Noticias del Estado Islámico (E.I.)

Barbanegra

Colaborador
Italia, el blindado objetivo del Estado Islámico
Algunas décadas atrás marcaron a fuego a Italia en la lucha contra la guerrilla armada, principalmente contra las Brigadas Rojas, épocas luctuosas que sin embargo le permitieron adelantarse en el tiempo para construir un efectivo sistema de vigilancia y seguridad que está rindiendo sus frutos en estas épocas de atentados yihadistas en las principales ciudades europeas.

Londres, Manchester, Bruselas, París, Niza, Berlín, Estoclomo y Barcelona fueron ensangrentadas en los últimos tiempos por las acciones de grupos organizados o de lobos solitarios que reclaman una supuesta e histórica supremacía musulmana. En todos los casos, según revelaron las investigaciones, hubo fallas en los controles de seguridad locales.

Dos casos sirven para ilustrar. Las autoridades británicas no tuvieron en cuenta los avisos que le hicieron llegar sus pares italianos respecto a Youssef Zaghba, uno de los tres fundamentalistas que perpetraron el ataque en el puente de Londres el pasado 3 de junio.

Cada vez que Zaghba llegaba a Bolonia, era estrechamente vigilado por especialistas italianos y visitado en su domicilio dos veces por día para saber de sus pasos y sus intenciones. Cuando este marroquí viajó a Londres para cumplir con su objetivo, nadie lo esperó siquiera en el aeropuerto.

Franco Gabrielli, director del cuerpo de la policía en Italia, afirmó sin medias tintas a distintos medios italianos: “Tenemos la conciencia tranquila porque alertamos al Reino Unido de la amenaza que representaba (Zaghba)”. Scotland Yard debió reconocer que ni la policía ni el MI5, el servicio de inteligencia interior, lo consideraron como tal.

El más reciente fue el alerta hecho llegar por la policía belga hace más de un año y que los Mossos d’Esquadra (policía catalana) desconocieron, sobre el peligro que representaba el imán Abdelbaki Es Satty, considerado autor intelectual de los atentados en Barcelona y la cercana ciudad de Cambrils, del jueves pasado.

Tras la nueva amenaza lanzada ayer contra el papa Francisco y llamando a atacar a Italia (esta vez por un miembro de esa organización en Filipinas), el mundo comenzó a preguntarse una vez más por qué razón este país central de Europa parece estar blindado a la furia yihadista. Y si bien esa afirmación está lejos de ser real, sí remite a un análisis de los sistemas de seguridad italianos.

Como sucede en temas tan complejos como este desafío mundial que proponen las organizaciones fundamentalistas, la respuesta presenta varias caras. Italia comenzó a perfeccionar sus sistemas de control cuando surgió lo que el catedrático Gianfranco Pasquino, de la Universidad John Hopkins, del Centro de Bolonia, calificó como “terrorismo negro”, organizado por los neofacistas.

Más tarde llegaron las Brigadas Rojas y otros grupos a los que Pasquino encuadra en la definición de “terrorismo rojo” y finalmente aunque no última, la eterna lucha contra las mafias tan enquistadas en varias regiones de la península.

Esta historia de terror bien aprendida, llevó a que Italia perfeccionara no sólo su sistema policial y antiterrorista, sino también su sistema legal. Así, por ejemplo, es bien recordada la política proteccionista del presidente francés Francois Miterrand hacia los brigadistas que habían buscado refugio en el país galo, en contraposición a la férrea legislación italiana.

Italia nunca dejó de exigir la extradición de varios líderes guerrilleros, algo que finalmente logró cuando Nicolas Sarkozy fue presidente de Francia y abrió las puertas al reclamo extraditando a la tristemente recordada líder brigadista Marina Petrella.

Otro punto es la facilidad que tiene la policía italiana, a diferencia de sus pares europeas, de poder interceptar llamadas telefónicas con la sola presunción de “actividad sospechosa” y que esa prueba recogida tenga valor en un juicio posterior.

El Ministerio del Interior italiano informó que, entre marzo de 2016 y marzo de 2017, interceptaron e interrogaron a 160.593 personas, 34.000 de ellas en aeropuertos, en tanto alrededor de 550 “sospechosos de terrorismo” fueron arrestados y 38 condenados.

La política de prevención se completa con el seguimiento de los sitios de propaganda fundamentalista: ya se cerraron más de 500 páginas web y siguen de cerca más de medio millón de páginas.

