Personal Argentino en zona de combate

oscarteves

Colaborador
Colaborador
CASTRO Ángel Gabriel

CASTRO Hugo Rolando (está en la conocida foto junto a otros soldados, el sargento Maldonado y el subteniente Aliaga).

Los dos eran soldados del RI 8.
 
El Batallón de Comunicaciones de Comando 181
participó de la Operación Rosario como elemento del Arma de Comunicaciones, pasando allí toda la Campaña.

El 28 de marzo es una fecha significativa para el Batallón de Comunicaciones 181, como para toda la ciudad de Bahía Blanca debido a que la sociedad bahiense fue testigo de todo lo que ocurría en esos momentos en los cuarteles del entonces Comando del Quinto Cuerpo de Ejército como así también en la Base Naval Puerto Belgrano, dónde inicialmente comenzaron las actividades de instrucción y adiestramiento para lo que posteriormente vendría.

El hecho de que Bahía Blanca se constituía en una de las ciudades costeras del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur explica que sus habitantes vivieran la guerra con intensidad, entre el fervor patriótico y el temor a un posible ataque.

A mediados de marzo de 1982, el Batallón estaba dividido en bloques operacionales, con todos los efectivos acuartelados, de esta manera se iniciaron las actividades de instrucción y ejercitaciones conjuntas con el Batallón de Comunicaciones Escuela de Infantería de Marina Nº 1, ubicado en Puerto Belgrano. Estas actividades se desarrollaron sin tener conocimiento de la real situación que se vivía.

La noche del 25 de marzo de 1982 el Jefe de Unidad, el entonces Teniente Coronel Alfredo Francisco Andujar, recibe la orden de establecer las comunicaciones durante el desplazamiento, desembarco y posterior consolidación de las Islas Malvinas.

El 26 de marzo del mismo año, durante una reunión llevada a cabo se determinó el material a transportar por cada fuerza, la poca disponibilidad de carga en las bodegas obligó a reducir los medios de la Unidad.

A las 19 del 28 de marzo de 1982 la flota que trasportaba a la Fuerza de Tarea Conjunta inicia su viaje por mar con destino a las Islas Malvinas para ejecutar la Operación Rosario.

El diario de la Nueva Provincia, del domingo 28 de marzo de 1982, describió:

"... en la Base Naval Puerto Belgrano, la más importante del país, ubicada junto a Bahía Blanca se advirtieron hoy aprestos inusuales para esta época del año, las tropas de la marina argentina se hallaban hoy en estado de alerta y todos sus efectivos estaban acuartelados".

La sala de situación del rompehielos Almirante Irizar se constituyó en el Centro de Comunicaciones en apoyo a la operación del desembarco durante el 2 de abril de 1982. Con las primeras luces del mismo día la Unidad fue desembarcada en las islas, donde como primera medida, se instaló el Centro Fijo Malvinas, el cual efectuó el primer enlace hacia el Centro de Comunicaciones Fijo Comodoro Rivadavia, en el Continente.

El Batallón en cumplimiento del Plan de Campaña, proporcionó apoyo de Comunicaciones también a las tropas que desembarcarían en Puerto Darwin y Bahía Fox, conformando dos grupos a orden del aquel entonces subteniente Gustavo Enrique Vázquez y del subteniente Jorge Raúl Migliavaca.

Con la llegada de la Décima Brigada de Infantería, se crea la Agrupación de Comunicaciones Malvinas conformada por el Batallón de Comunicaciones de Comando 181, la Compañía de Comunicaciones 10 y por los efectivos de la Compañía de Comunicaciones 9, todos a órdenes del Jefe de Batallón.



COMBATES DE DARWIN

Luego de los combates de Darwin es tomado prisionero el grupo del entonces subteniente Gustavo Enrique Vázquez, que se encontraba dando apoyo de comunicaciones al Regimiento de Infantería Mecanizado 25, estos hombres combatieron, hombro a hombro, con los Infantes hasta la caída de la posición.

Durante el desembarco inglés en San Carlos, fue condecorado el cabo primero Héctor Daniel Fernández, quien, estando en apoyo a la Compañía C del Regimiento de Infantería Mecanizado 25, a órdenes del teniente primero Esteban, participó en el enfrentamiento contra los efectivos ingleses, en la cabeza de playa y luego de destruirles su equipo de radio, combatió como infantería en el repliegue de ésa fracción.

