en ambos juicios se han celebrado solo dos sesiones, la de apertura y la de emisión del fallo, y esta última tuvo lugar tan solo unos días. A varios de los abogados de la defensa no se les permitió la entrada a la sala, y otros no pudieron presentar sus argumentos. Asimismo, tampoco estuvieron presentes la mayoría de los imputados, ya sea porque se encuentran huidos de la justicia, o porque su traslado a la corte esta considerada arriesgada desde el punto de vista de la seguridad.

“Es dudoso que el Estado egipcio va realmente a ejecutar a cientos de personas en un caso judicial. Pero el daño a las familias ya está hecho”, opinó el analista H. A. Hellyer, de la Brookings Institution. Muchos observadores políticos coinciden en augurar que las penas de muerte serán revocadas en el tribunal de casación. Aunque en Egipto la pena de muerte es legal, durante los últimos años, el Estado ha pospuesto su aplicación en la mayoría de casos.

El duro veredicto se enmarca en una campaña de represión cada vez más intensa contra los Hermanos Musulmanes que se inició después del golpe de Estado del pasado verano. Los medios de comunicación afines a la cofradía islamista han sido clausurados y la práctica totalidad de sus líderes están encarcelados. A finales de diciembre, el Gobierno declaró “organización terrorista” al histórico movimiento islamista, que a pesar del hostigamiento recibido, continúa organizando manifestaciones de protesta de forma periódico que son reprimidas duramente.

Sin embargo, no solo los islamistas padecen el hostigamiento de policía y tribunales, sino que toda voz disidente es susceptible de ser acusada de traición a la patria. Este es el caso del movimiento juvenil del 6 de Abril, que desempeñó un papel central en la Revolución que destronó al ex dictador Hosni Mubarak. Un tribunal de El Cairo ha ordenado el lunes su ilegalización al considerarlo culpable de los cargos de “espionaje” y de “difamación del Estado egipcio”. Este tipo de acusaciones, junto con la de recibir fondos del extranjero, eran habituales durante el antiguo régimen de Mubarak.

El falló insta al presidente interino, Adly Mansur, y al primer ministro, Ibrahim Mahlab, y al ministro del Interior, a congelar los activos de la organización, prohibir cualquiera de sus actividades, y confiscar sus locales. Uno de sus fundadores, y su líder más carismático, Ahmed Maher, se encuentra entre rejas desde diciembre y con una condena a tres años de cárcel por haber organizado una manifestación ilegal. A pesar del acoso, los jóvenes del 6 de Abril han mantenido sus protestas, y el pasado sábado se congregaron frente al Palacio Presidencial para pedir la anulación de la draconiana ley de manifestaciones.

Más de tres años después de la rebelión que relanzó la llamada Primavera Árabe, Egipto vive un periodo de gran polarización política. Las autoridades surgidas del golpe militar diseñaron una hoja de ruta cuyo punto culminante es la celebración de elecciones presidenciales los próximos días 26 y 27 de mayo. Los dos únicos candidatos en liza son Abdelfattá al-Sisi, ex ministro de Defensa y hombre fuerte del nuevo régimen, y Hamdin Sabbahi, un político nasserista que quedó tercero en las últimas presidenciales en las que venció el ex raïs Mohamed Morsi. La campaña de Sabbahi se ha quejado en repetidas ocasiones del hecho que el aparato estatal no es neutral, sino que favorece a Sisi.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/28/actualidad/1398677642_379480.html
 

Sebastian

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Alta comisionada de ONU condena sentencias en Egipto

Martes, 29 de abril de 2014

Pillay consideró la sentencia una clara violación del derecho internacional.

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, describió este martes las condenas a muerte de más de 600 simpatizantes de los Hermanos Musulmanes en Egipto como un atropello.
Los sentenciados están acusados de atacar una estación de policía y matar a un miembro de esa fuerza.
Pillay describió el juicio masivo de este lunes, que determinó la pena en pocos minutos, como una clara violación del derecho internacional.

La alta comisionada de la ONU dijo que no se pueden imponer sentencias colectivas de esas características y que se debe considerar inocente a cada individuo hasta que se demuestre lo contrario.

El caso fue referido al gran mufti de Egipto, una de las principales autoridades religiosas del país, para su revisión y se espera un veredicto final para fines de junio.

El tribunal también revocó la sentencia de muerte de todos los 500 simpatizantes, con excepción de 37, condenados en un caso similar el mes pasado.

