Noticias de Libia

La Guerra de Saif

Capítulo IV: El Asalto de Trípoli.
Por Kelder Toti


El Estado Mayor de Francia y el del Reino Unido se repartieron el control de las aguas territoriales de Libia por parte de sus submarinos un mes antes de la intervención de la OTAN contra ese país, o sea desde el comienzo de los incidentes en Benghasi. Operaban 4 submarinos nucleares de ataque (SNA), que fueron desplegados frente a las costas de Libia durante la operación «Protector Unificado». Uno de ellos realizó al parecer varias misiones de inteligencia desde finales de febrero, al lanzar comandos y escuchar las conversaciones por celular (1).

Mientras que las Fuerzas Especiales de Arabia Saudita fueron desplegadas en Cirenaica, y asesoraban a los rebeldes en su objetivo de controlar la provincia, colaboraban con las Fuerzas Especiales de Francia, Reino Unido y de Italia, que operaban desde el 17 de Febrero de 2011, posteriormente participan activamente como asesores y fuerza de asalto, dada la inexperiencia de los rebeldes, las Fuerzas Especiales de Egipto, Jordania y Qatar. Su despliegue no era en respuesta a la masacre del 15 de febrero (durante la manifestación de los nasseristas y de los marxistas a favor de una Constitución) sino que acompañó la manifestación del 17 de febrero (la de los senussis contra las caricaturas de Mahoma).

Una de las tres principales razones de la rebelión en Bengasi y la llamada de los 61 líderes de las tribus contra Gaddafi era la creencia en el hecho de que Gaddafi fue el patrocinador secreto de las caricaturas de Mahoma, argumento esgrimido por los yihhadistas en contra de los nacionalistas libios. La manifestación del 17 de febrero celebraba la memoria de los militantes islámicos muertos por la policía durante una manifestación previa en contra de las caricaturas de Mahoma en el consulado danés. En aquella época los europeos agradecieron a Libia por defender el consulado de Dinamarca de acuerdo con la Convención de Viena.

La carencia de un sistema de alerta temprana AWAC y radar, facilitó las labores de inteligencia y de comando de las Fuerzas Especiales extranjeras; ya que los libios no poseían en Cirenaica de una red de inteligencia que le permitiera seguir el rastro de los comandos enemigos, ya que sus servicios de contraespionaje fue destruido durante la revuelta, ni de las Fuerzas Especiales que pudieran reconocer y liquidar al enemigo invasor; ya que la mayoría de sus fuerzas estaban ocupadas en reprimir las manifestaciones, solo infiltrando agentes como informante, podían liquidar a los asesores extranjeros .

Estas son las razones para un ataque preventivo a la Task Force, a principio de Marzo, lo que le hubiera permitido tomar Bengasi y Misurata ante que reuniera las 21 unidades de superficie y 5 submarinos para ejecutar el Operativo de Bloqueo a las costas libias;
Odisea al Amanecer, permitiéndole extender su dominio a la Sierra de Tibesti (en Chad, construyendo un baluarte alpino, inmune a los bombardeos) Malí y Níger (se
invadiría con la ayuda de los Tuareg, que apoyaban a Said al Islam, por la alianza que estableció su padre con ellos), rompiendo el bloque de las fuerzas de la OTAN, y dispondría de una zona de dispersión y profundidad estratégica, que permitiría reunir recursos y voluntarios de la zona de influencia Libia, que apoyarían la guerra de desgaste.

Sólo la ciudad de Misurata, a mediados de Abril del 2011, resiste a las fuerzas leales, que han intentado en varias ocasiones ocuparla sin conseguirlo, fingiendo retiradas pero acosándola constantemente. El puerto ha sido minado para impedir toda ayuda exterior y los depósitos de combustible atacados.

La OTAN ha variado sus ataques en función de la situación política y sobre el terreno, frenando los avances de las fuerzas blindadas gadafistas con ataque puntuales, castigando zonas de Trípoli, ocasionando la muerte del hijo pequeño de Gadafi, el ataque se realizó contra las instalaciones de mando y control de Bab al Azizya. Varios centros mando, control e inteligencia han sido atacados.

Fuerzas gadafistas incursionaron en Túnez persiguiendo a bandas rebeldes que se habían hecho con el control de algunos pasos fronterizos, lo que promovió la protesta de Túnez, que le daba protección, y el aviso del Reino Unido de la posibilidad de enviar tropas terrestres a dicha zona, los gadafistas debieron perseguir a las bandas armadas en Túnez, obligando a los franceses y británicos a enviar fuerzas, perdiendo el gobierno tunecino cualquier legitimidad y desgastando a las fuerzas de la OTAN, presentando el conflicto entre Occidente y el Islam, aumentando su apoyo.

El 23 de abril vio el empleo de UAS para misiones de ataque. Un MQ-9 Predator de la USAF atacó en las proximidades de Misurata un lanzacohete. Al día siguiente otro Predator destruyó un lanzador SAM SA-8 en Trípoli. Utilizando los drones para ataques a objetivos altamente protegidos, si destruían al UAS, no habría bajas que lamentar (2).

El 29 de Abril la Task Force detecta pequeñas embarcaciones, que realizaban minado en las proximidades de Misurata. Las minas se colocaban a unos 2 ó 3 kilómetros de la costa, y eran llevadas en lanchas infladles que se hundían para colocarla en posición. Varios dragaminas y cazaminas de la OTAN se pusieron en marcha para limpiar la zona, habiendo destruido varias minas para el 2 de mayo. Entre los buques más activo se encontraban el cazaminas británico HMS Brocklesby y el holandés HNLMS Haarlem (3).

En una entrevista concedida el 31 de octubre de 2011 a Radio de Canadá, el teniente general Charles Bouchard, quien fungió como comandante de la Operación Protector Unificado contra Libia, reveló que en el cuartel general de la OTAN en Nápoles se había creado un grupo de análisis cuya misión consistía en estudiar lo que estaba sucediendo en el terreno, o sea los movimientos del ejército libio y los de los «rebeldes».

El mencionado grupo de análisis se nutría de la información que le proporcionaban redes creadas con ese fin. «Los datos venían de muchas fuentes, como los medios de difusión que se hallaban en tierra y nos proporcionaban mucha información sobre las intenciones y la localización de las fuerzas terrestres», declaró el general de la OTAN.

Poco antes de la caída de Trípoli, el periodista Thierry Meyssan escandalizó a la opinión pública internacional al señalar que la mayoría de los periodistas occidentales que se alojaban en el hotel Rixos eran agentes de la OTAN. Meyssan denunció específicamente a los equipos de AP, BBC, CNN y Fox, aunque también colaboraron los de la televisora Tele Sur (4).

El reconocimiento aéreo es una de las misiones claves del grupo aéreo, en Libia el Jefe de la Flotilla 12F Charle de Gaulle comentó: “Habitualmente lanzamos dos misiones de reconocimiento por día, una de noche. Cada misión la llevan a cabo dos aviones equipados con un Pod Reco NG, cuatro misiles aire-aire Mica y dos depósitos lanzables. Durante el vuelo se fotografían docenas de objetivos. El pod está automatizado al máximo y nuestras avanzadas herramientas para la planificación de misiones nos permiten programar el sistema antes del vuelo. Durante la salida, se hace todo lo posible por minimizar la carga de trabajo del piloto y pod automáticamente dirige sus sensores principales a las áreas de interés. Como consecuencia, podemos cubrir zonas de gran extensión en tiempo limitado, mientras nos concentramos en la situación tácticas y las amenazas superficie-aire y aire-aire. También disponemos de un modo para cubrir blancos de oportunidad que resulta ideal en determinada circunstancias” (5)

La estrategia de la OTAN era destruir los puestos de Mando, Control e Inteligencia, depósitos de combustible y municiones, estaciones de radar, pick-up, SAM, almacenes e instalaciones de comunicaciones. Se podía contrarrestar con altamente C&C móviles en camionetas civiles, los depósitos de combustibles y municiones podían ser distribuidos en pequeñas cantidades en lugares seguro de manera secreta, las estaciones de radar podían ser disfrazadas y se utilizaría magnetrones que confundieran su señal, las instalaciones de comunicaciones podían ser suplida con ordenanzas motorizados y los bombardeos podían ser confundidos con vehículos de plástico y anime.

En la noche del 7 al 8 de mayo, la fragata francesa Coubert abrió fuego de cañón contra unas baterías de lanzacohetes en la costa que atacaban Misurata. El 12 de mayo tuvo lugar un enfrentamiento naval entre buques de la OTAN y pequeñas lanchas del bando de Gadafi, que intentaba atacar el puerto de Misurata.

Ese día, mientras realizaban tareas de embargo, varios buques de la OTAN participaron en la defensa coordinada contra el intento de ataque de las lancha. En torno a las 2 a.m., la fragata canadiense HMCS Charlottetown, junto al destructor británico HMS Liverpool, y la fragata francesa atacaron con fuego de cañón a un grupo de lanchas rápidas. Estas huyeron ante el fuego de los barcos, cubiertas por fuego de cañones AA y de artillería desde la costa contra los buques aliados. Ningún buque aliado fue alcanzado. Ese día coincidió con una ofensiva de los rebeldes en el cerco de la ciudad, que terminó con la ocupación del aeropuerto (6).

Se tenía que sembrar de minas submarinas las aguas de Misurata, sirviendo de señuelo a las fragatas y destructores de la OTAN, atacando a los buques enemigos al intentar limpiar el paso de los mercante con decenas de lanchas de fibra de vidrio con cuatro motores fuera de borda, lanza cohete RPG, misiles contra carro, ametralladora, lanchas explosiva, torpedos ligeros y misiles SA-7; bajo la protección de la artillería y los SAM, que se utilizarían como misiles navales.

El fracaso en tomar por asalto a Misurata, permitió que los rebeldes se reorganizarán, y escaparán de la ciudad, tomando su periferia, cortando las comunicaciones entre Brega y Trípoli, obligando a los gadafista a retirarse de Libia central, de lo contrario serían cercados por el Este por las fuerzas que venían de Bengasi, por la costa la Task Force y a sus espaldas las Milicias de Misurata, preparando el asedio de Trípoli.

Tras la toma de la importante ciudad petrolera de Brega el día 20 de agosto sin apenas resistencia, y la toma por los rebeldes de las estratégicas ciudades de Zauiya y Zlitan estrechó el cerco sobre la capital. Mustafa Abdul Jalil, líder del CNT llamó a la «última batalla» en Trípoli, donde en la madrugada del 21 se produjeron levantamientos rebeldes en algunos barrios y en la base aérea de Matica que pasaron a manos de los rebeldes.

El general Albarrani Shkal, el gobernador militar de Trípoli, fue reclutado en secreto por la CIA, a través de Choukri Ghanem, en mayo del 2011. Permaneció en su puesto y se encargó de desmovilizar a 3,800 combatientes de su guardia, abriendo las puertas de la capital a las tropas extranjeras durante la operación Sirenas, el 20 de agosto de 2011, traicionando así la defensa de la capital, Trípoli, frente a las fuerzas invasoras, permitiendo la entrada de los insurgentes, confundiendo a los gadafista con un video producido en Qatar, donde habían tomado la Plaza Verde: ya que la Task Force no podía continuar por falta de recursos en el Mediterráneo Central, la acción fue parecida a la Operación Libertad para Iraq, que tomaría Bagdad, se hubiera evitado el asalto de Troya con comisarios políticos que supervisarán las ordenes diariamente de los generales, e inspectores del Ejército que verificarán su cumplimiento (7).