Los sistemas siguieron funcionando durante los feroces combates del 11, 12 y 13 de junio. El 14 de junio se destruyeron los equipos de radio y se inutilizaron los vehículos.

El 14 de julio de 1982 el Batallón de Comunicaciones de Comando 181 terminó su campaña de 109 días en el Teatro de Operaciones Malvinas.

La Bandera de Guerra del Batallón luce hoy orgullosa las condecoraciones Campaña Malvinas, otorgadas por el Congreso de la Nación Argentina y el pueblo de Santa Fe a los Héroes de Malvinas, otorgada por el Gobierno de dicha provincia.

Desde entonces, todos los 28 de marzo en esta Unidad Histórica del Arma de Comunicaciones se conmemora "La Partida del Batallón a Malvinas" en honor a aquellos hombres que pertenecieron a esta Unidad.

Actualmente el centro de la Plaza de Armas del Batallón de Comunicaciones 181 luce las Islas Malvinas pintadas de color celeste y blanco, que nos recuerda a diario lo que se vivió 38 años atrás.
 
RI 7

EL RI MEC 7 “CNL CONDE” EN MALVINAS

* Por el Coronel ALFREDO HUGO GARCIA


1. INTRODUCCIÓN

Esta histórica Unidad creada el 31 de mayo del año 1813, se ha destacado a lo largo de su historia por ser un Regimiento que ha sido comandado por ilustres Jefes como el Tcnl Toribio de Luzuriaga su primer jefe, Don Pedro Conde en el Ejercito de los Andes participando del cruce y posterior campaña Libertadora en Chile y Perú, Tcnl Hilario Lagos, Julio A Roca, Marcelino Freyre entre tantos otros, pero sin lugar a dudas, la característica mas importante es que ha sido fiel testigo y activo participante de todos los procesos que ha forjado la Nación Argentina.
Sus campañas, acciones y hechos, desde su bautismo de fuego en Sipe Sipe en la Tercera Campaña al Alto Perú hasta su ultimo combate el 14 de junio de 1982 en las Islas Malvinas lo enmarcan en una de las unidades históricas de Infantería que más ha combatido.
En su historial se destacan además, Chacabuco, Maipú, Gavilán, Talcahuano,
El callao, Torota y Moquegua, Portezuelo y San Ignacio, Ñaembe entre otras.
El destino quiso que también como en el pasado, sea participe en la guerra por la recuperación de las Islas Malvinas.

2. EL REGIMIENTO EN MALVINAS

a. Actividades previas


Luego de un breve periodo de alistamiento y movilización en su asiento de paz en la ciudad de La Plata, la Unidad organizada a 3 Ca (s) I, una Subunidad Servicios y una Subunidad Comando, es trasladada modo aéreo para desembarcar en la Isla Soledad – Puerto Argentino el día 14 de abril de 1982.

El día 16 de abril a las 0800hs el Jefe del RI 7, Omar Jiménez recibe la Orden de
Operaciones Nro 1/82 (Defensa) por parte del Comandante de la Agrupación Ejercito
Malvinas en su Puesto comando principal en el cuartel de Moody Brook.

A partir de ese momento se realizan las siguientes actividades:

a. Reconocimiento del terreno.
b. Planeamiento de la Defensa.
c. Preparación, organización y ocupación de las posiciones.

El sector de defensa asignado al Regimiento, más extenso de lo reglamentario para una
defensa de Zona como la prevista, denominado Sector PLATA tenia una extensión de 12
Km de frente, por una profundidad que variaba según el sector, entre 3 y 4 Km, aspecto
este que determino que fuera dividido en 3 Subsectores, un subsector Plata 1 abarcando el
centro del dispositivo, donde se ubicaba en 1ra línea la Ca I A a ordenes del Tte 1ro Jorge
Calvo y a retaguardia el Puesto Comando del Regimiento y la Ca I C del que Jefe era el
Tte 1ro Alfredo Hugo García como reserva del Regimiento; el Subsector Plata 2 limite
izquierdo de la posición de defensa abarcaba la altura más importante del sector el Monte
Longdon a cargo del 2do J RI 7 Mayor Carlos Carrizo Salvadores e integrado con la Ca I
B del que Jefe era el Tte 1ro Luis López y reforzado con un Grupo Morteros 120mm, una
sección de ingenieros de la Ca Ing 10 y una sección ametralladoras Antiaéreas pertene-
cientes al Batallón Comando de la Infantería de Marina, finalmente el Subsector Plata 3,
limite derecho con una sección de la Ca I C a ordenes del Subteniente Luque, una sección
de la Ca I A con el Subteniente De la Peña y un Batería del GADA 101.

