Noticias de Irán

Sebastian

Colaborador
La esperanza asoma en Irán

La sociedad iraní respalda el pacto nuclear como clave para salir de la crisis económica que asfixia el país. La capacidad de reforma de Rohaní depende de la reactivación

ÁNGELES ESPINOSA (ENVIADA ESPECIAL) Teherán 13 DIC 2013 - 21:23 CET4


Una iraní hojea libros en Teherán. / Scott Peterson (Getty Images)

“Nadie compra. Todo el mundo espera a que bajen los precios”, repiten una y otra vez los comerciantes del Gran Bazar de Teherán. El reciente acuerdo nuclear logrado en Ginebra aún no ha logrado desbloquear la parálisis que atenaza la economía iraní. Y sin embargo hay un clima de esperanza. Incluso el parón es un signo de que los iraníes confían en que en que va a fortalecerse el rial y mejorar su capacidad adquisitiva. Pero se muestran cautos. Saben que hay muchos obstáculos en el camino.

El sector de las alfombras del Gran Bazar está desierto. Enormes plásticos cubren las piezas amontonadas, pero a media mañana no hay vendedores en las tiendas como si se hubieran ido a rezar.

“Ya nadie reza. Salimos a dar una vuelta porque no tenemos negocio”, comenta a su regreso Hamid Reza Dilmaghani, de Orient Carpet.

Dilmaghani cuenta que no ha vendido nada desde hace cinco meses. Las sanciones bancarias y el embargo que Estados Unidos impuso a las alfombras iraníes en 2010 han puesto a esa industria al borde del colapso. Su fabricación emplea a dos millones de iraníes, pero según el Ministerio de Comercio, un 10% de la población se beneficia directa o indirectamente del negocio que, tras el petróleo, es la segunda fuente de exportaciones.

De ahí que los vendedores de alfombras, como el resto de los iraníes, estén muy pendientes de las negociaciones nucleares que se abrieron con el compromiso alcanzado el pasado 24 de noviembre en Ginebra.

“Por supuesto que el acuerdo es bueno. Todos tenemos esa esperanza”, afirma Dilmaghani quien no obstante admite que algunos grupos de interés tratan de obstaculizarlo. “No es sólo el Gobierno, es la propia sociedad iraní. Censuramos internet, censuramos incluso a nuestros poetas. Es esa mentalidad la que está detrás de nuestros problemas y tenemos que arreglarlo entre nosotros”, interpreta.

Los poderes fácticos iraníes no son la única preocupación. Una arraigada desconfianza hacia Estados Unidos hace que la mayoría de los entrevistados expresen su temor a que no cumpla con su parte. O a que ponga condiciones inaceptables.

“Lo apoyamos al cien por cien y pedimos a Dios que tenga resultados, pero [nuestros gobernantes] no deben ceder los derechos del pueblo, ni aceptar que les dicten las condiciones”, manifiesta Hamdullah Mohamedi, erigido en portavoz de un grupo de comerciantes que charlan entre ellos ante la falta de clientes.

“El acuerdo es la mejor cosa que nos puede ocurrir. No importa que tengamos que ceder un poco. Lo óptimo es que lo hagan ambas partes y se alcance un acuerdo estable y definitivo”, señala por su parte Mohsen, el encargado de la joyería Aghigh, quien no obstante teme que Israel se interponga en el camino.

Mohsen se muestra animado porque acaba de vender un juego de gargantilla, pulsera y pendientes por valor de 50 millones de riales (1.250 euros) a pesar que estas fechas, una especie de cuaresma chií, no son muy propicias para los negocios de oro y joyas porque no se celebran matrimonios ni pedidas de mano.

“Es para la prometida de mi hijo”, dice Mehri, envuelta en un chador y flanqueada por sus dos hijas. “No sé si va a bajar más el precio, pero de todas formas ya estamos de preparativos para la boda y tenía el dinero en casa”, añade. En su opinión, la economía ha mejorado un poco con las negociaciones. “Me parece que es un camino muy positivo”, declara.

Pero las sanciones internacionales por su programa nuclear son sólo una parte de los problemas económicos que afronta Irán. Por primera vez desde la fundación de la República Islámica en 1979, el país sufre a la vez inflación (que ha llegado a un 42%) y recesión. A decir de los expertos, ésta es en parte resultado de las sanciones, que han incrementado los costes de producción, pero también fruto de la mala gestión de la Administración anterior que, recuerdan, tuvo los mayores ingresos de la historia del país.

“El objetivo del presidente Hasan Rohaní con las negociaciones nucleares es claramente la economía”, interpreta un embajador europeo.

Sólo si consigue mejorar las finanzas internas podrá abordar otras reformas más adelante. De momento, sus primeros pasos han recibido el aplauso de la comunidad empresarial y de los economistas.

“El equipo económico de Rohaní lo tiene muy difícil. La situación es tan ardua que resulta complicado elegir por dónde empezar”, señala Ali Tehrani, el director de Atieh Bahar Consulting, una asesoría de negocios radicada en la capital iraní. “Están apagando fuegos y hasta ahora han tenido bastante éxito. En conjunto, el clima en los negocios se ha tranquilizado. Ha habido un efecto psicológico gracias al acuerdo [nuclear]”, precisa.

En su opinión, el informe que el presidente presentó la semana pasada ante el Parlamento fue muy acertado. “Primero atajar la inflación, que de hecho ya ha atenuado su ritmo de crecimiento, y a continuación el desempleo, que está directamente vinculado con la recesión”, resume.

Pero esas medidas no son una fórmula mágica. También exigen cierto sacrificio por parte de los ciudadanos. El nuevo presupuesto, por ejemplo, sólo contempla un 18% de aumento de los salarios del funcionariado, menos de la mitad de la inflación, y por lo tanto una nueva pérdida de poder adquisitivo para un importante sector de la población. Además, el impacto psicológico ha estabilizado el mercado de divisas, cerrando el último refugio de los ahorradores.

El metro está lleno de anuncios animando a invertir en bolsa. Sin embargo, en privado, algunos operadores advierten de los riesgos. Por un lado, señalan que los balances de muchas empresas son engañosos y sus aparentes beneficios fruto de trucos contables porque no están produciendo. Por otro, temen que no haya capacidad suficiente para aceptar tanto capital.

“Hay dinero. En el banco no dan intereses. El oro ha bajado. Y ahora la moneda está estable. Sólo queda la bolsa”, explica Tehrani para justificar los récords alcanzados en las dos últimas semanas por la Bolsa de Teherán, donde algunos inversores han logrado beneficios del 100% y despertado el temor de una burbuja.

Mientras, en el bazar, amas de casa y compradores en general se quejan de que la estabilización de la moneda no se ha traducido en una reducción de los precios. “Los comerciantes se apresuran a subirlos cuando cae el rial, pero luego se olvidan de bajarlos cuando se recupera”, lamenta Leyla. Como buena parte del país, esta maestra sigue las noticias con interés deseosa de que esta vez las promesas de cambio se traduzcan en una mejora de su sueldo que le permita vivir con menos agobios.

“Los problemas económicos de Irán no son de ayer. Se arrastran desde hace tiempo, así que serán necesarios de tres a cuatro años para que la economía vuelva al buen camino”, concluye Tehrani.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/13/actualidad/1386966183_213255.html
 

Sebastian

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Teherán maniobra para reanimar la industria petrolera

El Gobierno tiende puentes con empresas occidentales

Ángeles Espinosa Teherán 14 DIC 2013 - 21:13 CET


Fuente: Agencia Internacional de la Energía, Fondo Monetario Internacional (FMI). / EL PAÍS

Irán quiere que vuelvan las grandes compañías de petróleo occidentales. Lo ha dicho su ministro de Petróleo, Bijan Zanganeh, quien incluso ha enumerado a sus siete favoritas, entre ellas dos estadounidenses, pero no la española Repsol. Aunque primero tendrán que levantarse las sanciones, la mera perspectiva convierte a las petroleras en defensoras de la causa iraní ante sus respectivos gobiernos.

“El estado de ánimo en Teherán es muy esperanzador”, declara Ali Arrechi, el director de proyectos de Atieh Bahar Consulting. Arrechi advierte no obstante que “los contratos del petróleo dependen del acuerdo nuclear”.

Las compañías que Zanganeh nombró el pasado día 4 en Viena son la francesa Total, la holandesa Shell, la italiana ENI, la noruega Statoil, la británica BP y las estadounidenses Exxon Mobil y ConocoPhillips .

Tras la revolución de 1979, Irán expulsó a las petroleras extranjeras y su producción se redujo de forma significativa. Como ministro de Petróleo durante el gobierno reformista de Mohamed Jatamí (1997-2005), Zanganeh supervisó la vuelta de las compañías europeas. Total lo hizo en 1997 y Shell en 1999, pese a las objeciones de EE UU. En 1995, la Casa Blanca había bloqueado un proyecto de Conoco.


Fuente: Agencia Internacional de la Energía, Fondo Monetario Internacional (FMI). / EL PAÍS

Respecto a las condiciones para su regreso ahora, el ministro dijo que serían mejores que las del buy-back vigente, por el que las petroleras recibían un porcentaje de las operaciones en lugar de una cuota de la producción como prefieren. “No puedo decir más”, añadió. El responsable del comité que prepara el nuevo modelo ha anunciado que revelarán los detalles en una conferencia internacional que el Ministerio de Petróleo iraní prepara para la segunda semana de abril en Londres.

“Por los datos que conocemos, se trata de una combinación del actual sistema de buy-back y de PSA [product shared agreement, o acuerdo de reparto de producto] que resulta más atractivo para las compañías porque les da la propiedad de las reservas”, señala Arrechi. No obstante, este analista explica que “como la Constitución iraní no permite ese extremo, se especula con que tal vez se les ofrezca la propiedad del crudo en la superficie”. También se espera que los nuevos contratos tengan un plazo más largo, probablemente 20 años.

Irán dispone de las cuartas mayores reservas conocidas de petróleo y las mayores de gas natural con casi el 18% del total. El crudo, del que llegó a ser el segundo exportador de la OPEP, constituye la principal fuente de ingresos del país. Desde el reforzamiento de las sanciones en 2012, la producción ha bajado de una media de 4,3 millones de barriles diarios a 2,65 el pasado noviembre, lo que ha estrangulado su economía.

Incluso si se relajan las sanciones, la Agencia Internacional de la Energía ha asegurado esta semana que Irán va a ser incapaz de incrementar su producción debido al estado de sus infraestructuras. De ahí que el Gobierno esté preparando el terreno para lograr cuanto antes las inversiones que necesita, por lo menos 100.000 millones de dólares.