Sus sentencias fueron conmutadas a cadena perpetua.
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2014/04/140429_ultnot_egipto_sentencia_pillay_nc.shtml
 

Barbanegra

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Ataques suicidas dejan 4 muertos en Sinaí
Una bomba que explotó cerca de un tribunal en El Cairo mató a un policía el viernes, poco después de dos ataques suicidas en la Península del Sinaí, que causaron la muerte de dos civiles y un soldado.

Nadie asumió de inmediato la responsabilidad por los ataques, pero milicianos islámicos han atacado a las fuerzas armadas y de seguridad en los últimos meses.

Los ataques del viernes preceden en algunas semanas a las elecciones presidenciales, en las cuales el ex jefe militar Abdel Fata el-Sisi aparece como el probable ganador. Los milicianos acusan a el-Sisi de organizar la represión mortífera de los islamistas.

Según la televisión estatal, el blanco de la explosión a media mañana en el suburbio oriental de Heliópolis fue un retén policial cerca del tribunal. El vocero policial Abdel-Fata Osman dijo a la agencia noticiosa oficial MENA que la explosión fue provocada por un artefacto de fabricación casera colocado cerca del retén y que una brigada de explosivos buscaba otros artefactos en el lugar.

Otros tres policías sufrieron heridas en la explosión, informó la televisora.

En el Sinaí, dos suicidas atacaron poco después del amanecer en el-Tor, en el sur de la península.

El blanco del primer ataque fue un retén militar y tuvo un saldo de dos muertos —uno de ellos un soldado— y cinco heridos, informó el ministerio de Salud en un comunicado.

El segundo atacante se colocó en una ruta y detonó sus explosivos frente a un autobús. Un pasajero murió y tres resultaron heridos.

El conductor, Saad Sulieman, quien resultó herido, dijo a la prensa en el hospital de el-Tor que vio al atacante sentado junto al camino antes de pararse y detonar sus explosivos, que llevaba en una hielera.

Los cuerpos destrozados de los atacantes quedaron desperdigados por los lugares donde sucedieron los ataques y se analizarán los restos para determinar sus identidades, dijeron fuentes oficiales que hablaron bajo la condición de anonimato.

En un comunicado, el gabinete dijo que lloraba a las víctimas y prometió que "estos ataques cobardes no hacen más que fortalecer la decisión de la policía y las fuerzas armadas... de continuar la batalla honrosa para derrotar la oscuridad del terrorismo, perseguir a los elementos criminales y devolver la seguridad a Egipto".

AP
 

Sebastian

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Egipto inicia una campaña electoral con ganador seguro y salpicada de atentados

Varios ataques con siete muertos en la primera jornada hacia los comicios del 26 y el 27
El general Abdel Fatá al Sisi evitará los mítines por motivos de seguridad

Ricard González Asuán 3 MAY 2014 - 17:04 CET


Una seguidora hace campaña por Al Sisi este sábado en El Cairo. / Amr Nabil (AP)

La madrugada del sábado se inició la campaña electoral de las elecciones presidenciales egipcias, que se celebrarán el 26 y el 27 de mayo. Los aspirantes son solo dos: Abdel Fatá al Sisi, exministro de Defensa y no solo el gran favorito, sino el seguro ganador, y Hamdin Sabbahi, de talante progresista. El gran ausente en estas elecciones será el islamismo político, vencedor de los últimos comicios a través de su marca más potente en Egipto, los Hermanos Musulmanes, duramente reprimidos después de haber sido desalojados del poder en un golpe de Estado el año pasado.

Las horas previas al inicio de la campaña estuvieron marcadas por diversos episodios de violencia en los que murieron al menos siete personas. Cinco de ellas fallecieron como consecuencia de varios ataques terroristas. En el barrio cairota de Heliópolis, una bomba de fabricación casera colocada en un puesto de control de tráfico de la policía mató a un agente y causó heridas a otros tres. Otro puesto de control, situado en la península del Sinaí, fue el objetivo de un terrorista suicida que arrebató la vida a dos oficiales, y causó heridas a otros cinco.

Un tercer atentado, esta vez contra un bus que transportaba trabajadores de la industria turística, tuvo lugar en las afueras de la ciudad de Sharm el Sheij, y provocó la muerte de un pasajero además del terrorista suicida que hizo estallar su cinturón de explosivos. Por último, una persona murió al explotar un artefacto dentro de un automóvil en el centro de El Cairo en condiciones extrañas, por lo que la víctima podría haber sido el propio terrorista.