Giampiero Massolo, director de los servicios de inteligencia de Italia entre 2012 y 2016, reveló también otro aspecto interesante de la particularidad italiana. En declaraciones al portal eldiario.es, señaló la importancia de “controlar el territorio”.

“Desde este punto de vista –explicó-, el hecho de que no tengamos guetos como los que tienen las grandes ciudades de Francia y que en nuestro país abunden las localidades pequeñas y medianas hace que sea más fácil controlar la situación".

Italia no está libre de sufrir un atentado islamista, pero sin dudas es el país mejor preparado para minimizar los peligros de una modalidad que generando temor está ganando antes de atacar.

Télam
 

Barbanegra

Colaborador

El Estado Islámico reivindica el ataque con cuchillo a tres soldados en Bruselas
Militares belgas abatieron en la tarde del viernes a un hombre armado con un cuchillo que los atacó mientras patrullaban cerca del centro de Bruselas. El hombre fue atendido por los servicios de emergencia y trasladado a un hospital, pero falleció pasadas las 22.30", según la fiscalía de Bruselas. Las autoridades calificaron el incidente de "ataque terrorista".

El Estado Islámico ha reivindicado el ataque a través de la agencia Amaq. "El ejecutor del apuñalamiento en Bruselas en un soldado del Estado Islámicoy llevó a cabo la operación en respuesta a los ataques de la coalición", dijo Amaq.

Fuentes policiales indicaron que el atacante era un hombre de origen o nacionalidad somalí, de 30 años, y que gritó "Allah Akbar", según señalaron varios testigos presenciales y confirmó el alcalde de Bruselas, Philippe Close. Fuentes de la televisión pública señalan que el hombre no estaba fichado, al menos por vínculos con el terrorismo. Según la Fiscalía belga, este hombre, sin antecedentes penales, llegó a Bélgica en 2004 y se nacionalizó en 2015.

Los soldados atacados - tres y no dos como inicialmente se informó- respondieron con sus armas y dos de ellos resultaron levemente heridos. Uno en la mano y otro en la barbilla. "La situación está bajo control", ha asegurado enseguida un portavoz oficial. Un fuerte dispositivo de seguridad se desplegó inmediatamente en la zona, entre agentes y soldados.

A las 22.00 de la noche, cuando no había una versión completa, la Fiscalía Federal se hizo cargo de la investigación, una señal de que había los suficientes elementos e indicios para pensar que se trató de un ataque terrorista, pues ese organismo es el encargado de coordinar y las investigaciones. Durante el registro ha sido hallada una pistola falsa. Doce magistrados se dedican en exclusiva a terrorismo y radicalismo a nivel federal.

Otra pista en esa misma dirección fue la rápida reacción del primer ministro, Charles Michel. "Todo el apoyo a nuestros militares. Los servicios de seguridad permanecen alerta. Seguimos la situación de cerca desde el centro de crisis", aseguró en su cuenta de Twitter. Un centro de crisis que no se ocupa de delitos comunes. Al borde de las 23.00 llegó la confirmación oficial, del fallecimiento del agresor y de sus intenciones.

Desde los atentados de París en 2015 y más desde los de marzo de 2016 en la capital del país, los militares patrullan el centro de la ciudad, el barrio europeo y los principales lugares turísticos estando fuertemente armados. A principios de verano dos soldados reaccionaron con mucha rapidez y mataron a un hombre que hizo explotar una maleta e intentó provocar una matanza en la Estación Central de la ciudad.

Se han convertido en un elemento más de la vida de la ciudad. Su presencia generaba mucho impacto e inquietud al principio, pero tras su intervención en la Gare Centrale y su efectividad también al responder al ataque de anoche, la percepción de la ciudadanía es posible que siga evolucionando.

El ataque se produjo en una céntrica calle de la ciudad. Una de especial vigilancia, en una zona degradada, donde se registran, sobre todo los fines de semana, altercados con cierta frecuencia. El ministro de Justicia, Koen Geens, felicitó a los militares por su actuación. "Gracias a nuestros valientes soldados por su intervención en Bruselas. Les deseo una pronta recuperación. Nos mantenemos alerta". El secretario de Estado de Inmigración y Asilo, Theo Francken, mostró también su "respeto a los militares" y también les desea recuperación.

Este viernes también un cóctel Molotov fue arrojado contra la comisaría de Marolles, también en la capital. El agresor huyó. La policía de Bruxelles-Ixelles no cree que haya vínculo entre los dos hechos, pero investiga. El ministerio de Interior, Jan Jambon, ha asegurado que la investigación está abierta. El alcalde de la comuna del centro de la capital, una de las 19 de Bruselas, ha señalado que "se trata de un ataque de un hombre solo", pero la Policía no descarta ninguna hipótesis. El nivel de alerta en el país se mantiene en tres sobre cuatro.