En el mejor de los casos, las petroleras no esperan que las sanciones se levanten antes de un año y medio o dos. Aún así, los observadores consideran inteligente la actitud proactiva de los iraníes. “Han creado un ambiente en el que nadie quiere quedarse fuera y, sin duda, las compañías van a presionar a sus Gobiernos”, concluye Arrechi.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/14/actualidad/1387049584_644470.html
 

Barbanegra

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La desconfianza entre Occidente e Irán frena el progreso del pacto
La desconfianza mutua está frenando el progreso del pacto nuclear iraní, declaró ayer el viceministro de Exteriores y miembro destacado del equipo negociador de Irán, Abás Araqchi. "Se ha progresado en algunas áreas, pero desafortunadamente sigue habiendo problemas en otras, debido, por ejemplo, a algunas interpretaciones erróneas que han causado desacuerdos", manifestó Araqchi al canal de noticias iraní IRINN.

"Debido a la desconfianza histórica, no podemos confiar en ellos. La desconfianza rige nuestras relaciones", afirmó, en relación a las potencias con las que el régimen iraní negocia un acuerdo nuclear, el Grupo 5+1, formado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido más Alemania. También ayer, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, señaló en una rueda de prensa conjunta con su homóloga italiana, Emma Bonino, de visita oficial en el país persa, que las negociaciones nucleares "progresan lentamente" y deben ser entendidas a nivel de "macropolítica".

"Antes o después tendremos resultados", aseguró Zarif, quien indicó que "no hay que crear obstáculos y ponérselo difícil" a la parte iraní. Añadió que, "para lograr un futuro diferente y preparar el camino para eliminar la desconfianza del pasado, hay que implementar lo que se acordó (en Ginebra), acordar un mecanismo ejecutivo y seguir adelante con buena voluntad y buenas intenciones".

El titular de Exteriores iraní anunció que hablará con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, sobre la marcha de las negociaciones nucleares. Por su parte, Bonino mostró su confianza en que las negociaciones en materia nuclear sigan avanzando y "deriven en una apertura entre la Unión Europea e Irán", pero hay que entender que es "un proceso largo que necesita persistencia y paciencia". Irán y el G5+1 firmaron el pasado 24 de noviembre en Ginebra un Plan de Acción por el que Teherán se comprometía a congelar algunas de las partes más polémicas de su programa nuclear, a cambio de un levantamiento parcial y temporal de las sanciones internacionales, y las partes se daban seis meses para alcanzar un acuerdo final.

Sin embargo, hace diez días el acuerdo se encontró con el primer escollo importante, tras la aprobación en Estados Unidos de penalizaciones para más empresas y personas por negociar con Irán, lo que motivó que el equipo de Teherán que negociaba en Viena la implementación del principio de acuerdo abandonase el diálogo, que se retomó una semana más tarde en Ginebra.

EFE
 

Barbanegra

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Irán y el G5+1 acuerdan aplicar el acuerdo nuclear a finales de enero
Los representantes de Irán y el Grupo 5+1 acordaron en negociaciones técnicas las fórmulas para aplicar el acuerdo nuclear alcanzado en Ginebra el pasado 24 de noviembre, que empezará a cumplirse a finales de enero, señaló hoy un alto cargo iraní.

"Las dos partes han logrado alcanzar un entendimiento sobre la aplicación del acuerdo y ahora su visión e interpretación (del acuerdo) son las mismas", dijo Hamid Baedineyad, director de Asuntos Políticos e Internacionales del Ministerio de Exteriores de Irán y miembro del equipo negociador, informó la agencia local Tasnim.

Las declaraciones tienen lugar tras dos días de negociaciones en Suiza de los equipos técnicos de ambas partes, en los que se definió el modo de poner en marcha el pacto nuclear por el que Irán se compromete a parar parcialmente durante seis meses su programa atómico a cambio de un limitado levantamiento de algunas sanciones internacionales.

"En base a las conclusiones alcanzadas, la aplicación del acuerdo de Ginebra empezará en el último tercio de enero", precisó Baedineyad.

Por otro lado, este miércoles se anunció en Teherán que dos políticos conservadores iraníes supervisarán al equipo negociador nuclear durante las próximas conversaciones.

Gran parte del Parlamento iraní, controlado por los ultraconservadores del régimen islámico, considera que los resultados de las negociaciones no han sido todo lo favorables para Irán que deberían.

La semana pasada, 201 parlamentarios de los 290 que componen la Cámara propusieron la aprobación de una norma que obligue al Gobierno del moderado Hasán Rohaní a incrementar el nivel de uranio enriquecido al 60% desde el 20% actual en el caso de que fracasen las negociaciones nucleares.

Irán y el Grupo 5+1 (EEUU, Rusia, China, Alemania, Francia y Reino Unido) alcanzaron en Ginebra un pacto por el que Teherán se comprometía, entre otras cosas, a dejar de enriquecer uranio al 20% y diluir la mitad de sus reservas que alcanzan ese nivel.

También se comprometió a dejar de instalar nuevas centrifugadoras y abrir las plantas nucleares a una inspección estricta del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA).

El G5+1 y Teherán se dieron entonces seis meses para consensuar un pacto final que acabe con el contencioso nuclear que enfrenta a Irán con el mundo desde hace una década.

Desde los años 80 Irán lleva adelante un avanzado programa atómico que asegura está destinado a fines civiles, en concreto a investigación médica y producción de energía.

La comunidad internacional, sin embargo, teme que el programa oculte intenciones de desarrollar una bomba nuclear, algo que el OIEA afirma que no ha podido descartar en sus inspecciones y que Teherán niega tajantemente.

EFE
 

rojo

Desde el Nacional
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Irán: ¿El 2014 será el año del ataque?

"Una guerra con Irán en 2014 podría resultar inevitable"



Oriente Medio es una región 'inflamable' en cuanto a un gran número de conflictos violentos y una guerra en Irán podría convertirse en uno de ellos en un futuro próximo, según opinan varios expertos en asuntos orientales y en seguridad internacional.

Mientras que el acuerdo alcanzado en noviembre en Ginebra entre Occidente e Irán acerca del programa nuclear de la República Islámica recibió una reacción positiva en Teherán, en Arabia Saudita e Israel la respuesta fue negativa.

El pacto de Ginebra elevó la esperanza de mejorar la situación en Oriente Medio, pero si no se cumplen sus condiciones, la guerra será inevitable, según indicó el experto Vladímir Dvorkin en su discurso durante la presentación del estudio 'La no proliferación nuclear en el contexto de Oriente Medio' en una conferencia en el Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia rusa de Ciencias.

La amenaza de un ataque por parte de Israel y EE.UU. contra Irán es muy real, cree el experto, citado por el portal Warfiles, y subraya que Jerusalén tiene el potencial suficiente para causar graves daños a la República Islámica, al tiempo que los misiles estadounidenses son capaces de atrasar el programa nuclear de Irán por años.

Otro investigador de asuntos internacionales, el coronel general retirado Víktor Esin, indicó que Israel cuenta con un potencial nuclear muy serio, ya que tiene a su disposición la llamada 'tríada nuclear' completa, incluyendo misiles balísticos Jericho I y Jericho II que pueden ser equipados con cabezas múltiples tanto convencionales como nucleares. Actualmente, los israelíes están desarrollando misiles Jericho III, capaces de alcanzar objetivos a una distancia de más de 4.000 kilómetros, y esperan ponerlos en servicio en los años 2015-2016.

El experto opina que la presencia de fuerzas nucleares en Israel supone que el país hebreo también tiene cierta estrategia en ese campo que, no obstante, nunca fue declarada abiertamente. Sin embargo, el análisis de declaraciones oficiales de las autoridades israelíes, según Esin, sugiere que esta estrategia se basa en el principio de disuadir a sus potenciales adversarios.

La mayor parte de los expertos presentes en la conferencia llegaron a la conclusión de que existe una alta probabilidad de que estalle una guerra que enfrente a cierta parte de la comunidad mundial contra Irán. Por ejemplo, como Arabia Saudita de momento no parece haber logrado su objetivo de derrocar el Gobierno de Bashar al Assad en Siria, que goza de un fuerte apoyo de Irán, el debilitamiento del poder militar y económico de Teherán se convierte en la principal tarea para Riad.

El investigador principal del Instituto de Estudios Orientales, Vladímir Sazhin, considera que el asunto del programa nuclear va a adquirir carácter de "conflicto diplomático continuo". Sin embargo, otros expertos sostienen que "la cuestión se solucionará ya el próximo año y habrá una guerra".

RT News
http://fdra.blogspot.com.ar/
 

Sebastian

Colaborador
Fuego amigo sobre el pacto nuclear

La presión de los ‘halcones’ en Washington y Teherán amenaza la consolidación del acuerdo provisional sobre el programa atómico iraní

Ángeles Espinosa Dubái 5 ENE 2014 - 00:21 CET1


El presidente Rohaní, rodeado de parlamentarios. / BEHROUZ MEHRI (AFP)

2014 puede convertirse en el año en que se resuelva el contencioso nuclear con Irán. El preacuerdo alcanzado entre ese país y las grandes potencias el pasado 24 de noviembre ha despertado muchas expectativas después de una década de intentos fallidos. Sin embargo, las dificultades son enormes; no tanto por la complejidad del proceso cuanto por lo que está en juego, que es mucho más que el programa atómico iraní. Se trata, sobre todo, del regreso de Teherán a la escena regional e internacional, con los riesgos que conlleva para quienes se benefician del status quo dentro y fuera del país.

De momento, el resultado inmediato del Plan Conjunto firmado en Ginebra entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia) más Alemania ha sido el inicio de las reuniones técnicas. Los siete países tienen que decidir cuándo entra en vigor el acuerdo y consensuar de qué forma y a qué ritmo va a suspender Teherán las partes más delicadas de su trabajo nuclear (el enriquecimiento de uranio y las obras en la central de Arak). Pero también cuándo van a empezar a levantar las sanciones los países occidentales, especialmente Estados Unidos.

Hay presiones en ambos lados. Así que no pasa un día sin que algún dirigente iraní declare (para consumo interno) que el programa atómico sigue en marcha y que Irán no ha renunciado a sus derechos. En parte es cierto, en el sentido de que implícitamente se le ha reconocido el derecho a enriquecer uranio (el proceso por el que se fabrica el combustible para las centrales nucleares pero también el material fisible para las bombas). Pero el límite del 5% establecido en el Plan Conjunto busca atemperar el riesgo de lo segundo.

La primera prueba de fuego se produjo el 12 de diciembre. Los expertos iraníes que participaban en la primera fase de las negociaciones en Viena fueron llamados de forma repentina a Teherán. Era una reacción a la decisión del Departamento del Tesoro norteamericano de incluir en su lista de sanciones a 19 empresas iraníes a las que Washington acusa de ayudar a Irán a sortear las restricciones financieras que le ha impuesto por su programa atómico. Tanto ese país como Rusia consideraron que la medida violaba el espíritu del acuerdo de Ginebra.

Desde el lado estadounidense se aduce que era la forma de frenar a los duros del Congreso que intentaban introducir nuevas sanciones antes de que concluyera el año. Ampliando la lista de las compañías objeto de medidas previas, la Casa Blanca transmitía (también para su consumo interno) el mensaje de que las negociaciones no suponen ablandarse ante Irán a cambio de evitar una colisión frontal con Teherán. El ministro iraní de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, había dejado claro que una ampliación de las sanciones sería el final del Plan Conjunto.

