Contrainformación estratégica
El nuevo plan de Israel y EEUU para destruir a Hezbolá:
Como jugaría la guerrilla libanesa
Martes, 29 de agosto, IAR Noticias /
Por Manuel Freytas
El Plan A militar de Israel cuando invadió y bloqueó a Líbano por aire, mar y tierra, el 12 de julio pasado, buscaba tres objetivos estratégicos centrales:
1) La destrucción de Hezbolá y de sus estructuras militares y políticas operativas en Líbano.
2) (Como consecuencia de la derrota de Hezbolá) conseguir el control territorial y político de Líbano mediante una ocupación "legal" con las fuerzas de la ONU,
3) En control de Líbano, y destruida Hezbolá, proceder al objetivo encubierto de la operación militar: utilizar a Líbano como plataforma y cabecera de playa para un ataque militar a Siria, en una segunda fase complementaria de la invasión.
La operación fracasó, salvo en el punto 2, donde, y mediante un acuerdo entre EEUU y la Unión Europea, y con la complicidad de Kofi Annan y de la ONU, la dupla Washington Tel Aviv consiguió un plan de despliegue de una tropa multinacional, una virtual "ocupación legal", en el sur de Líbano que va a posibilitar el repliegue de las tropas israelíes sin tener a Hezbolá en la frontera.
Es decir, sin combatir con Hezbolá (sin derrota ni bajas) ni bombardear durante las 24 horas Líbano (sin presión internacional) el eje Washington-Tel Aviv consiguió uno de los puntos de su plan original: el repliegue de Hezbolá de la frontera que, teóricamente, protege de sus bombardeos con cohetes al norte de Israel.
Pero, y aunque se haya conseguido una parte, el objetivo del punto 2 está incompleto, dado que Hezbolá está victoriosa y con sus estructura militar preservada, además del consenso y del poder político ganado tanto en Líbano como en el resto del mundo árabe.
Lo que ahora resta por conseguir del punto 2 es su fase complementaria: aislar, desarmar y destruir a Hezbolá.
De eso trata la presente gira de Kofi Annan (un operador servil de los objetivos de Washington en la ONU) por Líbano y Medio Oriente.
En concreto: la misión de Annan es conseguir con la diplomacia lo que Israel no pudo con los bombardeos.
El nuevo plan para destruir, aislar y desarmar a Hezbolá se compone de dos partes principales:
1) Crear una división entre Hezbolá y el gobierno de Líbano recreando un nuevo enfrentamiento (incluso armado) entre "prosirios" y "antisirios", como sucedió después de la muerte de Hariri. Este plan a su vez, se intenta ejecutar por tres vías: A) "Ayuda" militar para dotar de más poder de fuego al ejército Libanés, y B) "Ayuda" económica (en forma de créditos) al gobierno para "reconstruir" Líbano, C) amplia cobertura de apoyo internacional y en la ONU para que el gobierno de Líbano "tome el control y neutralice a Hezbolá" (este último punto fue brutalmente expresado por Bush en su rancho de Texas antes del cese el fuego).
2) Operar en el Consejo de Seguridad de la ONU una nueva resolución de desarme de Hezbolá de cumplimiento efectivo, con el apoyo, principalmente de Francia, Alemania y Gran Bretaña, como ya lo hicieron el año pasado con la resolución que expulsó a Siria de Líbano.
Se trata entonces de una maniobra en pinzas contra Hezbolá con un objetivo concreto: Aislarlo y debilitarlo internamente (mediante la división y el enfrentamiento) y luego utilizar el argumento de la "violencia y el caos" para presionar una resolución de la ONU para desarmarlo y terminar con su estructura de poder político y militar.
¿Qué posibilidades hay de que este plan "funcione"?
Depende de las movidas que hagan Hezbolá y Siria, apoyados de atrás por Irán, para neutralizar (en primer lugar), la operación de división interna y enfrentamiento que es la primera fase que posibilita la segunda, o sea, la resolución de desarme en forma efectiva.
Y ¿cómo? ¿tendiendo el diálogo con el gobierno "antisirio" libanés?
No funcionaría: los sectores "antisirios" (infiltrados desde la muerte de Hariri por la CIA y el Mossad) tienen un enfrentamiento sin retorno por el poder con Hezbolá que el genocidio militar israelí "congeló por un rato", y que ahora, inducido por Israel y EEUU, se reaviva con más virulencia.