El boulevard Émile Jacquemain se encuentra a dos pasos de la popular Plaza de Sainte-Catherine, pero también de Molenbeek, el barrio más polémico de la capital y asociado al radicalismo. De allí han salido buena parte de los terroristas belgas.

http://www.elmundo.es/internacional/2017/08/25/59a07c10268e3e86218b47d0.html
 
Italia, el blindado objetivo del Estado Islámico
Algunas décadas atrás marcaron a fuego a Italia en la lucha contra la guerrilla armada, principalmente contra las Brigadas Rojas, épocas luctuosas que sin embargo le permitieron adelantarse en el tiempo para construir un efectivo sistema de vigilancia y seguridad que está rindiendo sus frutos en estas épocas de atentados yihadistas en las principales ciudades europeas.

Londres, Manchester, Bruselas, París, Niza, Berlín, Estoclomo y Barcelona fueron ensangrentadas en los últimos tiempos por las acciones de grupos organizados o de lobos solitarios que reclaman una supuesta e histórica supremacía musulmana. En todos los casos, según revelaron las investigaciones, hubo fallas en los controles de seguridad locales.

Dos casos sirven para ilustrar. Las autoridades británicas no tuvieron en cuenta los avisos que le hicieron llegar sus pares italianos respecto a Youssef Zaghba, uno de los tres fundamentalistas que perpetraron el ataque en el puente de Londres el pasado 3 de junio.

Cada vez que Zaghba llegaba a Bolonia, era estrechamente vigilado por especialistas italianos y visitado en su domicilio dos veces por día para saber de sus pasos y sus intenciones. Cuando este marroquí viajó a Londres para cumplir con su objetivo, nadie lo esperó siquiera en el aeropuerto.

Franco Gabrielli, director del cuerpo de la policía en Italia, afirmó sin medias tintas a distintos medios italianos: “Tenemos la conciencia tranquila porque alertamos al Reino Unido de la amenaza que representaba (Zaghba)”. Scotland Yard debió reconocer que ni la policía ni el MI5, el servicio de inteligencia interior, lo consideraron como tal.

El más reciente fue el alerta hecho llegar por la policía belga hace más de un año y que los Mossos d’Esquadra (policía catalana) desconocieron, sobre el peligro que representaba el imán Abdelbaki Es Satty, considerado autor intelectual de los atentados en Barcelona y la cercana ciudad de Cambrils, del jueves pasado.

Tras la nueva amenaza lanzada ayer contra el papa Francisco y llamando a atacar a Italia (esta vez por un miembro de esa organización en Filipinas), el mundo comenzó a preguntarse una vez más por qué razón este país central de Europa parece estar blindado a la furia yihadista. Y si bien esa afirmación está lejos de ser real, sí remite a un análisis de los sistemas de seguridad italianos.

Como sucede en temas tan complejos como este desafío mundial que proponen las organizaciones fundamentalistas, la respuesta presenta varias caras. Italia comenzó a perfeccionar sus sistemas de control cuando surgió lo que el catedrático Gianfranco Pasquino, de la Universidad John Hopkins, del Centro de Bolonia, calificó como “terrorismo negro”, organizado por los neofacistas.

Más tarde llegaron las Brigadas Rojas y otros grupos a los que Pasquino encuadra en la definición de “terrorismo rojo” y finalmente aunque no última, la eterna lucha contra las mafias tan enquistadas en varias regiones de la península.

Esta historia de terror bien aprendida, llevó a que Italia perfeccionara no sólo su sistema policial y antiterrorista, sino también su sistema legal. Así, por ejemplo, es bien recordada la política proteccionista del presidente francés Francois Miterrand hacia los brigadistas que habían buscado refugio en el país galo, en contraposición a la férrea legislación italiana.

Italia nunca dejó de exigir la extradición de varios líderes guerrilleros, algo que finalmente logró cuando Nicolas Sarkozy fue presidente de Francia y abrió las puertas al reclamo extraditando a la tristemente recordada líder brigadista Marina Petrella.

Otro punto es la facilidad que tiene la policía italiana, a diferencia de sus pares europeas, de poder interceptar llamadas telefónicas con la sola presunción de “actividad sospechosa” y que esa prueba recogida tenga valor en un juicio posterior.