Con esta organización del sector, se cumplen todas las acciones previstas para la prepa-
ración de la defensa, con algunas modificaciones posteriores, a partir del 22de abril por
una orden del Cte de la Brigada Mec X, la Ca I C (Reserva) debe ocupar una posición en
el sector defensivo de primera línea que cerrara el espacio existente entre Monte Longdon
y la posición que ocupaba la Ca I A

b. Los acontecimientos de Mayo, el bautismo de fuego

Desde el arribo a Puerto Argentino y hasta fines de abril el tiempo transcurrió en la
preparación de la defensa de los sectores asignados, hasta ese entonces nuestros principales
enemigos fueron las condiciones meteorológicas y las características propias del terreno, y
sus consecuencias, el desgaste físico debido al tremendo esfuerzo del personal en el
transporte y acarreo a brazo de la munición, armamento y material hasta los sectores
asignados.


El 1ro de Mayo con las primeras luces del día, se produjo el primer ataque aéreo de la
aviación inglesa, cuyo objetivo fue el Aeropuerto de Puerto Argentino, esos ataques se
repitieron posteriormente a partir de las 0900hs, desde nuestras posiciones podíamos
observar como espectadores el ataque y el fuego de la defensa antiaérea.

Se nos informa la presencia de Fragatas Británicas próximo a la Isla Soledad al este de la
posición del regimiento, entre las 2030 y 2330 se produce el primer bombardeo de fuego
naval sobre las posiciones del Regimiento en el Subsector de Plata 1 y 2 lo que tuvo una
duración de pocos minutos, este fue el bautismo de fuego de la unidad.


Estos dos acontecimientos marcaron el inicio real de la guerra y por supuesto a partir de ese
entonces, la frecuencia y densidad de los fuegos fueron en aumento. Como aspecto de in-
terés en este periodo, el 21 de Mayo se produjo el desembarco ingles en San Carlos y
aproximadamente una semana después se perdía Darwin y Pradera del Ganso.




c. Los combates en el sector de defensa Plata

Es pertinente hablar de los combates en el sector defensivo del regimiento ya que las
acciones de combate llevadas a cabo por los efectivos de la unidad ya sean en el Subsector
Plata 1 en la zona Wirelles Ridge y en el Subsector Plata 2 Monte Longdon forman parte
de las particularidades de la dinámica de la defensa, combates en la zona defensiva de 1ra
línea, contraataques, combates dentro del la CPC, cambios en los frentes, ocupación de
nuevas posiciones, etc. Estos aspectos propios de la defensa permitieron que el RI Mec 7
mantuviera y combatiera en su sector de defensa por espacio de casi cuatro días, desde el
11 de abril hasta el 14 de abril, en un frente de casi 12 Km.

Las primeras acciones intensas de combate comienzan el 11 de abril a partir de las 2200Hs
en Monte Longdon, Subsector Plata 2 defendido por aproximadamente 278 hombres entre
oficiales, suboficiales y soldados, es de destacar que durante todo ese día esta Posición fue
sometida a un intenso fuego de artillería.

A la hora especificada El B Parac 3 británico inicia el ataque al oeste de la posición de
defensa Plata 2 sobre la 3ra sección de la Ca I B cuyo jefe era el Subteniente Baldini, el
enemigo era numeroso, en algunos sectores se combatió cuerpo a cuerpo, a media noche la
situación era critica, el Jefe de sección Subt Baldini junto con el Cbo 1ro Ríos fueron
muertos en un intento de operar una ametralladora, cuyo apuntador fue puesto fuera de
combate, se combatía en el frente de la tercera sección cuyo Jefe el Tte 1ro Neirotti se
encontraba herido y en el sector norte de la posición la segunda sección a ordenes del Sarg
1ro Gonzáles aferrada por intenso fuego de artillería se había perdido toda comunicación.