Las fuerzas rebeldes llegaron a la ciudad capital de Trípoli desde diferentes direcciones, una parte llegó por mar desde la ciudad rebelde de Misrata y otro importante contingente llegó desde las montañas de Nefusa, en el oeste, tomando el control de un cuartel situado en el “kilómetro 27”, incautándose de armas y de municiones. Este cuartel era el obstáculo más importante en la ruta a Trípoli.

El 22 de agosto, algunas fuentes dijeron que el 95% de Trípoli estaba en manos de los rebeldes llegados del oeste, quedando algunos focos de resistencia, especialmente en torno al complejo de Bab al-Azizia, bombardeado por fuerzas de la OTAN en apoyo al avance rebelde. En los combates podrían haber perdido la vida 1.300 combatientes según algunas fuentes; además dirigentes del CNT anunciaron la captura de dos hijos del dictador, para desmoralizar a los defensores, noticia que resultó falsa: Saif al Islam Gadafi, reclamado por la Corte Penal Internacional, y Al-Saadi el Gadafi, en tanto el primogénito, Mohammad Gadafi, se entregó a los rebeldes ofreciendo a continuación una entrevista a la cadena de televisión Al Jazeera.

En la mañana del 22 de agosto tanques de guerra de las fuerzas leales a Gadafi salieron del complejo de Bab al-Azizia disparando contra las fuerzas rebeldes que rodean el complejo; los combates se extendieron por la calle de Al Sarine (adyacente al complejo) y por la zona del puerto de la ciudad; al final de la jornada los rebeldes habían logrado controlar la zona costera de la ciudad, mientras en el sur los soldados sobrevivientes de las fuerzas de Gadafi adoptaban tácticas de guerrilla, y hacían aparición los francotiradores en otras partes de la ciudad; los militares gadafistas actuaban como rebeldes, para luego abrir fuego contra los civiles o los periodistas, que actuaban como agitadores políticos de los rebeldes.

En la noche del lunes la OTAN lanzó un bombardeo contra el complejo de Bab al-Azizia mientras los rebeldes lo atacaban desde tierra en un esfuerzo para tomar o destruir el último reducto importante de resistencia gadafista y terminar la batalla por la capital. La euforia que se vivió en Bengasi y los barrios liberados de Trípoli lo que parecía un rápido desmoronamiento del régimen, se vio enturbiada por la comparecencia en la noche del día 22 de de Saif al Islam ante los medios de prensa y un centenar de sus seguidores, desmintiendo la anunciada captura y llamando a proseguir la lucha, en tanto la batalla continuaba en Trípoli.

La proximidad de la caída del régimen gadafista originó nuevos motivos de preocupación para las autoridades rebeldes, al confirmarse actos de represalia indiscriminada, como la ejecución sumaria de 34 civiles, entre ellos varias mujeres, en Garian, al noroeste de Libia, denunciada por portavoces del régimen gadafista. Mustafa Abdul Jalil, líder del CNT, declaró sentirse «inquieto» ante determinadas acciones de sus hombres, llegando a sugerir que podría dimitir de persistir tales acciones.

Es común las ejecuciones masivas de gadafistas por las milicias rebeldes, saqueo de su domicilio, el arresto de los simpatizantes e inmigrantes, que son torturados y ejecutados; lo que aumentó la defensa y preparó el camino para la guerra resistencia, tanto Amnistía Internacional como Human Rights Watch y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU pudieron constatar actos de represalia, torturas y saqueos protagonizados por fuerzas rebeldes, al parecer incontroladas, y llamaron la atención sobre la situación de los subsaharinos en Libia, puestos en el punto de mira de los rebeldes por las denuncias, nunca confirmadas, de que el régimen de Gadafi los estaba utilizando como mercenarios.

”Los cuerpos ejecutados de 267 partidarios del ex líder de Libia, Muamar Gadafi, fueron encontrados en la ciudad de Sirte y sus alrededores, informó la víspera la Cruz Roja Internacional. Según el informe, la mayoría de los enterrados recibieron un disparo en la cabeza. La televisión local dijo que los cuerpos de los muertos antes de ser enterrados fueron contados y fotografiados por las autoridades que mostraran las fotos a los familiares de los ejecutados. El Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia declaró que realizará una investigación en relación con el terrible descubrimiento y sancionará a los responsables de la ejecución en masa” (8), cosa que nunca sucedió.

En la mañana del 23 de agosto las fuerzas rebeldes se lanzaron al asalto del complejo de Bab al-Azizia iniciando violentos combates con los defensores gadafistas del reducto; los soldados leales a Gadafi opusieron gran resistencia, e incluso lograron en un primer momento repeler el primer gran asalto contra una de las puertas de la enorme residencia, pero finalmente después de varias horas de combates muchos de ellos tuvieron que entregar las armas, y fueron ejecutados.

El momento decisivo se produjo cuando los asaltantes rebeldes tiraron abajo las murallas de cemento del complejo e ingresaron a él en medio de un nutrido tiroteo en lo que un corresponsal de guerra presente calificó de "escena increíble"; los rebeldes continuaron avanzando, atravesaron una tercera puerta y llegaron a un edificio que es considerado la vivienda de Gadafi, donde ondearon la bandera rebelde. Cientos de rebeldes y civiles entraron al complejo y comenzaron a apoderarse de todo el material de guerra que estaba en manos de los gadafistas y a saquear las residencias y edificios del complejo; incluso se vieron rebeldes paseando en los vehículos que eran de Gadafi.

Las imágenes de televisión mostraron a los rebeldes corriendo por los jardines del enorme complejo y gritando de alegría por la caída del baluarte, y algunos de ellos destruyeron una estatua de bronce de Gadafi y otros posaron montados arriba de la simbólica estatua que conmemoraba el ataque estadounidense de 1986 y en la que Gadafi acostumbraba dar sus discursos; aunque también se siguen escuchando tiroteos dentro del complejo por algunos francotiradores gadafistas que siguen disparando a los rebeldes dentro de Bab al-Azizia.

Los rebeldes registraron todas las edificaciones buscando a Gadafi pero no pudieron encontrarlo haciendo evidente que huyó de allí en algún momento desde el inicio de la batalla por la capital; por lo que aunque la conquista del complejo es un golpe crucial dentro de esta batalla, no significará el fin de la resistencia de Gadafi y por lo tanto de la guerra. De hecho las fuerzas leales a Gadafi siguen repeliendo a las fuerzas rebeldes con fuego de armamento pesado, como morteros y obuses, en algunas zonas de Trípoli como la Plaza Verde (rebautizada por los rebeldes como Plaza de los Mártires) donde caen proyectiles dirigidos contra los rebeldes allí posicionados; mientras en el barrio de Al-Mansoura los rebeldes y los gadafistas libran violentos combates por el control de ese distrito capitalino.

Mientras en otras ciudades cercanas a Trípoli también se sigue luchando; los rebeldes lograron conquistar la estratégica ciudad costera de Bin Dshawad en sangrientos combates en los que hubo 700 muertos. Bin Dshawad está a sólo 30 kilómetros de la ciudad natal de Gadafi, Sirte, donde éste podría haberse escondido; y en la propia Sirte también hay combates así como en Shaba y Zaura. Se reporta que las tropas de Gadafi "están luchando violentamente para mantener el control sobre el acceso costero entre Bisher, a 20 kilómetros al oeste de Brega, y Bani Walid, al suroeste de Misrata, y para preservar la libertad de movimientos desde Trípoli a Shaba", de acuerdo a un portavoz militar de la OTAN.

Además de tanques de guerra, las fuerzas rebeldes que se agrupan en las cercanías de Sirte también disponen de lanzaderas de misiles Grad, otros armamentos pesados y abundancia de armas ligeras; sin embargo los rebeldes aún confían en las negociaciones para obtener una rendición pacífica y evitar la batalla, aunque también afirman que las fuerzas gadafistas de Sirte están obligando a los civiles a unírseles para pelear con los rebeldes y que ejecutaron a 45 de sus propios soldados que se negaban a seguir luchando por una causa perdida.

El 1 de septiembre el coronel libio Muamar el Gadafi dijo que "todas las tribus libias" están armadas, y les pidió que continúen la “lucha dura y violenta y tiendan emboscadas a los agentes (los rebeldes)”, en un discurso transmitido por la televisión por satélite siria “Al Rai”.En su alocución, interrumpida súbitamente sin previo aviso, explicó que las tribus de Sirte y Bani Walid -dos regiones aún en manos de gadafistas- “están armadas y no podrán ser sometidas”, reseñó Efe.

Muamar Gadaffi el paradero se desconoce, afirmó el jueves que “no se rendirá” y “continuará su combate”, partes de un mensaje audio difundido por escrito en la pantalla por el canal de televisión Al Rai. Gadafi exhortó también a sus partidarios a "continuar la resistencia", al considerar que hay “divergencias” entre los rebeldes y la OTAN.-“Incluso si ustedes no escuchan mi voz, continúen la resistencia”, añadió a la cadena, que anunció que el mensaje de audio sería difundido posteriormente. “Hay divergencias entre la Alianza de la agresión y sus agentes rebeldes”, añadió según la cadena, con sede en Damasco.


Bibliografía

(1) http://www.voltairenet.org/article171909.html. “Libia: fuerzas de la OTAN ya estaban desplegadas desde mediados de febrero”. Red Voltaire | 16 de noviembre de 2011.

(2) “Operaciones contra Libia”. FAM: Fuerzas Militares del Mundo. Edita Ikono Press. N• 106. Año IX. Madrid. 2011. p 6-9.

(3) Idem. “Operaciones contra Libia”. FAM: Fuerzas Militares del Mundo. Edita Ikono Press. N• 106. Año IX. Madrid. 2011. p 6-9.

(4) http://www.voltairenet.org/article171848.html “El general Bouchard reconoce que informantes de la OTAN en Libia eran periodistas” Red Voltaire | 8 de noviembre de 2011.ejecutados de partidarios de Muamar Gadafi”. Red Voltaire | 28 de octubre de 2011.

(5) Henri-Pierre Grolleau. “El portaviones Chales de Gaulle en combate”. Revista: Fuerza Aérea. Editora Susana Cadena. Madrid. N• 141. pp 38.


(6) La Guerra de Asedio

Al rodear la ciudad se interrumpirá sus comunicaciones y abastecimientos, después de dar una tregua para que los civiles y heridos sean evacuados a un lugar seguro, las Fuerzas Especiales deben infiltrarse en la ciudad, utilizando helicópteros, uniformes enemigos o saboteadores; y capturar o liquidar a los mandos altos y medios, que dirigen la defensa, suavizando la resistencia de la ciudad.

Las Fuerzas Especiales deben actuar de noche coordinadamente con la artillería y la aviación, dificultando la defensa del sitiado, para que esta distraigan al enemigo mientras los comandos concrete sus ataques a los puestos de control enemigo, pueden utilizar operaciones helitransportadas o motorizadas, retirándose rápidamente de la ciudad, que debe ser monitoreada por sectores por los drones, para saber el movimiento de civiles y tropas enemigas, que previene el contraataque.

Las tropas sitiadoras tienen que tomar los grandes ejes de las avenidas. Al bombardear los depósitos de agua, alimento, municiones, comando de control e inteligencia, estaciones de radio y televisión, y comunicación, destruyéndolos con artillería o bombardeos aéreos de precisión. Los bombardeos nocturnos a los sitios administrativos y políticos, hasta lograr su destrucción. Las tropas enemigas confiarán en desestabilizar a los soldados invasores utilizando táctica de guerrilla o luchar casa por casa.

