Comprarían a Brasil el avión presidencial
Comprarían a Brasil el avión presidencial
Proyecto oficial para cambiar el Tango 01
La compra del nuevo avión presidencial argentino se definiría durante la reunión de Cristina Fernández de Kirchner y Lula da Silva. El elegido para reemplazar al Tango 01 es el Lineage 1000, una aeronave configurada en forma ejecutiva para 19 pasajeros y fabricada por la empresa brasileña Embraer.
El propio vocero del presidente brasileño, Marcelo Baumbach, aseguró ayer en una conferencia de prensa que "existiría la posibilidad de venta de aviones de Embraer al mercado argentino y la posibilidad de desarrollo de proyectos aeronáuticos, de interés mutuo, para el Ministerio de Defensa argentino y Embraer". El aparato de Embraer que realmente interesa al Gobierno es el Lineage 1000 para uso presidencial. Fuentes oficiales bien informadas sobre las conversaciones con Embraer señalan que se está muy cerca de un acuerdo.
En una comunicación con LA NACION, representantes de la empresa brasileña no confirmaron ni negaron oficialmente el avance de las tratativas, pero sí expusieron que el costo del Lineage 1000 para un comprador estatal es de 42.900.000 dólares.
La cabina está dividida en cinco zonas, que en diferentes configuraciones pueden aportar hasta la comodidad de una cama. Se trata del modelo ejecutivo de lujo del Embraer 190, que en su versión comercial puede transportar un centenar de pasajeros. El alcance de 8000 kilómetros sin reabastecimiento no permitiría, al igual que en el caso del actual Tango 01, un salto sin escalas a Europa.
Los acuerdos que se firmarán en Buenos Aires entre la Argentina y Embraer representan uno de los puntos fuertes del viaje de Lula. Mientras el mandatario brasileño converse en la Casa Rosada con la presidenta argentina, una delegación de esa empresa aeronáutica y funcionarios del Ministerio de Defensa brasileño visitarán Córdoba, donde harán una recorrida por la ex Fábrica Militar de Aviones. Se anticipa que se concertará un intercambio de tecnología entre Embraer y el Ministerio de Defensa argentino.
Todavía no está en claro qué pasará con el convenio con la empresa norteamericana Lockheed Argentina, concesionaria de la ex Fábrica Militar de Aviones. En octubre último, la ministra Garré firmó contratos con representantes de esa compañía, pero se dejó establecido que cualquiera de las partes podía anular la relación antes de diciembre de 2008. En ese caso, el Estado recuperaría las instalaciones previo pago de la transferencia del paquete accionario. La intención es generar un divorcio sin provocar una ruptura de las relaciones con Lockheed.
Pero el Gobierno ya decidió tener como nuevo socio a Embraer, por lo que se utilizaría en breve esa cláusula especial.
Un empresa poderosa
Embraer es el cuatro fabricante mundial de aeronaves. En las últimas 48 horas anunció ventas a la compañía aerocomercial norteamericana Jetscape (1125 millones de dólares), a la australiana Virgin Blue (262 millones de dólares), a la francesa Regional (69 millones de dólares) y a Egyptair (189 millones de dólares). Una idea de la magnitud de esa empresa, que emplea a cerca de 23.000 brasileños, puede encontrarse en el volumen de las órdenes de compra recibidas el año último: 18.800 millones de dólares.
Sólo el 5% de la producción de Embraer se dedica a aviones militares. Pero la semana última Lula firmó un convenio con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para que Embraer fabrique el hipermoderno caza de combate Rafale.
Lula y Fernández de Kirchner proyectan también impulsar mañana el desarrollo del vehículo militar liviano Gaucho.
Para conversaciones más reservadas, que seguramente no tendrán difusión oficial, quedarán dos temas: la propuesta de Lula de formar una alianza militar sudamericana y las explicaciones que dará Brasil sobre las megacompras de armamento que fueron anunciadas en las últimas semanas.
Por Daniel Gallo
De la Redacción de LA NACION