Patrullando los mares latinos
El control de los mares es una de las principales preocupaciones para la defensa y seguridad de América Latina, especialmente contra el narcotráfico y la pesca ilegal. En la región, algunos programas para aumentar esta capacidad se desarrollaron en los últimos años y se esperan algunos más para el futuro cercano.Por Santiago Rivas
América Latina no solo está rodeada de grandes áreas de mar, sino que también tiene una gran cantidad de recursos naturales y es una de las principales vías para mover productos, tanto legal como ilegalmente. Mientras que en algunas zonas la principal preocupación es el control de la pesca ilegal, en otras es el tráfico de drogas y en otras la protección de la producción de petróleo y gas.
El crecimiento del crimen organizado internacional está afectando especialmente a toda la región del Caribe y el Océano Pacífico norte, desde Colombia hasta Estados Unidos, con una importante actividad de diferentes tipos de embarcaciones que transportan drogas, desde mini submarinos hasta pequeñas embarcaciones de alta velocidad llamadas “Go Fast”. Las operaciones en la zona son realizadas por las aviaciones navales de Colombia y México, así como por la Marina y la Guardia Costera de los Estados Unidos. En la actualidad, los países de Centroamérica y el Caribe carecen de aviones de patrulla marítima específicos, y sus flotas de superficie son pequeñas y están mal equipadas, lo que dificulta el control. Estados Unidos opera en el área de El Salvador, Curazao, Florida y algunos otros aeropuertos de las Antillas y la coordinación con las fuerzas colombianas es grande.
Mientras tanto, en el Atlántico Sur, la pesca ilegal es un gran problema en los mares de Argentina y Chile, especialmente de los arrastreros chinos, pero también de otros orígenes. La ampliación de la zona económica exclusiva de 200 millas a 350 que hizo Argentina aumentó este problema, ya que el área a custodiar es mucho mayor. Si bien Chile aumentó considerablemente su capacidad de patrulla marítima, Argentina carece de una fuerza adecuada.
Beech Super King Air de la Armada Ecuatoriana. Foto Santiago Rivas.
Mientras tanto, en el caso de Brasil, con una costa extremadamente larga y con una creciente producción de petróleo y gas en el mar, la protección de su espacio marítimo es un problema creciente, pero tanto su fuerza aérea como su armada estaban mejorando sus capacidades en los últimos años y existen algunos programas en marcha.
Asimismo, en los últimos años se llevaron a cabo diferentes programas para desarrollar una fuerza de aviones de patrulla marítima en la región, especialmente en Brasil, Colombia y Chile, y se esperan algunos en poco tiempo, como el caso de Argentina.
En cuanto a las capacidades, las aeronaves de patrulla marítima que operan en la región podrían separarse entre las medianas y las grandes, lo que significa dos áreas diferenciadas, la primera con aviones de hasta 7 horas de autonomía, una menor variedad de sensores y con menor o nula capacidad de armamento. Su ventaja es su costo reducido en comparación con aviones más grandes y son mejores para patrullas costeras o para cubrir áreas más pequeñas. Comprenden principalmente el Embraer EMB-111, el Casa 212 y el Beech Super King Air. Los grandes aviones de patrulla tienen una mayor autonomía y capacidad, como Lockheed P-3 Orion, el Fokker 60 y el Airbus C235 / 295MPA, con los Orion, además de los Airbus chilenos, capaces de llevar una amplia variedad de armas.
A nivel local, Embraer tiene algo de experiencia desarrollando su propio avión de patrulla marítima, con el Emb-111, pero la versión propuesta del ERJ145 para esta misión no pudo encontrar clientes. Ahora, la compañía considera la posibilidad de versiones especializadas del KC390 y del E-190 E2 y se realizaron algunos estudios preliminares para equipar ambos aviones con radares, sensores y armas especializadas. Desde Embraer informaron que estaban ofreciendo una versión del KC390 para patrullaje marítimo a la Fuerza Aérea de Nueva Zelanda, pero también se podría ofrecer a algunos países de Latinoamérica.
P-3B Orion de la Armada Argentina. Actualmente se encuentra en Fadea para ser recorrido y se espera que los trabajos recién finalicen entre 2022 y 2023. Foto Santiago Rivas.
Argentina
Actualmente, no existe un gran programa en la región para comprar aviones grandes para esta misión, pero la Armada Argentina está luchando por el presupuesto para comprar cuatro P-3C Orion de segunda mano de la Armada de los Estados Unidos y también tiene mucho interés en al menos dos Airbus C295 Persuader. Además, Leonardo Aircraft ofreció la versión de patrulla marítima del ATR 42.
La pérdida del submarino ARA San Juan puso de manifiesto la crítica situación de la aviación de patrulla marítima del país, ya que ninguno de los cuatro P-3B Orion de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración estaba operativo para la búsqueda y debieron confían en un Orion de la NASA y otro brasileño, dos P-8 Poseidon de la Armada de Estados Unidos, un Airbus C295MPA brasileño y otros aviones menores para realizar la búsqueda. La Armada Argentina solo pudo aportar un Grumman Tracker y un B-200M Super King Air.
