suena muy razonable de acuerdo a lo que yo se hasta ahora.
el 45 Commando era la unidad destinada al raid, segun Gardiner.
PS: La boina verde es claramente Royal Marines!!
(raro que la dejaran.. se carga casi como el cuchillo entre ellos). Aventuro: quiza estuvieran armando un OP avanzado y en el moemnto que ud llego, hubieran ido a buscar abastecimientos del pala que se escuchaba??
HOLA TSUNAMI:
Solo cuando se ponían el casco se las sacaban y algunos las ponían en sus mochilas y otros no (Al menos los del PARA que estaban en Fitzroy).
No sabría decirte lo del "pala", ya que no vimos ninguno, sí lo escuchamos con Rº 300 de donde estábamos.
Lo único que te puedo decir es que cuando los escuchabas a los palas de ellos, es porque ya los tenías practicamente encima, es decir, a unos 400/500 m. A los nuestros los escuchabas a kilómetros.
La turba aún caliente en la casilla, es otra señal de que estaban cerca, por lo que es muy probable que sea como decís vos.
Por otro lado, habiendo tenido ellos un "encuentro" la noche anterior con un POA en la zn y haber escuchado a la mañana siguiente la explosión de la granada y disparos, o bien deberían haber acudido rápidamente al lugar o replegado en el mismo pala de ellos pensando que era un contraataque argentino. No tengo la respuesta a eso, pero es probable que haya sido alguna de esas 2 posibilidades.
Hicimos un rodeo por unos cañadones, en busca del pequeño curso de agua que iba para el lado de Darwin, ya que era la cubierta más segura contra las vistas del ENO.
Aunque te parezca mentira, las situaciones vividas jamás me dieron la posibilidad de tomarme el debido tiempo para analizar detalles de las cosas a medida que se iban dando. Todo sucedía rápido y aún cuando llegabas a la base, entre los cañoneos navales, las alertas rojas, el reabastecimiento propio, el reabastecimiento de algún POA, los informes en el PP.CC y CC.FF, el trabajo en el CC.FF, alguna visita a enfermería y otra situación inesperada en el lugar, ya pasaba el día, parte de la noche y caías desplomado del sueño, si es que otra alerta o patrulla no te sacaba del lugar. No te daba el tiempo del análisis de lo vivido. Eso era lo normal de cada día.
Uno iba agarrando un instinto particular, que te lo daba la vivencia diaria, la adrenalina de 24 hs seguidas, el saber que estás solo (El POA) para lo que sea, la responsabilidad de tu soldado, el márgen es mínimo, no hay error y eso te hace que vayas siempre anticipándote a las posibles futuras circunstancias y armándote en tu cerebro cuál podría ser el correcto proceder o curso de acción a tomar ante hipotéticas situaciones frente al ENO, lo que puede llegar a salirte bien o mal, y eso recién lo sabrás cuando te llegue el momento.
En mi caso particular y en el de todos los POA´s de la ROA de la BAM CONDOR, me atrevería a decirte, que jamás hubo un día tranquilo. En Pradera del Ganso y Darwin te sentías como en un parque de diversiones donde hay un puestito de tiro al blanco o tiro al pato y siempre pegás y te llevás un premio. Así se sentía uno frente a los cañoneos navales ingleses, ya que no había defensa costera en la zona y los barcos nos sacudían a su antojo, mientras nuestra aviación no les volviera negro su día.
Uds han podido ver las fotos de Oscar por la zona de BIGUA (La Lafonia del Negro Daghero), nada de nada, contra lo que se viniera por arriba, por tierra o por el canal. Ellos y su pozo.
Hasta las necesidades fisiológicas el responsable del POA tenía que pensarlas bien cómo ir distribuyéndolas en el terreno para no delatar su POA ante el ENO y las ratas.
Los restos de envoltorios de comida, latas, NADA de fuego (Jamás comer algo caliente). El frío te destrozaba los riñones ya que uno debía mantener posiciones estáticas. Si salías de noche, corrías el riesgo de ser detectado con infrarrojos o visores de luz residual.
Cuál era el día ideal: cuando había 0 (cero) de visibilidad, todo cubierto, lluvia, no había vuelos de aviones, sí de palas del ENO, entonces uno lo dejaba al soldado dormir bien para que se recuperara y en otros momentos salir a recorrer las inmediaciones para poder establecer posiciones alternativas en caso de ataque, haciendo un mapa propio con rutas de evasión.
Una noche de esas, estuve casi 4 horas inmóvil entre unas piedras escuchando ruidos a pocos metros de mi POA HIENA 2. Con 0 de visibilidad, cuando los viera, iban a estar encima mío. De a poco el ruido se fue acercando lentamente, mi FAL con el selector en tiro A, ubicado cubriendo el lugar por donde venía el ruido (No podía avisarle al soldado que descansaba, ya que haría ruido y estaba a unos 6 m), la pistola cargada, las granadas con los seguros aflojados, el cuchillo bayoneta montado y el facón a la cintura (Sí, tenía uno de mi tatarabuelo). Comienzo a ver una sola imágen borrosa que pasaba a mi lado como gateando. Sí, era el ruido que venía escuchando. Me puse despacio el FAL a la espalda y me le tiré encima con el facón en la mano. Era una oveja. Me llevó un buen rato distenderme. Si pudieran imaginarse luego de varias horas de adrenalina pura, la sensación no es buena, ya que uno piensa que el otro era bueno y se acercaba despacio. Tampoco sabía cuántos podrían ser y por dónde más estarían. Luego, al día siguiente, nos matamos de la risa al recordar eso. Pero como dice el dicho, de noche todos los gatos son pardos y no se diferenciaba nada, menos aún con cero de visibilidad en la montaña.
Pero si había ovejas en la zona, o bien no le dió tiempo al dueño de las mismas a arriarlas a su corral o las habrían dejado sueltas para detectar campos minados??? No lo sabía. Pero uno podía usarlas también como alarma temprana si se quedaban en la zona (Como pasa con los teros que son muy alcahuetes).
Con esto quise explicar un poco más lo que se siente en un POA en combate, cosas que a veces los libros no cuentan.
Si bien uno ya se había curtido con lo del 1º de mayo, cañoneos, etc, otra cosa es cuando estás solo y nadie podrá ayudarte.
Aquí fué la oveja ...... luego fueron de verdad aviones, palas y FF.EE del ENO.
Pero la oveja me dejó una gran enseñanza: a agudizar el oído, la vista, el olfato y que "jamás" sabrás lo que te espera. Me enseñó a no confiarme aunque estuviéramos a ciegas; a ser frío en el momento de empuñar un arma blanca; a dominar favorablemente la adrenalina, el temor, la incertidumbre, la determinación del momento justo, la paciencia y la desorientación y/o confusión al encontrarte con algo impensado.
Cuando estás tirado en medio de la nada, te hacés parte de ella, te mimetizás con el medio, aprendés de él y es ese medio quien te ayudará en el momento preciso.
Un abrazo a todos y saludos
QUEKA