Ambas partes parecen ser conscientes de las dificultades que sus interlocutores afrontan en casa. Además, por primera vez en 35 años, disponen de canales directos de comunicación. Así que la cosa no llegó a mayores y, tras un par de llamadas telefónicas, los expertos volvieron a reunirse una semana más tarde. Hasta la interrupción navideña del día 22, acordada en una conversación telefónica de 45 minutos entre Zarif y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que coordina a los negociadores de las seis potencias.

“Es una oportunidad tanto para Obama como para Rohaní, y puede ser la última”, señalaba el analista Amir Mohebbian durante una reciente entrevista con este diario. En opinión de este conservador, “la reintegración de Irán [en la comunidad internacional] puede contribuir a resolver importantes problemas estratégicos”.

Los asuntos en los que esa cooperación es no solo posible sino deseable van desde la seguridad regional y el sectarismo, hasta la lucha contra el terrorismo islamista, pasando por la guerra civil en Siria. En ese país, Irán apoya como Rusia al Gobierno de Bachar el Asad, mientras que EE UU y sus aliados están en su contra sin terminar de decidirse por una oposición armada cada vez más controlada por Al Qaeda.

“El problema no es técnico ni nuclear, sino la incapacidad de Estados Unidos para aceptar la realidad de un Irán independiente que no claudica ante sus dictados como Arabia Saudí y el resto de las monarquías árabes”, apunta por su parte Mohammad Marandi, el decano de la Facultad de Estudios del Mundo de la Universidad de Teherán. Este politólogo, devenido en portavoz oficioso de los sectores más ultras, ve las negociaciones nucleares como un triunfo de las posturas maximalistas de su país y rechaza que vaya a llevar a un cambio en su política exterior.

Nadie ni en Teherán ni en Washington ha vinculado ambos temas, pero está claro que un Irán que se sienta reconocido y seguro tiene más posibilidades de convertirse en un socio constructivo que un Irán marginado internacionalmente. Pero eso suscita recelos en la zona, en especial en la otra potencia, Arabia Saudí, que teme salir perjudicada por la reintegración de su rival e intenta construir un frente árabe en la orilla sur del golfo Pérsico.

Debido a esas dificultades internas y externas, el próximo año (el Pacto Conjunto se dio un margen de seis meses prorrogables por otros seis para alcanzar un acuerdo estable) es previsible las negociaciones sufran altibajos. Al mismo tiempo, es de esperar que ambas partes hagan esfuerzos para llegar a algo más que un compromiso con el que salvar la cara. Prolongar sine die la interinidad del actual entendimiento dejaría a la región en un equilibrio inestable que solo beneficia a quienes se oponen a la normalización.

Sin permiso para un apretón de manos
La conversación telefónica entre Obama y Rohaní el pasado septiembre fue la puesta en escena de un acercamiento que se había estado preparando en secreto durante meses. El gesto revelaba sin embargo lo delicado del paso. La llamada del presidente de EE UU, oficialmente para despedir a su colega iraní al concluir su visita a la Asamblea General de la ONU, era la alternativa a un apretón de manos que el líder supremo iraní, Ali Jamenei, no había autorizado. Aún así, en Irán fue muy criticada por los conservadores.

“[Rohaní] no tiene autorización para establecer relaciones plenas con Estados Unidos. Los Pasdarán y los servicios secretos se oponen”, confía un asesor del presidente iraní.

Después de casi 35 años sin relaciones diplomáticas, la desconfianza mutua es muy profunda. Otras fuentes consultadas durante un reciente viaje a Teherán coinciden en que la reapertura de embajadas no está a la vuelta de la esquina.

“Una cosa es que los diplomáticos iraníes puedan saludar a sus colegas estadounidenses con normalidad, y otra cosa distinta que tengan permiso para abrazar a los americanos”, señala el interlocutor.

Según él, ese fue el motivo de que finalmente ni Rohaní ni su ministro de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, acudieran al entierro de Mandela el pasado 14 de diciembre.

“Ambos son hombres educados que se hubieran sentido obligados a responder al saludo de Obama, y eso les hubiera traído problemas en casa”, asegura.

De momento, el respaldo del líder a las negociaciones ha silenciado la crítica frontal de los sectores más duros. El malestar con ese camino se expresa manifestando la desconfianza a que EE UU cumpla con su parte, o atacando a Zarif por otras declaraciones no directamente vinculadas al acuerdo nuclear.

“Mi impresión es que [los recalcitrantes] están autorizados a criticar, pero solo hasta cierto límite”, apunta el asesor.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/04/actualidad/1388854103_858032.html
 

Sebastian

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Irán empieza 2014 con intensos planes diplomáticos
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1561490
05-01-2014 / 9:30: h EFE
Irán empieza 2014 con intensos planes diplomáticos, en línea con la intención del Gobierno del moderado Hasán Rohaní de volver a colocar a la República Islámica en la arena internacional.

Mientras las negociaciones nucleares avanzan y se espera que el histórico pacto firmado en noviembre en Ginebra se implemente a finales de este mes, Teherán prosigue su acercamiento a las capitales europeas y a sus vecinos en la región.

Antes de finales del año persa (el 20 de marzo), Irán espera nada más y nada menos que una decena de delegaciones parlamentarias y al menos una visita de Estado, mientras prepara además varios viajes de sus diplomáticos al exterior.

Y es que el interés no solo reside en Teherán. Los países también empiezan a ver la posibilidad de que el acuerdo nuclear derive en un levantamiento de las sanciones internacionales y ponen sus ojos sobre un mercado de cerca de ochenta millones de consumidores ansiosos por recibir productos occidentales.

El martes llega a Teherán para una visita de cinco días una delegación de cuatro personas del grupo sobre Irán del Parlamento del Reino Unido, que encabezará el extitular de Exteriores Jack Straw.

El acercamiento con Londres continúa, después de que en noviembre los dos países decidiesen nombrar encargados de negocios no residentes tras dos años sin relaciones diplomáticas.

Después de las respectivas visitas de los diplomáticos en noviembre y diciembre, se valora la posibilidad de que este año se reabran las embajadas británica e iraní en Teherán y Londres.

A finales de 2013 se recibió también a una delegación parlamentaria europea, que anunció un incremento de las relaciones bilaterales y en la que los europeos trataron con las autoridades iraníes sobre la posibilidad de abrir una embajada de los Veintiocho en Teherán.

El presidente de la Cámara de Comercio Iranobritánica, Ali Naqi Khamoushi, anunció esta semana que se espera la pronta apertura de una Cámara de Comercio Irán-UE y señaló que el país ha recibido recientemente varias delegaciones comerciales del viejo continente.

Además, el sábado llegó a la República Islámica una delegación italiana, que tiene como objetivo organizar el próximo viaje a Teherán del primer ministro italiano, Enrico Letta.

Roma ha sido la capital europea más proactiva en su acercamiento a Irán, con la reciente visita en diciembre la jefa de la diplomacia italiana, Emma Bonino, que no ocultó que su país tiene como objetivo "situarse en buena posición en la competición" que va a haber para establecer vínculos comerciales con Irán.

Otras dos visitas que se esperan para estos primeros meses del año son también europeas: un grupo de parlamentarios alemanes, que aterrizará en Teherán el martes, y otro de irlandeses, cuya fecha aún no se ha difundido.

Berlín no quiere quedarse atrás y, además de la delegación parlamentaria que enviará a Irán, ha invitado al presidente Rohaní a participar a finales de enero en una conferencia de seguridad en Munich, informó esta semana la agencia estatal de noticias IRNA.

El ministro de Exteriores, Mohamad Yavaz Zarif, ya ha confirmado que acudirá, aunque se desconoce si lo hará también el presidente.

Además, también se espera que se añada al calendario una visita de diputados franceses, que estaba prevista para diciembre y finalmente se pospuso para llevar a cabo más adelante.

En cuanto a la región, Zarif -que cerró el 2013 con una intensa gira a los países del Golfo Pérsico- reiteró esta semana que "la mejora de los lazos con los estados litorales del Golfo está entre las principales prioridades del Ministerio".

"Queremos llevar las relaciones al más alto nivel", señaló el jefe de la diplomacia iraní, que continúa tendiendo la mano al archienemigo de Irán en la región, Arabia Saudí, con quien se enfrenta en una guerra soterrada en Siria, donde ambos países apoyan a bandos opuestos.

El ministro reiteró esta semana que tiene intenciones de visitar Riad "en cuanto sea el momento apropiado" y su equipo anunció además un viaje a El Líbano para "muy pronto".

El año también empezó con acercamientos a Turquía, adonde viajó ayer Zarif para entrevistarse con su homólogo, Ahmet Davutoglu, y con el primer ministro, Recep Tayip Erdogan, con el fin de reforzar los lazos bilaterales, dañados en los últimos años por las distintas posturas respecto a la guerra en Siria.

Exteriores también sigue una política de acercamiento a Afganistán, cuyo presidente, Hamid Karzai, visitó en diciembre Teherán, y con quien se firmó un acuerdo de colaboración y ahora se anuncian nuevos acuerdos e intercambios académicos y comerciales.

Todo ello forma parte del intencionado "deshielo" de las relaciones entre Irán y el mundo prometido por Rohaní, una estrategia que el Ejecutivo espera devuelva a la República Islámica al lugar que le corresponde en la comunidad de naciones.
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Sebastian

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Los claroscuros del acuerdo provisional sobre el dossier nuclear iraní

Miércoles 27 de Noviembre de 2013 19:21

Por Xavier Servitja Roca*

Introducción
La madrugada del pasado domingo 24 de noviembre se puso fin a casi una década de desencuentros entre el equipo negociador iraní y los representantes del P5+1 (EU3 hasta 2006) respecto al programa nuclear de la República Islámica de Irán. Bajo la presidencia y mediación de la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, los ministros de Exteriores de todas las partes implicadas en la negociación, Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia e Irán, firmaron el “Pacto de Acción Conjunto” en el Palacio de las Naciones de Ginebra (Suiza).

Dicho pacto, que simboliza un primer paso en el largo y difícil camino para solucionar la crisis nuclear iraní, es un acuerdo provisional de seis meses de duración que contiene una serie de medidas a cumplir por ambas partes con un doble objetivo conjunto: que se generen mayores niveles de confianza entre las dos partes, al mismo tiempo que se intenta ganar tiempo para negociar un acuerdo definitivo al final de dicho periodo en que se asegure las intenciones pacíficas del programa nuclear.

Además, responde también a un doble objetivo que pretendían alcanzar cada una de las partes a corto plazo: desde el lado de Teherán, la disminución del régimen de sanciones y el reconocimiento del derecho de enriquecimiento de uranio en su territorio (objeto de debate posterior); y, por parte del P5+1, la ralentización del programa nuclear iraní y un régimen de control y verificación más severo sobre el mismo a través del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para asegurarse que no hay ninguna dimensión militar. Así, se pasa de los gestos a los hechos y realidades.