Ante esta situación el Jefe del Subsector Plata 2 ordena a su reserva la 1ra Sección de la Ca
Ing 10 iniciar un contraataque en dirección a la 1ra sección de tiradores sobre el sector
oeste, pero fue bloqueada y aferrada.
Aproximadamente a las 0200hs del día 12 de abril recibe la 1ra sección de tiradores de la
Ca I C a ordenes del Tte Castañeda que a marcha forzada por un terreno abrupto y bajo la
acción del fuego de artillería había sido destinada a reforzar la posición de Plata 2, se le
ordeno ejecutar un segundo contraataque esta vez por el lado norte, esta sección choca con
elementos ingleses que avanzaban en una acción envolvente contra los efectivos que habían
ejecutado el 1er C/Ataque, produciéndose un feroz combate de encuentro haciendo retroce-
der inicialmente a la infantería enemiga.
Entre la 0400 y las 0530 horas el enemigo reinicia la ofensiva con mayores efectivos lo que
provoco que se fuera cediendo paulatinamente terreno a las 0600hs la situación en este
sector era realmente critica, el enemigo dominaba las alturas del Oeste y atacaba por el
Norte y el Sur, ante esta situación el Cte Agr Ej Puerto Argentino le ordena al Jefe de Plata
2 iniciar el repliegue hacia la zona de Wirelles Ridge.

De los 278 hombres que conformaban inicialmente la defensa solo se pudieron replegar 78,
el resto muerto heridos o rodeados por el enemigo luego de casi 10 horas de intensos
combates.

Para este entonces en el Subsector de Plata 1, las posiciones que ocupaba la Ca I C (-) eran
prácticamente demolidas al ser sometida intensamente durante el día 12/13 de abril al fuego
naval y de artillería, la perdida de Monte Longdon, las bajas sufridas en la Ca I C, el J RI
Mec 7 adopto la resolución de hacer ocupar a la Ca I C una nueva posición al NO de
Wiralles Ridge., aspecto este se realizo en total sigilo en la madrugada del 13 de abril.

Durante este día las posiciones del RI Mec 7 son continuamente batidas por fuegos de
artillería enemiga en todos los sectores lo que preduliaba el ataque final a las posiciones de
la Unidad, esto fue así de tal forma que a partir de las 1930 hs tras un intenso fuego de
morteros y artillería se inicia el ataque a las posiciones de la Ca I A y Ca I C, ambas
disminuidas en sus efectivos manteniendo un intenso combate por el fuego por espacio de
varias horas hasta la madrugada del 14 de abril donde la superioridad de fuego y de
efectivos enemigos obligaron a ocupar distintas posiciones de cambio hasta próximos al
puesto comando del regimiento.donde se reubico a la gente ocupando posiciones con frente
Norte donde se combatía intensamente por el fuego, el enemigo intensifico su ataque
afectando el flanco izquierdo de las posiciones del RI Mec 7, la situación era por demás
muy critica, lo que motivo que la Unidad fuera cediendo terreno hasta el repliegue defini-
tivo hacia la zona de Puerto Argentino.

3. CONCLUSIONES

Como síntesis de los combates del RI Mec 7, en su sector defensivo podemos afirmar:

* El RI Mec 7 “Cnl Conde” defendió y combatió en contacto permanente
con el enemigo, en el sector asignado por espacio de casi 4dias, en una
posición excesivamente sobreextendida (12km de frente) frente a un
enemigo superior en medios y efectivos (2 batallones de paracaidistas
con superioridad de apoyo de fuego naval, de artillería y aéreo).

* Las inclemencias de las condiciones meteorológicas, las características
inhóspitas del terreno, fueron factores que afectaron intensamente la
aptitud de combate y la moral de las fuerzas en los casi 60 días que
duraron las operaciones.

* Actos de arrojo y valentía como los del Subteniente Baldini y Cbo 1ro
Rios y de los fallecidos ofrendando su vida a la Patria en
cumplimiento del deber, de los heridos en combate son testimonio de la
Bravura, espíritu de sacrificio de este glorioso Regimiento heredero de
Glorias pasadas.