Por otra parte, dos personas fallecieron en la ciudad de Alejandría después de que una manifestación organizada por seguidores de los Hermanos Musulmanes desembocara en disturbios callejeros.

Estos estallidos de violencia ponen de manifiesto que las elecciones presidenciales se celebrarán en un clima alejado de la normalidad. Al Sisis y Sabbahi (que ya fue candidato en las presidenciales de 2012 aunque cayó en la primera vuelta) fueron los dos únicos candidatos que cumplieron los requisitos establecidos por la ley electoral. El más exigente, contar con al menos 25.000 firmas de apoyo, y de ellas, un mínimo de 1.000 recogidas en 15 provincias diferentes. Al Sisi realizó toda una demostración de fuerza al presentar unas 200.000 a la Junta Electoral, si bien su campaña asegura haber atesorado casi medio millón. Su adversario recabó unas 31.000.

En el discurso de presentación de su candidatura, el exministro de Defensa ya anunció que su campaña no sería convencional. Fuentes de su equipo han filtrado a la prensa que al Sisi no se prodigará en mítines multitudinarios por cuestiones de seguridad, sino que más bien se dirigirá a la ciudadanía a través de los medios de comunicación. Aún no se conocen cuáles serán los ejes de la campaña del mariscal retirado, pero se espera que el lunes los desvele en la primera entrevista que ha concedido a la televisión.

Sabbahi, que fue el tercer candidato más votado en las últimas elecciones presidenciales, es un político de ideología nasserista y ha acentuado su perfil progresista de cara a los comicios. De 59 años, cuenta con el apoyo de diversos partidos laicos e izquierdistas. Sus colaboradores se han quejado en repetidas ocasiones de la falta de neutralidad del aparato estatal, lo que proyecta una sombra de duda sobre la limpieza del proceso electoral.

Sea como fuere, no será fácil para las autoridades transmitir una apariencia de normalidad democrática para estos comicios, que representan el punto culminante de la hoja de ruta aprobada tras el golpe de Estado del pasado 3 de julio. La asonada se produjo después de unas multitudinarias manifestaciones contra el islamista Mohamed Morsi, primer presidente elegido en unos comicios limpios.

Desde entonces, las autoridades han reprimido con dureza las expresiones de oposición al nuevo régimen. Los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Morsi, fueron declarados organización terrorista el pasado diciembre y han visto cómo su cúpula y miles de sus simpatizantes eran encarcelados. Cientos de ellos han sido condenados a muerte, incluido su guía supremo, Mohamed Badie. La oposición laica tampoco se ha librado del hostigamiento, y la semana pasada un tribunal ilegalizó el movimiento juvenil 6 de Abril, que desempeñó un papel central en la revuelta que destronó al exdictador Hosni Mubarak.

En las calles de Asuán, la capital del sur de Egipto, apenas sí hay señales de la contienda electoral en ciernes. A pesar de estar menos politizada que El Cairo, también aquí se palpa la polarización en la que se ha sumido la sociedad egipcia. “En julio, me sentía optimista con la llegada del nuevo régimen. Pero me ha decepcionado mucho. Se ha derramado mucha sangre”, comenta Yasmín, una joven que habla un inglés perfecto. “Por los problemas de seguridad nos hemos quedado sin turistas, pero prefiero esto a tener a los Hermanos Musulmanes en el poder y el restaurante lleno”, replica la camarera de un desolado restaurante situado a las orillas del Nilo.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/05/03/actualidad/1399128177_801029.html
 

Sebastian

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El Ejército egipcio afianza su hegemonía

Los militares quieren consolidarse con la elección del general Al Sisi tras el paréntesis islamista

Ricard González El Cairo 4 MAY 2014 - 19:36 CET1

El Ejército es la institución más poderosa de Egipto desde 1952, el año de la revolución liderada por Gamal Abdel Nasser. En estas seis décadas, los militares han controlado el país con un breve interludio de un año, el del Gobierno del islamista Mohamed Morsi, desalojado por un golpe de Estado el pasado 3 de julio. Desde entonces, las Fuerzas Armadas han aumentado sus cuotas de poder en todas las esferas de la vida pública.

La tendencia aún podría acentuarse si, como apuntan todas las señales, el exministro de Defensa Abdel Fatá al Sisi vence las elecciones presidenciales de los próximos días 26 y 27.

El Ejército egipcio desempeña un papel omnipresente en las vidas de los egipcios. En la capital, hay tanques apostados en las calles, soldados patrullando con sus metralletas y pósters de al Sisi uniformado por doquier.