El Ministerio del Interior italiano informó que, entre marzo de 2016 y marzo de 2017, interceptaron e interrogaron a 160.593 personas, 34.000 de ellas en aeropuertos, en tanto alrededor de 550 “sospechosos de terrorismo” fueron arrestados y 38 condenados.

La política de prevención se completa con el seguimiento de los sitios de propaganda fundamentalista: ya se cerraron más de 500 páginas web y siguen de cerca más de medio millón de páginas.

Giampiero Massolo, director de los servicios de inteligencia de Italia entre 2012 y 2016, reveló también otro aspecto interesante de la particularidad italiana. En declaraciones al portal eldiario.es, señaló la importancia de “controlar el territorio”.

“Desde este punto de vista –explicó-, el hecho de que no tengamos guetos como los que tienen las grandes ciudades de Francia y que en nuestro país abunden las localidades pequeñas y medianas hace que sea más fácil controlar la situación".

Italia no está libre de sufrir un atentado islamista, pero sin dudas es el país mejor preparado para minimizar los peligros de una modalidad que generando temor está ganando antes de atacar.

Télam

Estuve en el 2014 y volví en el 2016, notable diferencia en cuanto a seguridad. El ejercito esta en cada esquina, 4 tipos pertrechados como para una invasión. Ni hablar en las estaciones de tren/metro, en plazas o atracciones turísticas.
 

Barbanegra

Colaborador
Estuve en el 2014 y volví en el 2016, notable diferencia en cuanto a seguridad. El ejercito esta en cada esquina, 4 tipos pertrechados como para una invasión. Ni hablar en las estaciones de tren/metro, en plazas o atracciones turísticas.

Estuve en Marzo y es tal como decís, en Roma había militares y policía por todos lados, a eso le sumaba que en esos días había una cumbre de presidentes europeos y sucedió el atentado en Londres con lo cual la seguridad aumentó mucho más, caminaba a la madrugada sin ningun problema jeje
 
no parecia que le iba a ser tan complicado a las FFAA Filipinas recuperar el territorio ocupado por ISIS.

Algo que deberían tener en cuenta los MinDef de toda nuestra región, cuando minimizan esta amenaza o bien porque parece lejana...
 
no parecia que le iba a ser tan complicado a las FFAA Filipinas recuperar el territorio ocupado por ISIS.

Algo que deberían tener en cuenta los MinDef de toda nuestra región, cuando minimizan esta amenaza o bien porque parece lejana...

Entre Duterte, que cada día que pasa, comete más insensateces, el Ejército, que parece de nivel escaso, y el problema de que la zona es un vivero extremista, la cosa no está fácil. Desde el comienzo de la batalla de Marawi, ya se han registrado (según cifras oficiales, me gustaría conocer las auténticas ) 800 muertos y cerca de 360.000 desplazados, la mitad de ellos, niños.

http://www.europapress.es/internaci...es-ciudad-filipina-marawi-20170831104912.html
 

Barbanegra

Colaborador

El Ejército filipino anuncia la muerte del jefe de los yihadistas del grupo Maute en Marawi
Las Fuerzas Armadas filipinas han anunciado este lunes la muerte de Abdullah Maute, jefe del grupo de yihadistas Maute, leal al Estado Islámico (EI) y que tomó por las armas Marawi el pasado 23 de mayo, ciudad del sur de Filipinas que aún controla parcialmente desde entonces.

"Abdullah Maute está muerto", ha asegurado el jefe del Comando de Mindanao Occidental, el teniente general Carlito Galvez, en rueda de prensa en Marawi, la capital de la provincia de Lanao del Sur, en Mindanao, según los medios locales.

Galvez ha añadido que la información proviene de las redes de los yihadistas y están trabajando para recoger pruebas físicas que confirmen la muerte de Abdullah en agosto durante un ataque aéreo.

Abdullah y Omar, dos de los siete hermanos Maute, fundaron la banda en 2013 y se aliaron al EI dos años más tarde.

"Omar Maute sigue con vida. Está herido y sigue dentro" de la ciudad, agregó el militar, quien también situó en la zona ocupada por los rebeldes a Isnilon Hapilon.

Isnilon Hapilon, del grupo Abu Sayyaf, fue proclamado por el EI emir del Sudeste Asiático y jefe de los yihadistas en Filipinas.

Al menos 801 personas han muerto en el conflicto de Marawi: 620 rebeldes, 136 soldados y 45 civiles, según datos de las Fuerzas Armadas.

La cifra de desplazados oscila entre los 600.000 que ofrecen los medios locales y las 360.000, la mitad de ellas niños, que denunció la semana pasada la organización Acción contra el Hambre.