Acciones recientes que ayudan al acuerdo
No obstante, este acuerdo histórico no sólo es fruto de las negociaciones en el marco de las dos últimas reuniones del P5+1 e Irán celebradas en el mes de noviembre en Ginebra, sino que viene precedido o acompañado de una serie de acciones en los últimos dos meses que lo han facilitado. Entre las más destacadas, cabría resaltar en primer lugar el nuevo acuerdo de cooperación firmado por el presidente de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Saheli, y el director del OIEA, Yukiya Amano, en la visita de este último a Teherán el pasado 11 de noviembre.

Un segundo aspecto es la publicación este mismo mes de noviembre del informe del OIEA sobre las actividades del programa nuclear iraní. En dicho informe se resalta que Irán ha disminuido considerablemente la expansión de sus capacidades de enriquecimiento de uranio desde que Hassan Rohani ha asumido el cargo de presidente. De hecho, durante dicho periodo el uranio enriquecido al 20% almacenado por Irán sólo se ha incrementado un 5% para alcanzar los 196 Kg (para construir un artefacto nuclear son necesarios aproximadamente 250 Kg enriquecidos al 90% aproximadamente). Al mismo tiempo, también se señala que desde el mes de agosto no se ha añadido ningún componente mayor al reactor de aguas pesadas de Arak.

En tercer lugar, ha resultado clave la voluntad política mostrada por el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo iraní, Rohani, previa autorización del Líder Espiritual Ayatolá Ali Jamenei, de agotar la vía diplomática para buscar una solución negociada al dossier nuclear de Irán, alejando así la posibilidad de una intervención militar contra el mismo.

En esta dirección y tras el discurso de Rohani en la Asamblea General de Naciones Unidas, la administración Obama no sólo ha protagonizado algunos gestos de buena voluntad hacia el ejecutivo iraní, con llamada incluida entre los dos presidentes, sino que además su administración ha logrado retrasar la votación en el Congreso estadounidense de un nuevo paquete de sanciones a Irán que iba a ser aprobado justo dos días antes del inicio de la última reunión en Ginebra.

Por parte del Estado persa, tanto la designación del ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, como nuevo responsable del equipo negociador en detrimento del secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (aspecto que eleva las negociaciones a categoría ministerial), como la necesidad de Rohani de cumplir su promesa electoral de aliviar los efectos de las sanciones internacionales sobre la maltrecha economía iraní, pasando por los recientes discursos públicos de Jamenei dando su apoyo a la aproximación diplomática de Rohani, han mostrado explícitamente la voluntad negociadora iraní para alcanzar un acuerdo.

Finalmente, la utilización de las puertas traseras por parte de los equipos diplomáticos de Estados Unidos e Irán ha resultado clave para preparar gran parte del acuerdo antes de las dos reuniones de Ginebra.
En este sentido, según informaciones aparecidas en Associated Press (AP) y Al-Monitor corroboradas por la inteligencia israelí, se han producido un mínimo de cinco reuniones bilaterales secretas entre oficiales estadounidenses e iraníes, la mayoría de ellas celebradas en Omán. La primera tuvo lugar en marzo –con Ahmadineyad aún como presidente- y el resto después de la elección presidencial iraní de junio en las que ganó Rohani. Así, parte del “Pacto de Acción Conjunto” fue acordado en estas reuniones entre representantes de Estados Unidos e Irán.

Los claros del “Pacto de Acción Conjunto”

Dado el contexto internacional en el que se producen las negociaciones y atendiendo a las opciones que las partes tenían sobre la mesa, se puede sugerir que el contenido de este primer acuerdo provisional es satisfactorio tanto para los miembros del P5+1 como para Irán porque consiguen alcanzar los objetivos citados con anterioridad.

Así, del acuerdo firmado se puede desprender que se congela parcialmente el programa nuclear iraní durante seis meses y que se establece un sistema de control y verificación sobre el mismo mucho más estricto. En esta dirección, las principales medidas son:
  • Irán facilitará toda la información requerida sobre su programa nuclear y permitirá el acceso de los inspectores del OIEA a sus instalaciones. Ello incluye inspecciones diarias a las plantas de enriquecimiento de uranio de Fordo y Natanz.
  • No se realizarán avances en las actividades de Fordo y Natanz quedando totalmente prohibida la puesta en marcha de nuevas centrifugadoras en dichas instalaciones. Además, se detiene el desarrollo de la planta de Arak.
  • Irán no podrá enriquecer uranio por encima del 5%. Respecto a sus reservas de uranio enriquecido al 20%, la mitad deberá convertirse en fuel para su reactor nuclear de Teherán, y la otra mitad deberá diluirse por debajo del 5%.
A cambio de ello, Irán obtiene ciertos compromisos por parte de las potencias internacionales entre los que destacan:
  • Irán podrá seguir vendiendo su actual cuota de petróleo sin que se le exija la reducción de la misma. Aunque no podrá aumentarla en estos primeros seis meses.
  • Irán podrá recuperar una parte de los activos congelados en el extranjero por sus ventas de petróleo.
  • Se suspenden las sanciones a las exportaciones de productos petroquímicos, al oro y metales preciosos, así como a la industria automovilística iraní.
  • La Unión Europea y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no impondrán más sanciones al Estado persa relacionadas con el programa nuclear. Asimismo, Estados Unidos también se abstendrá de incrementarlas pero siempre teniendo en cuenta los poderes que tienen tanto el presidente como el Congreso estadounidense sobre ello.
En un total aproximado, se calcula que con estas medidas Irán podrá recuperar entre 6 y 7 billones de dólares, de los que unos 4 billones procederán directamente de los activos congelados por la venta de petróleo. Desde mi punto de vista, aunque es una cantidad importante, es menos de lo que se esperaba en un primer momento. Y más, teniendo en cuenta que en los borradores utilizados por la administración Obama para ganar el apoyo de algunos congresistas al acuerdo, la cantidad estipulada llegaba a unos 10 billones de dólares (el borrador manejado por los opuestos a la negociación situaba la cantidad en unos 20 billones de dólares para torpedear el acuerdo).

Por ello, sería conveniente preguntarse por qué Irán ha aceptado esta suspensión de sanciones a la baja más allá de la argumentación de su delicada situación económica. Junto a ello y en mi opinión, el “Pacto de Acción Conjunto” contiene otros puntos oscuros importantes como si éste reconoce o no el derecho de Irán a enriquecer uranio en su propio territorio, cuál va a ser la evolución de la posición negativa al acuerdo de los aliados regionales estadounidenses, Israel y Arabia Saudí, así como de los respectivos sectores internos contrarios a la negociación, y que capacidad tendrán los actores para gestionar tanto este acuerdo provisional, como la negociación del futuro acuerdo definitivo.

Las sombras del “Pacto de Acción Conjunto”

Como se indica anteriormente, existen algunas sombras que deberían rebajar la euforia inicial y adoptar una posición más prudente. Sin negar que este “Pacto de Acción Conjunto” tenga un carácter histórico, sobre todo, en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Irán y que, al mismo tiempo, pueda representar un primer paso en la solución de la crisis nuclear iraní, no es menos cierto que deja ciertas incógnitas en el aire sobre comportamientos de algunos actores e interpretaciones de los contenidos que deberán ser gestionadas correctamente. A continuación paso revista a algunas de esas sombras:

El derecho de Irán a enriquecer uranio en su propio territorio

Nada más firmarse el acuerdo y en las ruedas de prensa posteriores, ya surge la primera discrepancia en relación al contenido del Pacto y si éste reconoce o no el derecho de Irán de enriquecer uranio.

En este sentido, el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, afirma que el Pacto contiene el derecho a enriquecer uranio, aspecto ya reconocido por el Tratado de No Proliferación (TNP) del que Irán es miembro. En el lado opuesto, el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, afirma todo lo contrario y niega de forma rotunda que Irán posea o se le reconozca dicho derecho.

Esta ambigüedad de interpretación ya no sólo del Pacto, sino también del TNP, también responde en este caso a una escenificación obligada por parte de Estados Unidos e Irán para vender dicho acuerdo como una victoria y una cesión de la contraparte ante los sectores respectivos más reacios y opuestos a la negociación.

No obstante, bajo mi punto de vista el Art. 4.1 del TNP sí reconoce implícitamente el derecho de enriquecimiento de uranio a las partes firmantes. Frente a ello, la doctrina utilizada por Estados Unidos defiende que este reconocimiento debería ser explícito y no se menciona directamente. La discrepancia se traslada al acuerdo firmado por la interpretación que se hace del derecho iraní a enriquecer uranio por debajo del 5%. Para Javad Zarif éste es un reconocimiento de los derechos iraníes, mientras que Kerry afirma que es una cesión provisional en el marco del acuerdo.

De todos modos, dicho punto volverá a ser tratado al finalizar los seis meses de duración del acuerdo provisional y será, de nuevo, un punto de fricción y controversia entre ambas partes difícil de solucionar ya que, como estipula el Pacto, se deberá “definir de forma conjunta un programa de enriquecimiento con límites prácticos y medidas de transparencia que aseguren la naturaleza pacífica del programa”.

Y en este sentido, cualquier propuesta que intente obligar a Irán a enriquecer su uranio en el exterior y pararlo en su territorio será rechazada por cruzar una de las líneas rojas establecida por Jamenei y el equipo negociador. Además, significaría el fin político de Rohani y la vuelta a la primera fila de los órganos decisores del sector más conservador respecto al programa nuclear y a las relaciones con Estados Unidos.

En un sentido contrario, la administración Obama también tendrá serias dificultades a nivel interno y externo en acordar un pacto definitivo que contemple el derecho de Irán a enriquecer uranio en su territorio – a no ser que haya fuertes contraprestaciones a cambio, relacionadas con el apoyo de Irán al régimen sirio de Al Asad o a Hezbollah.

Reacción de los actores internos y externos opuestos al Pacto
Precisamente, otra sombra a tener en cuenta es la gestión que la administración Obama debe realizar de las reacciones internas de los actores opuestos al Pacto, así como de la reacción de sus aliados regionales, Israel y Arabia Saudí. En este último caso, puede determinar o venir condicionada por un cambio de estrategia en la política exterior estadounidense de Oriente Medio.

Respecto a Irán, el respaldo de Jamenei al proceso de negociación y al acuerdo alcanzado han dado a Rohani la credibilidad y el margen que necesitaba para hacer frente a los sectores contrarios a su aproximación diplomática en los próximos seis meses. Sólo un incumplimiento del acuerdo por parte de Estados Unidos podría hacer peligrar su papel dentro del sistema político iraní.

Y esta idea tampoco resulta descabellada ya que existe un nuevo paquete de sanciones congelado por un periodo de un mes en el Congreso estadounidense. Obama consiguió retrasar su votación y ahora está intentando una prórroga de otros seis meses para evitar que se apruebe y no afecte al Pacto. Así, el papel de Obama parece más complicado porque, en caso de nuevas sanciones, su credibilidad ante Irán y ante los otros miembros del P5+1 quedaría seriamente dañada y se perdería la unidad internacional en la vía diplomática y en el apoyo a los regímenes de sanciones vigentes. Así, algunos de sus miembros como Rusia o China podrían no seguir aplicando sanciones impuestas anteriormente. Esto debilitaría la posición estadounidense frente a Irán y la apuesta por la aproximación diplomática de Obama.