* Las bajas producidas en combate, sin contar las administrativas fueron:
37 Muertos y 152 Heridos siendo la unidad que más bajas sufrió en las
Islas Malvinas.
No sé olviden de los 21soldados conscriptos caídos esa noche no solamente del subteniente y los cabos...
 

Willypicapiedra

Miembro del Staff
Moderador
Supongo que abandonado en la orilla.

NO, el bote lo usaban siempre. Ya habian cruzado antes. Solo que como todo mal procedimiento, no iba un personal de Ing con la patrulla y la ubicación de los lugares minados. La patrulla fue ordenada por observaciones de movimientos y luces en la noche. Al llegar al margen se dividio en dos, de paso ir a la casa y encontrar comida era un premio extra.
 
NO, el bote lo usaban siempre. Ya habian cruzado antes. Solo que como todo mal procedimiento, no iba un personal de Ing con la patrulla y la ubicación de los lugares minados. La patrulla fue ordenada por observaciones de movimientos y luces en la noche. Al llegar al margen se dividio en dos, de paso ir a la casa y encontrar comida era un premio extra.

no iba ningún suboficial en la patrulla?
 

Willypicapiedra

Miembro del Staff
Moderador
No sé olviden de los 21soldados conscriptos caídos esa noche no solamente del subteniente y los cabos...
Sumale a los 5 IM de las 12,7 mm ( Maciel, Inchauspe, Fernandez, Scaglione, Giussepetti) al Soldado Claudio Bastida del RI 1, y a los Soldados Curima de la 1/ng 10 y Rolla de la 12, 7 IM caidos un par de dias antes allí. También cayeron 3 de la 1/C/RI 7 durante el Ctr Atq. El Tte Ramos OA y el Sarg Ron del Esc C 10 cuando se adelanto con el Sold Altieri y otros para explorar la pendiente Sur.
 
Julio Ureña tiene 57 años, actualmente preside el «Centro de Ex Combatientes de la Guerra de Malvinas: Soldado Santos Rosales» de la ciudad de Monte Cristo. A 38 años de este enfrentamiento, nos cronica cómo sintió, y aun siente, las heridas que no cierran por todo lo vivido en las Islas que son y serán Argentinas.

Estas memorias son en honor a aquellos que pelearon y no volvieron.
Estaba en el barrio San Jorge, hay unas quintas yo vivía ahí y trabajaba en el campo era huérfano de madre, mi padre era alcohólico. Entonces, tenía que trabajar para mantener a mis hermanos.

Mi sueño era ser militar, yo era chico y me preparaba solo: hacía la formación, me tiraba cuerpo a tierra. En ese momento sorteaban a la noche y al otro día se publicaba en el diario.
Esa noche no pude escuchar la radio, por eso al otro día compré el diario y ahí salió mi número, era el 388. Era un sueño que yo iba a cumplir, yo quería ser militar.

Pero, nunca me imagine que iba ser para una guerra.

Estaba prestando servicio en el Regimiento 19 y sacaron a una división de apoyo al Regimiento 3 de Corrientes, ahí me entero que había problemas, pero no me dijeron con quién. Cuando llegamos al aeropuerto en donde nos cargaron para ir a Corrientes, ahí nos dijeron que íbamos a Malvinas, ¡pero yo no creía!, pensaba que teníamos problemas con los chilenos por el tema del Canal de Beagle, no por las Malvinas, ni con semejante potencia. Cuando llegamos a las Islas, en Malvinas.

Por el avión no se podía ver nada, cuando bajamos allá lo primero que sentimos fue el frío. Recién ahí caímos que estábamos con problemas con los ingleses. Yo no tenía experiencia con armas de fuego, cuando era chico veía la serie Combate y me gustaba jugar con los otros chicos a eso y casualmente, uno de ellos fue conmigo y no volvió.

Los primeros días fueron duros, aunque teníamos comida y abrigo, después sí se puso crítico.

El 14 de junio a las 3 de la mañana fue el último ataque que tuvimos y ahí me golpea algo en la cabeza. Cuando me despierto estaba en el Hospital de Campaña, de ahí creo que nos llevaron a Puerto Argentino, hasta que nos llevaron a Buenos Aires. No recuerdo bien, recién cuando yo reacciono y mejoro del golpe aparecí en mi Regimiento.