Los combates urbanos con los defensores, es preciso emplear obuses y artillería pesada contra edificios de todo tipo. Por su parte, los defensores atacarán con granadas, artillería, misiles contracarro y RPG; desde los tejados y ventanas; para contrarrestarlo recurrirá a las ametralladoras pesadas destinadas a "barrer" las ventanas y puertas de los edificios, así como a los ataques con cohetes “Grad” sobre las azoteas de los edificios más altos donde pueden apuntar los cañones a los tanques.

Destrucción por ataque aéreo y artillero de depósitos de alimentos, represa de almacenamiento de agua, municiones, usinas eléctricas, túneles de abastecimientos etc. Utilizando para su control y verificación drones y aviones de reconocimiento aéreos, la falta de abastecimientos facilitará la aniquilación de los sitiados. Es necesario establecer caminos de comunicación entre las distintas fuerzas sitiadoras.

Los edificios y casas de la ciudad que sean foco de resistencia serán abatidos por la artillería pesada. Los defensores sembrarán la ciudad de trampas explosivas, los primeros en atacar serán excavadoras acorazadas (muy eficaces para la extracción de minas como para abatir cualquier obstáculos que entorpeciera el avance), escoltados por helicópteros de combate, seguidos de los tanques y vehículos motorizados e infantería.

La limpieza de combatientes, se utiliza la táctica de avanzar por las calles, dividiendo la ciudad en cuadrículas, que evitará el contraataque enemigo, no se utilizará las autopistas las cuales por su amplitud, expone a los sitiadores a ataques y emboscadas, por este motivo se desarrolla técnicas de combate en espacios cerrados: mediante granadas, misiles contracarros o RPG, rompiendo las paredes de los inmuebles para avanzar de un edificio a otro, evitando las calles. Estas tácticas exigen a los soldados enfrascarse en combates a muy corta distancia y obligaron a que la población civil se refugiase en los sótanos o Metro.

El enemigo sitiado debe ser perseguido tenazmente por la artillería, hasta que la situación se vea crítica sin refuerzos externos, escasez de armas, municiones y suministros médicos. Los ejércitos sitiadores deben coordinar su actuación para evitar el mortal “fuego amigo”.

Deben tomarse los lugares administrativos, plazas y sitios de valor psicológico, que rompa la resistencia del adversario, demostrándole la inutilidad de la lucha, lo que facilitará su rendición al verse rodeado, respetando el Derecho de Guerra del vencido al tratarlo como prisionero de guerra, desistiendo cualquier intento lucha suicida.


Paolo Cau. “Atlas Ilustrado de las Batallas del Mundo”. Ediciones Susaeta, SA. Madrid.
P 262.

http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Berlín. “Batalla de Berlín”.

http://internacional.elpais.com/internacional/2003/03/25/actualidad/1048546803_850215.html. “Estadounidenses y británicos aseguran posiciones de cara al asalto a Bagdad”

http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/guerra/guerra142.htm. “Asalto a Basora será imitado por Estados Unidos”

http://internacional.elpais.com/internacional/2003/03/21/actualidad/1048201205_850215.html. “Las tropas aliadas ultiman el asalto de Basora, la segunda ciudad iraquí”.

http://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_de_la_Franja_de_Gaza_de_2008-2009. “Conflicto de la Franja de Gaza de 2008-2009”.

(7)http://www.voltairenet.org/article173987.html. “Ajuste de cuentas libios en Europa” Red Voltaire | 3 de mayo de 2012.

El cuerpo sin vida de Choukri Ghanem (o Shukri Ghanem), ex ministro del Petróleo de la república Árabe de Libia (durante el gobierno de Gaddafi), ha sido encontrado ahogado y flotando en el río Danubio, el 29 de abril de 2012, se presume asesinato, ya que tenía varias semanas perdido. El Sr. Ghanem había traicionado a su país en mayo de 2011 y se pasó al bando de los rebeldes y de la OTAN. Desde entonces, vivía cómodamente entre Viena (Austria) y Londres (Inglaterra) bajo la protección de la Alianza Atlántica (OTAN), a pesar de que la nueva Libia había puesto querella contra él y una orden de arresto internacional contra su persona, por corrupción administrativa. La policía austriaca no encontró rastros o signos de violencia en el cadáver y ha concluido que fue una muerte natural del bañista por ahogamiento, en las heladas aguas del río, y habría sido el enlace que reclutó para la CIA al general Albarrani Shkal, ex gobernador militar de Trípoli, que fue asesinado el 2 de mayo de 2012, en Libia, por la Resistencia.

(8) http://www.voltairenet.org/article171786.html. “En Libia descubren 267 cuerpos ejecutados de partidarios de Muamar Gadafi”. Red Voltaire | 28 de octubre de 2011.
 

Barbanegra

Colaborador

Libia: acusan a partidarios de Gadafi por tres asesinatos
Tres funcionarios libios fueron asesinados en distintos atentados perpetrados hoy en Bengasi, la principal ciudad del este de ese país.

Las autoridades atribuye los asesinatos a los partidarios del depuesto Muammar Gadafi.

Durante la madrugada dos desconocidos dispararon siete tiros y mataron a Abdelkader Mohamed al Maadani, oficial del Servicio de Información, delante de su domicilio en el barrio de El Lithi.

Poco después, en la zona de Ardh Cherif, una bomba hizo explosión en el vehículo de Ali Deghari, oficial de la Fuerza Aérea que resultó muerto.

Casi simultáneamente y no muy lejos, otro funcionario, identificado sólo por su nombre Nadjib Bellahsen, resultó asesinado en circunstancias parecidas.

Los atentados y asesinatos han aumentado desde hace un año en Bengasi, la cuna de la revolución que derrocó al coronel Muammar al Gadafi, y al menos 60 personas han muerto, muchos de ellos oficiales de cuerpos de seguridad, según recuentos no oficiales.

EFE
 

Barbanegra

Colaborador
ONU: Tortura es común en muchas cárceles de Libia
La tortura se usa en la mayoría de cárceles de Libia administradas por los milicianos que derrocaron al régimen de Moamar Gadafi en el 2011, informó el martes un reporte de las Naciones Unidas.

Los investigadores de la ONU, que tienen acceso periódico a varios centros de detención, dijeron que existe evidencia de que 27 personas han muerto torturadas en las prisiones, incluidas once este año, indicó el Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Misión de Respaldo de la ONU en Libia.

Ambas organizaciones dijeron en un reporte divulgado el martes que el problema es rampante en las cárceles administradas por milicianos que triunfaron en la guerra civil que duró ocho meses en el 2011.

"En algunos casos, los miembros de las brigadas armadas admitieron libremente e incluso trataron de justificar, el abuso físico de los detenidos", dijo el reporte.

Libia aprobó el mes pasado una nueva ley que obliga a que los detenidos relacionados con el conflicto sean revisados y procesados dentro de 90 días.

Las condiciones han mejorado para algunos detenidos en algunas prisiones administradas por funcionarios entrenados por la Policía Judicial de Libia, indicó el reporte. Pero muchos centros de detención siguen en manos de los milicianos que están relacionados a ciertos ministerios del gobierno libio.

Los investigadores de la ONU instaron al gobierno libio a fin de que acelere el proceso de tomar control las cárceles operadas por milicianos y que designen policías entrenados y guardias correccionales.

Unos 8.000 detenidos desde que tuvo lugar la guerra civil de ocho meses en el 2011 están recluidos sin haber sido sometidos a un proceso judicial, indicó el reporte. Por lo general están detenidos sin acceso a un abogado y han tenido contacto ocasional a sus familias, dijeron los investigadores.

Son sometidos a torturas "con más frecuencia casi inmediatamente después de su arresto y durante los primeros días de interrogaciones como una manera de extraer confesiones u otro tipo de información", señala el informe.

AP
 

Barbanegra

Colaborador
Un coronel libio del cuerpo de guardacostas asesinado en Bengasi
El coronel del cuerpo de guardacostas libio Salah al Hedri fue asesinado hoy a tiros por un grupo de hombres armados en la ciudad de Bengasi, en el este del país, informó a Efe una fuente de seguridad.

El oficial se encontraba con su hijo en una zona cercana a la Facultad de Medicina, en el barrio Fuihat, cuando fue asaltado por varios pistoleros.

Según la fuente, que habló bajo condición de anonimato, Al Hediri falleció en el acto y su hijo resultó gravemente herido.

El pasado domingo, otros tres oficiales, dos de ellos del Ejército y uno de la Policía, fueron asesinados en tres atentados diferentes en Bengasi.

Más de 60 personas, en su mayoría relacionadas con las fuerzas de seguridad, han sido asesinadas en esta localidad del este del país, desde la caída del régimen de Gadafi, en el verano de 2011.

Los dirigentes libios acusan a supuestos simpatizantes del antiguo régimen de estar detrás de estos ataques.

EFE
 

Shandor

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Hombres armados atacan la embajada rusa en Tripoli e intentan entrar en el edificio
Un grupo de hombres armados ha atacado la embajada rusa en Trípoli (Libia), según ha confirmado esta noche el Ministerio de Exteriores ruso. Unas 60 personas abrieron fuego contra la delegación diplomática e intentaron penetrar en el recinto.
"De acuerdo con las primeras informaciones no hay heridos entre el personal ruso", ha dicho en declaraciones a la emisora Eco de Moscú la viceportavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajarova. "Estamos trabajando para aclarar la situación", añadió.
Según informó la cadena Al Arabiya, se oyeron en la zona "disparos y explosiones", por lo que podría haberse utilizado una granada, y resultaba imposible comunicarse por teléfono con la embajada.
El ataque recuerda al que llevaron a cabo militantes de Al Qaeda en septiembre de 2012 contra el consulado de EEUU en Bengasi (Libia), matando al embajador y a otros tres norteamericanos.
Una fuente diplomática ha confirmado a Reuters que los guardas de seguridad dispersaron a tiros a un grupo de unas 60 personas que se acercó a la embajada. Los atacantes incluso llegaron a romper la bandera rusa, según la agencia rusa Itar Tass. Fuerzas de seguridad libias ayudaron a asegurar el perímetro y defender a los diplomáticos.
Según fuentes diplomáticas, el ataque podría no ser un atentado terrorista. Al parecer, una mujer ucraniana mató a un soldado libio ayer esta semana y buscó refugio en la embajada rusa. La multitud acudió en su busca y protestando por lo sucedido.
Según AFP, los manifestantes dañaron la entrada del recinto y destruyeron un coche que había aparcado en la puerta
elmundo.es
 

Barbanegra

Colaborador
Al menos 15 soldados mueren en un ataque a un puesto militar en Libia
Al menos 15 soldados libios han muerto y un número indeterminado ha resultado heridos tras un ataque perpetrado contra un puesto militar al sur de la capital, Trípoli, según informó una fuente de los servicios de seguridad.

El ataque tuvo lugar a primera hora de la mañana en un puesto del Ejército en la región de Wechtata, entre las ciudades de Beni Walid y Terhouna, dijo la fuente, que añadió que cuatro de los heridos se encuentran en estado grave.

La agencia de prensa libia, Lana, señaló que los cadáveres de los 15 soldados se encuentran en el hospital de Terhouna, donde también han sido trasladados cinco heridos, al precisar que se trata de cifras provisionales.

Por el momento no se ha ofrecido más información sobre las circunstancias exactas del ataque ni sobre los autores ni sus motivaciones.

La dirección del hospital de Tarhouna ha pedido urgentemente a las autoridades de Trípoli ayuda médica para poder hacer frente a la situación.