El conflicto empezó el 23 de mayo cuando cientos de yihadistas locales y extranjeros comandados por Maute se alzaron en armas en Marawi con la quema de varios edificios gubernamentales y la captura de rehenes.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, declaró la ley marcial en la región ese mismo día y ordenó a las Fuerzas Armadas acabar con los insurgentes.

El Ejército ha justificado el lento avance para liberar Marawi en que debe tener en cuenta las vidas de los civiles que los rebeldes tienen como rehenes, unas 50 personas en la actualidad, entre ellas el vicario general de Marawi, Teresito Suganob.

http://www.elmundo.es/internacional/2017/09/04/59ad23aae5fdeac7228b45d7.html
 

Barbanegra

Colaborador

Ascienden a cinco los sospechosos detenidos por el atentado de Londres
La policía británica ha detenido este miércoles a otros dos sospechosos por la explosión del cubo-bomba que causó 30 heridos en Londres. Los arrestados hasta el momento ascienden a cinco.

Los detenidos hoy son dos hombres de 48 y 30 años, según ha indicado la Metropolitan Police en un comunicado.

Un tercer sospechosos, un joven de 25 años, fue arrestado el martes por la tarde en la localidad de Newport, Gales, y en aplicación de la ley antiterrorista.

El único identificado hasta el momento es Yahyah Farroukh, un refugiado sirio de 21 años, detenido el sábado pasado en Hounslow. Su familia, residente en Países Bajos, ha expresado su estupor y ha asegurado que no tenía la menor sospecha de su supuesto vínculo con el Estado Islámico, que reivindicó al atentado.

El principal sospechoso, autor del cubo-bomba, es un refugiado iraquí de 18 años que aún no ha sido identificado por la policía. El artefacto casero fue posiblemente fabricado en un cobertizo en la casa de Sunbury-on-Thames donde Ronald y Penelope Jones llegaron a tener 268 niños en acogida a lo largo de cuatro décadas.

"La investigación está progresando muy rápidamente", declaró el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard Dean Haydon. "Hay tres detenidos. Cuatro casas han sido inspeccionadas y las pesquisas siguen su curso. Esperamos nuevos resultados en los próximos días".

http://www.elmundo.es/internacional/2017/09/19/59c17c5de2704ebf608b4637.html
 

Barbanegra

Colaborador

Marawi cumple cuatro meses en manos del ISIS
La toma a manos de radicales de Marawi, ciudad de Lanao del Sur, en la isla filipina de Mindanao, entra hoy en su cuarto mes de combates en un doloroso recordatorio del peligro extremista en el Sureste Asiático y de la inferioridad de los Ejércitos convencionales ante escenarios de guerrilla urbana como el que ha destrozado esta urbe, de 200.000 habitantes.

La operación militar lanzada por el presidente Rodrigo Duterte para liberar la villa del Grupo Maute -organización afiliada al ISIS, que el pasado 23 de mayo se hizo con el control del centro urbano- ya se ha cobrado casi 900 vidas y ha puesto en entredicho la diligencia y credibilidad del Ejecutivo, que desde mayo anunció que la batalla no se demoraría más de "dos semanas" y cuantificó en "decenas" a los combatientes, locales y extranjeros, que tomaron las armas con los hermanos Maute, fundadores del grupo, y con Abu Sayyaf, a cargo de la cual se encuentra Isnilon Hapilon, emir del Estado Islámico en el Sureste Asiático.

El mismo Gobierno estima ahora que unos 690 extremistas han muerto en los combates, junto a 151 uniformados y 47 civiles. La situación recuerda poderosamente a otros asedios urbanos impuestos por radicales como el de Nahr al Bared, el campo de refugiados palestino libanés tomado por el grupo extremista Fatah al Islam, que declaró en el casco viejo un califato islámico, provocando combates con el Ejército que causaron 450 muertos a lo largo de casi cuatro meses y la práctica destrucción del núcleo urbano.

En Filipinas, Mindanao también vivió su propio precedente en 2013, cuando el Frente Moro para la Liberación Islámica tomó la ciudad de Zamboanga y alzó la bandera de la República de Bangsamoro, que se había declarado días antes en la municipalidad de Talipao (Sulu). Si bien la ofensiva militar sólo tardó tres semanas en expulsar a los combatientes, 100.000 personas resultaron desplazadas.

