04-julio-1947
Llegan a Buenos Aires los primeros cazas de reacción Gloster Meteor FMK IV.
Sólido basamento de la aviación de combate argentina.
Los precursores de la Aviación Militar Argentina comenzaron a diseñarla a partir de 1912 pero, la consolidación de sus cimientos se remonta al año 1947, fecha en que llegaron los Gloster Meteor al país, después del nacimiento de la Fuerza Aérea Argentina en 1945.
Vaya el cálido reconocimiento para aquellos que, entonces, nos dejaron un visionario legado sembrando el "espíritu" de combate en todos los integrantes de la Fuerza Aérea Argentina,
sean o no Aviadores. Esa savia vital, compuesta de vocación y coraje, germinó con el paso de los años por la llegada de otros aviones y la creación de diversos Grupos Aéreos, logrando espigar en Malvinas en el desempeño de aviadores, artilleros, mecánicos, radaristas, médicos, ingenieros y todos los que tuvieron la suerte de vivir ese hito histórico.
Alejándonos de las variables políticas de entonces, los Gloster fueron pilotados por extraordinarios profesionales del aire; estos aviadores se caracterizaron por su intrepidez, afán de competencia profesional y el celo por el prestigio de la Institución. Se los llamaba comúnmente los “Glosteros” porque el Gloster proponía, como un caballo cimarrón, un desafío continuo: era de mandos duros y exigía fuerza muscular para mover los timones, resistencia psicológica para mantener en vuelo a un verdadero “ladrillo” ya que era común que se lo lastrara con plomo para mantener su centro de gravedad, lo que exigía más fuerza física, y claro está,
no tenía aire acondicionado. Lo que para los pilotos era un verdadero desgaste, más de 40 grados debajo de la carlinga en pista y 0 grados a 10000 pies. Sin embargo, la recompensa para quien lo domara era de un avión que volaba a 700 kilómetros por hora, cañones de 20 mm que hacían tronar el aire y la sensación de poder que el voluminoso aparato, con sus turbinas, convertían al Gloster en un arma aterradora.