No obstante, una vertiente de su presencia es más sibilina, invisible, pues posee todo tipo de empresas: de agua embotellada, gasolineras, complejos turísticos, etcétera. Un auténtico imperio económico cuyas finanzas se escapan al escrutinio público. Sus cuentas están envueltas en el más absoluto secretismo. Los expertos estiman que su valor podría representar entre el 5% y el 35% del PIB, y parece que va en aumento.

Recientemente, las empresas militares se han hecho con suculentos contratos públicos. Entre septiembre y diciembre, tan solo en el ámbito de las infraestructuras, se les adjudicaron seis contratos valorados en 1.200 millones de euros. Hace poco más de un mes, se anunció la construcción de un millón de nuevas viviendas sociales en Egipto con la participación del Ejército y gracias a la ayuda económica de Emiratos Árabes Unidos, un firme aliado del nuevo régimen.

Y esto podría ser solo la punta del iceberg, ya que en noviembre el presidente interino, Adli Mansur, aprobó un decreto que facilita adjudicar contratos a dedo, sin concurso público.

La expansión de la influencia de los uniformados se ha manifestado también en el poder ejecutivo. El número de mandos retirados nombrados gobernador provincial o ministro ha aumentado en comparación con la era Morsi. Aunque el presidente del Tribunal Constitucional ejerce de presidente interino y el país cuenta con un Gobierno con mayoría civil desde julio, pocos analistas dudan de que es el Ejército quien realmente corta el bacalao. Ahora bien, algunos partidos políticos representados en el Gabinete matizan esta percepción.

“Las Fuerzas Armadas juegan un rol muy importante en la toma de decisiones sobre seguridad interna y exterior. No obstante, no se inmiscuyen en las otras áreas de gobierno”, señala a EL PAIS Ziad Baha Eddin, que dimitió de su cargo de vice primer ministro a finales de febrero. Reputado economista y cofundador del Partido Socialdemócrata, estaba considerado una de las palomas del ejecutivo. Suya fue la propuesta, finalmente derrotada, de buscar una salida política a la crisis que experimenta la nación árabe a través de un acuerdo con los Hermanos Musulmanes.

A nivel legal, la nueva Constitución aprobada en referéndum en enero consagra el estatuto privilegiado del Ejército, un auténtico Estado dentro del Estado. La Ley Fundamental otorga a la cúpula de la institución el derecho de veto en el nombramiento del ministro de Defensa durante los próximos ocho años, mantiene los tribunales militares para civiles y establece que el presupuesto militar es un secreto de Estado. Además, tras un decreto aprobado en febrero, el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas (SCAF) ya no será presidido por el rais, sino por el ministro de Defensa, que ha de ser un oficial de carrera.

La hegemonía militar aún podría reforzarse después de las elecciones presidenciales, que se celebrarán los días 26 y 27 de mayo. Abdel Fattá al Sisi no solo es el gran favorito, sino que su triunfo se da por descontado. Su único rival es Hamdin Sabbahi un conocido opositor a la dictadura de Mubarak, fue el tercero en las presidenciales del 2012. El vencedor de aquellos comicios, Mohamed Morsi, está entre rejas, y su movimiento político, los Hermanos Musulmanes, ilegalizado al estar considerado una "organización terrorista".

Ahora bien, la candidatura de al Sisi probablemente situará el papel de las Fuerzas Armadas en el centro del debate público, haciéndolo bajar de su pedestal. En varias entrevistas recientes, Sabbahi ha insistido que el Ejército "no debe entrar en política". Algunas filtraciones publicadas en la prensa egipcias apuntan que a Al Sisi le costó convencer a algunos de sus correligionarios en la junta militar para que respaldaran su candidatura, pues conservan un mal recuerdo del periodo en el que la Junta Militar asumió el poder, justo después de la caída de Mubarak. Y es que su polémica gestión erosionó la imagen de la institución entre la población.

"No es cierto que Al Sisi sea el candidato del Ejército. La institución será completamente neutral", asegura Mahmud Jalaf, un influyente general retirado, que recuerda que Al Sisi ha colgado el uniforme y debe ser considerado un civil más.