El jueves, el propio Duterte aprovechó su visita a Marawi -la quinta desde que comenzó el asedio- para prometer que los combates se acercan a su fin, y atribuyó la demora a la voluntad de liberar al medio centenar de rehenes que hizo el grupo mantiene desde el inicio de su ofensiva. Su anuncio suena a viejo: tanto el presidente como sus ministros llevan repitiendo, desde mayo, que los combates no durarán más de "diez o 15 días".. Incluso tacharon la ofensiva islamista de operación improvisada por los yihadistas, en supuesta respuesta al intento de las Fuerzas de Seguridad de arrestar a Hapilon.

Los vídeos difundidos por los vecinos tras el asalto de mayo, donde se veían a decenas de encapuchados recorriendo la ciudad a bordo de vehículos mientras ondeaban banderas del Estado Islámico, así como una grabación de los rebeldes donde se podía ver al propio Hapilon con sus lugartenientes, preparando la ofensiva con improvisados mapas, contradijeron al Gobierno.

Su control de la guerra urbana, los túneles y las trampas con explosivos se revelaron como un arma eficaz frente a los bombardeos aéreos del Gobierno filipino, que evacuó la ciudad -hay más de 400.000 desplazados en todo Lanao del Sur, según la prensa local- y martilleó sin piedad el casco urbano sin apenas obtener avances.

El vicario, liberado
Los yihadistas lograron ampliar la zona bajo su control e incluso extender la tensión a localidades circundantes, además de mantener en su poder a decenas de los rehenes que habían capturado en la toma del Hospital, la Catedral de Santa María y la Alcaldía de Marawi. Sólo las primeras dos semanas de lucha se cobraron las muertes de un centenar de personas. Los rebeldes tomaron sin dificultad los tres puentes, permitiéndoles hacerse fuertes en el distrito comercial, el barrio de Banggolo.

Entre los rehenes se encontraba el vicario general de Marawi y sacerdote de Santa María, Teresito Soganub, quien fue obligado por los yihadistas a grabar un vídeo donde imploraba al Ejército que dejase de bombardear la ciudad de Marawi para preservar sus vidas. Al menos cinco rehenes fueron decapitados por los militantes, algo que generó pesimismo sobre la suerte del religioso, del que no hubo más noticias hasta la pasada semana.

El rostro cansado pero sonriente de Soganub, que ha pasado 22 años a cargo de la Prelatura de Malawi, emergió en la noche del pasado sábado, cuando los militares filipinos asaltaban la Mezquita de Bato: el Ejército afirmó haberle rescatado, aunque se ha publicado que pudo huir junto a otros cautivos ante el caos de los combates o incluso que pudo ser liberado por los yihadistas. El lunes, compareció brevemente ante la prensa en Camp Aguinaldo, Cuartel General de las Fuerzas Armadas de Manila, para demostrar que mantiene intacto su sentido del humor. "Estoy bien, físicamente fuerte y muy guapo", dijo, exhibiendo una larguísima barba fruto del secuestro.

El religioso calificó sus 117 días de cautiverio como "la voluntad de Dios" y explicó, a su llegada a Manila, que nunca pensó en escapar para compartir así la suerte del resto de rehenes hasta el final. También tuvo palabras destinadas a la reconciliación de las dos comunidades. "A los musulmanes de Marawi y Lanao del Sur quiero decirles que sigo creyendo en que podemos estar unidos como musulmanes y cristianos. No somos enemigos, pues creemos en un solo Dios".

Puente Masiu
Esta semana, las tropas filipinas -que están siendo asistidas por países como Estados Unidos o Australia, muy interesados en contener la presencia de aliados del Estado Islámico en Asia- han logrado tomar el control de ambos extremos del puente Masiu -que comunica la zona vieja, donde siguen siendo fuertes los extremistas- con el resto de la ciudad en un paso más para aislar a los combatientes. Situados en edificios próximos, los francotiradores de Grupo Maute hostigan a las tropas y se sirven de lanzacohetes para impedir el paso de vehículos pesados, pero los últimos avances hacen pensar que, en esta ocasión, los rebeldes sí están perdiendo el control del barrio de Marawi donde se han atrincherado. En los últimos días, el Grupo Maute ha perdido dos de las tres mezquitas que empleaba como cuarteles generales.

El Ejército filipino lleva bombardeando por aire y tierra desde mayo -Duterte declaró la ley marcial en todo Mindanao, y ha anunciado que no la levantará hasta el final de los combates- mientras que la Armada controla el Lago Lanao para impedir que los yihadistas puedan huir en barco. Con el puente Masiu, los uniformados tienen en su poder todas las estructuras que unen las rivieras del río Agus, aunque el Ministerio de Defensa indica que el peligro actual se encuentra bajo tierra, en los túneles excavados por los extremistas para deslizarse sin ser vistos y por los que protagonizan asaltos inesperados.