Por otro lado, la agencia libia informó de que la carretera que une Beni Walid y Tarhouna ha sido cerrado al tráfico.

Este ataque es uno de los más mortíferos registrados en Libia desde la caída, hace más de dos años, del fallecido dictador Muamar Gadafi.

Las nuevas autoridades libias intentan garantizar la seguridad en el país, pero los actos de violencia no cesan de multiplicarse, en particular en la ciudad de Bengasi, bastión de la revolución que puso fin al régimen de Gadafi. El Gobierno de Trípoli atribuye los atentados a los partidarios del antiguo régimen.

EFE
 

Sebastian

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Libia pide explicaciones a EE.UU. por el operativo en Trípoli

Domingo, 6 de octubre de 2013

Al Libi es buscado por atentados de hace 15 años.

El gobierno libio ha exigido una explicación a Washington por el operativo realizado por fuerzas especiales estadounidenses en Trípoli en el que fue capturado Anas al Libi, un presunto líder de al Qaeda buscado por los ataques a las embajadas de Tanzania y Kenia 15 años atrás.

En un comunicado de la oficina del primer ministro, las autoridades del país norafricano han insistido que todo ciudadano libio debe ser juzgado en su nación, sin importar los cargos que se le imputan, y ha recordado que toda persona es inocente hasta que se demuestra lo contrario.

Libia ratificó su "estrategia relación" con Estados Unidos en el área de seguridad y defensa, y espera que esta alianza no se vea perjudicada "como resultado de este incidente".

Por la mañana, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, había declarado que los operativos de los comandos en Libia y también en Somalia tenían como objetivo demostrar la determinación de su gobierno de perseguir a los responsables de actos terroristas.
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/10/131006_ultnot_libia_explicaciones_eeuu_mz.shtml
 

Sebastian

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El doble golpe antiterrorista de EE UU muestra que Libia se asemeja a Somalia

“La implantación de Al Qaeda es una mera cuestión de tiempo”, según el Senado francés

El sur de Libia se ha convertido desde principios de año en un refugio de terroristas

Ignacio Cembrero Madrid 6 OCT 2013 - 20:45 CET15


Dos hijos del terrorista Al Libi muestran en Trípoli el lugar donde fue capturado el sábado. / AFP (AFP)

Si Abu Anas al Libi, de 49 años, se paseaba a sus anchas desde hace más de un año por Trípoli es porque sabía que las nuevas autoridades libias no le iban a echar el guante. El terrorista de Al Qaeda fue capturado el sábado las fuerzas especiales de EE UU y el Gobierno libio pidió explicaciones sobre esa operación militar en su capital. En realidad el Pentágono “le ha sacado una espina del pie a los responsables libios”, afirma el catedrático Mathieu Guidère autor del libro Al Qaeda a la conquista del Magreb (París, 2007).

La simultaneidad de las incursiones norteamericanas ha puesto en evidencia la similitud entre Somalia, un Estado fallido a 5.380 kilómetros de las costas de España, y Libia, un país que lleva el mismo camino, pero solo a 1.390 kilómetros.

“En ambos casos los que imponen su ley son jefes tribales y señores de la guerra, pero Libia no es aún un Estado fracasado a diferencia de Somalia” que sí lo es desde hace más de dos décadas añade Guidère.

El Gobierno federal somalí de Abdi Farah Shirdon apenas controla unos barrios de Mogadiscio, la capital. La milicia Al Shabab, que asaltó el mes pasado un centro comercial de Nairobi, ha perdido terreno, pero aún manda sobre amplias porciones en el sur del país.

Por si había duda del rumbo que lleva Libia desde la caída del régimen de Muamar el Gadafi, en el verano de 2011, basta con recordar que el carguero atiborrado con más de 500 inmigrantes que ardió el jueves frente a la isla italiana de Lampedusa partió de la ciudad libia de Misrata, que ronda los 300.000 habitantes.

La víspera, el 3 de octubre, Rusia anunció la evacuación de sus diplomáticos en Libia después de que una muchedumbre enfurecida hubiese intentado asaltar su Embajada. Trípoli “no está en condiciones por ahora de garantizar la protección y seguridad de la Embajada”, rezaba el comunicado de Moscú.

En Trípoli y alrededores las milicias reconocen la autoridad del Gobierno de Ali Zeidan. Pero en Cirinaica, la otra gran región costera, hay un fuerte descontento y el secesionismo está en auge. Es allí donde se extrae el grueso del petróleo, pero “su población no percibe que reciba la contrapartida presupuestaria”, afirma el politólogo Abdelkader Kadora, de Bengasi.

Las protestas y el descontrol han provocado desde agosto una caída de las exportaciones de petróleo que con apenas 700.000 barriles diarios suponen menos de la mitad que en los tiempos de Gadafi. Peor aún, la inseguridad incita a grandes compañías petroleras no europeas a retirarse o reducir su presencia en Libia.

Si Cirinaica sueña con el separatismo, la extensa región meridional del Fezzan —550.000 kilómetros cuadrados, pero solo medio millón de habitantes— se ha convertido en una especie de salvaje Oeste en versión libia.

En ese inmenso sur el Gobierno central no ejerce autoridad alguna. Mandan los traficantes y las milicias tribales, islamistas, etcétera, a las que a principios de año se han añadido cientos de terroristas de Al Qaeda expulsados del norte de Malí por el Ejército francés y su aliado chadiano.

“El centro de gravedad del terrorismo en el Sahel se desplaza hacia Libia”, advertía en julio un exhaustivo informe elaborado por cinco senadores franceses que recorrieron la región y fueron asesorados por expertos.

“Esa incapacidad del Estado [libio] para controlar las fronteras saharianas explica la aparición de un agujero negro en materia de seguridad en el Fezzan, especialmente en el triángulo formado por Oubari, Sabha y Mourzouk”, prosigue el documento.

Libia posee 4.500 kilómetros de fronteras terrestres con sus seis vecinos que son ahora aún más porosas que en tiempos de Gadafi. La Unión Europea desarrolla un programa para ayudarle a vigilarlas, pero es insuficiente para hacer frente al reto.

“El caos en el ámbito de la seguridad ha convertido a Libia en un refugio ideal para los terroristas”, proseguía en informe, y no solo en el Fezzan sino en el mismo Trípoli, donde vivía Al Libi desde hace más de un año. “La cuestión de la implantación de Al Qaeda en Libia es, en el fondo, una mera cuestión de tiempo”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/06/actualidad/1381084188_280417.html
 
Pero no se pueden comparar las dos operaciones, una fue más policial, levantaron a un tipo de la calle sin hacer ruido, la de Libia, en cambio en Somalía bien haciendo ruido, militar, con botes y autogiros y parece que fue un fracaso, similar a una de los franceses el año pasado también ahi.
 

Barbanegra

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Libia califica de 'secuestro' la detención del líder de Al Qaeda y pide explicaciones
El gobierno de transición de Libia criticó hoy duramente la acción en el país de unidades especiales de Estados Unidos contra el terrorismo internacional y exigió una explicación por el "secuestro" de un ciudadano libio, informa la agencia oficial Lana.

El gobierno "solicitó a las autoridades estadounidenses que ofrezcan explicaciones por el secuestrio de un ciudadano libio", indicó. A su vez, la cúpula libia manifiesta su esperanza de que la asociación estratégica entre Washington y Trípoli no se vea influenciada por estos acontecimientos.

El sábado unidades de élite de las fuerzas estadounidenses capturaron en Trípoli al líder terrorista Abu Anas al Libi, buscado por los atentados en 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.

Al parecer, el gobierno libio estaba al corriente de la intervención. Prácticamente al mismo tiempo, las tropas de élite de los Navy Seals atacaron a la milicia Al Shabaab en Somalia, responsable hace dos semanas de un sangriento ataque en un centro comercial de Nairobi, en la vecina Kenia.

El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ha elogiado ambas acciones. Éstas "envían un fuerte mensaje al mundo de que Estados Unidos no ahorrará esfuerzos para que los terroristas rindan cuentas, más allá de dónde se escondan o durante cuánto tiempo evadan a la justicia", aseguró Hagel en un comunicado.

"Continuaremos ejerciendo una presión implacable sobre los grupos terroristas que amenazan a nuestro pueblo o nuestros intereses y realizaremos acciones directas contra ellos, si es necesario, que estén en consonancia con nuestras leyes y valores", añadió.

Al Libi fue calificado de terrorista global por Estados Unidos y se encontraba a la vez en la lista de sanciones contra la red terrorista Al Qaeda de la ONU, según Hagel. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) había ofrecido una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que llevara a su captura.

El libio se encuentra actualmente bajo custodia estadounidense en una ubicación segura fuera de Libia, indicó un portavoz del Departamento de Defensa. El Pentágono no informó aún cuándo llegará a Estados Unidos o si será enviado a Nueva York, donde se levantó la acusación en su contra, o a la prisión de la Bahía de Guantánamo, en Cuba.

Estados Unidos negó hoy que la operación militar violara la soberanía territorial Libia y aseguró que Washington trabaja en coordinación con socios y aliados que combaten la amenaza global provocada por Al Qaeda.

Dpa
 

Sebastian

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EE UU interroga a Anas al Libi en un barco antes de entregarle a la justicia

La detención reabre el debate sobre el respeto de los derechos civiles en la lucha al terror

B. WEISER / E. SCHMITT (THE NEW YORK TIMES) 7 OCT 2013 - 13:28 CET110


El 'USS San Antonio', donde está detenido Abú Anas al Libi. / D. PAUMEN (AFP)

Un hombre acusado de trabajar para Al Qaeda y detenido por las fuerzas especiales estadounidenses en Libia este fin de semana, ha sido puesto bajo custodia militar y está siendo interrogado en un barco de la Armada de EE UU en el Mediterráneo, según afirmaron el domingo fuentes militares. Se espera que, eventualmente, se le traslade a Nueva York para ser juzgado.

El fugitivo, Nazih Abdul Hamed al Ruqai, de 49 años, conocido como Abú Anas al Libi, es considerado una posible "mina de oro" para los servicios de inteligencia, que creen que puede tener dos décadas de información sobre Al Qaeda, desde sus inicios en Sudán, con Osama bin Laden a la cabeza, hasta su actual dispersión.

Anas al Libi fue capturado por tropas estadounidenses asistidas por agentes del FBI y la CIA. [El Gobierno libio ha reclamado explicaciones a Washington por la operación; la Administración estadounidense responde que se trató de una acción legal].

Al mismo tiempo que se desarrollaba la operación en Libia, fuerzas especiales de la Marina de EE UU (los Navy SEAL) asaltaron un punto en la costa somalí con la intención de capturar un líder del grupo terrorista somalí Al Shabab, responsable por el ataque a un centro comercial en Nairobi (Kenia) el mes pasado. El asalto de las fuerzas especiales no tuvo éxito.

Fuentes relacionadas con la operación insistieron en que el plan estaba diseñado para capturar a los objetivos, no asesinarlos con vehículos no tripulados (drones) Predator, el arma antiterrorista por excelencia del Gobierno de Obama. "Si podemos capturar a los terroristas, podemos obtener una información valiosa que nunca obtendríamos si les matamos", afirmó una de estas fuentes, que ha pedido no dar su nombre debido a que los interrogatorios están en curso.

