El Reino Unido se decanta finalmente por el F-35B STOVL.
El F-35B durante sus pruebas embarcadas en el USS Wasp (LHD-1)
El Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, ha aprobado una medida por la cual el Reino Unido adquiriría finalmente el F-35B, versión de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL), abandonando los planes anteriores de comprar la versión CATOBAR del JSF.
Philip Hammond, el Secretario de Defensa, dirá a los diputados en el día de mañana, que el Gobierno adquirirá la versión "jump-jet" del caza, revirtiendo una de las decisiones centrales de la polémica revisión de la defensa de la Coalición.
La decisión de comprar la variante CATOBAR del F-35 estaba en el corazón de la Revisión de Seguridad y Defensa Estratégica en 2010. Desplegar esta aeronave hubiera requerido modificaciones a los nuevos portaaviones clase "Queen Elizabeth", para instalar en los mismos los sistemas de catapultas y cables de recuperación. El Ministerio de Defensa del RU estimaba originalmente el costo de estos trabajos en unos £400 millones de libras, pero las proyecciones internas del MoD ponen la cifra cerca de los £2000 millones de libras.
F-35B BK-1, el primer caza del programa Joint Strike Fighter destinado al Reino Unido.
La decisión de instalar catapultas y cables en los nuevos portaaviones hubiesen demorado la entrega de los buques para -al menos- 2020. Las demoras en completar la aeronave embarcada hubiesen empujado esa fecha hasta 2023 o incluso más lejos, dejando al RU sin un portaaviones por al menos una década.
En contraste, el desarrollo de la variante STOVL está procediendo con más facilidad de lo esperado en un principio, lo que significa que la aeronave podría estar lista para volar desde los nuevos portaaviones tan pronto como en 2018.
Adoptar la versión STOVL del JSF permitirá también a la Royal Navy el operar dos portaaviones. Bajo la revisión, uno de los portaaviones hubiese sido cancelado, para ahorrar dinero.