FUE ANTICIPO DE PERFIL, AYER
Cristina prueba un candidato a nuevo Tango 01 y dicen que “es un maquinón”
Cuesta 46 millones de dólares, es considerado uno de los mejores exponentes de su clase y es catalogado como el avión civil más rápido desde la desaparición del Concorde. El Bombardier Global 5.000 ya fue aprobado por Cristina y su entorno, y sólo resta esperar la decisión de la Secretaría General de la Presidencia, que todavía no descartó ninguno de los tres competidores. La empresa tiene pedidos hasta 2012. El actual Tango 01 descansa en la Base Aérea de Palomar mientras es inventariado y se calcula su precio base para ponerlo a la venta.
Global Express G550 N224GX
Durante los próximos cuatro años, Cristina Fernández de Kirchner viajará por el mundo con una intensidad que no tuvo su marido. Por eso, la ex senadora quiere hacerlo cómoda y tranquila. En el arranque de su gestión, la todavía Primera Dama deberá decidir cuál de los cuatro aviones en carpeta será el elegido para reemplazar al mítico Tango 01.
Como contó ayer PERFIL, Cristina ya probó una de las cuatro naves seleccionadas y quedó “encantada”. Es el Bombardier Global 5.000, valuado en 46 millones de dólares y seleccionado como el avión ejecutivo más rápido para vuelos intercontinentales y el avión civil más veloz desde la aparición del Concorde.
La nave probada en Argentina (matrícula N224GX) llegó al país mediante una gestión de los representantes regionales de la firma canadiense Bombardier, con miembros del Ejecutivo Nacional. El debut fue el jueves, cuando la comitiva de Cristina Kirchner viajó desde Buenos Aires a la localidad paraguaya de Ayolas. “Se usó como una gentileza de la empresa que los provee, que sabe que estamos interesados y ofrecieron probarlo”, aseguró a PERFIL uno de los funcionarios de la Secretaría General de la Presidencia, desde donde se están realizando las gestiones para la compra. “Es un gran avión. Especial para las necesidades actuales”, aseguraron a PERFIL miembros de la Fuerza Aérea. La idea de la Casa Rosada es que la nave sea utilizada para vuelos regionales, y que para los viajes a Europa se siga utilizando un chárter de Aerolíneas.
Competencia. Pero el Gobierno argentino no es el único que mostró interés. El gobierno de Panamá también probó el Bombardier. Fue en octubre de este año, cuando el presidente panameño, Martín Torrijos, se subió a un vuelo de prueba. El vicepresidente regional de ventas de Latinoamérica de Bombardier, Fabio Rebello, habló con el periódico La Prensa de Panamá y aseguró que en la región hay un mercado “muy prometedor”, pero afirmó que los plazos de entrega se extienden hasta principios de 2012, algo que ya fue anotado en la carpeta que descansa en el escritorio de Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia. De todas formas, en el despacho de la presidenta electa destacan que el avión “es un maquinón” y que se prevé la realización de “uno o dos viajes más de prueba”.
Además del Global 5.000, hay en carpeta tres modelos más. Uno de ellos es el Gulfstream 550. Un avión de esas características posee Eduardo Eurnekian, y es utilizado con cierta frecuencia por los Kirchner. Este sería el principal competidor para los canadienses. Otro de los nominados es el Boeing 737, conocido en la jerga como “la chanchita” y está valuado en 60 millones. El restante sería un Lineage 1.000 cotizado en 45 millones de dólares.
Dónde está el piloto. Sergio Velázquez es el primer piloto civil en conducir el avión presidencial, y para los K, es casi un amuleto. Tanta es la confianza que deposita el matrimonio presidencial en sus manos, que aunque él no sea el piloto viaja siempre al lado del Presidente y de Cristina. “Si está él, Néstor está tranquilo”, contó a PERFIL un funcionario que además aseguró que Velázquez tiene “voz y voto en la elección”. Cualquiera fuera la decisión, Velázquez tendrá que viajar a los Estados Unidos a realizar los simuladores y los cursos de adaptación a la nueva aeronave.
Un avión que generó denuncias, falsas promesas y algunos sustos
El Tango 01 bailó su última pieza. Perdido en un hangar de la base aérea de Palomar, el mítico avión presidencial ya se despidió del matrimonio Kirchner. No lo hizo de la mejor manera: un aterrizaje complicado luego de un desperfecto en uno de sus motores. Fue el 28 de octubre, cuando la familia presidencial regresaba de Río Gallegos para esperar los resultados electorales. “No se usa nunca más”, fue la decisión de Néstor Kirchner. Ese fue el final para el avión oficial. Según publicó el diario La Nación, ahora está en manos del tribunal de tasación de la Casa Militar, que está realizando el inventario del avión para fijar su precio y ponerlo a la venta.
En 1992 Carlos Menem pensó que hacía negocio. Puso sobre la mesa 62 millones de dólares y el Estado argentino compró el Boeing 757/200. Pero en su interior, el riojano le puso su estilo y quedó como un emblema de su gestión: revestimientos en madera, despacho con escritorio y sillones para reuniones reservadas, suites (una con cama doble con el Escudo Nacional tallado sobre su respaldo), baño con grifería dorada y hasta un sillón de peluquero. Hoy todo eso es anécdota y una no muy interesante. Todos los agregados que tiene el avión oficial encarecen su precio final y acotan los posibles compradores. Fernando de la Rúa intentó venderlo, y hasta lo prometió en plena campaña. No sólo no lo vendió sino que lo usó cada vez pudo.
La relación entre los K y los aviones nunca fue buena. Desde que asumió Néstor Kirchner ya se gastaron más de 9 millones de dólares por problemas en el funcionamiento del Tango 01 y su mantenimiento le cuesta al Estado entre 2 y 3 millones anuales, también hubo denuncias. En 2003 Kirchner desplazó a tres comandantes del Tango por presunto fraude contra el Estado, facturación apócrifa y supuestos sobreprecios en los gastos de los vuelos presidenciales. El 19 de octubre de 2004, rumbo a Paraná, una de las turbinas se prendió fuego con el Presidente a bordo. Aterrizaje de emergencia y cambio de avión. Ese mismo mes, cuando el matrimonio K viajaba en el Tango 01 al Congreso de la Lengua en Rosario, otra vez los motores fallaron. “Es un avión grande para usar en vuelos de cabotaje y chico para salir del país. No sirve”, aseguró a PERFIL un miembro de la cúpula de la Fuerza Aérea “Está construido para realizar 15 mil kilómetros semanales y realiza 2 mil por mes. Eso tampoco es bueno”. En la fuerza no se hacen cargo de las críticas de mantenimiento y apuntan los cañones a Parrilli: “Se cree que manejar un avión es como un auto: se rompe y lo arreglamos”.
Diario Perfil