El departamento de Defensa de EE UU afirmó el domingo que Anas al Libi "está detenido legalmente bajo las leyes de la guerra en una localización protegida fuera de Libia". En el mismo comunicado, el ministerio afirma que "nuestra prioridad siempre ha sido y es capturar a los sospechosos de terrorismo y salvaguardar la oportunidad de obtener información valiosa que nos ayude a proteger al pueblo estadounidense". El departamento se negó a confirmar que Anas al Libi será juzgado en Nueva York, pero dos fuentes lo consideraron probable.

La decisión de detener a Anas al Libi e interrogarle para obtener información sin la presencia de un abogado sigue el modelo utilizado con éxito por el Gobierno de Barack Obama con otros sospechosos de terrorismo, especialmente con Ahmed Abdulkadir Warsame, un antiguo comandante de Al Shabab.

Warsame fue capturado en 2011 por las fuerzas armadas de EE UU en el golfo de Adén e interrogado a bordo de un navío de la Armada estadounidense durante alrededor de dos meses sin ser informado de sus derechos jurídicos ni recibir la ayuda de un abogado. Después de una pausa de varios días, el alto cargo de Al Shabab fue informado de sus derechos, renunció a ellos, fue interrogado durante otra semana por autoridades civiles y luego trasladado a Manhattan para su juicio.

"Warsame es el ejemplo a seguir en este caso", ha afirmado un funcionario de seguridad estadounidense.

Tras declararse culpable, Warsame ha cooperado con el Gobierno y ha entregado información sobre sus cómplices, que incluyen "terroristas internacionales de alto nivel", según ha afirmado la Fiscalía federal en la documentación del juicio.

El sospechoso está detenido a bordo del buque de asalto anfibio USS San Antonio, traído especialmente para esta misión, según funcionarios de la Marina. Anas al Libi fue imputado en 2000 por un tribunal de Manhattan, junto a una veintena de personas más, acusado de conspiración con Bin Laden para atacar objetivos estadounidenses en Arabia Saudí, Yemen y Somalia, así como de los atentados contra las embajadas de EE UU en Nairobi (Kenia) y Dar es Salaam (Tanzania), en los que murieron 224 personas.

Con la captura de Anas al Libi, se cree que solo unos cuantos de esos procesados están vivos y en libertad, el más destacado de ellos Ayman al Zawahiri, el número dos de Osama bin Laden que pasó a encabezar la organización tras la muerte de este a manos de las fuerzas especiales de EE UU en 2011.

Las pruebas presentadas al juicio contra los atentados en África describen a Anas al Libi como un experto informático dentro de Al Qaeda, ayudando a la vigilancia de la embajada en Nairobi. Durante la investigación, las autoridades obtuvieron un manual de terrorismo en la residencia de Anas al Libi en Manchester (Reino Unido).

El manual es un tratado que explica al detalle como llevar a cabo misiones terroristas. Entre otras cosas, el documento da información sobre falsificar documentos, abrir pisos francos, vigilar, asesinar, técnicas de cifrado e interrogación. También propone "hacer estallar y destruir embajadas y centros económicos vitales", así como el uso de explosivos, que "golpean al enemigo con puro miedo y terror".

No se sabe si Anas al Libi escribió el manual, pero la Fiscalía federal lo utilizó como prueba en el juicio a cuatro condenados por participar en el bombardeo de las embajadas, así como en el proceso contra Ahmed Jalfan Ghailani, el primer exprisionero de Guantánamo a ser juzgado en los tribunales federales. El manual también se usó en 2006, en el juicio que decidió condenar a cadena perpetua a Zacarías Musaui, que participó en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/07/actualidad/1381135135_192937.html
 

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AL QAEDA EN LIBIA
Extrañando a Muamar Gadafi
En Italia, los buzos han logrado recuperar 83 cadáveres de una embarcación con refugiados que se hundió el jueves frente a la isla de Lampedusa. Se teme que más de 300 refugiados africanos se hayan ahogado en el naufragio. La ministra italiana de Integración, Cécile Kyenge, estaba en el muelle mientras los cuerpos eran llevados a tierra firme y un representante del Vaticano los bendecía uno por uno. Kyenge, quien fue nombrada la primera ministra negra en la historia de Italia este año y se ha enfrentado a insultos racistas, expresó que las leyes sobre inmigración no deberían ser punitivas. La embarcación hundida se encuentra en aguas tan profundas, que los buzos sólo pueden estar unos minutos allí antes de volver a la superficie. El trágico acontecimiento permite avanzar sobre otro tema de gran actualidad:
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Las protestas y el descontrol han provocado desde agosto una caída de las exportaciones de petróleo que con apenas 700.000 barriles diarios suponen menos de la mitad que en los tiempos de Gadafi (foto). Peor aún, la inseguridad incita a grandes compañías petroleras no europeas a retirarse o reducir su presencia en Libia.
Muy interesante el siguiente fragmento de la nota de Ignacio Cembrero para El País, de Madrid:
"(...) Por si había duda del rumbo que lleva Libia desde la caída del régimen de Muamar el Gadafi, en el verano de 2011, basta con recordar que el carguero atiborrado con más de 500 inmigrantes que ardió el jueves frente a la isla italiana de Lampedusa partió de la ciudad libia de Misrata, que ronda los 300.000 habitantes.
La víspera, el 3 de octubre, Rusia anunció la evacuación de sus diplomáticos en Libia después de que una muchedumbre enfurecida hubiese intentado asaltar su Embajada. Trípoli “no está en condiciones por ahora de garantizar la protección y seguridad de la Embajada”, rezaba el comunicado de Moscú.
En Trípoli y alrededores las milicias reconocen la autoridad del Gobierno de Ali Zeidan. Pero en Cirinaica, la otra gran región costera, hay un fuerte descontento y el secesionismo está en auge. Es allí donde se extrae el grueso del petróleo, pero “su población no percibe que reciba la contrapartida presupuestaria”, afirma el politólogo Abdelkader Kadora, de Bengasi.
Las protestas y el descontrol han provocado desde agosto una caída de las exportaciones de petróleo que con apenas 700.000 barriles diarios suponen menos de la mitad que en los tiempos de Gadafi. Peor aún, la inseguridad incita a grandes compañías petroleras no europeas a retirarse o reducir su presencia en Libia.
Si Cirinaica sueña con el separatismo, la extensa región meridional del Fezzan —550.000 kilómetros cuadrados, pero solo medio millón de habitantes— se ha convertido en una especie de salvaje Oeste en versión libia.
En ese inmenso sur el Gobierno central no ejerce autoridad alguna. Mandan los traficantes y las milicias tribales, islamistas, etcétera, a las que a principios de año se han añadido cientos de terroristas de Al Qaeda expulsados del norte de Malí por el Ejército francés y su aliado chadiano.
“El centro de gravedad del terrorismo en el Sahel se desplaza hacia Libia”, advertía en julio un exhaustivo informe elaborado por cinco senadores franceses que recorrieron la región y fueron asesorados por expertos.
“Esa incapacidad del Estado [libio] para controlar las fronteras saharianas explica la aparición de un agujero negro en materia de seguridad en el Fezzan, especialmente en el triángulo formado por Oubari, Sabha y Mourzouk”, prosigue el documento.
Libia posee 4.500 kilómetros de fronteras terrestres con sus seis vecinos que son ahora aún más porosas que en tiempos de Gadafi. La Unión Europea desarrolla un programa para ayudarle a vigilarlas, pero es insuficiente para hacer frente al reto.
“El caos en el ámbito de la seguridad ha convertido a Libia en un refugio ideal para los terroristas”, proseguía en informe, y no solo en el Fezzan sino en el mismo Trípoli, donde vivía Al Libi desde hace más de un año. “La cuestión de la implantación de Al Qaeda en Libia es, en el fondo, una mera cuestión de tiempo”.

urgente 24
 

Sebastian

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EE UU defiende la legalidad de sus incursiones militares en Libia y Somalia

El Gobierno de Obama asegura que el capturado en Trípoli, aún en paradero desconocido, será presentado ante los tribunales civiles.
La Casa Blanca afirma que actuó bajo la autoridad que el Congreso dio al presidente en 2001
Antonio Caño Washington 8 OCT 2013 - 00:51 CET140

Las operaciones simultáneas de Estados Unidos en Somalia y Libia, que suponen el regreso a la lucha contra el terrorismo sobre el terreno y con fuerzas militares, abren al mismo tiempo un complejo debate sobre la legalidad de esas acciones y el riesgo de una mayor implicación norteamericana en países que ya padecen una enorme desestabilización. El Gobierno de Barack Obama defiende que ha actuado de forma legítima y que el sospechoso capturado en Trípoli será puesto en manos de la justicia y tratado conforme a la ley.

El secretario de Estado, John Kerry, manifestó que Abu Anas al Libi, detenido el viernes pasado por un comando de las fuerzas Delta del Ejército norteamericano, era “un objetivo legal y apropiado” que “tendrá la oportunidad de defenderse y será debidamente sometido a la justicia en un tribunal”.

El detenido tendrá la oportunidad de defenderse y será debidamente sometido a la justicia en un tribunal"
John Kerry

Kerry no dijo cuándo puede eso ocurrir. Mientras tanto, Al Libi, reclamado por un juez de Nueva York por su responsabilidad en los atentados de 1998 contra las embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania, se encuentra “en lugar seguro”, según la información oficial, pero desconocido. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, explicó que Obama aprobó ambas misiones porque es obligación del Gobierno llevar ante la justicia a las personas reclamadas por el delito de “matar norteamericanos”, y respaldó la legitimidad de la intervención en Libia con la autorización que el Congreso otorgó al presidente en 2001 para usar la fuerza contra Al Qaeda y sus aliados. Obama había dicho a principios de este año que los poderes que proporciona esa autorización son excesivamente amplios y que era necesario renegociar esa ley con el Congreso.

Extraoficialmente, fuentes de la Administración han informado a medios de comunicación que Al Libi está a bordo del barco San Antonio en un punto no identificado. El sospechoso está siendo interrogado por expertos de la CIA y el FBI, pero no cuenta con asistencia de un abogado ni se le han leído sus derechos, algo que todavía podría tardar varias semanas en suceder. En el único precedente de un caso similar durante la Administración de Obama, Ahmed Abdulkadir Warsame, capturado en 2011 en el Golfo de Adén, estuvo detenido dos meses antes de recibir la visita de un abogado y quedar a disposición del juez. El Gobierno libio ha calificado la captura de Al Libi como “un secuestro”.

También este fin de semana, un comando de los Navy Seal, el mismo grupo de operaciones especiales que mató a Osama bin Laden, trató de capturar a otro sospechoso de terrorismo en Somalia. Aunque oficialmente no se han facilitado detalles al respecto, ha trascendido de fuentes fiables, aunque no identificadas, que el objetivo era Abdikadir Mohamed Abdikadir, conocido como Ikrima, a quien se cree uno de los principales mandos del grupo terrorista somalí Al Shabab, la rama de Al Qaeda en el África oriental. Ikrima está considerado también uno de los responsables de la actividad del grupo Al Hijra, la extensión de Al Shabab en Kenia y al que pertenecían los autores del ataque de hace dos semanas contra un centro comercial en Nairobi. Las mismas fuentes afirmaron que la incursión de los Navy Seal en Somalia fue abortada cuando se comprobó que no era posible atrapar con vida al sospechoso.

La coincidencia de las dos operaciones, ambas con el propósito de capturar objetivos que podrían haber sido atacados desde el aire, representa un cambio significativo en la estrategia antiterrorista del Gobierno de Obama, que hasta ahora había concentrado los esfuerzos para diezmar a Al Qaeda en los bombardeos con aviones no tripulados (drones). Ese cambio representa, tanto el reconocimiento de que el desmantelamiento de Al Qaeda, reaparecida con fuerza en los últimos meses, puede exigir una mayor implicación militar, como la voluntad de enviar el mensaje de que EE UU no renunciará a esa pelea.