Sin embargo, varios hipotéticos aspirantes presidenciales han expresado sus recelos respecto a la imparcialidad de los uniformados y del aparato estatal en general. Entre ellos, Ahmed Shafiq, un ex comandante y último primer ministro de Mubarak. "La elección será una farsa ... lo han apañado todo para él ", dijo Shafiq en una conversación privada que se filtró a la prensa. El hecho de que el anuncio oficial de la candidatura de al Sisi fuera emitido por la televisión pública estatal, un privilegio del que no gozó Sabbahi, no representa un buen augurio para la limpieza de los comicios.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/05/04/actualidad/1399224969_061547.html
 

Sebastian

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Al Sisi advierte de que los Hermanos Musulmanes no existirán bajo su presidencia

Asegura que ha sido víctima de dos intentos de asesinato

Ensalza la figura de Nasser y recalca que tomará "cualquier decisión necesaria para proteger el país del terrorismo"

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El candidato presidencial egipcio Abdelfatá al Sisi, antiguo jefe de las Fuerzas Armadas, ha revelado este lunes que si finalmente vence las elecciones no permitirá la existencia de la organización islamista Hermanos Musulmanes, el principal partido del país y catalogado actualmente como organización terrorista.

Al Sisi ha concedido una insólita entrevista a dos cadenas de televisión egipcias, y en ella ha zanjado cualquier posible reconciliación con la Hermandad. "Los egipcios rechazan la reconciliación con Hermanos Musulmanes", ha defendido.

Asimismo, ha afirmado que el alto cargo de la formación Jairat el Shater "amenazó en junio de 2013 con la posibilidad de que milicianos extranjeros entraran al país si le ocurría algo al derrocado presidente Mohamed Mursi".

"Le dije que si alguien se levantaba en armas contra Egipto sería borrado de la faz de la tierra", ha indicado Al Sisi, quien encabezó el golpe de Estado que derrocó en julio de 2013 a Mursi, quien un año antes se había convertido en el primer presidente electo de la historia del país.

"No hablo mucho, y no me puse del lado de millones (de personas) por estar interesado en el poder", ha añadido, en referencia a su papel en el golpe contra Mursi, según ha recogido el diario egipcio 'Al Ahram'.

Por otra parte, ha hecho referencia a la insurgencia islamista surgida en el Sinaí, vinculada a la formación Ansar Bait al Maqdis, que asegura estar inspirada en la organización terrorista Al Qaeda, y ha asegurado que las operaciones militares han ido despacio para reducir el número de bajas entre la población civil.

Al Sisi ha apuntado además que ha sobrevivido a "dos intentos de asesinato". "Creo en el destino. No tengo miedo", ha dicho, sin dar detalles sobre cuándo se llevaron a cabo dichos intentos.

Respecto a su decisión de presentarse a las presidenciales, el exjefe del Ejército ha asegurado que dio el paso cuando percibió "intentos para destruir el estado" y "el llamamiento de la población" en favor de su candidatura.

Así, y tras asegurar que su deseo es ser como el expresidente egipcio Gamal Abdel Nasser (1956-1970), ha recalcado que tomará "cualquier decisión necesaria para proteger el país del terrorismo".

En este sentido, ha defendido la controvertida ley sobre manifestaciones aprobada por el Gobierno interino en noviembre de 2013 asegurando que las manifestaciones "irresponsables" amenazan al Estado.

Al Sisi dimitió como ministro de Defensa y jefe del Ejército para competir por la Presidencia en las elecciones del 26 y el 27 de mayo. Tendrá en frente a un único candidato, el político de izquierdas Hamdeen Sabahi, que quedó tercero en los comicios ganados por Mursi en el año 2012.

La figura de Al Sisi ha sido ensalzada en los últimos meses por el Gobierno y algunos sectores del país, que le han presentado como una figura con respaldo popular y con capacidad para encabezar los esfuerzos para estabilizar el país y devolver la seguridad en todo el territorio, en medio de los últimos ataques terroristas.

Por contra, el jefe del Ejército y ministro de Defensa no cuenta únicamente con la oposición de Hermanos Musulmanes y otros grupos afiliados, sino también de grandes sectores de los revolucionarios, que le consideran una figura represiva y vinculada con los métodos de la cúpula militar de Mubarak.

Asimismo, las constantes críticas de diversas ONG internacionales contra el Ejecutivo interino por sus medidas represivas contra los manifestantes y los opositores y su decisión de catalogar a Hermanos Musulmanes como organización terrorista, han empañado el proceso de transición.

Las fuerzas de seguridad han matado a miles de seguidores de la organización islamista y unos 400 militares y policías han muerto, muchos de ellos en ataques de milicianos islamistas en la península del Sinaí, que hace frontera con Israel y la Franja de Gaza.
https://es.noticias.yahoo.com/sisi-advierte-hermanos-musulmanes-existirán-presidencia-013002640.html
 
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