El jefe de las Fuerzas Armadas filipinas, Eduardo Año, ha asegurado que uno de los objetivos de sus tropas es impedir "que Isnilon salga vivo de Marawi", dado que su mera supervivencia implicaría una tácita victoria para sus seguidores y la organización que representa. También se cree en la ciudad a Omar Maute, fundador junto a su hermano Abdullah del Grupo Maute, en 2012: Abdullah fue dado por muerto hace unas semanas por el Ejército, que cree que su hermano Omar podría estar herido. Se trataría del único de los siete hermanos Maute que habría sobrevivido.

Para el coronel Romeo Brawner, viceresponsable de la fuerza militar a cargo del asalto de Marawi, la caída de la Gran Mezquita es un símbolo de que se avecina el final de la ofensiva. "El área bajo control del grupo terrorista Maute se está reduciendo. Hemos constatado que su resistencia se debilita", afirmó en una rueda de prensa, el pasado lunes. "Se están retirando a medida que les atacamos, pero dejan artefactos explosivos que nos impiden avanzar. Debemos ser muy cuidadosos", afirmó el coronel que estimó en 80 el número de combatientes activos y en 40 la cifra de rehenes. Según el Ejército, los yihadistas habrían obligado a algunos rehenes a tomar las armas para preservar sus vidas.

http://www.elmundo.es/internacional/2017/09/23/59c62f2be2704e72688b45d2.html
 

Barbanegra

Colaborador

Cinco heridos en un posible ataque terrorista en Canadá
Acaso hubiera podido haberse convertido en otra tragedia como la de Niza, cuando 86 personas fueron asesinadas con un camión hace quince meses, o la de Barcelona, en la que hubo 13 muertos. La gran diferencia es que en esta ocasión el camión volcó cuando apenas había arrollado a cuatro personas, cuyo estado de salud no parece crítico. Aunque todavía no se conocen los detalles, las autoridades canadienses han calificado la acción de "acto terrorista". También ha usado esa expresión el primer ministro del país, Justin Trudeau, en un mensaje de condolencias emitido hace unas horas.

El incidente tuvo lugar en torno a las 8 y media de la noche del sábado, hora local (4 y media de la madrugada del domingo, hora peninsular española), cuando un camión de mudanzas embistió un control policial junto al estadio Commonwealth, en Edmonton. Del camión salió una persona que apuñaló varias veces a un policía, volvió a subirse al vehículo, y empezó a embestir a la gente. Cuando ya había herido a otras cuatro personas, el camión volcó, lo que evitó una tragedia de proporciones mayores.

El conductor, arrestado e identificado como Abdulahi Hasan Sharif, de 30 años, es un refugiado de origen somalí que ha resultado herido leve. Está siendo interrogado por la Policía Montada de Canadá, que no ha descartado que tenga cómplices que todavía estén en libertad. En 2015 fue denunciado por mostrar una "ideología extrema". Además, dentro de la cabina del vehículo se ha encontrado una bandera del Estado Islámico, lo que ha disparado las alarmas. Se estima que en Canadá hay entre 100 y 150 simpatizantes del IS.

El presunto atentado ha traído a la memoria una de las primeras acciones criminales inspiradas por el IS, hace justo tres años, cuando Martin Couture-Rouleau, un ciudadano canadiense converso al Islam, embistió un coche de las Fuerzas Armadas canadienses en el pueblo de Saint-Jean-sur-Richelieu, en la provincia de Quebec, muy cerca de la frontera con Estados Unidos. Un soldado de 53 años fue asesinado en la acción, que sólo concluyó cuando las fuerzas del orden dispararon 7 veces a Couture-Rouleau porque, incluso tras estrellar su coche, el terrorista trató de apuñalar a los agentes. Dos días más tarde, otro converso al Islam, Michael Zefah-Bibeau, asesinó a un soldado que estaba haciendo guardia en un monumento y entró al Parlamento de Canadá, donde fue muerto por las fuerzas de seguridad.

Aparte de estos atentados, la comunidad musulmana del país ha sido protagonista de otros capítulos controvertidos. El más famoso es el del niño Omar Khadr, que a los 15 años de edad fue tomado prisionero en Afganistán en un bombardeo en el que murió un soldado estadounidense y varios miembros de Al-Qaeda, en julio de 2002. Khadr recibió dos balazos, uno de los cuales abrió un boquete de 7,5 centímetros en su cuerpo, según el soldado Damien Corsetti, que lo interrogó pocos días después de su captura, cuando todavía estaba conectado a aparatos que le mantenían con vida. Khadr estuvo en Guantánamo desde 2002 hasta 2012, cuando fue repatriado a Canadá, que este año lo ha puesto en libertad condicional. En 2003, el padre de Khadr, Ahmed Sair, murió en un tiroteo en Afganistán.