“Esperemos que esto deje claro”, advirtió Kerry, “que EE UU nunca cejará en sus esfuerzos para que aquellos que cometen actos terroristas paguen para ello. Los miembros de Al Qaeda y de otras organizaciones terroristas pueden correr, pero no se pueden esconder”.

Estas dos acciones militares vienen a robustecer la posición de Obama en un momento en que su liderazgo está siendo cuestionado por la crisis política y presupuestaria en Washington, así como por sus vacilaciones durante el conflicto con Siria, en el que la Casa Blanca decidió en el último momento renunciar a la intervención con la que había amenazado.

Al mismo tiempo, le permiten al presidente renunciar por una vez al uso de los drones, que había sido criticado por organizaciones de derechos humanos y opositores políticos porque esos ataques causan la muerte de personas inocentes y crean sentimiento de repulsa entre la población de los países en los que operan.

El procedimiento legal sería solicitar la extradición de los sospechosos. Pero no parece una vía muy factible en casos como los de Somalia o Libia

La implicación de fuerzas militares sobre el terreno y el intento de capturar a los sospechosos con vida tiene un riesgo menor de lo que lo oficialmente se conoce como daños colaterales, pero no elimina la polémica sobre la autoridad de EE UU para actuar fuera de sus fronteras. El procedimiento legal en el caso de un sospechoso reclamado por un juez norteamericano sería, desde luego, el de solicitar su extradición a las autoridades del país en que sea localizado. Pero no parece esta una vía muy factible en casos como los de Somalia o de Libia.

La captura de sospechosos con vida crea, además, el problema del trato legal a otorgarle. En un estado de derecho no cabe ninguna alternativa a la de poner al detenido bajo protección policial en el plazo que marque la ley. Pero, de nuevo, no parece muy probable que EE UU mande un comando Delta a Trípoli a capturar a un supuesto dirigente de Al Qaeda para permitir que éste se acoja inmediatamente a su derecho a guardar silencio.

Obama se encuentra, pues, frente a uno de los dilemas ante los que se ha encontrado desde el principio la guerra contra el terrorismo: le eficacia o la legalidad. En este caso, al menos, EE UU ha reconocido que tiene en su poder al detenido y ha prometido su juicio en algún momento. Pero algunos otros interrogantes subsisten.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/07/actualidad/1381162766_670003.html
 
Pensar que en el último discurso del PM libio Ali Zeidan en la ONU era todo lindo, todo estabilidad, una nueva república en ciernes.
Bueno, lo acaban de secuestrar.

El primer ministro libio Ali Zeidan, fue secuestrado el jueves al alba por un grupo armado y fue conducido hacia un destino desconocido, anunció el gobierno.
"El jefe de gobierno de transición, Ali Zeidan, fue conducido hacia un destino desconocido por razones que se desconocen por un grupo de hombres que serían ex rebeldes", indicó el gobierno en un breve comunicado en su sitio de internet.


Asi se expresaba en la ONU hace menos de quince días.

http://analisis-global.blogspot.com.ar/2013/09/las-palabras-en-la-onu-del-primer.html

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Barbanegra

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Liberado el primer ministro libio, tras retenerlo hombres armados
El primer ministro de Libia, Ali Zeidan, ha sido puesto en libertad, tras seis horas de confusión sobre su paradero.

En un principio, se aseguró que Zeidan había sido secuestrado por hombres armados. Poco después, se precisó en la televisión estatal que el primer ministro estaba retenido por la brigada criminal, de ahí que no fuera una detención, sino un secuestro. Ahora bien, ni el ministro de Justicia ni toda la cúpula del Gobierno libio creyeron tal versión.

Todo comenzó cuando se hizo público que Zeidan había sido capturado a punta de pistola por varios hombres en un hotel de Trípoli, pertenecientes al Ministerio del Interior. Poco después, la versión era distinta, tanto en la televisión como en la agencia estatal de noticias LANA: "Zeidan ha sido arrestado por el Departamento de Lucha Contra el Crimen".

Un portavoz del cuerpo de seguridad precisó a su vez que el 'premier' se encontraba en una comisaría y "en buen estado de salud".

Una vez liberado, el primer ministro Zeidan aseguró que había sido secuestrado durante seis horas y que no pensaba renunciar: "Si el objetivo de este secuestro era obligarme a renunciar, entonces sólo puedo decir que no voy a hacerlo. Avanzamos despacio, pero estamos en el camino correcto".

Detalles del suceso
Del Ministerio del Interior libio forman parte ex rebeldes que no siempre siguen las premisas del gobierno.

Poco después del secuestro del político de 63 años por milicianos, los libios empezaron a colgar fotos en Internet tomadas en el momento en que se produjeron los hechos, en las que se ve a Zeidan sin gafas y con la camisa abierta.

La oficina del primer ministro convocó a los miembros del gobierno a una reunión de emergencia y señaló que Zeidan probablemente fue secuestrado por el llamado "Comando Central de los Revolucionarios de Libia".

Se cree que el incidente puede estar relacionado con el secuestro del presunto miembro de Al Qaeda Nasih al Rukayi, alias Abu Anas al Libi. El miliciano fue capturado el sábado por un comando especial estadounidense en Trípoli y sacado del país.

El miércoles, Zeidan recibió a familiares de Al Libi y les aseguró que su país hará todo lo posible para "garantizar sus derechos".

Ali Zeidan es el primer jefe de gobierno elegido en las urnas en Libia. Ex opositor a Muamar Gadafi, vivió muchos años en el exilio, entre otros países en Alemania.

Tras el secuestro de Al Libi, tuvo lugar en Bengasi una protesta de islamistas radicales y el Gobierno convocó a la embajadora estadounidense en Trípoli para exigirle explicaciones.

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/10/10/internacional/1381379249.html
 

Sebastian

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La Corte Penal Internacional permite que Trípoli juzgue al jefe de espías de Gadafi

Abdula el Senusi está acusado de crímenes contra la humanidad cometidos durante las revueltas de 2011

Las autoridades libias quieren procesar también a Saif el Islam, hijo de Gadafi, pero en su caso la Corte se opone

Isabel Ferrer La Haya 11 OCT 2013 - 16:13 CET


Los rebeldes celebran en Misrata la victoria sobre Gadafi, en 2011. / Cristobal Manuel

La Corte Penal Internacional (CPI) ha dado luz verde para que Abdulá el Senusi, antiguo jefe de espías del régimen del fallecido Muamar Gadafi, sea juzgado en Trípoli. La Corte le acusa de crímenes contra la humanidad cometidos durante las revueltas que acabaron con Gadafi. Hasta ahora exigía que el proceso tuviera lugar en La Haya, su sede oficial. Los jueces, sin embargo, han decidido este viernes que el proceso puede seguir adelante a domicilio “porque Libia está en disposición de hacerlo”. La CPI solo actúa cuando el país donde se originan los delitos no puede garantizar un juicio justo.

Senusi huyó de Libia tras las revueltas, y permaneció un tiempo escondido hasta que Mauritania decidió extraditarlo a Libia. A pesar de su decisión, la Corte ha subrayado que este caso “nada tiene que ver con el de Saif el Islam”, acusado asimismo de crímenes contra la humanidad. El hijo de Gadafi, que actuaba de primer ministro de hecho de su padre, permanece detenido por milicianos en Zintán, al oeste del país. Sus captores no quieren a entregarlo a los tribunales en Trípoli porque, según aseguran, en 2011 puso en peligro la seguridad nacional. La apertura de su caso está prevista para diciembre en la propia Zintán.

La decisión de los jueces internacionales con respecto a El Senusi es firme, pero no inamovible. Si Libia diera muestras de no saber organizar un juicio imparcial, puede ser revocada. Libia contempla la pena de muerte en sus leyes. La CPI solo impone cadena perpetua.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/11/actualidad/1381500820_660260.html
 

Sebastian

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Libia, el caos tras la guerra

Dos años después de la muerte de Gadafi es difícil asegurar quién manda en el país

Sin policía ni Ejército, el país petrolera intenta organizarse entre la violencia y la amenaza yihadista

EL PAÍS recorre cuatro puntos neurálgicos, donde la población se debate entre el miedo, el hartazgo y la esperanza


Maite Rico Trípoli 12 OCT 2013 - 23:56 CET5


Un tuareg ante el tercer pozo de petróleo más grande de Libia, en febrero. / ÁLVARO CÁNOVAS (CONTACTO)

Trípoli, la capital inquieta
Libia no es un Estado, no es un presidente, no es un gobierno. Libia son milicias que toman decisiones por su cuenta. ¡Pero si el primer ministro apenas puede protegerse a sí mismo!”. Resonaban aún estas palabras del periodista Sami Zaptia el jueves en la redacción del diario Libya Herald, cuando el mentado primer ministro, Ali Zeidan, era secuestrado en su cama del lujoso hotel Corinthia, en Trípoli, por un comando armado.

Horas después, otro comando lo rescataba. No se sabe si los milicianos querían obligarlo a renunciar, como parte de las vendettas políticas dentro del Gobierno. O bien si pretendían canjearlo por el terrorista de Al Qaeda Abu Anas al Libi, capturado hace una semana en la capital libia en una operación dirigida por Estados Unidos. No se sabe y quizás nunca se sepa.

Como nunca se sabrá quién está detrás de los atentados, asesinatos y otros acontecimientos pavorosos o extraordinarios que sacuden esta potencia petrolera desde el derrocamiento, en 2011, de Muamar el Gadafi. Bienvenidos a la nueva Libia. Un caos, sí. Pero un caos organizado. Tal vez eso de funcionar sin gobierno sea otra herencia de la exmetrópoli italiana, con la pizza y el buen café.

El bullicio reina en Trípoli. La capital ha recuperado el pulso perdido durante los ocho meses de guerra, entre febrero y octubre de 2011, que puso fin a 42 años de dictadura. Brotan cafeterías con nombres como Versalles, Veranda, Roma o Morganti. La casa BMW estrena un lujoso concesionario. Pronovias abre en Gargaresh, la zona chic. En la céntrica calle Omar Mojtar, los viejos comercios de ropa sacan a los soportales maniquíes masculinos con vaqueros de esos que dejan medio culo fuera. Y el zoco es de nuevo un trajín de brillantes telas de India, joyas de oro y divisas del mercado negro.

La nueva Libia son también las colegialas correteando, los cruasanes con miel, las emisoras de rock y rap que se han abierto paso

La ciudad es un atasco permanente. ¿Dónde van todos a las once de la mañana? Otro de los misterios libios. “Aquí la gente no trabaja”, sostiene Ahmed, farmacéutico. El desempleo llega al 33% pero el trabajo lo hacen los inmigrantes: tunecinos y marroquíes están en hostelería y servicios, egipcios en agricultura y pesca, subsaharianos y bangladesíes en la construcción. La mitad de los adultos libios son funcionarios. Y el resto se dedica al comercio o a los negocios familiares. El caso es que hay dinero. Mucho circulante. Nadie se fía de los bancos, no hay tarjetas de crédito y todo se paga en efectivo.

Esto también es la nueva Libia. Y las niñas que a mediodía salen de clase correteando con sus uniformes azules o negros, cubiertas con un hiyab blanco. Los gais que se reúnen por la noche bajo los puentes de la autopista, cerca de la plaza de los Mártires. Los cruasanes untados con mantequilla y miel y rebozados en frutos secos. Las emisoras de rock y rap que se han abierto paso en los últimos meses. O las nuevas publicaciones que llenan los quioscos.