Los Orion argentinos recibieron algunas actualizaciones menores en sus sistemas, como la capacidad de disparar misiles AM39 Exocet y una torreta con sensores ópticos debajo de la nariz, desarrollada localmente por la empresa Invap.
Asimismo, la fuerza cuenta con cuatro Beechcraft B-200M Super King Air en la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima, modificados localmente para patrulla marítima, con un radar Bendix RDR 1500, entre otros equipos. Asimismo, en uno de ellos se evaluó un radar de apertura sintética desarrollado localmente por Invap.
Además, la fuerza tiene un Grumman S-2T Turbo Tracker operativo y cuatro más fuera de servicio (uno de ellos nunca fue terminado de modernizar) para operaciones de patrulla marítima y antisubmarina, que sirven en la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina. Hoy son los últimos Tracker en servicio militar del mundo. Si bien se necesita un reemplazo para los Tracker y B-200M, actualmente no se aprobó ningún programa.
Asimismo, la Prefectura Naval Argentina, cuenta con tres CASA C-212-300M y un Beech 350 Super King Air para patrullaje marítimo, siendo el último el avión de patrulla más moderno del país. Las CASA 212 necesitan ser reemplazadas en el corto plazo, tienen casi 30 años de servicio y uno de ellos ya ha sido dado de baja y empleado para repuestos.
Beech Super King Air de la Prefectura Naval Argentina. Foto Santiago Rivas.
Brasil
En Brasil, es la Fuerza Aérea quien está a cargo de las misiones de patrulla marítima. La Armada tenía la intención de modificar para misiones de patrulla y alerta temprana algunos de los Grumman C-1 Traders que compraron y actualmente se están transformando con turbohélices y nueva aviónica, pero este plan se quedó atrás y el futuro de los aviones es incierto.
Dentro de la Fuerza Aérea se encuentran los nueve Lockheed P-3BR Orion (P-3A modernizados) del 1º/7º Grupo de Aviação (GAv), que fueron modernizados por EADS con FITS (Fully Integrated Tactical System), aviónica Thales, capacidad para misiles Harpoon y otras mejoras, y entregados entre 2011 y 2014, que cumplen misiones de patrulla marítima y de guerra antibuque y antisubmarina. Los problemas estructurales encontrados en las alas de algunos de ellos llevaron en 2017 a estudios para cambiar sus alas. Lockheed Martin anticipó esto cuando se compraron los aviones, pero las restricciones presupuestarias impidieron resolverlo en ese entonces. Además, los aviones sufren problemas de corrosión, pero han mantenido cierto nivel de operatividad.
Para patrullaje también hay nueve Embraer EMB-111 Bandeirulha, que han sido modernizados en sus sistemas y ahora están siendo modernizados en términos de aviónica, por Embraer. Sirven en los 2º/7º y 3º/7º GAv. Se espera que se seleccione un reemplazo para este modelo en los próximos diez años, ya que las células tienen unos 40 años.
En junio de 2017 la fuerza recibió el primero de tres Airbus C-295MP especializados para misiones SAR, localmente llamado SC-105 Amazonas, también equipados con FITS, una torreta con sistemas ópticos, un radar de vigilancia Elta EL/M-2022A y equipo de rescate. Todos servirán el 2º/10º GAv en Campo Grande.
Airbus Persuader de la Força Aérea Brasileira, empleado para búsqueda y rescate. Foto Airbus.
Chile
Habiendo recibido seis P-3A Orion en los años noventa, la Armada de Chile actualmente opera los dos últimos ejemplares del modelo en el Escuadrón VP-1, que fueron ampliamente modernizados y ahora están recibiendo nuevas alas en los Estados Unidos. La intención era reemplazarlos con el C295 Persuader, pero el mayor alcance y autonomía del Orion, que los hace seguros para volar a la Isla de Pascua en el Océano Pacífico, que se encuentra a más de 3.500 kilómetros de la costa chilena, llevó a la decisión de mantener los dos últimos.
Mientras tanto, se compraron tres C295 Persuader, uno de ellos con equipo completo antisubmarino y antibuque, siendo el único de este tipo en la región equipado con MAD y armas. También sirven en el Escuadrón VP-1. Una opción para tres ejemplares adicionales no se ejecutó una vez que se decidió mantener los Orions.
Además de ellos, el escuadrón VC-1 tiene tres Embraer EMB-111 Bandeirulha, siendo Chile el único otro operador del tipo en América Latina, además de Brasil. Por su antigüedad y por no tener grandes mejoras en sus equipos, tras la retirada de las CASA C-212, actualmente se utilizan casi exclusivamente para el transporte.