A ello se le añade la labor de vender el acuerdo a los sectores republicanos y de su propio partido demócrata contrarios al acercamiento con Irán (en pleno debate doméstico sobre la controvertida reforma de la ley migratoria). Estas facciones no sólo exigen que un acuerdo con Irán y la relajación de más sanciones vaya acompañada del compromiso de Teherán de cesar su apoyo a Hezbollah y al régimen de Al Asad, sino que algunos de sus miembros van más allá proponiendo el desmantelamiento del programa nuclear iraní tal como se hizo con el de Libia en 2004.

Precisamente, ésta es la línea de argumentación de otro presunto gran damnificado por el acuerdo, el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu, que lo ha calificado de “error histórico” tras presionar a Estados Unidos y a otros miembros del P5+1 para que no lo firmaran. Sin embargo, ni la opción del desmantelamiento a estas alturas resulta real ni aceptable por parte de Irán, ni la intervención militar se tendrá en cuenta hasta que no se agote la vía diplomática, ni todos los actores domésticos de Israel están de acuerdo con la posición adoptada por el ejecutivo israelí respecto al “Pacto de Acción Conjunto”.

Así, desde algunos sectores del ejército y la inteligencia israelí se han mostrado favorables a este acuerdo provisional porque retrasa un posible interés de Irán por lograr el arma nuclear a cambio de una relajación o eliminación de sanciones menor de la esperada y de una mayor intrusión en las inspecciones. Al mismo tiempo, el Pacto refuerza al presidente Rohani frente a las posiciones más duras del régimen dirigido por Jamenei. En esta dirección, estos sectores críticos con la posición de su propio ejecutivo creen que Rohani capitalizó en junio pasado el voto de descontento poniendo de manifiesto problemas de legitimación del actual régimen. Por ello y sin olvidar quién es el “jeque de la diplomacia”, este sector de militares y oficiales de inteligencia creen que en vez de esperar que el actual sistema político iraní pudiera colapsar a causa de su delicada situación económica provocada por las sanciones internacionales, un movimiento de reformas o cambio podría activarse desde dentro del propio sistema que iría reconduciéndose hacia posiciones más moderadas.

Teniendo en cuenta esta división existente y a pesar del acuerdo provisional con Irán, en mi opinión las relaciones bilaterales entre dos aliados tradicionales como Estados Unidos e Israel no van a variar a pesar del descontento de Netanyahu. Éste sabe que la seguridad nacional israelí depende de Estados Unidos. Es más, si se diera luz verde a su opción de intervención militar contra el programa nuclear iraní no podría realizarla sin la ayuda de su aliado estadounidense. En este sentido, Obama deberá aguantar la presión de Netanyahu y de los lobbies proisraelíes hacia su Administración y hacia los congresistas en Washington que intentarán torpedear el acuerdo. En cualquier caso, ambos Estados continuarán con su relación bilateral de aliados preferentes como ya ha reiterado Obama en su compromiso de garantizar la seguridad de Israel.

Muy diferente es el efecto producido por el acuerdo en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Arabia Saudí. Al enfado por la no intervención militar estadounidense en Siria, la monarquía saudí ahora debe sumar la aproximación diplomática entre Obama y Rohani escenificada con el acuerdo sobre el programa nuclear iraní. En Riad y pese a la dependencia militar con Estados Unidos, esto se ha percibido como una alteración en la relación con Estados Unidos. De hecho y según algunas fuentes, Arabia Saudí habría buscado alternativas al paraguas nuclear estadounidense realizando inversiones en el programa nuclear pakistaní a cambio de que se le facilitara acceso al arma nuclear en el momento que así fuera requerido.

Con ello, la gestión de la relación con Arabia Saudí sí puede resultar conflictiva por parte de Obama, a pesar que Estados Unidos es el garante de la seguridad nacional saudí en un caso parecido al de Israel. Pero no es menos cierto que la nueva estrategia de la administración Obama en Oriente Medio va encaminada a buscar un equilibrio de poder regional y evitar que tanto Arabia Saudí como Irán puedan convertirse en potencia hegemónica regional. De este modo es como debería interpretarse y explicarse también el intento de aproximación de la Casa Blanca con Teherán.

Así pues, la administración Obama no sólo deberá verificar y controlar el cumplimiento del “Pacto de Acción Conjunto” por parte de Irán, sino que al mismo tiempo deberá afrontar importantes retos en los próximos seis meses para cumplir con su parte de lo pactado en el acuerdo provisional y gestionar sus relaciones con sus aliados tradicionales en la región: Israel y Arabia Saudí.


¿Por qué Irán acepta el acuerdo? El programa nuclear “durmiente” y Siria

Más allá de la elección del nuevo presidente Rohani y el importante efecto que las sanciones internacionales han provocado a la economía iraní y que, en buena medida, han facilitado la vía diplomática con Irán y su posterior disponibilidad a firmar el acuerdo, deberían buscarse otros factores adicionales que hayan hecho cambiar la estrategia iraní respecto a su programa nuclear. Bajo mi punto de vista, dos de estos factores serían los relacionados con el concepto de programa nuclear “durmiente” y la guerra civil siria.

Respecto a la primera variable, las sanciones internacionales han afectado a la economía iraní pero no a su objetivo principal que era frenar el desarrollo del programa nuclear desde que se reiniciara en 2005. Así, y ya en el tramo final de la presidencia de Ahmadineyad, Teherán ha logrado adquirir las capacidades, el conocimiento y la práctica relativa a un programa nuclear para uso civil. Ello ha sido reafirmado tanto por los servicios de inteligencia estadounidenses como israelíes. No obstante, ambos incidían en el hecho que no habían detectado la intención iraní de dar el paso definitivo para lograr la dimensión militar de su programa.

Y esta es la pregunta: en estos momentos ¿necesita Irán el arma nuclear o enriquecer uranio al 20%? La respuesta es no y por ello puede ir a una mesa de negociación y aceptar rebajar el nivel de enriquecimiento de su uranio del 20% al 5% a cambio de una rebaja de sanciones y de controles más severos. Y este es el gran logro de Jamenei y de la presidencia de Ahmadineyad. Irán ha aguantado el régimen de sanciones hasta que ha logrado alcanzar las capacidades y el conocimiento necesario para crear un programa nuclear de uso civil, y una vez hecho, pasar de una dimensión civil a una militar en el caso que existiera dicha voluntad no resultaría tan difícil.

Una vez cumplido el objetivo, en la etapa final de Ahmadineyad y con el nuevo presidente Rohani se busca la mesa de negociación para aliviar la economía iraní y establecer un programa nuclear “durmiente”, es decir, sin plena capacidad atendiendo a las peticiones de las potencias internacionales, pero que puede ser activado de nuevo en el momento que Irán tenga esa intención. Eso sí, atendiéndose a las consecuencias de tal decisión. A día de hoy, Irán no necesita el arma nuclear pero sí un programa nuclear “durmiente”, y esto ya lo ha conseguido.

En relación a la segunda variable, es difícil pensar que tanto en el marco de las últimas reuniones del P5+1 e Irán, como en los encuentros secretos bilaterales mantenidos por representantes iraníes y estadounidenses, no se haya tratado el tema de la guerra civil de Siria en algún punto de la agenda. En este sentido, Estados Unidos ha vetado hasta ahora la presencia de Irán en cualquier foro internacional para buscar una solución política para Siria. Pero Irán, uno de los actores más decisivos e influyentes en esta guerra civil por su apoyo al régimen de Al Asad, reclama estar en ellos para defender sus intereses y su posición.

La mediación de Rusia para incorporar a Irán en la mesa de negociación no ha dado resultado hasta el momento. Sin embargo, la firma del “Pacto de Acción Conjunto” podría ser el salvoconducto y autorización pertinente por parte de Estados Unidos a Irán para asistir a la próxima conferencia de paz sobre Siria (o Ginebra II) a celebrar en Ginebra el día 22 de enero. Así que Siria también debe tenerse en cuenta en el acuerdo provisional alcanzado, aunque su nombre no aparezca en el documento.

Para finalizar y a modo de conclusión, para los optimistas el “Pacto de Acción Conjunto” es un hecho histórico que puede ser el primer paso para solucionar la crisis nuclear iraní y, además, puede marcar el inicio de unas relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Irán más fructíferas. Para los prudentes, las negociaciones han permitido alcanzar un primer acuerdo provisional satisfactorio para ambas partes. Pero deberá verse cuál es la evolución en el cumplimiento del contenido en estos seis meses y cuál es la actitud de los actores y variables que se oponen al pacto para poner sobre la mesa otras opciones diferentes a la vía diplomática. Ello marcará la posible firma de un acuerdo definitivo al finalizar el periodo marcado. Finalmente y para los pesimistas (u optimistas, dependiendo desde qué perspectiva observe los claroscuros), a Obama sólo le quedan tres años de presidencia. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

*Xavier Servitja Roca es ayudante de investigación del Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI).
 

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Desde el Nacional
Colaborador
Irán: "OVNIs" estadounidenses hacen bailar a los gatos persas


F-14 iraníes vs ovnis: ¿Leyenda urbana o extraños drones en la acción sobre las plantas nucleares iraníes?




Por Darío Leona
Retirado de la Marina de los EE.UU. hace más de siete años, el icónico Grumman F-14 permanece en servicio con la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF). Irán utilizó ampliamente sus Tomcats en la guerra entre Irán e Irak y el F-14A es todavía hoy la columna vertebral de la defensa aérea de la IRIAF.

En los últimos años los "gatos persas" habrían volado en contra de una amenaza muy particular: objetos voladores no identificados, universalmente conocido como OVNI.

La información más detallada sobre este uso extraño de los últimos Tomcats operativos se puede encontrar en la edición de octubre 2013 de Combat Aircraft.

Un interesante artículo escrito por Babak Taghvaee da una visión exclusiva de las misiones de los F-14s de la IRIAF realizadas para interceptar OVNIs. Pero de acuerdo con Taghavee estos desconocidos objetos voladores no llevaron a cabo ninguna actividad extraterrestre:

"Cuando el sospechoso programa nuclear de Irán fue revelado al público, las naciones occidentales, encabezados por EE.UU. e Israel, advirtieron a Irán que abandone sus actividades nucleares. Los EE.UU. trataron de recopilar información sobre las actividades en tres importantes instalaciones nucleares iraníes: el reactor de Bushehr, un reactor adicional en Arak y la planta de enriquecimiento de combustible de Natanz. Se envió una serie de UAV de reconocimiento para reunir información de inteligencia para ayudar a prepararse para un posible ataque".
Para interceptar los UAV (vehículos aéreos no tripulados), F-4Es y F-14As de la IRIAF, con base a Bushehr sirvieron como interceptores QRA (Alerta de Reacción Rápida), despegando varias veces. Pero los aviones no tripulados estadounidenses tienen características de vuelo sorprendentes: "La inclusión de una capacidad de volar fuera de la atmósfera, alcanzar una velocidad de crucero máxima de Mach 10, y una velocidad mínima de cero, con la habilidad de flotar sobre el objetivo" según ha explicado Taghavee. Estas actuaciones, junto con su poderosa ECM hacían que los F-14 no pudiesen operar sus armas.