Cuando volví no me esperaba nadie, llegué a mi casa y mi viejo estaba tomado, estaba ebrio y lo primero que me dijo fue «desertaste». Yo vivía en un ranchito más adelante así que me fui.

Tome una licencia, y después volví como voluntario al Ejército. Me trasladaron al 141 en Córdoba y de ahí pedí la baja porque no aguantaba más la posguerra que le dicen. Ser olvidado, no ser valorado como realmente tiene que ser. Yo tuve suerte de conseguir un trabajo, pero muchos no.

Julio pide a la comunidad que no los olviden, que conozcan la historia y que se valore a todos los ex combatientes y caídos en la guerra por Las Malvinas Argentinas.


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Con ese nombre no hay registros en el listado del EA. Sospecho que ha de figurar con otro nombre.
Ademas el RI3 no era de corrientes, se referirá al GA3?
 
Miguel Alejandro Pinto, nacido en 1962 dragoneante

Miguel, el mayor de 14 hermanos, nació en la zona de Timón Cruz, aledaña a Diego de Rojas en el Departamento de Río Primero. Vivió una infancia tranquila acompañado por sus padres, tíos, abuelos y hermanos. Allí no sólo realizó sus estudios primarios, sino que también se crió como «todo chico de campo», rodeado de animales y naturaleza. Sin embargo, como era común en la Argentina de esos años, al cumplir la mayoría de edad debió hacer el Servicio Militar Obligatorio.

El sorteo por la radio y el 524:
“Lo vivíamos con ansias y con un poco de miedo, porque yo tenía a mis tíos, a mis padres. Todos habían hecho el servicio militar y siempre nos contaban cómo era, cómo se vivía y lo duro que era”

“Había un poco de recelo en ese sentido, pero también pensaba que era una oportunidad para conocer gente, salir del campo a la ciudad, una cosa grande en ese tiempo para un chico de campo. Me gusta eso, salir, andar, conocer”

“Escuchábamos por la radio el sorteo. Me acuerdo que mis abuelos siempre escuchaban y decían el número de orden de documento. Ahí uno tenía que estar atento. Yo tenía el 524”

“Primero me llevaron al batallón 141 de la ciudad de Córdoba donde me hicieron la revisión médica. De ahí me llevaron, junto a otros, un montón, al Regimiento 8 de Infantería de Comodoro Rivadavia”

El 16 de marzo de 1982 no fue un día cualquiera para Miguel, aquel día cumplió un año en el ejército. Ya de civil y a punto de volverse a casa, le avisan a él y a otras cincuenta personas que no, que no volverían pronto. La noticia los sorprendió por completo porque en el Regimiento había muy poca comunicación:

«A NOSOTROS, (AL AÑO) NO NOS AVISARON NADA, NO TENÍAMOS NINGUNA NOTICIA PORQUE, COMO GOBERNABAN LOS MILITARES, GOBERNABAN TODOS LOS MEDIOS. LA RADIO ERA IMPOSIBLE DE ESCUCHAR EN EL REGIMIENTO»
Cuando dijeron: «una guerra»
“Nos pusimos la ropa de nuevo y nos volvieron a entregar armamentos. Ahí fue cuando nos dijeron que íbamos a ir a Malvinas, no nos dieron opción”

«En ese tiempo, ni mis padres ni yo podíamos comunicarnos, porque claro, te mandaban una carta y llegaba a los dos meses. Mi familia lo era todo para mí, era joven y necesitaba tener esa comunicación»

“Me acuerdo que el jefe del grupo, con quien habíamos pasado tantas cosas juntos, me decía que no les avise a mis padres, que iba a ser muy duro para ellos: ‘me gustaría que no les avises, ellos se van a enterar. Es más, de acá los van a llamar’, me dijo”

Miguel, que en lo primero que pensó cuando recibió la noticia fue en sus padres, decidió seguir el consejo de su jefe de grupo, en ese momento su amigo más cercano. Al final, su familia recibió una carta recién cuando fue nombrado «Soldado Dragoneante de Malvinas», donde las autoridades del ejército «les comunicaban, les agradecían y los felicitaban» por su nombramiento.