P-3A Orion y Persuader de la Armada de Chile. Foto Santiago Rivas.
Colombia
En el caso de Colombia, la Fuerza Aérea también ayuda a patrullar los mares, a pesar de no tener aviones de patrulla marítima. Por lo general, usan sus cinco Cessna SR560 Horus, basados en el Citation, y sus cañoneros Basler BT-67, que están equipados con FLIR y su baja velocidad y bajo nivel de ruido los hace ideales para seguir desde lejos a las embarcaciones en actividades ilegales y guiar los barcos de superficie para interceptarlos.
Además de los aviones de vigilancia utilizados por la Fuerza Aérea, en Colombia la Armada cuenta con dos Airbus 235-200M y un 235-300MPA Persuader que son utilizados tanto por el Grupo Aeronaval del Pacífico como por el del Caribe. La fuerza tiene interés en más ejemplares del tipo, ya que su Aviación Naval ha estado ampliando sus capacidades en el nuevo milenio, pero no se realizaron más pedidos desde 2010.
México
Con crecientes problemas de seguridad tanto en tierra como en el mar, México también está aumentando los gastos de defensa para expandir sus capacidades. El principal problema para México es el tráfico de drogas, con productos provenientes de América del Sur con destino a Estados Unidos. Si bien parte de la droga llega al país por la frontera con Guatemala, la mayor parte llega por avión o barco directamente desde Colombia o Venezuela, por el Océano Pacífico o el Caribe.
Del lado del Pacífico llega principalmente en mini sumergibles o en barcos de carga o pesca, mientras que sobre el Caribe los narcotraficantes utilizan principalmente las pequeñas embarcaciones rápidas, que viajan a más de 40 nudos.
La Aviación Naval Mexicana posee seis Airbus CN-235-300MPA Persuaders (aunque se está considerando pedir dos más), dos CASA C-212-400MP y cuatro Beechcraft 350i Super King Air para patrulla marítima, estos últimos adquiridos en 2014.
Los CASA C-212 se modernizaron con el EADS FITS, que incluye una torreta de sensores ópticos y radar en un radomo ventral, pero ya están siendo retirados de servicio por su antigüedad y sustituidos por el nuevo Super King Air, que también puede cumplir misiones de inteligencia. Los Persuader sirven en el 1º y el 4º Escuadrón de Patrulla, la CASA 212 y Super King Air en el 2º y el 4º Escuadrón.
Propuesta de Embraer por una versión de patrulla marítima del Embraer 190. Imagen: Embraer,
Perú
En Perú, siendo también uno de los países con el litoral más extenso de la región, la Aviación Naval cuenta con el Grupo Aeronaval 1 con el Escuadrón Aeronaval de Exploración Nº11 con la misión de patrulla marítima, contando con tres Beech B- 200CT Super King Air, dos B-200T Super King Air, dos Fokker 60MPA y dos Fokker 60UTA-N, todos equipados para misiones de patrulla marítima.
Venezuela y otros operadores
Con un largo litoral sobre el Caribe, zona caliente para el narcotráfico, la capacidad de la Aviación Naval Venezolana para el patrullaje marítimo es muy pequeña, con solo tres Casa C-212-200 equipadas para patrullaje marítimo en el Escuadrón Aeronaval de Patrullaje y Antisubmarino, pero tienen más de 30 años y no tienen modernizaciones importantes.
Dos países más pequeños de América del Sur también tienen su fuerza de patrulla marítima. En Ecuador, la Armada cuenta con una pequeña fuerza, que comprende un solo Airbus C-235-300MPA y un Becch 200 Super King Air equipados para esta misión, que son operados por la Escuadrilla de Transporte desde Guayaquil o la Base Aeronaval de Manta.
En el caso de Uruguay, la Fuerza Aérea cuenta con dos CASA 212-200 y 212-300 equipados con radar de vigilancia y equipo SAR, que prestan servicio en el Escuadrón Aéreo Nº3 de Montevideo, mientras que la Armada cuenta con un solo Beech B-200M Super King Air en La Base de Aviación Naval Capitán Curbelo, el cual originalmente fue el demostrador de la versión de vigilancia marítima y puede ser equipado con soportes para bombas y cohetes, siendo el único de su tipo con esta capacidad. Se recibió un segundo Super King Air para ser modificado con este rol, pero no se realizaron los trabajos por falta de fondos y se lo usa para transporte
La situación actual en toda la región muestra la necesidad de más equipos en la mayoría de los países, siendo evidente que la mayoría no puede realizar la misión de proteger adecuadamente sus mares y evitar actividades ilegales. La tragedia del submarino ARA San Juan en Argentina también mostró lo difícil que podía ser una misión SAR en los vastos y agitados mares del sur.
B200 Super King Air de la Armada Uruguaya. Foto Santiago Rivas.
Patrullando los mares latinos
El control de los mares es una de las principales preocupaciones para la defensa y seguridad de América Latina.
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