Pero, de acuerdo con Taghavee, al menos una vez al Tomcat fue capaz de llegar muy cerca de un encuentro con uno de estos "OVNIs":
"En un caso más de Arak en noviembre de 2004, la tripulación de un F-14A armado con dos AIM-9JS y dos AIM-7E-4s y vieron un objeto luminoso que volaba cerca del sitio de la planta de agua pesada de Arak. Cuando el haz del radar AN/AWG-9 del jet pintó el objetivo tanto el piloto como el RIO vieron que el alcance de radar fue interrumpido, probablemente debido a la alta energía magnética del objeto de aumentar la potencia de las ondas de radar reflejadas. El piloto describió el objeto como esférico, con algo así como un dispositivo de poscombustión verde que creaba una cantidad considerable de turbulencia detrás de él. La tripulación Tomcat logró un lock-on cuando estaba volando una trayectoria de vuelo lineal y constante. Una vez que el piloto seleccionó un AIM-7E-4 para dispararlo en contra de él, el objeto aumentó su velocidad y luego desapareció como un meteoro".



Este tipo de vuelo se suspendieron después de que varios intentos de interceptar a los vehículos aéreos no tripulados de Estados Unidos fuesen hechos por F-4Es y F-14A sobre las plantas de Bushehr, Arak y Natanz, pero, según se informa en el artículo, otra misión se puso en marcha en torno a las 04.20hrs el 26 de enero de 2012, cuando "un sitio de radar Comando de Defensa Aérea iraní cerca de Bushehr identificó una aeronave desconocida que volaba hacia el área. Un F-14A se ordenó despegar. A las 04.30hrs despegó de la TFB.6 (Base de caza táctico sexto, colocada cerca de Bushehr), pero segundos más tarde el caza explotó, matando a los dos tripulantes al instante. La razón de este incidente sigue siendo un misterio, y la aeronave en cuestión fue uno de los más aptos Tomcats de la IRIAF, con las horas más bajas de vuelo de la flota".

Esta Tomcat tenía el serial 3-6062, que podría haber sido derribado por la defensa aérea de los "Guardianes de la Revolución", como explicó recientemente por The Aviationist. Así que si esto era la causa del "incidente" (varias fuentes creen que el F-14 no fue derribado por "fuego amigo"), queda claro que no había ninguna OVNI involucrados en este percance y sigue siendo inexplicable sólo el naturaleza de los drones que participan en la actividad de inteligencia sobre las plantas nucleares iraníes.

Podemos afirmar que, si bien muchas veces en los últimos años varios UAV volaron sobre Irán para reunir información (como el furtivo RQ-170 capturado en diciembre de 2011), un avión no tripulado con características de vuelo, como los descritos por Taghvaee sigue siendo desconocido, a menos que asumamos el SR-72, un reemplazo del SR-71, o algo similar, ya está secretamente volando.

Pero, de nuevo, Taghvaee no tiene dudas sobre la naturaleza de estos objetos voladores no identificados, ya que en su artículo, dice que "Después de dos años de investigación sobre los perfiles de vuelo de los objetos y examen de los restos de un ejemplar estrellado recuperado en 2006 (tanto en Irán como luego por expertos en Rusia), el Ejército iraní especifica que eran drones de inteligencia estadounidenses".

Darío Leona para TheAviationist.com

Crédito de la imagen : página IRIAF Facebook

The Aviationist
http://fdra.blogspot.com.ar/
 

Barbanegra

Colaborador

Irán y el Grupo 5+1 acuerdan implementar el pacto nuclear
Los equipos negociadores técnicos de Irán y el Grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) solventaron hoy en Ginebra los desacuerdos pendientes para poder implementar el pacto nuclear alcanzado en noviembre de 2013.

El viceministro iraní de Exteriores y jefe negociador en esta ronda, Abás Araqchi, declaró a la cadena de televisión nacional iraní IRIB que las partes "han resuelto los asuntos pendientes" de las anteriores fases.

Según este diplomático, ahora falta que todas las partes acepten lo negociado por los técnicos, tras lo que en los próximos días podría producirse un anuncio oficial sobre la implementación del Plan de Acción nuclear aprobado el pasado 24 de noviembre también en Ginebra.

Araqchi declaró a la agencia nacional iraní IRNA que las conversaciones se han celebrado "con total seriedad y buena voluntad" y que en ellas se han discutido "asuntos técnicos bajo consideraciones políticas".

El viceministro retomó el diálogo ayer con la secretaria general adjunta para Asuntos Políticos del servicio exterior de la UE, Helga Schmidt, y más tarde se les unió la subsecretaria de Estado de EEUU para Asuntos Políticos, Wendy Sherman.

Reuniones a puerta cerrada
Sherman abandonó Ginebra para viajar a Moscú y Schmidt y Araqchi prosiguieron esta mañana las conversaciones, que finalizaron sin ninguna declaración oficial. Las reuniones se producen a puerta cerrada sin que trascienda su contenido.

Según diversos medios, las diferencias fundamentales giraron en torno a detalles del levantamiento parcial de las sanciones contra Irán y sobre la intención de este país de instalar centrifugadoras de uranio más avanzadas que las que usa actualmente.

El histórico pacto firmado en noviembre obliga a la República Islámica a suspender parcialmente su programa nuclear a cambio del levantamiento de algunas sanciones y el compromiso del G5+1 de no imponer nuevas durante un plazo de seis meses.

Si lo acordado hoy en Ginebra se concreta oficialmente, podría anunciarse en breve la fecha de implementación del Plan de Acción, a partir de la cual las partes tendrían medio año para lograr acordar un texto definitivo que ponga fin a una década de crisis nuclear entre Irán y el resto del mundo.

Varias potencias acusan a Teherán de tratar de desarrollar armas atómicas, lo que ha llevado a imponer graves sanciones internacionales a la República Islámica, que rechaza esta acusación y reclama su derecho a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos.

EFE
 

Barbanegra

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Avances en acuerdo nuclear con Irán
Irán y la Unión Europea superaron importantes discrepancias ayer para lograr aplicar el acuerdo de noviembre entre Teherán y las grandes potencias sobre el programa nuclear iraní, pero aún se necesita la ratificación de los distintos países.

"Se realizaron progresos significativos en todos los temas relevantes. Ahora se está en el nivel de validación en las capitales", indicó Michael Mann, portavoz de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, tras dos días de conversaciones.

Poco antes, Irán anunció que se habían solucionado "todos los puntos de desacuerdo" para aplicar el acuerdo de Ginebra, pero que aún falta que los distintos países ratifiquen lo acordado.

El acuerdo del 24 de noviembre prevé, entre otras cosas, que no haya nuevas sanciones contra Irán durante un periodo de seis meses en el que Teherán también se ha comprometido a congelar el desarrollo de su programa nuclear.

El objetivo es sellar un acuerdo definitivo con Irán. Las grandes potencias sospechan que su programa nuclear esconde ambiciones de fabricar la bomba atómica, pese a las reiteradas negativas de Teherán.

AFP
 

Barbanegra

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Detienen a un estadounidense por enviar a Irán documentación sobre los cazas F-35
Un estadounidense de origen iraní ha sido acusado de intentar enviar a Irán documentos técnicos militares del programa de los aviones de combate F-35.

Mozaffar Jazaí, de 59 años de edad, fue detenido el 9 de enero en el aeropuerto internacional de Newark, en Nueva Jersey, cuando trataba de tomar un vuelo a Irán, según dicta el comunicado de la Oficina del Fiscal de EE.UU. en Connecticut.

Los agentes federales empezaron a investigar a Jazaí, también conocido como Arash Jazayé, en noviembre, cuando la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. y el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. inspeccionaron un cargamento que Jazaí había enviado desde Connecticut con destino a Hamadán, Irán.

A pesar de que los documentos que acompañaban el envío indicaban que este contenía artículos de uso doméstico, una búsqueda reveló cajas de documentos, incluso manuales técnicos, especificaciones y otros materiales relacionados con el programa de la fuerza aérea de EE.UU. de cazas F-35 y motores de reacción, según dictan los documentos del tribunal.
De ser reconocido culpable, Jazaí puede ser condenado a una pena de hasta 10 años de prisión y obligado a pagar una multa de 250.000 dólares.

Jazaí, que obtuvo la ciudadanía estadounidense en 1991, en agosto de 2013 trabajó como ingeniero en varias empresas del sector de la defensa que colaboraron con la fuerza aérea de EE.UU. Los documentos de algunas de estas compañías han sido encontrados en el paquete que intentó hacer llegar a Irán.

http://actualidad.rt.com/actualidad/view/116971-detener-eeuu-enviar-iran-cazas-f35
 

Sebastian

Colaborador
El acuerdo sobre el programa nuclear iraní se aplicará a partir del 20 enero

Las seis potencias y Teherán se han dado 12 meses para cerrar un pacto final

Eva Saiz Washington 12 ENE 2014 - 20:59 CET23

Irán y las seis potencias –los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más Alemania- alcanzaron este domingo un acuerdo para comenzar a ejecutar el pacto sobre la limitación del programa nuclear iraní, que sus respectivos Gobiernos firmaron en Ginebra el pasado mes de noviembre. Este compromiso, que entrará en vigor el próximo 20 de enero, concreta las líneas genéricas de actuación para poner en práctica un Plan Conjunto que exige a Teherán suspender el enriquecimiento de uranio por encima del 5% a cambio de suavizar la dureza de algunas de las sanciones internacionales impuestas a Irán.

“A partir del 20 de enero, Irán por primera vez comenzará a eliminar su almacén de uranio enriquecido a altos niveles y a desmantelar parte de la infraestructura que hace posible ese enriquecimiento”, señaló el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un comunicado minutos después de que la responsable de la Diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, anunciara el acuerdo y de que fuera confirmado por el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif.

Las potencias acordaron que el acuerdo alcanzado en noviembre tendría una vigencia de seis meses, renovable, para facilitar las negociaciones de cara un pacto más amplio. El compromiso anunciado el domingo pretende ser la antesala de ese convenio definitivo sobre el programa nuclear iraní, para el que los países firmantes se han dado un plazo de un año, una meta, no obstante, que se antoja “difícil”, tal y como reconoció este domingo desde París el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

El propio Obama constató esas dificultades. "Doy la bienvenida a este importante avance y ahora vamos a centrar nuestros esfuerzos en lograr una resolución más exhaustiva y completa que afronte las preocupaciones sobre el programa nuclear iraní. No soy ingenuo y sé lo duro que va a ser alcanzar este objetivo, pero por el bien de la seguridad nacional, y de la paz y de la seguridad mundiales, es necesario dar a la diplomacia una oportunidad para que tenga éxito”, señaló el presidente en su comunicado. Obama ya apeló, al anunciarse el Plan Conjunto de noviembre, a la importancia de la vía diplomática como catalizadora del mismo, en contra de quienes, desde dentro y fuera de su país, abogaban por vías más expeditivas para encarar la amenaza nuclear iraní.