En Canadá vive más de un millón de musulmanes, lo que convierte a esa comunidad religiosa en la segunda más grande el país, tras la cristiana. De ellos, alrededor de la mitad se concentran en Toronto y Montreal, y en su mayor parte son de origen pakistaní, egipcio, indio, y somalí. Edmonton, que tiene un millón de habitantes y es la capital de la provincia de Alberta, ha visto su población musulmana crecer en los últimos años como consecuencia del 'boom' migratorio provocado por el descomunal desarrollo de la industria del petróleo en la ciudad de Fort McMurray, a cinco horas en coche.

http://www.elmundo.es/internacional/2017/10/01/59d0d69a46163f37708b459a.html
 

Barbanegra

Colaborador

Policías resguardan el área fuera de la estación de trenes Saint-Charles después de que soldados franceses abatieron a tiros a un hombre luego de que apuñalara y matara a dos mujeres en la principal estación de trenes de Marsella, en Francia, el 1 de octubre de 2017.

Hombre gritando "Allahu Akbar" es abatido tras matar a dos mujeres en Francia
Dos mujeres murieron a puñaladas el domingo a manos de un hombre que acabó abatido a tiros por las fuerzas de seguridad en una estación de tren en la ciudad francesa de Marsella, en lo que fuentes policiales calificaron como un "probable acto terrorista".

Tres fuentes policiales afirmaron que el sujeto gritó "Allahu Akbar" (Dios es grande) al agredir a sus dos víctimas con arma blanca en la principal estación ferroviaria de la ciudad portuaria.

Las dos víctimas -una de 17 y otra de 20 años- sufrieron cruentas heridas, dijeron dos fuentes policiales, que detallaron que una tenía la garganta cortada y otra había sido apuñalada en el estómago.

Un militante de Estado Islámico fue responsable del ataque, aseguró la agencia de noticias del grupo, Amaq.

El atacante fue abatido por un soldado de la patrulla militar Sentinelle, una fuerza desplegada por el país como parte del Estado de Emergencia declarado después de que comenzaron los ataques islamistas hace casi dos años.

"Hasta ahora hemos logrado evitar estos dramáticos incidentes (en Marsella). Creo que fue un ataque terrorista y el individuo que murió parece haber tenido varias identidades", aseguró a periodistas el alcalde de Marsella, Jean-Claude Gaudin.

Unos 200 policías acordonaron el área y las calles fueron cerradas al tráfico, y las fuerzas de seguridad dijeron que la operación seguía en curso. El fiscal de París abrió una investigación antiterrorismo.

París fue golpeado en noviembre de 2015 por ataques múltiples en los que murieron 130 personas. Otros países europeos como Gran Bretaña, Alemania y Bélgica también han sufrido ataques con cuchillos, armas, explosivos y vehículos.

Una testigo dijo a Reuters que vio a un hombre sacando un cuchillo desde su manga para luego apuñalar a una chica joven y después a otra mujer, gritando lo que podría haber sido "Allahu Akbar".

Agregó que vio llegar a la plaza pública en la estación Gare Saint-Charles a un grupo de soldados de la fuerza Sentinelle francesa que patrullaba el área.

El ministro del Interior, Gérard Collomb, dijo en Marsella que el atacante inicialmente mató a una mujer y se habría dado a la fuga antes de regresar para atacar a una segunda persona y luego correr hacia los soldados de la fuerza Sentinelle.

Las fuerzas de seguridad han sido un creciente objetivo de militantes, que han llevado a cabo varios ataques con cuchillos contra ellas. El más notorio fue en junio del 2016, cuando un francés que prometió lealtad a Estado Islámico mató a puñaladas a un comandante de policía fuera de su casa y asesinó también a su pareja.

Los legisladores franceses tienen planeado votar el martes una muy criticada ley antiterrorista, que elevaría algunos poderes de Estado de Emergencia a nivel de ley y podría reducir el número de personal militar en las calles.

"La presencia de los soldados Sentinelle, su velocidad y eficiencia aseguraron que la cifra de muertos no fuera más alta", dijo a Reuters el oficial de policía Stephane Battaglia.

Reuters
 
Arriba