En esa época, la madre del joven Miguel tenía 38 años y su padre 45. Afuera de toda la milicia, los padres se enteraron antes que él de su partida a la guerra, gracias a las listas que circulaban de los regimientos que asistirían a Malvinas. Miguel no supo nada de esto hasta que volvió a verlos.

“Cuando dijeron ‘una guerra’ el momento fue feo, pero también me sentía orgulloso. Como hacía ya un año que estaba ahí (en el Regimiento) no era que estaba preparado para una guerra, pero estaba hecho y me gustaba ser militar»

«SENTÍA TRISTEZA POR MI GENTE, QUE A LO MEJOR NO ME VOLVÍAN A VER, PERO AL MISMO TIEMPO SENTÍ ORGULLO ERA CONVOCADO POR MI PATRIA A DEFENDER LAS ISLAS MALVINAS»
La vida en la guerra: sol tibio, incógnitas y compañerismo
«Cuando subimos al avión de Comodoro Rivadavia a Malvinas, nos habló todo el camino el jefe de la compañía: que luchar, que ir, que pelear, que buenos soldados, que armas, que deber. Una charla muy larga y motivacional»

«Cuando llegué ahí el 5 de abril de 1982 y pisé la tierra de Malvinas para mí fue inolvidable. Una emoción tan grande que hasta se me caían las lágrimas»

Los seis integrantes del grupo estuvieron los primeros días en Puerto Argentino, para luego trasladarse a Bahía Fox, lugar que Miguel describe como una isla pequeña donde había criadero de ovejas y grandes estancias, con pocos pobladores y muchos cerros.

«Allá los días son muy cambiantes, a lo mejor te levantas a la mañana y hay un viento terrible, a las doce del mediodía está lloviendo y a la noche está nevando.El sol es tibio, sale recién a las nueve de la mañana y a las seis de la tarde ya oscurece»

«Vivíamos en un pozo, eramos seis contando al jefe del grupo. Si bien por ahí charlábamos, también había veces que nos atrapaba un silencio grande. En esos momentos, aparecía en la mente la familia, el regreso, ¿iré a regresar?. Luego sucedía algo y ya dejabas de pensar»

«A MEDIDA QUE PASAN LOS DÍAS, YA DEJAS DE PENSAR EN LA MUERTE, SINO QUE PENSAS EN SEGUIR. ES COMO SI UNO… NO VALIERA»​
El regreso: una mirada, una lágrima, un abrazo, lo decían todo
«Me acuerdo, me acuerdo muy bien, que cuando volvimos de Malvinas nos decían inútiles, nos culpaban a nosotros de haber perdido la guerra. Me daba tanta impotencia, era muy injusto que a nosotros, habiendo dejado la vida ahí, nos digan esas cosas»

«Mi familia nunca me preguntó nada de lo que había pasado allá, porque no quiere que recuerde eso. Cuando ve este tema en la televisión llora. Yo cuando lo veo me retiro, porque no me queda otra. Para ellos es muy duro, lo vivieron muy a fondo»

Al reencontrarse con su familia, simplemente bastó un abrazo, una lágrima, una mirada. Para Miguel, «eso lo decía todo» y no hacían falta las palabras. Sin embargo, para ningún excombatiente fueron fáciles los primeros años de posguerra. El estigma de la sociedad y los resabios físicos asecharon a Miguel durante una década.

«Los primeros diez años fueron horribles, eramos despreciados por la sociedad. Cuando buscábamos trabajo y decíamos que eramos excombatientes nadie nos quería, hasta sé que varios conocidos perdieron el trabajo por esta causa»

«Uno vive la guerra todos los días, siente un portazo y, si lo agarra descuidado, lo hace estremecer. Lo lleva adentro, o un grito, un helicóptero, un avión, cualquier cosa se siente»

«Hoy lo vivo de otra forma, porque soy una persona muy convencida de que la guerra no se la saca ni un médico, ni un psicólogo. Que un profesional pueda ayudar a llevar mejor esta vida si, pero que lo cure de eso no»

A medida que pasa el tiempo, Miguel, y tal vez muchos otros excombatientes, se encuentra en una sociedad más comprensiva, que lo hace «sentir más reconocido» y le permite vivir «más tranquilo y relajado». Sin arrepentirse de nada y con un orgullo que le sale del alma, reafirma su compromiso con la patria y dice: «si tuviera la suerte que me convoquen de nuevo a defender mi patria, sería un orgullo muy grande».
 
su piel se eriza, su voz se quiebra y, de a ratos, sus ojos se inundan de lágrimas. Al día de hoy, recordar su paso por Malvinas significa atravesar por una montaña rusa de emociones inexplicables. Es que aunque pasaron 38 años, a Alberto Gaffuri todavía le cuesta creer todo lo que vivió mientras luchaba por la soberanía de las islas en 1982.