La Casa Blanca cifra en unos 6.000 millones de dólares el total de las sanciones que se pondrían en suspensión si Irán cumple con su parte del acuerdo alcanzado en Ginebra. Quienes critican que se suavice el rigor de los castigos, alegan que han sido este tipo de medidas las que han obligado a Irán a discutir su programa nuclear. Europa y EE UU consideran, sin embargo, que este alivio parcial es la única manera de ganar tiempo para lograr ese acuerdo amplio que ansían.

El presidente de EE UU afronta en una relativa soledad la defensa de este compromiso. A la oposición internacional de Israel y Arabia saudí, se suma la del Congreso de su país. En el Senado, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, el influyente demócrata, Bob Menéndez, está liderando una propuesta de ley que prevé endurecer las sanciones a Irán en caso de que Teherán incumpla su compromiso. El ministro iraní de Exteriores ha insistido en repetidas ocasiones en que una ampliación de las sanciones sería el final del Plan Conjunto. Obama advirtió ayer de que vetaría “cualquier iniciativa que incorpore nuevas sanciones durante la negociación de un acuerdo a largo plazo con Irán”.

Las presiones no sólo proceden del lado estadounidense. Desde que se firmara el acuerdo de Ginebra, en Irán no han parado de sucederse declaraciones por parte de varios de sus dirigentes asegurando que el programa nuclear seguía en marcha y que Teherán no había claudicado ante las exigencias de las potencias exteriores. En diciembre, los miembros de la delegación iraní que participaban en la primera fase de las negociaciones del Plan Conjunto fueron obligados a regresar a su país en respuesta por la decisión del Departamento de Tesoro estadounidense de incluir a varias empresas de Irán en su lista negra de sanciones.

La cautela sobre los avances de la ejecución del Plan Conjunto y de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní es máxima. Israel y Arabia Saudí han redoblado sus expresiones de malestar y recelo ante un acuerdo que, de llevarse a efecto, supondría la reentrada de Irán en la escena internacional. Un fracaso de las mismas, pondría todavía más en entredicho la credibilidad de Obama en política exterior.
 

Barbanegra

Colaborador

El acuerdo nuclear con el régimen iraní entra en vigor
La Unión Europea cumplirá este lunes con su parte del histórico acuerdo alcanzado el pasado mes de noviembre con Irán.

Los ministros de Exteriores de los Veintiocho celebran su primera reunión del año con el propósito de levantar de forma inmediata las sanciones económicas impuestas al régimen durante los últimos años.

El sábado llegaron a Teherán los inspectores de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y este lunes acaban de confirmar a los ministros reunidos en Bruselas que Teherán ha emprendido las medidas necesarias para suspender el enriquecimiento de uranio por encima del 5%, es decir, que ha paralizado su programa nuclear con fines militares, una condición preliminar que exige la diplomacia europea para suspender la prohibición de exportaciones de productos petroquímicos que pesa sobre el país asiático.

Es más, a primera hora de este lunes, el Gobierno iraní ya había desconectado las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio de su planta nuclear de Natanz.

La Unión Europea levantará además el veto al comercio de oro y metales preciosos, así como repatriar hasta 4.200 millones procedentes de la venta de crudo que permanecían retenidos en cuentas bancarias internacionales.

«No va a haber discusión sobre este asunto», explica una fuente diplomática europea, que admite que todos los Estados miembros aceptan sin fisuras cumplir con su parte del acuerdo siempre que el informe de la OIEA constate los progresos en Irán. El régimen de Teherán aceptó en la cumbre de Ginebra limitar el enriquecimiento de uranio por debajo del 5%, así como neutralizar sus reservas de uranio enriquecido al 20%. También se comprometió a no instalar nuevas centrifugadoras y frenar las actividades de la planta de Arak.

Desde aquel momento, inspectores de la OIEA comenzaron sus labores de verificación en varias instalaciones del país y hoy se espera la confirmación favorable. Mientras, fuentes oficiales iraníes aseguran que ya se ha suspendido de hecho el enriquecimiento de uranio al 20%, informa AFP. Dos grupos de centrifugadoras en Natanz y Fordo se van a desconectar a mediodía, lo que significa que la producción se habrá detenido. "Tenemos bastante uranio para los próximos cuatro o cinco años, no necesitamos más", comentó el responsable del organismo regulador de la energía nuclear en Irán, Ali Akbar Salehi.

Espaldarazo económico
El levantamiento de sanciones por parte de la Unión Europea supondrá un importante espaldarazo económico al país que también normalizará las relaciones comerciales con Estados Unidos en el sector del automóvil. Este nuevo paso de apertura económica tendrá consecuencias positivas para Irán, pero también para muchos países europeos a los que Teherán les suministraba petróleo a precios bajos. El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, admitió que dicha sanción tendría un impacto en las arcas españolas y, por ello, presionó, junto a otros países, para que la sanción fuera gradual de tal forma que España tuviera tiempo de firmar acuerdos con otros proveedores de energía.

Ahora, las empresas europeas y estadounidenses podrán volver a prestar sus servicios de transporte y seguros firmados con Irán para garantizar sus exportaciones de petróleo. Sin embargo, para evitar que este proceso se convierta en una carrera a la desesperada de empresas occidentales para ganar cuota de mercado en Asia, el acuerdo limita la suspensión de esta sanción a los clientes actuales de crudo iraní -China, Japón, Corea, Turquía y Taiwan- y en las cantidades previas al establecimiento de las sanciones.

Este acuerdo preliminar tendrá una vigencia de seis meses, que podrán extenderse durante otro medio año adicional hasta que ambas partes lleguen a una solución definitiva sobre el programa nuclear. Desde Bruselas se espera que las nuevas conversaciones entre Irán y el grupo 5 + 1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia , China y Alemania) comiencen el próximo mes para superar definitivamente la falta de diálogo que imperó entre las partes durante los mandatos del presidente Ahmadineyad (2005-agosto de 2013).

Tanto el nuevo presidente iraní, Hasan Rohani, como su titular de Exteriores, Mohammed Yawad Zarif, ya han dejado claro que quieren mejorar la relación con la UE y Estados Unidos. Para los analistas, este cambio responde no sólo a un intento de reflotar la economía iraní, muy golpeada por las sanciones, sino al descontento de la población, que reclama un cambio de rumbo.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/01/19/52dc07e6ca4741ae458b456e.html
 

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Irán y la Unión Europea cumplen su parte del acuerdo nuclear
La Unión Europea y Estados Unidos han destensado la cuerda que mantenía las finanzas de Irán al borde de la asfixia. Los ministros de Exteriores de los Veintiocho aprobaron ayer de forma unánime levantar algunas de las sanciones impuestas al país tras constatar que Teherán ha cumplido con su parte del histórico acuerdo alcanzado en Ginebra el pasado mes de noviembre. En aquella cumbre la UE y Estados Unidos se comprometieron a suspender parte de las sanciones que han ido imponiendo en los últimos años si Irán cumplía con determinados compromisos relativos a su programa nuclear, entre ellos dejar de enriquecer uranio más allá del 20%, un nivel que sólo es necesario si se persiguen fines militares.

La diplomacia europea dio la orden nada más recibir el informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyos inspectores han verificado desde el sábado que Irán ha cumplido con sus compromisos. El texto, que llegó a Bruselas a media mañana, constata que el régimen ha desconectado las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio en su planta de Natanz y ha parado parte de la maquinaria destinada a producir combustible nuclear.

Ésta es la primera consecuencia de un acuerdo que se prorrogará durante los próximos seis meses con el objetivo de llegar a un pacto mucho más ambicioso que acabe por normalizar las relaciones entre Irán y Occidente. La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, recordó ayer que ahora empieza una nueva fase de diálogos entre Irán y el grupo 5+1 (los cinco integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia- más Alemania) para establecer las próximas metas.

De momento los logros alcanzados hasta ahora son "satisfactorios" para la UE e ilusionantes para la comunidad internacional. Irán ha respondido a las demandas que tanto Estados Unidos como la Unión Europea reclamaban desde 2002 y ello le permite recibir un fuerte espaldarazo económico. El levantamiento parcial de sanciones afecta a sus dos industrias más importantes, la petroquímica y la de metales preciosos, y permitirá al régimen acceder a 4.200 millones de dólares (más de 3.100 millones de euros) que estaban congelados en cuentas extranjeras.

Irán también podrá volver a suministrar energía a los países europeos, recuperar el comercio de metales preciosos y contar con los servicios de seguros y transportes que varias empresas occidentales proveían al régimen para la venta de crudo a otros países, entre ellos China y Rusia. El levantamiento de sanciones también afecta a la industria automovilística estadounidense y al comercio de fertilizantes, entre otros materiales que se han retirado de la 'lista negra' que impuso la UE. No obstante todavía se mantienen algunas restricciones, como el veto armamentístico o la congelación de activos y la prohibición a entrar en suelo europeo que pesa sobre determinadas personalidades del régimen.

El impacto económico de esta decisión no sólo se va a dejar notar en el país asiático, sino que los socios europeos se verán también beneficiados, especialmente aquellos que, como España, tienen una mayor dependencia energética del exterior. Hasta que entró en vigor el veto al suministro petrolífero España era uno de los grandes clientes de Irán, de donde procedía el 14% de nuestras importaciones de crudo.

De ahí que tanto el Gobierno español como las empresas del sector se estén moviendo para sacar partido a esta nueva situación. El ministro español, José Manuel García-Margallo, adelantó ayer que está planeando un viaje a Teherán para reforzar las relaciones políticas con el régimen y ayudar a las empresas a estrechar los lazos comerciales con el país. Ese mismo interés es el que va a llevar al presidente iraní Hasan Rohani a viajar esta semana a Davos para atraer la atención de los directivos de las grandes multinacionales occidentales.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/01/20/52dd55c7e2704ec6678b457a.html
 

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Rusia: 'No invitar a Irán a Ginebra II es un error, pero no una catástrofe'
La decisión de Naciones Unidas de retractarse y rescindir la invitación que había enviado a Teherán para la cumbre de Ginebra II ha causado el martes reacciones de pesar paralelas en Irán y Rusia, los principales valedores del gobierno sirio.

En una breve comparecencia ante los medios por la mañana, Marzié Afjam, portavoz de Exteriores de la República Islámica, ha lamentado el paso atrás de Ban Ki Moon. Ha acusado de él a la presión estadounidense. "Irán jamás solicitó participar en la cumbre de Ginebra II", ha añadido Afjam.

"Dejamos claro que iríamos sin precondiciones", argumentó la iraní, a fin de resaltar que en ningún momento secundaron lo estipulado en la hoja de ruta de la cumbre de Ginebra I de verano de 2012. Este documento establecía, a grandes rasgos, la formación de un gobierno de transición en Siria en el que no participara el presidente Bashar Asad.