Además la oligarquía financiera de Líbano "antisiria" (que hizo la "reconstrucción" anterior con Hariri, luego asesinado para detonar el conflicto entre "prosirios" y "antisisrios") está nuevamente planeando con el hijo de Hariri la nueva "reconstrucción" en asociación con los capitales judíos de Wall Street. Esto invalida el progreso de cualquier "diálogo" entre el gobierno "antisirio" y Hezbolá.
¿Y si no hay diálogo qué? ¿Hezbolá va a caer en la ratonera como cayó Israel sin mover un dedo?
Un detalle: Entre todas las organizaciones guerrilleras árabes-islámicas Hezbolá cuenta con el mejor servicio de inteligencia de todo el Medio Oriente. Esto, agregado a su estructura militar descentralizada y protegida en túneles, le permitió anticiparse y neutralizar el efecto devastador de los bombardeos sobre sus estructuras en tierra, además de anticiparse al plan militar de invasión y prepararse para la contingencia.
Hezbolá, es la única organización armada de resistencia árabe que la CIA y el Mossad no pudieron infiltrar, razón por la cual el mando militar israelí no tenía en claro las localizaciones subterráneas de sus refugios y arsenales, lo que precipitó su derrota.
¿Se va a quedar de brazos cruzado el Hezbolá (además de Siria e Irán), mientras la dupla Washington "cocina" con sus socios europeos el nuevo plan para destruirlo? Imposible.
Hezbolá ya detectó el "flanco débil" de Israel (el que le costó al gobierno y al mando militar su derrota interna).
Ese no es otro que las ciudades del Norte de Israel: Haifa, en primer lugar, donde Israel tiene sus estratégico centro de producción de software, que conforma el 40% de su PBI nacional, según The Wall Street Journal.
La inteligencia israelí, según el mando militar, ya detectó que Irán, por medio de Siria, ya dotó a Israel de misiles con un alcance superior a los 90 kilómetros.
¿Qué quiere decir esto? Que Hezbolá puede lanzarlos desde detrás de las líneas "protegidas" por la fuerza multinacional de la ONU, hacia los mismos objetivos que tenían los limitados "katiusha": Haifa y las ciudades del norte, y quizás hasta Tel Aviv.
Pero, también, al mantener intactos y en secreto sus refugios y plataformas de lanzamiento en la frontera del sur de Líbano (el área de despliegue de la fuerza multinacional) podría utilizarlos clandestinamente para arrojar nuevas oleadas de cohetes Katiusha sobre los mismos objetivos.
Ese es el principal "punto débil" que enfrenta el plan de la dupla Washington Tel Aviv para destruir a Hezbolá con "ayuda" de la ONU y de la Unión Europea.
Desde esta posición de fuerza, Hezbolá, después de tomarse su tiempo (como lo está haciendo) para evaluar, puede, en cualquier momento romper el "statu quo" lanzando oleadas estratégicas de misiles sobre Haifa y las ciudades del norte precipitando un caos social y una psicosis de miedo multiplicados en todo Israel.
Esto, a su vez, generaría el "renacer" de los halcones militares judíos (hoy en retroceso) a través de nuevas operaciones aéreas fulminantes contra búnkeres de Hezbolá en Líbano, sin que la oposición interna pueda evitarlo (recordar que la cúpula militar y el gobierno quedaron, maltrechos pero en pie).
Esta situación desactivaría de inmediato el plan contra Hezbolá por tres razones concretas:
1) Las fuerzas de la ONU quedarían atrapadas entre los dos fuegos (para eso las dejó entrar Hezbolá), y se generaría movimientos sociales masivos para su regreso en las naciones que la integran.
2) Una nueva agresión militar de Israel a Líbano rompería, a su vez, los acuerdos del gobierno y los sectores "antisirios" con la dupla Washington-Tel Aviv que está operando Annan, los que se verían obligados a tomar nuevamente posición en su contra.
3) En la nueva situación (precipitada por probables misiles contra Israel) el Consejo de la ONU solo tendría dos opciones: A) Permitir un nuevo genocidio militar en Líbano, B) negociar directamente con Hezbolá (no ya con el gobierno "antisirio") una tregua sin condicionamientos, lo que catapultaría a Hezbolá al gobierno de Líbano, y comenzaría una nueva fase del conflicto .
Este es el plan y su "flanco débil", su cara y su contracara futura.
Ahora falta que Hezbolá, Siria e Irán, muevan sus piezas en el tablero.