El éxito de las operaciones militares secretas sobre Hiroshima y Nagasaki tiene el argumento militar del deber cumplido de una misión, pero traerá aparejada por siempre la faceta ineludible e inolvidable de la tragedia y la destrucción desmedida en contra de la población civil, como nunca antes vista e imaginada, siquiera certeramente por sus propios autores: como iniciadores, los ideólogos y estrategas político-militares, los científicos, algunos de mucho renombre, partícipes directos e indirectos, y luego por las tripulaciones y técnicos de los B-29 que hicieron el trabajo sucio, si se quiere... Desde mi punto de vista, y el de muchos hoy, luego de 65 años de los lamentables hechos, sostengo que los estadounidenses y sus aliados ya hacía tiempo habían cercado al decrépito y falleciente Imperio del Japón. Los constantes bombardeos a gran escala, aplicadas en base a la misma táctica de supresión sistemática sin remordimientos utilizada contra cientos de ciudades alemanas, sin olvidar los bombardeos sobre la Francia ocupada, Holanda, Italia, etc. sirvieron de antesala al infierno caído sobre las dos ciudades japonesas y su gente... Lo cual nos induce a pensar que los norteamericanos se sirvieron de su nuevo y monstruoso ingenio, de la mano del Presidente Truman y sus halcones sedientos de un nuevo, mayor, y casi inesperado poder que en realidad deseaban utilizar a toda costa, lo cual convirtió a aquellas víctimas en conejillos de indias para lo que vendría... No podemos ser tan ingenuos, a esas alturas de los acontecimientos, la Inteligencia soviética, por orden de Stalin, había logrado advertir las consecuencias del increíble poder de la nueva arma de destrucción masiva. Y por tanto, los estadounidenses y aliados, sabían que esa guerra (el honor japonés fue dilema y consecuencia final), la lucha ya estaba terminada, pero que se vendrían otras, y es entonces del porqué debían desatar al gran monstruo nuke...
No podemos omitir que Hiroshima, si bien fue blanco primario, Nagasaki no, lo cual supone que hubo otras ciudades-blanco sujetas al arbitrio dudoso del clima y las decisiones finales entre blanco primario y secundario sujetas al libre arbitrio del Cnl. Tibbets, en el caso de Hiroshima, y del My. Sweeney en el caso de Nagasaki, puesto que este tuvo a Kokura como blanco primario. Suena terrible decirlo así, pero es inevitable penar que las víctimas (muchos niños escolares...) en Nagasaki principalmente, fueron signadas por el fatal y cruel desatino; el entorno geográfico de la ciudad actuó como una cuenca potenciadora de la capacidad destructiva de la nuk. También, debemos destacar que las el gran porcentaje de viviendas eran de madera, junco y papel...,y buena parte de las instalaciones comerciales y fabriles no eran por cierto resistentes ante un ataque de esa naturaleza... En la guerra no todo es justificable, existe la objeción de conciencia. Pero para muchos el deber es el deber. Aunque para muchos más el pecado es la abominación de la naturaleza humana: la manipulación o destrucción masiva de sus semejantes, llamados enemigos...
Me gustaría explayarme más (aunque en el fondo no haya tema que odie más que éste), pero creo que deberé abrir otro post.
Estimados saludos!