Cuando el domingo pasado el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, anunció haber invitado a Irán a Ginebra II, lo justificó en tanto que él y el titular de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, habían acordado vía telefónica "que el objetivo de las negociaciones es establecer, de consenso mutuo, un gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos".

El dirigente de Naciones Unidas había reproducido el compromiso de Irán a "jugar un rol constructivo" en las conversaciones de paz, cuyo inicio está previsto para mañana en la ciudad suiza de Montreux.

Sin embargo, los pronunciamientos públicos posteriores de Teherán a favor de participar "sin precondiciones", desmintiendo así lo supuestamente prometido antes, enfurecieron a EEUU y a la oposición política siria exiliada, que amenazó con no ir a Ginebra II.

La disidente Coalición Nacional Siria (CNFROS) dio a los persas un ultimátum, que expiraba el lunes por la noche, para que ratificaran el folio de Ginebra I. No hubo reacción. No obstante, la retirada de la invitación a Irán llevó a la CNFROS a garantizar su llegada a Montreux.

"Profundamente decepcionado"
El entuerto se aclaró a última hora de la noche del lunes. Ban Ki Moon "profundamente decepcionado", anunció que se echaba atrás y anulaba la invitación. Su portavoz alegó que Irán había desmentido durante el lunes lo que sus altos diplomáticos habían afirmado oralmente el domingo.

En Rusia, el ministro de Exteriores Sergei Lavrov se ha mostrado contrariado por lo hecho por Naciones Unidas. Insinuó, el martes por la mañana, que eso tendrá un impacto negativo en la imagen de la institución internacional: "Esta historia no ha ayudado a reforzar la autoridad de la ONU".

Tras reafirmar que la presencia de Irán en Montreux es "esencial" para el éxito de la Cumbre, Lavrov insistió en su deseo de que, con o sin Irán, Ginebra II logre el resultado esperado. "No invitar a Irán no es una catástrofe", dijo, "vamos a fomentar el diálogo entre todas las partes sirias sin precondiciones".

La Cumbre de Ginebra II sentará en la misma mesa, por primera vez desde el inicio de la guerra en marzo de 2011, a una delegación del régimen damasceno y a otra de la CNFROS, auto proclamada oposición policía fuera de Siria. Respaldados por EEUU, la Coalición Nacional Siria incluirá en su comité a kurdos unionistas, activistas y representantes de su brazo armado, el Consejo Supremo Militar (CSM).

La CNFROS aterrizará en Montreux con gran parte de su pleno a la fuga. El Consejo Nacional Sirio (CNS), uno de los grupos integrantes de la CNFROS, ha dado en las últimas horas el paso que EL MUNDO ya adelantó el domingo pasado y ha abandonado el grupo.

El presidente de la CNS, Georges Sabra, confirmó el martes de madrugada que se retira de la Coalición que ayudó a construir en noviembre de 2012. El CNS, fundado a finales de 2011 y con un veinte por ciento de integrantes procedentes de la hermandad Hermanos Musulmanes, fue el primer organismo opositor a Bashar Asad que se creó fuera de Siria. Aportaba 20 miembros a la CNFROS.

Con la salida de la Coalición de estos 20 socios, sumado a los 44 que se habían apartado anteriormente por discrepancias de orden interno, la CNFROS se queda con menos de la mitad de los 120 participantes originales. A la postre, una profunda crisis que amenaza con exprimir toda la credibilidad de los opositores. Sólo un resultado positivo en Ginebra II puede evitar la hecatombe en el seno de la disidencia.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/01/21/52de5b9fe2704e67068b4571.html
 

Barbanegra

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Irán enviará barcos de guerra al Atlántico
La televisión estatal iraní informa que la Marina ha enviado barcos de guerra a una misión en el Atlántico por primera vez en la historia de la República Islámica.

El reporte del martes indicó que el destructor Sabalan y el portahelicópteros logístico Khark serán despachados en una misión de tres meses. Los barcos llevan unos 30 cadetes para labores de entrenamiento pero el informe no precisó si los barcos tocarán algún puerto.

Irán tiene por fin demostrar su capacidad de proyectar su poderío militar en todo el Medio Oriente y otras latitudes con el envío de barcos de guerra al Golfo de Adén, frente a las costas de Africa, para combatir la piratería aérea y proteger a barcos comerciales.

En 2012 Irán dijo que planeaba enviar barcos de guerra aguas internacionales frente a las costas de Estados Unidos en los próximos años.

AP
 

Sebastian

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Irán abre las puertas de su sector petrolero a la inversión occidental

Rohaní invita en Davos a las empresas a apostar por el principal recurso del país

Ángeles Espinosa / Alicia González Dubái / Davos (Suiza) 23 ENE 2014 - 17:24 CET13


El presidente de iraní Hasan Rohaní en su presentación en Davos. / DENIS BALIBOUSE (REUTERS)

Irán quiere convencer al mundo de su voluntad de cambio y apertura y qué mejor que hacerlo acudiendo a la reunión que representa el espíritu capitalista por excelencia, el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos. El presidente Hasan Rohaní fue el invitado estrella de la jornada y convocó a una multitud en la sala principal del centro de convenciones de la estación alpina. Rohaní utilizó la mejor de sus armas para avanzar en su intento por seducir a Occidente y superar el aislamiento internacional de su país.

El hombre que ha devuelto la esperanza a los iraníes se hizo acompañar al encuentro por el ministro de Petróleo, Bijan Zanganeh, y ofreció el acceso a las reservas de hidrocarburos iraníes para contribuir a la estabilidad de los mercados. También para atraer a las grandes compañías internacionales que son las únicas que pueden modernizar su obsoleta industria.

Poco antes de su intervención pública, Rohaní se reunió en privado con los ejecutivos de varias petroleras a los que aseguró que para septiembre su país tendrá listo un nuevo modelo de contrato de explotación. Tanto Rohaní como Zanganeh insistieron en su deseo de abrir su industria a las inversiones y la tecnología occidentales.

"La República Islámica de Irán está dispuesta a implicarse en la cooperación constructiva para promover la seguridad energética mundial, basándose en sus amplios recursos de petróleo y gas", declaró el presidente iraní.

Su ofrecimiento llegaba tras reiterar el mensaje de "amistad y coexistencia pacífica" con todos los países que se ha convertido en el eje de todas sus intervenciones desde que llegó al Gobierno el pasado verano. Además, aseguró que Irán "nunca ha buscado el arma atómica" y no va a aceptar ninguna discriminación en su desarrollo de la tecnología nuclear para fines pacíficos. Rohaní dijo querer situar a su país entre las diez primeras economías del mundo.

Algunos testigos aseguran que las multinacionales petroleras se amontonaban para intentar obtener a toda costa una cita con el ministro Zanganeh. "Ha sido una jugada muy inteligente por parte de Irán. Al hacerse acompañar por el ministro de Petróleo, Rohaní se aseguraba la atención del Foro y despertar el interés de los ejecutivos de Davos. Y así ha sido. Irán, China y Japón están logrando acaparar todo el interés de esta edición", asegura Ian Bremmer, presidente de Eurasia Group.

Las sanciones internacionales han frenado la modernización de la industria petrolera iraní​

Las sanciones internacionales a Irán a causa del programa atómico han frenado desde 2012 la modernización de su industria petrolera, afectada desde la revolución de 1979 por el boicot de Estados Unidos, con quien desde entonces no tiene lazos diplomáticos. En consecuencia, sus recursos están subexplotados y, en los dos últimos años, sus exportaciones de crudo han caído a la mitad, privando al país de su principal fuente de ingresos.

Desde su toma de posesión, el pasado agosto, Rohaní trata de enmendar las relaciones con Occidente, con la vista puesta en Washington y el levantamiento de las sanciones, una puerta abierta con las actuales negociaciones nucleares.

En Davos, Rohaní buscaba sin duda inversiones para el sector energético de su país, un paso clave para reactivar una economía comatosa una vez que se levanten las sanciones. De hecho, su producción de petróleo es anémica, dada su capacidad, y ronda los 2,7 millones de barriles por día, un 8% por debajo de los niveles de 2012. La falta de infraestructuras obliga al país a importar buena parte de la gasolina que consume.

“El hecho de que el presidente de Irán viniera a la reunión de hoy… es claramente un signo de que Irán quiere abrirse a las compañías de petróleo internacionales”, declaró a la salida Paolo Scaroni, el director general de la italiana Eni, citado por Reuters.

También estuvieron presentes los responsables de la francesa Total, la británica BP y las rusas LUKoil y GazpromNeft, entre otras. No se ha podido saber si también hubo representantes de alguna de las estadounidenses. Zanganeh ya dejó claro el pasado diciembre en Viena que su país no tiene pegas con las compañías de esa nacionalidad. Incluso mencionó a dos de ellas, Exxon Mobil y ConocoPhillips, entre las siete cuyo regreso deseaban, junto a Total, Shell, ENI, BP y la noruega Statoil. La española Repsol, que trabajó en el país hasta 2012, no estaba entre ellas.

Pero además del fin de las sanciones, que aún está a un mínimo de 18 meses vista, las compañías esperan un cambio de las condiciones que Irán ofrecía hasta ahora. Los responsables iraníes lo saben y han anunciado para el próximo abril una gran conferencia internacional en la que avanzaran el nuevo modelo de contrato, por un período más largo que antes y en el que se espera que las compañías obtengan la propiedad del crudo extraído, ya que la Constitución iraní impide que posean las reservas.

Signos de apertura
El País

14 de junio de 2013: El clérigo moderado Hasan Rohaní es elegido presidente de la República con el 50,71% de los votos y una participación electoral del 72%. Quedan atrás ocho años de Gobierno ultraconservador liderado por Mahmud Ahmadineyad.

16 de junio: Rohaní anuncia una reestructuración económica y más transparencia en su programa nuclear.

18 de septiembre: El régimen iraní, una semana antes de que Rohaní intervenga en la Asamblea General de Naciones Unidas, libera a una docena de presos políticos que fueron encarcelados por el anterior Gobierno.

24 de septiembre: 68º Asamblea de la ONU en Nueva York. Pese a las expectativas, los presidentes Barack Obama y Hasan Rohaní no se reúnen cara a cara ni se saludan pero crece la esperanza de poner fin a más de 30 años de enfrentamientos.

26 de septiembre: El presidente Hasan Rohaní menciona explícitamente el Holocausto y condena los crímenes contra la humanidad perpetrados por el régimen nazi durante una entrevista concedida a la cadena estadounidense CNN.

27 de septiembre: Histórica conversación telefónica entre Obama y Rohaní, donde se trata el programa nuclear iraní y la posibilidad de reiniciar negociaciones entre las dos potencias.

15 de octubre: Reunión entre Irán y el grupo 5 +1 en Ginebra. Se fragua un pacto para suavizar las sanciones contra Teherán a cambio de la suspensión de enriquecimiento de uranio.

20 de enero de 2014: La UE anuncia la suspensión de parte de las sanciones económicas contra Irán. Podrá comercializar con crudo y metales.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/23/actualidad/1390494286_197535.html
 
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