“Hay un apetito insaciable por saber, por aprender idiomas, algo que Gadafi prohibió en su día”, comenta Sami Zaptia, codirector del Libya Herald, un meritorio diario digital en inglés hecho con pasión por diez jóvenes que aprenden el oficio sobre la marcha, y que cuenta ya con un millón de visitas. “Libia no es Irak, no es Afganistán, no es Siria. Hay muchos retos y problemas, porque ha sido un proceso muy traumático. La democracia es una cultura, y la mayoría de los libios no han conocido otra cosa que Gadafi. La dictadura es horrible, pero ofrece orden y estabilidad. Ahora estamos confundidos, y tenemos derecho a estarlo”.


Militares ante el tribunal que juzga al jefe de la inteligencia de Gadafi / MAHMUD TURKIA (AFP)

Del dictador solo quedan las caricaturas que llenan las paredes de la ciudad. Y los cascotes de su gigantesco cuartel general en Bab al Azizia, bombardeado por la OTAN. Y un legado de destrucción que tardará mucho tiempo en superarse.

A la confusión de la que habla Zaptia contribuyen en buena medida las autoridades. El Congreso General de la Nación, elegido en las urnas en julio del año pasado, no termina de conformar la comisión encargada de redactar la nueva Constitución. Los bloqueos entre los Hermanos Musulmanes y los liberales son constantes. “Bueno, pero ayer acordaron prohibir la pornografía en Internet que, como todo el mundo sabe, es el problema número uno de Libia”, ironiza Ali, profesor de inglés. “Estamos en un limbo peligroso. En política, si no avanzas, retrocedes”. A la entrada del Congreso llegan cada día cientos de personas que no saben a quién acudir para resolver sus problemas. Como Muna, que aborda llorosa a todo el que sale o entra con aires de autoridad para que le ayuden a encontrar a su hijo, secuestrado hace tres días. “Hicimos la revolución porque queríamos un país moderno. Pero los que hay ahora hacen lo mismo que Gadafi. Son unos ladrones”, comenta un hombre. “El presupuesto del Gobierno libio es mayor que el de Egipto. Ellos son 85 millones, y nosotros sólo 6. ¿Qué están haciendo?”.

El Congreso General, elegido en julio de 2012, no ha formado aún la comisión para redactar la nueva Constitución

El Gobierno provisional de Ali Zeidan, un liberal bienintencionado pero sin margen de maniobra, se ve sobrepasado por la magnitud de los desafíos. Todo está por hacer. Y todo es todo. Gadafi dejó un país sin instituciones y corroído por la corrupción. En contra de lo que pretendía hacer creer la propaganda, Libia tiene carencias infinitas en educación, salud, vivienda, infraestructuras, telecomunicaciones… El problema más grave, sin embargo, es la seguridad, en manos de centenares de milicias formadas por civiles para combatir contra las tropas de Gadafi, y hoy armadas hasta los dientes. El Gobierno pretende sumarlos a las nuevas fuerzas de seguridad. Para ello ha creado dos cuerpos intermedios: el llamado Escudo Libio, que agrupa a milicias que luego se incorporarán al Ejército, y el llamado Comité Supremo de Seguridad, cuyos miembros acabarán en la policía. Pero muchas brigadas (qatibas) siguen funcionando por su cuenta. No acaban de confiar en las autoridades. Ni las autoridades acaban de confiar en ellos. El poder ahora emana del kaláshnikov.

Y de ese poder da idea la situación de Saif al Islam, hijo y heredero de Gadafi, detenido en Zintan por una milicia que se niega a entregarlo al Gobierno. Son también las qatibas las que controlan las cárceles, donde, según las organizaciones humanitarias, impera la tortura. “La policía no funciona. Somos nosotros los que perseguimos el crimen, robo de coches, tráfico de drogas, venta de alcohol… y también detenemos gadafistas”, explica Murad Hamza, que a sus 30 años comanda la qatiba Suq al Yumaa, una de las más poderosas de Trípoli. Casi la mitad de sus 500 hombres han regresado a la vida civil. El resto espera integrarse en la unidad de inteligencia de la policía. “Nos llevamos bien con otras qatibas. Las islamistas son las que más lucharon contra Gadafi, pero nunca toleraremos que se impongan. Si quieren ir a Siria a combatir, que Alá les acompañe”. Hamza estudió economía, pero se le ve a gusto con el uniforme negro y la pistola al cinto. Abre una enorme caja fuerte para mostrar algunas de las incautaciones: drogas sintéticas, documentos, armas blancas. Rebusca y rebusca y brama a su subalterno: “¿¡Quién se ha llevado la botella de whisky!?”.

Gadamés, el oasis olvidado


Una calle del laberíntico centro de la ciudad de Gadamés. / MAITE RICO

A 600 kilómetros al suroeste del estrépito, la conducción enloquecida y la agresividad de Trípoli, Gadamés languidece en medio del silencio. Este oasis bereber, pegado a las fronteras de Túnez y Argelia, fue uno de los centros más importantes en la ruta de las caravanas que cruzaban el Sáhara ya desde la época romana.

Ningún turista recorre el maravilloso casco antiguo, un entramado de laberintos de adobe, patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El polvo cubre los estantes de las pocas tiendas de artesanía de cuero que siguen abiertas. Varios restaurantes y dos de los tres hoteles han echado el cierre. La revolución ha golpeado a esta población cuidada por Gadafi. No en vano, el dictador construyó en 1973 una nueva ciudad para realojar a los 10.000 vecinos, que vivían ciertamente en condiciones insalubres. Durante la guerra, el oasis estuvo sitiado por las fuerzas rebeldes, y cayó al final, después de Trípoli. Pero nadie habla de política. “Gadafi nos benefició, pero no nos gustaba su ideología”, se limita a comentar Tahir, profesor y guía turístico inactivo desde hace dos años.

Quienes sí trabajan son los subsaharianos, en la reconstrucción del casco antiguo, donde viven casi recluidos. Son de Malí, Chad o Níger, y Gadamés es para ellos una escala en su camino a Europa. Cruzan a pie por el desierto, a través de fronteras inabarcables, dominadas por los traficantes de armas, inmigrantes y drogas. Justamente desde Libia cruzó el comando de Al Qaeda que asaltó en suelo argelino la planta de gas de In Amenas el pasado enero.

Acodado en la valla del viejo cementerio, Mohamed sueña con un próspero futuro para su Gadamés natal, adonde regresa de vacaciones. Salió para estudiar ingeniería aeronáutica en Canadá y, como buena parte de los estudiantes becados, no quiso volver al manicomio de Gadafi. “Gadamés tiene unas magníficas condiciones para la navegación aérea. Por eso y por su ubicación, podríamos convertirnos en un centro neurálgico en las comunicaciones para África”. Es una idea casi poética: sería recuperar en el siglo XXI el papel que tuvo en el comercio africano desde tiempos inmemoriales.


Bengasi, rehén del desánimo


Resultado de la explosión en el Ministerio de Exteriores en Bengasi. / ABDULLAH DOMA (AFP)

“Bienvenidos a la cuna de la revolución”. Un cartel en el aeropuerto de la capital de la región oriental de Cirenaica recuerda el protagonismo de la segunda ciudad de Libia en la revolución. Pero los bengasíes enfrían la acogida. “Está todo mal”, dice el empresario Fahmi Igwian, mientras su viejo Mercedes surca calles y barrios rebosantes de basura.

Esa misma mañana de principios de octubre, un coronel de aviación ha sido tiroteado en una emboscada. Llevaba a su hijo al colegio. El crío, de ocho años, ha muerto también al estrellarse el coche. Ya van más de 60 oficiales asesinados en las últimas semanas. A tiros, o con bombas lapa. “Muchos no tenían nada que ver con la represión. Uno de los últimos era artificiero”, prosigue Fahmi. “Yo a las ocho de la noche me encierro en casa. Limito mis salidas y resuelvo gestiones por teléfono. Tengo miedo”.

¿Y quiénes matan a los militares? Otro apartado para anotar en la lista de los grandes misterios de Libia. ¿Y quién puso la bomba en el edificio de los Tribunales en septiembre? ¿Y la que destruyó, ese mismo mes, las dependencias que tiene en Bengasi el Ministerio de Exteriores? ¿Y quién mató al embajador estadounidense, Chris Stevens, en septiembre del año pasado? Oficialmente no hay respuesta. En privado, y siempre pidiendo anonimato, expertos y, sobre todo, jefes milicianos —incluso algunos salafistas que se desmarcan de la violencia— señalan a las células yihadistas que se han establecido en las Montañas Verdes, cerca de Darna, al este de Bengasi. Argelinos y tunecinos se han unido a los extremistas locales. “Lo más importante que tenemos que hacer es protegernos de ellos. Pero el Estado no hace nada. Y eso aumenta la sensación de abandono de Bengasi”.

“Ya van más de 60 oficiales asesinados en las últimas semanas. Tengo medio”, confiesa un empresario bengasí​

Para Yalal al Arasi, la inacción del Gobierno tiene otra explicación. “No les meten mano porque les interesa que haya inestabilidad en nuestra región”. Yalal combatió en una milicia de Bengasi y ahora apoya al movimiento federalista que emerge en el este. La vieja rivalidad que ha existido siempre con Trípoli, alentada por Gadafi, ha revivido tras el triunfo de la revolución. “No queremos la independencia, sino un sistema federal, como Alemania, o Estados Unidos. A nuestra región solo le dieron 60 escaños en el nuevo Congreso, frente a los 100 de Tripolitania. Trípoli tiene todo: ministerios, embajadas, empresas. Reparte el dinero como quiere. Y de aquí, de la Cirenaica, sale el 75% del crudo que se exporta”.

En los últimos meses, los federalistas han bloqueado el acceso del petróleo a los puertos y refinerías. Ellos y otros sectores con distintos agravios. La producción de crudo, que en 2012 recuperó el ritmo previo a la guerra, de 1,6 millones de barriles diarios, se llegó a desplomar en un 90%. Ahora las autoridades dicen haber aumentado a 700.000 barriles. El daño económico para un Estado que no cobra impuestos y que tiene en el petróleo la mitad de su PIB y casi el 100% de las exportaciones, es enorme.

Salvo el petróleo, Libia no produce nada. Importa el 80% de los alimentos que consume, y el 60% de la gasolina, que se vende a precios subvencionados y cuesta menos que el agua: 9 céntimos de euro por litro. Por eso los libios no se bajan del coche. El FMI ha recomendado a Libia que diversifique su economía: que desarrolle su capacidad de refino, el sector petroquímico y el tejido industrial. Pero la burocracia, la carencia de un sistema bancario eficaz y algunas leyes en trámite, como la que impone la banca islámica (que prohíbe, por ejemplo, los intereses) u otra que limita la inversión extranjera, siembran el desconcierto.

“Yo pronostico una segunda revolución. Estamos hartos de este sistema sin control”, comenta un periodista​

“Yo pronostico una segunda revolución. La gente está enfadada: los jóvenes, los pobres... Todos estamos hartos de este sistema sin control”. Zuair al Barassi, un activo periodista y presentador de radio, no oculta su desencanto y deplora el avance islamista. “Ayer atacaron la universidad en Darna. En el este y en el sur tienen bases y poder. Aquí no les queremos”. Es cierto. En septiembre, tras el asesinato del embajador Stevens, la gente de Bengasi echó a la brigada de Ansar el Sharía y les quemó la sede. Pero están volviendo, aprovechando del vacío de poder.