“Mi prioridad siempre fue defender a la patria”, dice el vecino de Olivos que hoy conmemora otro aniversario con orgullo y honor.

Lo recuerda como si hubiese sido ayer. Alberto tenía 37 años y trabajaba como ingeniero civil cuando anunciaron el enfrentamiento con los ingleses. Apenas se enteró, no lo dudó ni un segundo: iba a postularse como voluntario para combatir. “Nunca tuve miedo. Sentía que me necesitaban y que tenía que ir a cumplir”, sostiene. Sin embargo, cuando fue a presentar su voluntad para participar de la guerra, se encontró con la sorpresa de que ya había sido convocado bajo la bandera del Comando de Ingenieros del Ejército Argentino.

12 de abril. En su primer día en las islas, el ingeniero visitó el Casino Royal Marine.
“Nos mandaron a entrenar a Campo de Mayo y ese fin de semana nos dieron los trajes y nos fuimos. El 12 de abril a las siete de la mañana pise por primera vez el suelo malvinero”, recuerda con exactitud quién volvería a su barrio 65 días después con la frente en alto pero el corazón desbordado de angustia.

Bajo el cargo de Jefe de la Dirección Nacional de Vialidad, Alberto tenía la misión de preparar los caminos y helipuertos para la guerra. Como era el único ingeniero civil en su zona, debía cargarse los trabajos al hombro y resolverlos casi sin ayuda. Estas tareas las realizaba en la oscuridad -para evitar que ‘el enemigo’ los viera- y en tiempo récord: construyó una pista de aterrizaje en menos de dos días.


Pero además de los numerosos encargos que Alberto debía realizar diariamente, también tenía que cuidar de sí mismo. Porque al fin y al cabo, esa guerra se trataba de sobrevivir. “Muchos de los civiles dormían en casas alquiladas, pero mi equipo y yo, que llegamos unos días después que la mayoría, siempre tuvimos que dormir en galpones abandonados o en la intemperie. Más de una vez he dormido solo en el medio de la nada”, cuenta transmitiendo cómo la profunda sensación de soledad se apoderaba de él.

Orgullo. Hoy, 38 años después, Alberto mantiene vivo el recuerdo de aquella época.
Los peligros lo atormentaban en el día a día. Las explosiones eran moneda corriente y los fuertes estruendos ensordecían las jornadas. Algo que luego se convertiría irreparable en la salud de los combatientes. “No puedo poner en palabras lo que es sentir eso. No hay ningún ruido que se asemeje a esa tortura. Al día de hoy, la audición me disminuyó mucho”, comenta. Y agrega: “Durmiendo en el descampado con balas que iban y venían todo el tiempo, la supervivencia era más difícil. Por eso empecé a construir refugios. Yo era el único capaz de hacer trincheras seguras. En el suelo de allá, apenas excavas un pozo, ya encontras agua. Había que estar muy seguro de cómo hacerlo”.


A pesar de las complicaciones, Alberto logró su cometido. Y es el día de hoy, que ex soldados le agradecen por su ayuda. “Me dan las gracias por haberles salvado la vida. Me genera mucho orgullo”, dice emocionado.

Hoy, a los 75 años, Gaffuri fue reconocido por el Municipio de Vicente López como ciudadno ilustre, preside el Centro de Civiles Veteranos de Guerra y cada 2 de abril se encarga de conmemorar a sus compañeros caídos en aquella batalla que marcó un antes y un después en la historia argentina. “Nunca volví a Malvinas y todavía no se si hacerlo. Es una herida aún abierta y significa pasar por una mezcla de emociones que no se si estoy dispuesto a soportar. Igualmente, no lo descarto”, cierra en su relato.
 
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