“De momento solo tenemos a las fuerzas especiales del Ministerio de Defensa”. Zuair fuma el enésimo cigarrillo mientras relata una nueva amenaza de muerte que ha recibido. “Siento decirlo, pero no soporto más esta ciudad. Me quiero ir. Quiero que mi hijo tenga una vida normal”.

Misrata, la ciudad Estado
Ya no retumban los misiles Grad con los que los gadafistas martillearon Misrata durante cuatro meses. Ahora, esos estallidos sordos que suenan cada noche son los petardos y los fuegos artificiales que acompañan a las bodas. Ya van 400 en un mes. Si en Trípoli o Bengasi hay brotes de impaciencia o desconsuelo, en Misrata reina la felicidad. “Por fin estamos viviendo en paz”, exclama Yumaa, comerciante, como todo el mundo en esa población laboriosa y rebelde. La llamada Ciudad Mártir, que resistió heroicamente un asedio brutal, perdió a mil de sus jóvenes y fue parcialmente destruida, se ha convertido en una ciudad Estado, vibrante y orgullosa.


Un hombre frente a un edificio destrozado de Misrata. / CRISTÓBAL MANUEL

Las cicatrices son visibles. La fantasmagórica Torre de Seguros, guarida de los francotiradores, preside agujereada Midan Al Nasr. Allí estuvo en su día el bello barrio histórico italiano, destruido por Gadafi. En su lugar hizo aquella plaza horrenda y colocó un enorme reloj que nunca nadie se molestó en poner en hora.

Muchos edificios de la calle Trípoli siguen calcinados. Pero en sus bajos han abierto rutilantes tiendas de muebles, artículos deportivos o ropa. Si los libios son comerciantes natos, los misratíes superan a sus compatriotas en espíritu emprendedor. El aeropuerto, destruido durante la guerra, tiene ahora vuelos internacionales a Turquía, Jordania, Marruecos y Túnez. El puerto es el más importante de Libia, tal vez porque es el único que se salta la ley gadafista, aún en vigor, que les obliga a funcionar solo ocho horas.

Comercios rutilantes
han abierto en los bajos de los edificios calcinados de la calle Trípoli

Misrata es el laboratorio perfecto para estudiar las redes de comercio sur-sur. Yumaa importa zapatos de China, y textiles de Turquía, que luego vende al por mayor a comerciantes del resto de África. Y Misrata es también el lugar más seguro de Libia. 230 milicias se turnan en las tareas de vigilancia. Por la carretera de Trípoli, un arco, justo donde estuvo el frente de Dawiniya, marca la entrada a esta especie de república independiente, que cuenta con su propio sistema de aduanas. Por tierra, mar y aire revisan los documentos y los pasaportes. A veces con celo excesivo. “Es un problema para el comercio, que ha sufrido un 60% de caída. Muchos de mis clientes, de Sudán y otros lugares de África, ya no vienen por temor a los controles. Ahora van a Dubái”, explica Yumaa. “Pero yo lo doy por bueno. La seguridad es lo primero”.

“Nos sabemos organizar, eso es todo”, comenta Mohamed Salabi, a quien una bala alojada en la espalda obliga a caminar con bastón. “En Bengasi solo saben llorar, mucho bla bla, pero no hacen nada”. “El problema”, añade, “es que Gadafi era nuestro factor unificador. Ahora no hay Gadafi y buscamos algo contra lo que oponernos. Jóvenes y viejos tenemos diferentes aspiraciones. Y laicos e islamistas. Y libios del exilio, occidentalizados y mejor formados, y los que se quedaron... Tenemos que buscar nuestra propia identidad. Y eso nos llevará tiempo”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/11/actualidad/1381521489_119618.html
 

Barbanegra

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Libia, bajo la ley de las milicias armadas
La liga de fútbol libia se juega en estadios vacíos por razones de seguridad. Ante el deterioro de la situación que se vive en el país norteafricano, las autoridades prohibieron que los aficionados asistieran a los partidos porque nadie era capaz de controlar a las bulliciosas multitudes, que acudían armadas a las gradas.

Y es que el mundo del fútbol no se ha librado de someterse –como el resto de la sociedad libia- a los dictados de las milicias armadas que operan en el país y que imponen su voluntad a punta de 'kalashnikov', desde que en 2011 el país se levantara en armas contra el régimen de Muamar Gadafi y lograra darle muerte, hace hoy dos años.

En vísperas del aniversario de la captura del dictador, uno de los equipos de fútbol más importantes de Libia, el Al Ahly de Trípoli, acaba de anunciar que se retira de la liga a causa del acoso de los ex rebeldes. Es su manera de protestar por los continuos ataques que sufre. El pasado lunes, su jugador estrella Mohamed al Maghrabi recibió un disparo en su brazo derecho y tuvo que someterse a una operación para retirar la bala.

Otros futbolistas del equipo han recibido amenazas. Y hace una semana, cuando Al Ahly empató 1-1 contra el Al Suwaihli, tres hombres tirotearon a los jugadores desde un coche. El entrenador, el egipcio Hosam al Badri, fue despedido y el asalto le afectó tanto que regresó a su país inmediatamente.

"Atacan a Al Ahly porque estamos teniendo buenos resultados en la liga", era la conclusión que el presidente del equipo, Sasi Buown, revelaba al periódico Libya Herald. Pero el pulso de las milicias contra Al Ahly ilustra muy bien lo que está pasando en Libia. Los antiguos rebeldes se negaron a entregar las armas nada más terminar la guerra y, desde entonces, su poder no hace más que ir en aumento.

Pujantes milicias
El vacío institucional al que se vio abocada Libia tras la caída del régimen de Gadafi favoreció la pujanza de estos grupos armados. Las autoridades transicionales confiaron a los 'zuwar' (revolucionarios, como se autodenominan) la seguridad de las ciudades, el control de las fronteras, la gestión de los centros de detención y la protección de las instalaciones estratégicas del país.

Las milicias –que obedecen a ideologías y lealtades muy diversas- fueron dotadas de legitimidad y cada grupo armado ha utilizado ese poder para conseguir imponer sus demandas. Tanto, que en abril pasado, por ejemplo, varias brigadas tomaron tres ministerios para obligar al Gobierno a adoptar la Ley de Aislamiento Político, que excluye del poder a antiguos colaboradores de la era Gadafi.

Y el caso más flagrante de que el país entero se deshace como un castillo de naipes ante la ley impuesta por los 'zuwar' es el secuestro exprés del primer ministro libio, Ali Zeidan, el pasado 10 de octubre.

"El problema es la ausencia de un monopolio legítimo de la violencia que debería tener el Estado y las fuerzas de seguridad. Pero pedir esto tras una guerra civil y décadas de régimen personalista es difícil", señala Haizam Amirah Fernández, investigador principal para el Mediterráneo y el Mundo Árabe del Real Instituto Elcano.

"Las milicias amenazan y obligan a legislar de determinada manera", constata Amirah. "Lo que hay es una amenaza de terror que impide que al final las normas las impongan las instituciones del Estado", añade.

Un Gobierno ineficaz
Paralelamente, las milicias se benefician de la ausencia de un Estado y la falta de un Gobierno eficaz. "Las miras estrechas de los diferentes actores políticos y los enfrentamientos están evitando que haya instituciones que funcionen y provean de servicios a la población", subraya Amirah.

El Congreso General Nacional (CGN), la más alta autoridad del país, es en realidad un órgano disfuncional, una institución sin un propósito claro y cuyas responsabilidades están difuminadas. "Libia está perdiendo un tiempo precioso", considera este experto.

"El problema es estructural, se arrastra por la falta de cultura política en un país donde ha faltado la alternancia de los partidos políticos e instituciones representativas", agrega.

A su lado, el Gobierno del liberal Ali Zeidan es constantemente cuestionado por su "ineficacia", sobre todo por ser incapaz de integrar a las milicias en un ejército regular y una policía. Un gran problema que puso de manifiesto su secuestro. "Fue una señal de alarma seria", dice Amirah.

Espacio para el yihadismo
En el último año, la incapacidad política y el deterioro de la seguridad están creando más espacio para grupos yihadistas como Ansar al Sharia, responsable de la muerte en septiembre de 2012 del embajador de EEUU Chris Stevens en Bengasi. El grupo es muy activo en el este del país y se beneficia también de la falta de control efectivo de las porosas fronteras libias, miles de kilómetros en contacto con una zona en ebullición por donde fluye el contrabando de armas y personas.

Pero lo que ha disparado la anarquía y puesto en marcha una serie de dramáticos acontecimientos ha sido la captura en Bengasi de uno de los líderes de Al Qaeda, Abu Anas al Libi, por parte de comandos estadounidenses, el pasado 5 de octubre, considera el investigador libio Anas el Gomati, en un artículo publicado en Al Monitor.

"El yihadismo en Libia está muy vivo, pero existe ahora en forma de milicias localizadas con objetivos divergentes", escribe. "La captura de Al Libi podría ser la señal para una nueva trayectoria de Al Qaeda y sus grupos afiliados" en Libia, agrega.

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/10/17/internacional/1382027510.html
 

Barbanegra

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Un grupo armado mató a tiros a un coronel de las Fuerzas Aéreas
Desconocidos asesinaron a balazos hoy a un coronel de las Fuerzas Aéreas libias cuando salía de su casa en Bengasi.

Adel Jalil al Tawahi formaba parte de la base aérea de Benina, una de las protagonistas en el levantamiento contra Muamar al Gadafi.

Se estima que más de 70 personas fueron asesinadas por grupos armados en los últimos dos años en Benina.

EFE
 

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Proclamación de autonomía regional hunde más a Libia en el caos
Libia se deslizó más aún al caos tras la separación, que entró en vigor hoy, de la Cirenaica, una vasta zona del oriente del país, para debilitar al Gobierno de facto del Congreso General Nacional. Los separatistas, agrupados en un inédito movimiento llamado Barqa, anunciaron la formación de un Gobierno, otro de cuyos objetivos es una distribución más equitativa de los recursos que generan los ingresos por la venta del petróleo, según sus portavoces.

La capital de la flamante región autónoma es la ciudad oriental de Bengasi donde el frágil Ejercito libio trata sin éxito de controlar las acciones de las milicias armadas que dominan la ciudad e imponen sus leyes.

Abd Rabu al Barassi, jefe del Gobierno autodeclarado, dijo en rueda de prensa que se propone terminar con la discriminación de que ha sido objeto la zona, cancelar el sistema centralizado y especificó que su autoridad abarca las ciudades de Bengasi, Tobruk, Ajdabiya y Jabel Akhdar.

El gabinete tendrá 24 ministros, pero sin titulares del Exterior y Defensa.

La separación del área impone nuevas dificultades al Gobierno del primer ministro Alí Zeidan, asediado por la semiparálisis de la extracción de petróleo, reducida al 10 por cientos de sus niveles habituales debido al bloqueo impuesto por milicias armadas a los campos de extracción y la terminal de embarque en el este del país.

Especificó que el texto base de la región autónoma será la Constitución de 1951, proclamada por el rey Idriss, derrocado por el movimiento de oficiales jóvenes encabezado por el coronel Muamar Gadafi y Abdesallam Jalloud en 1969.

Barqa es también el nombre en árabe de la región, separada de la frontera con Argelia por las provincias de Tripolitania y Fezzan y toma su nombre de una pastora en la mitología griega que llamó la atención del dios Apolo, quien la raptó y la llevó a Libia.

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=1988671&Itemid=1
 
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